CRÍTICAS PELÍCULAS

lunes, 22 de agosto de 2022

ULTRAMAN TIGA (1996)


Tras la debacle provocada por Ultraman 80, el personaje vivió década y media de travesía por el desierto. En los 80 hubieron pocos productos relacionados con Ultraman si exceptuamos cosas de nivel discutible como Ultraman Kids, o películas recopilatorias como Ultraman Zoffy: Ultra Warriors vs. the giant monster army o Ultraman Story, ambas de 1984. Si bien la influencia del personaje dentro de la cultura pop nipona era inapelable. Recordemos el papel hilarante del personaje en los episodios de Dr. Slump (1981). O el delirante guiño que podemos ver en la desopilante Ultimate teacher (1988). Tsuburaya Productions, aún con problemas económicos, intento realizar varios movimientos para internacionalizar su franquicia. Ultraman: The Adventure Begins (1987) fue un intento de introducir al personaje en el mercado americano, aliándose para ello con la Hanna Barbera para realizar una serie de animación que quedó en nada. Finalmente los 4 episodios producidos para vender la idea a los estudios acabaron siendo unidos en un largometraje de recorrido bastante limitado. Hubieron dos co-producciones extrañas en los años 90. Ultraman Great (1990) y Ultraman: The Ultimate Hero (1993), con Australia y EEUU respectivamente, pero fueron series de resultados algo justos.

A finales de 1995 y auspiciados por el 30 aniversario de la franquicia, la Tsuburaya Prod. se empeñó en hacer regresar a Ultraman a las pantallas nipones tras 15 años de silencio televisivo en Japón, fuera como fuera. La situación no era buena. Kazuo Tsuburaya recién había heredado el trono de la productora tras la muerte de Noboru Tsuburaya y digamos que nadie daba un duro ni por la productora ni por Ultraman. El equipo empezó a trabajar para una nueva serie del personaje para lo cual realizaron un episodio piloto. El piloto de la supuesta serie, Ultraman Neos, espantó a todos los canales de televisión. Si bien, hubo un jugador que acabo por encarar la situación. Bandai, en su búsqueda por aumentar sus ventas, de capa caída desde hacía años, acabó aliándose con Tsuburaya, esperanzados y llenos de optimismo de generar ganancias a base de merchandising. Si bien, Bandai desechó a Neos, que tenía un tono bastante más clásico y visto por algo totalmente nuevo. Tanto esfuerzo derrochado en Neos no acabó en saco roto ya que muchas de las ideas vertidas en ella acabaron aprovechándose para la nueva producción (y seguirían utilizando dicho cajón de ideas en caso de necesidad en futuras series) que acabó convirtiéndose en Ultraman Tiga (1996).

El objetivo con Tiga era el de presentar una serie y a un personaje renacido, que no tuviera nada que ver con lo realizado en el pasado. Se buscó innovar, sorprender al espectador y sin duda dieron en el clavo. Ultraman Tiga es una bocanada de aire fresco en el género y supone una reactualización del mito en plenos años 90, dispuesto a conquistar el corazón de los espectadores de nuevo.
El equipo de héroes, GUTS.

Ep. 1, Inheritance of Light.
Tiga presenta al equipo militar de turno, los GUTS, alojados en un organismo gubernamental con forma de pirámide llamado TPC (Terrestrial Peaceable Consortium) y quienes, tras más de una década de tranquilidad volverán a experimentar el ataque de bestias gigantes en el planeta. Las señales les conducirán hasta unas pirámides construidas bajo tierra millones de años atrás, de una civilización humana ya extinta y que albergan estatuas de gigantes. Uno de los soldados de GUTS, el aguerrido Daigo, tras un accidente aéreo quedará atrapado por la luz de esta construcción antigua y renacerá en la forma de ¡Ultraman Tiga!

Ya de entrada, este nuevo origen que se le da a Ultraman (Tiga) para la ocasión viene muy influida por los mitos de Cthulhu y La guarida del engendro estelar de Lovecraft. Dicha base resulta muy interesante y da lugar a un lore muy jugoso para la serie y que se irá explorando a lo largo de la misma. No hay una excesiva continuidad entre los 52 episodios de la serie pero si que hay una idea de fondo que planea por la mayoría de episodios y que va cogiendo cada vez más fuerza. Ideas como que la humanidad por culpa de sus abusos en el planeta va camino de su propia autodestrucción, que las ansias de poder y destrucción de los seres humanos sea la causa de la aparición de más y más monstruos y una serie de profecías que advierten que lo que les pasó a la civilización "ultra-antigua" le volverá a pasar a la humanidad en la actualidad sin que nada ni nadie pueda evitarlo...

