CRÍTICAS PELÍCULAS

domingo, 25 de junio de 2023

ULTRAMAN X (2015)



Tras la dupla de series protagonizadas por Ginga, nuestro Ultraman volvió a las televisiones niponas con fuerzas y éxito renovado. Dichas nuevas series, lo que se conoció como los New Generation Heroes, debían tener continuidad con una nueva entrega, por lo que la nueva incorporación a la franquicia llegaría al año siguiente con Ultraman X (2015). 

Ultraman X acaba por ajustar y llevar a buen puerto diversos aspectos que no eran sino un campo de pruebas, como la duración de la serie, que pasa a los 24 episodios (aunque 2 de ellos son resumen). Ultraman X acaba dando en la tecla gracias a su bien compensada mezcla de elementos clásicos y modernidad con un ojo bien puesto en la espectacularidad de la propuesta. Todo esto hace de Ultraman X una tremenda sorpresa.

La serie empieza con Ultraman X en plena batalla espacial. El enemigo acaba siendo lanzado por Ultraman directamente al Sol, lo que provoca la desmaterialización del ultrahéroe y unas olas solares que acaban llegando a la Tierra provocando la aparición de monstruos gigantes. 15 años después, el grupo militar Xio, se dedica a repeler dichos ataques. Uno de sus miembros, Daichi, perdió a sus padres quince años atrás y está obsesionado con tratar de buscar un mundo en donde los seres humanos y los monstruos puedan coexistir en paz. En medio del ataque del monstruo Demaaga, una luz cubre a Daichi, ¡quien acabará convirtiéndose en Ultraman X!

Como comento, tras dos series como eran Ginga y Ginga S, abundantes en nuevas ideas para la franquicia, algunas de ellas bastante discutibles, pero que ayudaron a establecer al personaje en una nueva época, Ultraman X acaba dando en la tecla con un producto tremendamente disfrutable que consigue captar la esencia de las series clásicas a la vez que aporta nuevas ideas que la acercan a la ciencia ficción más pura y hard, con mundos digitales, dimensiones paralelas o distorsiones del espacio-tiempo.

Daichi, interpretado por Kensuke Takahashi, pese a ser un héroe que de nuevo apunta a la chavalada siendo un adolescente tierno, soñador e inocente, acaba por ser un personaje bastante simpático y que realiza un camino del héroe bastante lógico y es que con la ayuda de Ultraman X, Daichi sacará poco a poco lo mejor de sí mismo ganando en valentía y mejorando como héroe y persona. Se crea una interactividad entre el ultra y su partenaire humano apenas visto hasta el momento en la franquicia, creando momentos de conversación entre los dos logrando que el ultra héroe tenga algo más de personalidad sumando muchos momentos de humor bastante acertados.

El equipo de combate Xio

Daichi sigue jugando con muñecos

Por otro lado, se consigue dar cierta entidad a cada uno de los miembros de la organización militar de turno, Xio, todos ellos siendo bastante entrañables y que hacen que te preocupes por ellos gracias a ciertas pinceladas de profundidad dramática o episodios dedicados a ellos. Desde el capitán Kamiki, quien tiene una hija con la que no se habla debido a su trabajo y su deber 24/7 de defender a la humanidad. La teniente Sayuri, quien mantiene a su familia en Canadá, un punto mínimo de ataques monstruosos, mientras ella se mantiene en su puesto de Xio, de nuevo siguiendo su deber. Asuna, interpretada por Akane Sakanoue, la joven luchadora/soldado con quien más feeling tiene Daichi, también va creciendo poco a poco como personaje, evolucionando su percepción hacia los monstruos y hacia Daichi. Un personaje muy simpático ayudado por la excelente elección de casting, por motivos no interpretativos precisamente.

Ep. 1, A Voice from the Starry Night
La serie reincide en los Spark Dolls que vimos en las dos series precedentes, aunque esta vez los veo algo más integrados en el conjunto de la historia. La subtrama de Daichi y su querido Gomora, muñeco/monstruo que le acompaña desde su niñez y con el que mantiene una relación de pura amistad sirve para hablar de aspectos como esos muñecos o juguetes que te marcaron en la infancia y que te acompañan de alguna manera en parte de tu vida. 

