CRÍTICAS PELÍCULAS

viernes, 10 de abril de 2020

EL MUNDO BAJO EL TERROR (1965)

En 1965, el Kaiju Eiga atravesaba su momento de mayor gloria. Las entregas de Godzilla funcionaban a la perfección y la Toho monopolizaba el género estrenando cada año productos la mar de interesantes como Frankenstein conquers the world (1965), Dogora the space monster (1964) o Mothra (1960). Pero durante la década de los 60, otras productoras no quisieron quedarse atrás y también ansiaban su parte del pastel. El único estudio japonés que puso en peligro la supremacía de la Toho en el género fue la Daiei, quien estrenó su propio Kaiju con Gamera: El mundo bajo el terror (1965). Si algo destacaba la Daiei fue en el cuidado que le ponía, técnicamente, a sus productos, y en algunos casos se atrevían aportando al género propuestas de cara al público más adulto (es el caso de la magnífica trilogía del Daimajin o Kujira Gami (1962)). De hecho, es de la Daiei la considerada primera película de ciencia ficción japonesa, Tomei-nigen Arawaru (1949), un exploit de El hombre invisible (1933). 

Con Gamera no engañaban a nadie, es un exploit en toda regla de Godzilla. El origen del proyecto fue bien caótico. Con el objetivo de realizar su propio Kaiju, la Daiei comenzó a realizar el proyecto de Nezura en 1964. Un film que influenciado por los monstruos gigantes japoneses y el terror animal de Los pájaros (1963) plasmaba la invasión en Japón de unas ratas gigantes. ¿El problema? Utilizar ratas reales, lo que provocó que medio equipo y parte del cast cayeran enfermos obligando a la cancelación del film. Existen fotos promocionales y de rodaje muy interesantes al respecto. La siguiente idea fue la de la tortuga gigante Gamera. Un proyecto que nadie en su sano juicio quería encargarse llegando el puesto de dirección, cual patata caliente, a las manos de Noriaki Yuasa. Yuasa, hijo de actores, no estaba bien considerado en el estudio y hasta entonces solamente había dirigido una comedieta juvenil y musical. Pese al bajísimo presupuesto (consumido por la anterior Nezura) y con todo en contra, Yuasa se puso manos a la obra con Gamera.

Una explosión nuclear en el Ártico despierta a Gamera, una tortuga prehistórica gigante. Las autoridades y los científicos no saben cómo hacerle frente, mientras tanto el monstruo va destrozando todo lo que aparece a su paso. Sin embargo, Toshio, un niño con un don especial para tratar con las tortugas, parece ofrecer algunas claves para afrontar la crisis. 

Como hemos comentado, El mundo bajo el terror (1965) no escondía su tratamiento de puro exploit de Godzilla, incluso el film es en blanco y negro (algo sorprendente ya a mediados de los 60 en Japón) por motivos presupuestarios, motivo que le hizo compararse aún más con Japón bajo el terror del monstruo (1954).

Un aspecto a tener en cuenta es que Yuasa no solamente ejerció de director sino de creador (junto al equipo de fx) de los efectos especiales del film. Pese a todo tuvieron que pedir ayuda a técnicos de la Toho en un campo (el del kaiju-eiga) en el que la Daiei no tenía experiencia. Yuasa se empleó a fondo para que el film llegara a buen puerto hasta el punto de que vivió prácticamente en el estudio de rodaje.
Pese a tratarse de una monster movie de manual, ¿Por qué Gamera triunfó y logró superar a otras imitaciones similares? El éxito rotundo del film fue toda una sorpresa para los directivos de la Daiei, ya que ninguna esperanza tenían en la tortuga voladora. Gamera, una tortuga gigante y asalvajada, con capacidades para volar y además amiga de los niños llamó la atención a la audiencia. Se trata de un Kaiju carismático, que se aleja de Godzilla y además proporciona elementos que le dan personalidad. Técnicamente, el film proporciona momentos de alta calidad, en especial los momentos de destrucción en Tokyo donde podemos ver pequeños detalles inéditos en un Kaiju como ver a gente correteando dentro de un edificio mientras está en plena destrucción. Además, el uso del blanco y negro es sombrío y maravilloso.

La caída de un avión en el Polo Norte provoca el despertar de Gamera

Y no parece muy amigable

Excepto para Toshio quien se hace amigo de la tortuga

Mientras ésta abrasa Japón

Finalmente, meten a Gamera en un cohete y la lanzan a Marte

El inicio en pleno Polo Norte es destacable y además muy en línea con el magnífico inicio de El monstruo de tiempos remotos (1953). Un ataque nuclear y la caída de unos aviones de combate en el hielo provocan que la tortuga salga a la superficie. Aún no son los tiempos del superhéroe Gamera, el gran amigo de los niños, así que el monstruo tiene malas intenciones y no duda en destrozar todo lo que pilla, eso sí, si tiene que salvar a un niño de caer por un barranco lo salva. La parte más floja, como viene siendo habitual, es la presencia del niño de sempiterna gorra metiéndose y participando en las reuniones militares y científicas, dando ideas y gritando que no maten a Gamera porque es su amiga, mientras, la tortuga gigante abrasa a miles de personas. Y por supuesto no falta la resolución descabellada donde mandan a Gamera metida en un cohete al espacio exterior. Maravilloso.
El mundo bajo el terror (1965) es un Kaiju Eiga de manual, que no se sale excesivamente de los mismos patrones pero que sobresale de la media por su tratamiento serio y cuidado, unos buenos efectos especiales y un monstruo la mar de carismático. Entretenida y entrañable. Su éxito provocó el inicio de una saga de hasta doce películas, convirtiéndose Gamera, en el mayor rival taquillero de Godzilla.

Foto de rodaje.


Cartel de la versión americana
Algunas curiosidades. Para las escenas en el Polo Norte se trajeron 3 enormes bloques de hielo que estuvieron mantenidos a temperaturas bajo cero durante semanas lo que provocó que algún que otro miembro del equipo pillara un buen resfriado. En una de las escenas en donde Gamera está lanzando fuego, el traje de la tortuga explotó quedando muy deteriorado ya que dentro del traje había gasolina (aspecto técnico que se solucionó en posteriores entregas). Por suerte no había nadie dentro del traje.

Para su estreno americano se realizó un remontaje para la ocasión que americanizó el producto. Se rodaron algunas escenas situadas en el Pentágono y muchos despachos con Albert Dekker y Brian Donlevy (¡el doctor Quatermass vs Gamera!) charlando sin parar además de eliminar varias secuencias originales. Las nuevas escenas americanas transformaban el significado de la película. Ahora la idea de lanzar a Gamera al espacio venía de los americanos y el avión que provoca el despertar de Gamera es ruso. El film se tituló Gammera: the invincible (si, con dos emes). Curiosamente y a pesar de acabar durando 10 minutos más que la original, el film se beneficio de un ritmo más equilibrado y entretenido. Toda una curiosidad. Éste fue el único film de la saga que se estrenó en cines americanos.

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