CRÍTICAS PELÍCULAS

sábado, 10 de diciembre de 2022

THE YOUTH KILLER (1976)


La Art Theatre Guild tuvo una importancia básica para entender el cine independiente nipón de los años 60 y 70. La ATG fue fundada por diferentes artistas en 1961, se especializó en la distribución de filmes alternativos así como en la producción de cine autóctono de carácter arriesgado y rebelde como algunos de los trabajos de Shohei Imamura, Nagisa Oshima o Akio Jissoji. Si bien, pronto se denotó un cierto espíritu cerrado a este círculo de artistas. Un ámbito selecto. Un aspecto que se denotaba, por ejemplo, en las entregas de premios anuales que la misma ATG organizaba entre sus producciones y cómo siempre acababan repartiéndose los premios los mismos de siempre.

Si bien su importancia en el cine nipón es innegable y punta de lanza de producciones la mar de interesantes y que viajaban fuera de lo establecido con propuestas atrevidas y a veces incómodas para el espectador. La ATG acabo cerrando sus puertas en 1984.

The Youth Killer (1976), es una propuesta fascinante que camina del genero criminal, al thriller, al drama juvenil con espíritu punk realizado exquisitamente. La película está basada en un suceso real ocurrido en octubre de 1974 en la prefectura de Ichihara cuando dos padres fueron asesinados a puñaladas por su hijo adolescente por oponerse a su relación con la empleada de un sex-shop. Los cuerpos fueron arrojados al río Yoro y acabaron flotando hasta la bahía de Tokyo. El muchacho fue condenado a muerte diez años después y el suceso fue novelizado por el autor Kenji Nakagami

Dicha novela atrajo la atención del director Kazuhiko Hasegawa, quien con 30 años en aquel entonces, llevaba tiempo intentando realizar su primera obra como director. Hasegawa se convertiría en una de las voces imprescindibles de la nueva ola japonesa y de hecho dejó la universidad para trabajar bajo las órdenes de Shohei Imamura, abriéndose paso en la industria en la Nikkatsu como guionista o asistente de dirección, principalmente en filmes roman porno. Con el proyecto de The Youth Killer metido entre ceja y ceja, se dedica a investigar sobre el incidente real y, por fin, amparado por la producción de la Art Theatre Guild puede realizar su ópera prima.

El filme cuenta el asesinato del joven Jun a sus padres e incapaz de soportar el peso del crimen, éste inicia un camino hacia la autodestrucción acompañado de su novia Keiko. Como dos almas sin rumbo fijo, Jun y Keiko huyen dejando atrás el desastre hacia un destino incierto.

The Youth Killer recoge esa vertiente, dentro del cine japonés de la época, de espíritu combativo y contestatario frente a lo establecido, heredado de los movimientos sociales dados en los años 60. Así el filme recoge las ansiedades de la generación post-Vietnam, la generación víctima de la crisis mundial del petróleo, de esa generación participante en los movimientos sociales utilizando el crimen real en el que está basada la película para plasmar el estado de una sociedad con unos hijos furiosos y sin perspectivas, víctimas de las miserias y corrupción de sus figuras paternas. Otro ejemplo de este fresco de la realidad social nipona lo podemos ver como, en un elemento secundario en la trama, los personajes se encuentran cerca de las obras de lo que se convertiría el aeropuerto de Narita. Una construcción que levantó numerosas manifestaciones entre la población en contra de dicho aeropuerto.


The Youth Killer recoge la relación dependiente y tóxica entre una pareja de adolescentes con una situación familiar desamparada y complicada. Su protagonista tiene una relación de puro odio contra su padre y que finiquita con el momento del asesinato. Los primeros 45 minutos del filme son sublimes en su capacidad para saber transmitir asfixia y claustrofobia optando por centrar la acción en el pequeño apartamento de los padres de Jun, lugar donde se comete el asesinato. Poderosamente impregnado de un calor sofocante, este tramo de la historia, elaborado a base de una fluida sucesión de planos cortos y generales, la mayoría del tiempo cámara en mano y sin música, provoca una sensación de desaliento, de asfixia e incluyendo incómodas referencias incestuosas entre el hijo y la madre.