Los efectos especiales son algo fuera de serie. Un muestrario de primer nivel con maquetas, pirotécnica, hombres disfrazados y donde se aprovecha al máximo los usos de la perspectiva reduciendo el CGI cutre solo para momentos concretos, algo que aplaudo.

Ultraman X abre fuego con el potente ep. 1, A Voice from the Starry Night, una vibrante y espectacular presentación donde se denota desde el primer momento la tremenda evolución e imaginación en la plasmación de los efectos. Para el recuerdo queda el uso de la primera persona cuando Daichi y X se unen por primera vez. La serie propone ideas muy potentes como la informatización de los monstruos y cómo estos metadatos permiten crear versiones cibernéticas de los monstruos o en un alarde tecnológico enviar esos datos a X para que pueda fusionarse con los poderes de otros monstruos. Así X logra convertir partes de su cuerpo en versiones robóticas de Eleking, Bemstar, Zetton o incluso Ultraman Zero.


Asuna también es un must see...

El episodio 4, All for One, remarca el ritmo entretenidísmo del conjunto de la serie. Aquí los miembros de Xio, debido a sus ansias individualistas cometen errores. Alien Zarab vuelve para molestar y el monstruo Bemstar absorbe a X en su interior...  El clímax es espectacular con los héroes tratando de rescatar a X en la Luna. 

Aquí ya se apuntan detalles muy interesantes en la trama como el hecho de que X sea el culpable del despertar de los monstruos 15 años atrás debido a esa batalla espacial del inicio de la serie e involuntariamente también causante de la desaparición de los padres de Daichi. Son detalles que planean por la serie que dan mucho jugo.

El ep. 5 es divertidísimo. When the Aegis Shines está lleno de humor y cuenta la aparición de Black King, controlado por un mercenario Alien Nackle quien está dispuesto a robar los Spark Dolls. En el fragor de la batalla se lleva a otra dimensión a Rui (la nerd del equipo científico de Xio) y los Spark Dolls. Un invitado se unirá al rescate: ¡Ultraman Zero!

Ultraman Zero en el ep. 5, When the Aegis Shines
El doble episodio 6 y 7, The Man with the Memories of a Planet / An Oath Beyond Worlds, se cuenta entre lo mejor de la serie. Una dupla llena de aciertos visuales, planos interesantes, cierto aire agrio y que trata temas como la xenofobia. Aquí un alienígena con amnesia (debido al trauma de ver desaparecer a todo su pueblo) crea desconfianza entre nuestros héroes. La muerte de sus congéneres fue provocada por una abominación que llega a la Tierra: el terrible Gargorgon. La estupenda mezcla entre drama y espectacularidad, el genial diseño de Gargorgon, provisto de los mismos poderes que la Gorgona y la calidad narrativa general lo convierten en un must see.

Ultraman X cuenta con invitados especiales. Ya hemos mencionado a Ultraman Zero, pero también se unen a la fiesta Ultraman Max, en el ep. 9, X in Peril (debido al 10º aniversario de la serie) o Ultraman Nexus en el ep. 22, Bond -Unite-. Son episodios decentes aunque me parezcan algo forzadas las apariciones de estos dos ultrahéroes, aunque tienen su interés. Las apariciones de Ginga y Victory en el doble episodio 14 y 15, Sword of Victory / The Shining Sky, and the Land Beneath it, si que resultan irresistibles y espectaculares. Aquí ya se plantea el hecho de que hayan varias dimensiones paralelas, cada una con sus propios ultrahéroes. X vive en su propio universo mientras que otros (como Ginga, Victory o Zero) viven en otra dimensión diferente. Un concepto jugoso y que se retomará en el futuro, teniendo su origen en la presente serie y la verdad que resulta interesante ver ese contraste entre los diferentes mundos de Daichi, Hikaru y Sho.