Cuando todo esté perdido, Daigo se convertirá en Tiga.
Pero más allá de estas ideas de fondo, una de las mayores bazas de Ultraman Tiga es su gran variedad temática y la extrema libertad creativa (dentro de los márgenes del presupuesto) que tuvieron sus guionistas, algo que provoca una gran diversidad de premisas entre los episodios y que van manteniendo tu interés. De esta manera captura muy bien la sensación de la original Ultraman de 1966 en el que cada episodio era una sorpresa y no sabías donde ibas a meterte. Tiga, además, presenta novedades en su diseño como que éste tenga 3 formas, cada una con unas habilidades y colores diferentes. Una jugada maestra de Bandai para cobrarte 3 muñecos en lugar de 1.

El primer episodio de la serie, Inheritance of Light, sienta las bases y es una gran presentación realizada con gran energía y ritmo por la cantidad de ideas y conceptos que presenta. Tiga se entrega en muchas ocasiones a ir más allá del molde habitual y va ganando en profundidad temática. El ep. 3, The Devil’s Prophecy, presenta las reacciones a la aparición de Tiga entre la sociedad además de presentar a una raza oculta en la Tierra desde hace siglos y ofendida por la pasión que el recién llegado Tiga despierta. El monstruo de dicho episodio, Kyleroid, es de diseño excelente y volverá a aparecer en uno de los momentos más brillantes de la serie, el ep. 25, The Devil’s Judgement. Capítulo inteligente y desafiante con el espectador y que mira al auge de las sectas, un efecto de la crisis económica en el Japón de los 90, con un ángel llegado desde los cielos y engatusando a la población proclamando que Tiga es el demonio.
Ep. 25, The Devil’s Judgement.

Golza, uno de los nuevos monstruos más recordados.
La serie consigue que nos encariñemos y preocupemos por sus personajes y esto lo consigue gracias a que dedica buena parte del primer tercio de la misma a episodios personales de cada uno de ellos. Así, el citado episodio 3, está dedicado a la capitana Iruma. El ep. 6, Second Contact, se centra en Horii y sus intentos por comunicarse con los monstruos o el ep. 7, The Man Who Came Down To Earth, ahonda en el trauma infantil de Rena. En el papel del partenaire humano de Tiga está Daigo, interpretado por Hiroshi Nagano (todo un idol en ese momento siendo cantante del grupo V6). Rena, interpretada por Takami Yoshimoto, es otro personaje carismático y su idilio romántico con Daigo, cocido a fuego lento hasta explotar al final, acaba siendo conmovedor. Destaco además a la capitana Iruma (Mio Takaki), quien realiza una interpretación seria y contenida. Todo un avance que en ésta Ultraman Tiga haya personajes femeninos fuertes al mando del equipo de héroes de turno.

Ep. 15, Phantom Dash.
Uno de los puntos más agradecidos de Tiga es que intenta encararse como un producto algo más maduro y adulto de lo acostumbrado aunque eso no evite encontrarnos con algunos episodios protagonizados por niños como el divertido ep. 10, The Abandoned Amusement Park, con un monstruo tentacular atacando a infantes en un parque de atracciones. Si bien no es la tónica hay un par de casos incomprensibles y bastante sonrojantes de infantilismo estomagante como el olvidable ep. 24, Go! Monster Expedition Squad. Siguiendo con los puntos negativos de la serie, si que tras un muy interesante inicio, ésta se estanca en unos tramos de episodios algo más irrelevantes o con conflictos menos interesantes.

Aún así encontramos momentos impagables como el ep. 13, Human Collection, con una raza de cuervos alienígenas cazadores de hombres. Dicho episodio se entrega rápidamente a la fiesta con un Tiga luchando a tamaño humano, metiéndose en un entorno digital nivel Windows 95 o liándose a puñetazos a lomos de un ovni. El ep. 15, Phantom Dash, ahonda en uno de los personajes más simpáticos de Tiga, como es la enfermera Mayumi (Kei Ishibashi me ha robado el corazón en esta serie), hermana del capitán Shinjo. Episodio bien rodado, lleno de tensión y con puntos trágicos con la muchacha esperando la llegada de su noviete motorista hasta que aparece un monstruo por los alrededores. Como curiosidad, dicho actor era en realidad un motorista profesional y que quedó paralizado para siempre en un accidente en 1998.