Unos momentos violentos y agónicos y que siguen con la huida hacia ninguna parte del muchacho junto a Keiko. Tsutomu Tamura (guionista de Oshima) adapta a guión la novela de Nakagami creando una estructura que se divide en dos partes separadas por un maravilloso enlace entre ellas (la escena de la playa). Una primera parte con el crimen de Jun y una segunda parte centrada en la locura y autodestrucción de su protagonista. En dicha escena de la playa, Hasegawa propone un atrevido y elaborado tratamiento en donde se opta por el uso de flashbacks y secuencias experimentales que hacen dudar de la realidad (el mismo Hasegawa aparece en dicha escena de la playa haciendo de padre de un niño, una decisión que creo, no es gratuita).

Keiko y Jun son dos jóvenes con situaciones familiares complicadas...

Jun tiene una relación complicada con su padre y éste no acepta su relación con la muchacha.

Una discusión acalorada que acaba en crimen...

Empieza así una huída hacia la autodestrucción.

Para la pareja protagonista, Hasegawa elige al cantante y actor Yutaka Mizutani (Jun) y a Mieko Harada (Keiko). A Harada la descubrí tras verla en el filme Lullaby of the Earth (1976) de Yasuzo Masumura y me dejó prendado con su interpretación de joven ciega enfrentada a las adversidades de la vida. The Youth Killer también incluye elementos de erotismo y que no resultan gratuitas siendo ejemplo de cómo trata el sexo esta nueva juventud nipona, a veces violento, tóxico, dependiente y otras como único punto de escape y tranquilidad, una burbuja ajena a los problemas que acontecen en el exterior. Es curioso que las escenas de desnudos fueron realizados por Harada siendo ella menor de edad, contando con 17 años. A la actriz la veremos posteriormente en Ran (1985) de Akira Kurosawa, con un papel estupendo.

El filme utiliza una adecuada banda sonora con presencia de temas de inspiración folk americano setentero. Cruda e impactante, The Youth Killer es toda una sorpresa que parece estar de tapadillo dentro del cine independiente japonés de los 70. Una pieza que no hace concesiones con sus personajes, presos de una furia y rabia incontenible, frustración fruto del ambiente del que viven y sabedores, por mucho que lo odien, que son herederos de los vicios y defectos de sus progenitores. Un trabajo pesimista y oscuro. El hogar y los valores tradicionales como fuente de terror y quiebra. La historia conjunta de una pareja en huída infructuosa por una libertad que carecerán. No future for you!


viernes, 2 de diciembre de 2022

ULTRAMAN DYNA (1997)



Tras 15 años de silencio televisivo en Japón, Ultraman volvió en 1996 por todo lo alto con la celebrada Ultraman Tiga. Su éxito, aceptación de la audiencia y premios obtenidos la convirtieron en una de las series más recordadas y valoradas de la franquicia del superhéroe plateado, algo que Tsuburaya Productions celebró con más series del personaje. A Tiga le sucedieron Ultraman Dyna (1997) y Ultraman Gaia (1998), tres series que se han convertido en una trilogía muy recordada por los fans por su buena calidad general y capacidad de renovación de su personaje a caminos nuevos y a veces hasta arriesgados.

Ultraman Dyna nos sitúa 7 años después del final de Tiga y presenta a una humanidad que ha logrado expandirse a muchos puntos del universo. Marte se encuentra en una primera fase de colonización y diferentes bases estratégicas se encuentran en varios planetas y satélites del sistema solar. Es lo que se conoce como el proyecto "Neo Frontier". La organización TPC ya no está solamente alojada en la Tierra y crea SUPER Guts, el nuevo grupo de héroes. Pero parece que dicha expansión humana está poniendo en peligro la estabilidad del universo y no está siendo bien vista por criaturas como los Sphere, una misteriosa entidad extraterrestre con capacidad para tragarse civilizaciones o planetas y crear monstruos brutales. Uno de los cadetes de SUPER Guts, Shin Asuka, es víctima del ataque de dichos Sphere. Tras ser propulsado de su nave, perdido en el espacio, es tragado por una luz extraña que lo convertirá a partir de entonces en... ¡Ultraman Dyna!