Ep. 15, The Shining Sky, and the Land Beneath it

X tiene la capacidad de fusionarse con otros kaijus

No nos olvidemos episodios tan interesantes como el número 11, The Monster Won’t Move, el cual presenta a un monstruo vegetal aparecido en un pueblo de las montañas y que es más una deidad perteneciente al lugar que una amenaza. Muy destacable y con potentes estampas visuales. 

El núm. 13, End of the Rainbow, también es de los destacados, donde se ahonda en la problemática familiar de Daichi, X acaba muerto y perdido en el mundo digital (a lo Gridman) y Daichi trata de rescatarlo. Ambos renacerán en una nueva evolución del héroe "ultrapoderosa" gracias a un artilugio con los colores del arcoiris (y que al final de la serie descubriremos de donde ha salido...).

Para dar algo de continuidad a la serie se plantea un peligro misterioso como es la aparición desde el espacio de unas fuentes de energía que transforman a los monstruos de la Tierra en unas bestias salvajes y malignas. ¿Quien las envía? Hay que hacer un alto en el camino para detenerse en el mejor y más sorprendente episodio de Ultraman X como es el núm. 18, Feature Report! 24 hours inside Xio, rodado como si fuera un programa de tele realidad a lo Cops con unos periodistas pasando 24 horas con Xio. Los efectos especiales y las secuencias brillan especialmente beneficiados por el formato de cámara en mano y grabación a pie de calle. Excelente.

El mejor momento de la serie. Ep 18, Feature Report! 24 hours inside Xio

Ultraman Nexus en el ep. 22, Bond -Unite-

Y llegando al final de la serie ésta culmina de la mejor manera posible. El doble ep. 23 y 24, A beautiful End / The Rainbow Land presenta al gran villano de la serie, esa criatura que quince años atrás X lanzó contra el Sol para tratar de acabar con él pero... ¡sigue vivo!. Greeza es un villano interesantísimo y temible. Una criatura casi espiritual, con poderes espacio-temporales, devorador de la energía de los planetas. A la derrota de X, el viaje de Daichi a un mundo de recuerdos donde se reencuentra con sus padres y algunas revelaciones se le suma una batalla final de órdago que pone fin a una serie por lo general entretenidísima.

Greeza. Un villano final genial y temible.
Ultraman X es un gran ejemplo de lo que las nuevas series de la franquicia pueden ofrecer en un conjunto que no olvida la espectacularidad realizada con mimo y buen hacer, pero ofreciendo una mínima trama llena de detalles interesantes con conceptos de ciencia ficción más dura. Su héroe, Daichi, logra una cierta evolución, cosa que es de agradecer y todos los personajes que le rodean son entrañables y simpáticos. Súmale excelentes ideas visuales (el uso de los noticiarios, la primera persona, esas explosiones más grandes que la vida o el episodio rodado como un reality) entre otros aspectos para conseguir colocar a Ultraman X como una de las mejores y más gozosas series del personaje desde su resurrección en 2013. Lástima que la serie tenga 2 episodios de resumen, algo que con un tiempo tan limitado como es el de contar una historia en 24 episodios, resulta molesto.

Las canciones de la serie siguen siendo tremendamente pegadizas. El opening, interpretado por Voyager, de título "Ultraman X" es genial, además del ending, "Unite", del mismo grupo. Las aventuras de Ultraman X continuaron en la película Ultraman X: The Movie. Here comes our Ultraman! (2016), que celebra el 50 aniversario de Ultraman (1966) y el 20º de Ultraman Tiga (1996), por lo que cuenta con las apariciones de dichos héroes.



miércoles, 14 de junio de 2023

SUZHOU RIVER (2000)


El cine chino desde los años 90 experimentó una apertura y un relajamiento de la censura que lo permitió crecer y alcanzar nuevas cotas de genialidad provocando que éste lograra entrar y con éxito en festivales internacionales y occidente. Son los años de Zhang Yimou o Chen Caige. Es una generación de directores que buscaban volver a tratar historias íntimas e incorporar la estética del documental o del underground en sus trabajos. 