¡Woo, woo... Dyyyna!
Ultraman Dyna es una serie que cuenta con 51 episodios emitidos entre el 5 de septiembre de 1997 y el 29 de agosto de 1998. Si Ultraman Tiga fijaba su mirada en el pasado, las profecías y las consecuencias de los actos de la humanidad en el presente, Dyna se centra en el futuro, en los avances de la humanidad y su expansión hacia otros mundos... aunque dicha expansión traiga una contrapartida negativa siendo este aspecto uno de los elementos más interesantes de Dyna. La expansión sin freno de los seres humanos, su egoísmo, el creerse merecedores de colonizar otros mundos o el imparable avance tecnológico traerán consigo la aparición de monstruos gigantes y amenazas alienígenas desafiadas por ello. Otro aspecto interesante que se trata en algunas ocasiones es la progresiva militarización de la organización TPC, una organización que si en Tiga tenía una factor "desmilitarizado" y con las motivaciones científicas como eje principal, aquí la organización va tornándose cada vez más fascistoide en su afán por conseguir más y más logros y crear la arma más potente posible.

El súper equipo de héroes... los SUPER Guts.

Shin Asuka, el rebelde partenaire humano de Dyna
El partenaire humano de Ultraman esta vez es Shin Asuka, un héroe que se diferencia de los anteriores por tener un aire mucho más rebelde, desenfadado, cómico y bufón, algo que va en sintonía con el espíritu de la serie. Ultraman Dyna opta por ser, en general, una serie de carácter bastante más infantil que su predecesora, por desgracia. Un producto que prefiere llevarnos por terrenos bastante más ligeros y disparatados y es algo que también se denota en el resto de los miembros de SUPER Guts, los cuales siguen esta onda ya muy cartoon y casi autoparódica, que en determinados momentos resulta divertido y en otros no acaba de funcionar. Si bien, gran parte de los personajes acaban siendo bastante entrañables y simpáticos como la encantadora Mai, el delirante y duro a partes iguales capitán Hibiki o Koda, quien poco a poco irá tomando un papel más decisivo en el liderazgo del grupo.

Aún con su ego por las nubes (cosa que le provocará más que un problema), su ligereza frente a los problemas y aire payasete, Shin Asuka es un héroe que demostrará tener una valentía fuera de toda duda frente a momentos de crisis y tiene un fondo familiar muy interesante. Su padre fue piloto espacial y desapareció en un experimento (siendo Asuka un niño) cuando una extraña luz apareció en el espacio tragándose la nave en donde viajaba su padre. Este aspecto, la ausencia paterna y su desaparición, es una de las claves más jugosas de la serie. Otra de las dudas que asaltarán al héroe en varias ocasiones surge al cuestionarse porqué precisamente él ha sido el elegido para llevar la antorcha de Ultraman.

Ep. 12, Phantom Thief Himala
El nuevo Ultraman Dyna sigue el modelo de Tiga en el hecho de contener 3 formas diferentes dependiendo de las necesidades, añadiendo como novedad más llamativa la "Myracle Type", con poderes psíquicos. Cada forma viene acompañada de un color y diseño físico diferente en Dyna.

Dyna, la serie, tiene un potente inicio en el doble episodio 1 y 2, A New Light, ambientando gran parte de su historia en el espacio y en un Marte colonizado donde hay un primer encontronazo contra los malvados Sphere. Si bien, en los sucesivos episodios, enseguida se denota esta tendencia hacia un cúmulo de historias de carácter más irrelevante, de tono infantiloide y sin muchas pretensiones. Largos tramos de episodios con esta tendencia que hacen ver a la serie con algo de indiferencia.

Si bien en la primera mitad de Dyna podemos destacar algunos capítulos que suben un poco el nivel como es el caso del ep. 6, The Biggest Monster on Earth, el cual presenta a un hongo descomunal que se está apoderando poco a poco del planeta Tierra o el ep. 12, Phantom Thief Himala, bastante simpático y con una cinematografía cuidada, con un monstruo que embelesado por la belleza de diversos barrios en el momento del atardecer se dedica a hacerlos desaparecer y guardarlos en una cajita de madera.

Ep. 18, The Girls Who Call on Darkness
Se denota un intento por dotar a la serie de una gran variedad de premisas y escenarios para sorprender al espectador, en la linea de Ultraman Tiga, si bien creo que aquí los guiones no están tan afinados como aquella. Aún así hay ejemplos interesantes como el ep. 14, The Lord Who Sleeps on the Moon, donde descubren unas ruinas antiguas en la Luna. Al mover una tumba despiertan a un ser malvado destructor de mundos. O el tierno y entrañable ep. 20, The Alien Boy, donde la destrucción de un planeta provoca que un niño descubra que su origen es alienígena y que tiene que abandonar la Tierra y a sus amigos para buscar un nuevo planeta habitable para su pueblo. 

Sorprenden virajes como el del ep. 22, The Soldiers of Tsukuyo, hacia un formato de horror/fantasía con el descubrimiento de una pieza antigua que lleva a descubrir una historia milenaria de unos soldados y un monstruo devorador de miedos. El ep. 23, Fortress of Dreams presenta una base submarina que es destruida por una serpiente de mar muy dura de pelar matando en el camino a un buen amigo de Koda, de los SUPER-Guts. Son ejemplos de episodios, que sin ser excesivamente notables ni remarcables, si que resultan un mínimo entretenimiento. 

Si nos podemos quedar con un episodio que a mi particularmente me encandiló de este primer tramo de Dyna es el ep. 18, The Girls Who Call on Darkness. Toda una sorpresa que bien parece sacado de una película de terror satánico ambientada en institutos femeninos de las que se estilaban por la época en Japón como Eko Eko Azarak: Wizard of Darkness (1995) o Hanako of the Toilet (1998). En el episodio, unas adolescentes con ansias de revancha contra sus compañeras invocan a un demonio asesino para que se las quite de en medio. A destacar la batalla final del capítulo la cual, estéticamente, es una delicia.

Ep. 25, Krakov come to the surface Part 1
A nivel de efectos especiales seguimos teniendo que aguantar con paciencia el CGI chunguete que ya vimos en Tiga, si bien a medida que va avanzando la serie se va viendo una pequeña evolución al respecto consiguiendo cada vez una estética más espectacular en las escenas de destrucción y batallas. Como he apuntado, los guiños al público infantil son bastante más abundantes que en Tiga, que era una serie bastante más orientada a los young adult. Estos guiños se ejemplifican en el personaje de Hanejiro, una criaturilla voladora y dorada, casi un Pikachu de medio pelo, de origen alienígena y que forjará amistad con Asuka. Madre mía...

A mitad de Dyna tenemos un doble episodio en los número 25 y 26, Krakov Come to the Surface. Aquí se presenta un nuevo paso en el avance de la humanidad en el universo, con la construcción de un sol artificial situado en Júpiter y que proveerá de energía eléctrica a las diferentes bases escampadas por el espacio. Dicha nave es tomada por unos alienígenas, quienes la dirigen a estrellarla en el Polo Sur, lo que provocará un derretimiento del hielo dejando a la Tierra inundada. Un doble episodio notable con un adecuado uso del drama y la épica, aún a pesar del abuso de cancioncillas o la niñatilla de turno. El apunte más interesante de estos capítulos es que Asuka cree ver mientras está en el interior de Dyna... ¡a su padre desaparecido!

Algunos de los personajes de Ultraman Tiga hacen
acto de aparición en algunos episodios.
Como recompensa al fan de Tiga, Ultraman Dyna presenta varios episodios en donde la mayoría de sus personajes hacen acto de aparición. La guapa enfermera Mayumi tiene una presencia más o menos continua desde el ep. 19, The Phantom Bird. Un algo desconcertante (por innecesario) continuación al ep 15 de Ultraman Tiga, por mucho que me alegre reencontrarme con Mayumi, la cual sigue, años después, aún traumatizada por la muerte de su noviete motorista. Episodio entretenido y que presenta a un monstruo con un diseño de pájaro con cara de mujer inquietantemente acertado. 

Aunque los personajes de Tiga tienen su momento de gloria luchando codo con codo con los SUPER-Guts en los notables episodios 35 y 36, The Uncanny Smile. Aquí, la humanidad sigue expandiéndose al espacio y al llegar a Plutón encuentran una ruina en la superficie con la apariencia de una cara sonriente, pero resultará ser una trampa. A la nave (pilotada por Shoji) acabará agarrada una bestia que llegará a la Tierra dispuesta a arrasarlo todo. La bestia está relacionada con los Sphere y deja a Dyna fuera de combate. Una buena dupla con emocionantes dosis de acción, tensión y destrucción.