Lou Ye es un artista polémico y guarda una filmografía con la que siempre ha mantenido un pulso con la censura y el gobierno del país atreviéndose con temáticas consideradas tabú en el cine local hasta el momento como la plasmación del sexo y la desnudez o un cine de carácter más político. Ejemplos de ello lo tenemos con cintas como Weekend Lover (1996) o Summer Palace (2006). Lou Ye es responsable de una de las películas más importantes de la sexta generación del cine chino, una película que curiosamente no llegó a estrenarse en China por orden de las autoridades del régimen comunista chino. Estamos hablando de Suzhou River (2000).

En el filme seguimos las andanzas de un cámara profesional, al que nunca vemos la cara, y que acaba subyugado por los encantos de MeiMei, una joven que trabaja en un bar de poca monta realizando un espectáculo donde se disfraza de sirena. En el fragor de la relación MeiMei, le habla de la historia de Mardar. ¿Quien es Mardar? Un joven mensajero que un buen día un contrabandista de alcohol le pidió llevar a su hija de 16 años, Moudan, a casa de su tía. En el trayecto, ambos se sientieron atraídos... Ambas historias acabarán cruzándose.

Suzhou River es un fascinante e interesantísimo drama romántico que capta con total acierto y autenticidad la China del cambio del siglo mostrando una Shanghai gris y sucia pero extrañamente seductora. 

Lo primero por lo que llama la atención el filme es por su propuesta visual y el punto de vista del narrador en parte de la cinta y es que el protagonista de la historia, que hace la función de narrador en el filme, no se le ve cara en ningún momento, optando el filme por el uso de la primera persona en unos tramos virtuosos y excepcionales desde el punto de vista técnico. 

Tras el primer tercio del filme, nuestro protagonista empieza a relatar la complicada historia de amor entre Mardar y Moudan, optando el filme por un punto de vista en tercera persona pero siguiendo explotando esa manera de rodar tan peculiar del filme con mucha cámara en mano y planos fuera de lo normal. Uno de los puntos más interesantes que nos depara el guión de la cinta es que los personajes de esta historia de amor traspasan al relato principal creando un interesante juego de espejos ayudado por el hecho de que tanto MeiMei como Moudan están interpretados por la misma actriz. El filme gana puntos en algunos momentos en los que aborda el realismo mágico, especialmente en esos momentos tan sugerentes de Moudan, una vez desaparecida, apareciéndose como sirena a los pescadores del lugar en el río.

Un cámara que lo graba todo.

Acaba enamorado de MeiMei.

Ésta le cuenta la historia de Mardar, un mensajero en moto con contactos peligrosos.

Y que conoce a la joven Moudan.

Tras un turbulento amorío y la desaparición de Moudan, Mardar no dejará de buscarla...

¿Me buscarías si desapareciera?

Suzhou River parece cabalgar por los paisajes visuales de Wong Kar Wai gracias a una magnífica fotografía y plasmación de espacios callejeros. Una ambientación sucia, húmeda y decadente pero plasmada con una extraña belleza ayudándose de elementos como la bruma, la lluvia o esos neones sempiternos de la ciudad. En ese sentido, el filme recoge elementos del noir como esos clubes nocturnos de dudosa legalidad o la presencia de mafiosos y otra gente de dudosa calaña. Su drama romántico, casi existencialista, resulta absorbente y de peculiar plasmación, donde gana muchos enteros la misteriosa y fascinante doble interpretación de Xun Zhou.

Suzhou River es una muy interesante muestra de lo atrevido del cine chino de la sexta generación, aún a pesar del pulso constante que han de mantener sus directores con el gobierno comunista del país. Lou Ye consigue una obra que cala gracias a una propuesta visual absorbente y un contenido que da lugar a pasajes románticamente conmovedores atreviéndose a plasmar realidad social, pobreza y el conformismo de la población coronado además con un abierto pero poderoso final. Una joyita a descubrir y que ahora la tenemos disponible de nuevo gracias a una magnífica restauración en 4K, distribuida en España gracias a los buenos de Atalante Films.