Ultraman Dyna no presenta demasiada continuidad argumental a lo largo de sus 51 episodios, dejando una mínima trama de fondo que se desarrolla en momentos puntuales. Si bien, se quiere marcar a un enemigo principal los cuales son los Sphere. La lástima es que esta discontinuidad argumental hace que dichos Sphere acaben por no tener una entidad definida, dejando muchas incógnitas en el tintero. Sabemos que puede que busquen el equilibrio del universo, viendo un peligro la expansión de la humanidad en el espacio y se dediquen a atacar planetas o transformando monstruos en bestias feroces... pero poco más.

Ep. 31, Battle to death! Dyna vs Dyna

Coqueteos con el noir en el ep. 33, Star of Peace
Por suerte, Ultraman Dyna comienza a animarse especialmente a partir del episodio 29 aproximadamente, (In the Light of Fate) el cual marca un pequeño cambio de paradigma con esta emocionante historia de padres e hijos. Aquí se nos presenta a Asuka quien viaja hasta la Luna para retomar la misión que provocó la desaparición de su padre. 

El entretenidísimo ep. 31, Battle to death! Dyna vs Dyna, aunque se aproveche del sobado elemento del impersonator de Ultraman, resulta irresistible con un guerrero alienígena retando a Dyna a un duelo en medio de la ciudad. De los mejores momentos de Dyna, con una buena calidad técnica y sentido de la espectacularidad. 

El ep. 33, Star of Peace, coquetea con el cine noir con un periodista muy crítico con las actitudes cada vez más militaristas de TPC y SUPER-Guts, a la vez que recibe el socorro de una adolescente que dice que sus amigos han cambiado de la noche a la mañana, sospechando que hayan sido poseídos por extraterrestres. Otro de los elementos que son recurrentes en la serie es el conflicto de tener que decidir sacrificar una vida para así salvar a millones. Un conflicto que sufren nuestros héroes en varias ocasiones (como el ep. 34, The Time of Decision) y cuyo concepto tendrá un papel clave para entender el desenlace de la serie.

El regreso de Akio Jissoji en el ep. 38, Monster Drama
Siguen los momentos felices en Ultraman Dyna con el retorno de nuestro querido Akio Jissoji (director esencial en las originales Ultraman y Ultraseven), quien tras su retorno a la franquicia en Tiga, realiza aquí un nuevo episodio. El número 38, Monster Drama, es otra fascinante muestra del arte de su director. Una pieza extraña, de angulaciones bizarras y atrevidas con un argumento misterioso que parece reincidir en el concepto del ep. 40 de Tiga donde los sueños eran capaces de crear monstruos. Ahora es lo propio con la alquimia medieval y un guión teatral como forma de creación de terrores abominables. Un juego de espejos entre el escenario-realidad de la vida e imágenes impactantes como esa Torre de Babel cayendo desde los cielos y trayendo la pura destrucción (plagas bíblicas incluidas) y que presenta una batalla final con Dyna fascinante.

En la recta final de la serie aún seguimos viendo momentos bastante notables como el del ep. 41, We Want to See Our Earth, de premisa muy interesante, presentando a la primera generación de niños nacidos en el espacio y que ahora son llevados a la Tierra por primera vez, aunque en el viaje una polilla gigante espacial los ataca inseminando en el interior de la nave unas larvas asesinas. Toque a Alien, decisiones difíciles sobre el hecho de dejar morir a unos pocos para salvar a millones (de nuevo dicho conflicto)… El ep. 43, Captain Long-Legs, centrado en el capitán Hibiki, también es bastante notable. Sigue a una adolescente que vive en un orfanato y que idolatra a un desconocido el cual cada año le envía por navidad cartas y ayudas monetarias para el centro (el mismo Hibiki). Ahora una erupción volcánica lo pone todo patas arriba junto al regreso de un remodelado y salvaje Golza (monstruo salido de Tiga).

En el ep. 42, A Vanishing Dream aparece... ¿Gundam?
Pero el mejor, más hilarante y sorprendente capítulo de Dyna lo encontramos en el ep. 42, A Vanishing Dream. Ya aquí me pillaron desprevenido. Una locura total de tono onírico (todo es un sueño de Asuka) que se atreve a cachondearse de éxitos del anime como Mobile Suit Gundam o Capitán Harlock con Mai y Asuka en un viaje imposible hacia Marte. El tono a space opera, que parece rememorar los clásicos de Ishiro Honda como Battle from outer space (1959) o The Mysterians (1957) se suman a un tono delirante e imprevisible y que vuelve a contar con la presencia de varios personajes de Tiga como la añorada Rena. Divertidísimo.

El final de la serie lo compone un arco de tres episodios que chocan totalmente con lo visto anteriormente por optar hacia una óptica mucho más seria, dramática y por momentos, hasta desoladora. Pese al atropellamiento que supone el primero de ellos, ep. 49, Final Chapter I: A New Shadow, ya que presenta una gran multitud de ideas muy potentes que son resueltas en 10 minutos cuando podrían haber dado para bastante más. El hecho de que la propia TPC, en sus ansias militaristas, deseen robar la energía de la luz para crearse su propio y controlado Ultraman como arma definitiva de la humanidad (un paso más allá de lo que contaban los episodios de Evil Tiga en Tiga), resulta un tema muy jugoso... pero pronto el cacharro falla al ser, este Ultraman, poseído por los Aliens Sphere haciendo que Dyna tenga que solucionar el entuerto.

Dyna dispuesto a enfrentarse a la terrible amenaza final en el ep. 51, Final Chapter III: To Tomorrow...

Si bien, en los dos episodios finales, Final Chapter II: Destruction of the Solar System y Final Chapter III: To tomorrow... la cosa mejora y mucho con Asuka, perdido en Marte, fuera de combate y siendo recogido por un personaje muy importante de la anterior Ultraman Tiga... Mientras, un enorme agujero negro (un Sphere definitivo) se está tragando el Sistema Solar entero, planeta a planeta, en dirección imparable a nuestra Tierra, como una mano ejecutora divina frente a los abusos de la humanidad. Un villano interesantísimo y que pone en verdaderos aprietos morales a nuestros héroes y donde sale a relucir de nuevo el conflicto principal de la serie. ¿Sacrificar una vida para salvar a la humanidad? Un final de serie que culmina en una decisión insólita hasta el momento. Una conclusión valiente y triste. Sin duda, la escena final de Dyna es de una belleza acongojante, de una potencia dramática maravillosa. Y sin duda choca por el carácter ligero que la serie ha tenido en gran parte de sus 51 episodios. Dicho final hace acabar la serie con un buen sabor de boca, a pesar de todo.

Ultraman Dyna, por desgracia, está un escalón por debajo de la celebrada Ultraman Tiga optando por un tono bastante más ligero e infantiloide que a momentos molesta, resultando en unos largos tramos de relleno y con episodios bastante irrelevantes. Si bien, se sigue agradeciendo que la serie intente sorprender al espectador con una gran variedad de premisas, queriéndote llevar a episodios que bailan del terror, a la fantasía, la comedia surrealista o hasta los entramados político-militares a lo Gundam o Space Battleship Yamato. Aún así, encontramos algunos tramos de episodios verdaderamente notables y que si saben dar en la tecla suponen una gran divertimento, hasta confluir en un final muy emocionante y sorprendente.

Como es costumbre, me gusta comentar las canciones de la serie. Aquí seguimos en buena racha con un opening muy pegadizo, de carácter más baladístico y de título Ultraman Dyna, interpretado por Tatsuya Maeda. Aunque me ha encantado el ending presente durante la primera mitad de la serie. Un tema rock, tremendamente pegadizo y de título Kimi Dake o Mamoritai, cantado por Fumiaki Nakajima

Dyna ha vuelto a aparecer en muchos productos de la franquicia, desde películas como Ultraman Tiga & Ultraman Dyna: Warriors of the star of light (1998) o Ultraman Tiga, Dyna & Gaia: The Decisive Battle in Hyperspace (1999). Este 2022 se está celebrando su 25 aniversario con la entretenida Ultraman Decker, la cual hace homenaje.