Siguiendo el deseo de abordar terreno nuevo, todos los monstruos son nuevas creaciones (sin canibalizar antiguos diseños) y en ese sentido encontramos bestias bastante más orgánicas y violentas que de costumbre y algunos de ellos han quedado en el imaginario del fan como el citado Kyleroid, Gazort o Golza. Los efectos especiales de la serie están por lo general muy conseguidos, teniendo en cuenta que tampoco había mucho dinero. Las maquetas llegan a niveles espectaculares, hay un uso cada vez más extendido de la luz natural y hay un intento por ir evolucionando episodio a episodio. Uno de los mayores handicaps es el uso del CGI más chusquero que había allá en los 90. Un CGI que por desgracia ha quedado muy desfasado y que cuesta acostumbrarse a él. Siguiendo con el tema visual, el filtro a la imagen más puramente televisivo no le sienta demasiado bien, dando un aspecto, en ocasiones algo más de baratillo de lo que debiera. Tal vez esté mal acostumbrado ya que las series clásicas estaban rodadas con 16 mm y tenían ese sabor mínimamente cinematográfico. Una forma de rodaje que cambió a partir de los años 80... Si bien, todos estos handicaps de carácter visual quedan totalmente compensados por la gran variedad de tramas de la serie y sus atrayentes ideas. 

Tiga se calienta en el ep. 28, One vanishing moment.
En el simpático ep. 16, The Revived Demon, se atreven hasta con un poco de jidai geki presentando a un samurai cazador de monstruos. El ep. 22, The Fog is Coming, se deriva hacia al terror realizando todo un homenaje a La Niebla de Stephen King. El ep. 28, One vanishing moment, es otro de los grandes momentos de la serie, con los personajes reflexionando sobre porqué luchan, las pérdidas humanas en la batalla o el militarismo imperante cuya ansia destructiva no hace sino ayudar a la aparición de los monstruos. Un gran episodio que culmina con un clímax final que ayudado por el temazo “Take me higher”, acaba siendo memorable.

Si bien, Ultraman Tiga acaba elevando su nivel especialmente a partir del episodio 34. Un tramo que dura prácticamente hasta el final y en donde parece que los guionistas cada vez se atreven con propuestas más atrevidas y originales. Sleeping beauty, ep. 35, es una mezcla de Alien y descubrimientos de cadáveres alienígenas a lo Area 51. The Smile Across Space and Time, ep. 36, introduce los vórtices temporales en el asunto y a una muchacha de 1911 que llega al presente. The Mirage Monster, ep. 38, es aún más interesante con un dirigente de la organización de los héroes, TPC, de corte fascistoide, y que empieza a soltar hologramas de un monstruo por la ciudad para estudiar sus efectos en la población así como mantenerla aterrorizada para un mejor control de la misma. Dear Mr. Ultraman, ep 39, es un tenso y muy bien realizado capítulo que presenta a un personaje con poderes psíquicos, capaz de ver el futuro y que conoce la verdadera identidad de Daigo. Con dicha información en su poder le chantajeará con un juego muy peligroso... El ep. 45, Eternal Life, da un poco de luz sobre qué pasó exactamente con la destrucción de la civilización millones de años atrás. Dicho capítulo cuenta la aparición de una planta gigante la cual aparece en los últimos días antes de un apocalipsis y ésta sume a la gente, gracias a su polen, en un estado de felicidad frente a la pronta tragedia ¿Debería Ultraman entrometerse en la decisión de la humanidad de decidir su destino? ¿Vivir el apocalipsis drogado y con una falsa sensación de felicidad o enfrentarse a tu destino con todos los sufrimientos que ello supone?
Regreso a 1965 en el ep. 49, Star of Ultra.

Ep. 37, Flower.
Como guinda, Tiga se guarda varias sorpresas. Una de ellas es la reincorporación a la franquicia del mítico director Akio Jissoji, encargado de algunos de los mejores episodios de Ultraman (1966) y Ultraseven (1967), y quien realiza en Tiga 2 episodios cargados de su estilo característico. Flower, ep. 37, es una locura. Único y sorprendente en una trama extraña con el equipo de GUTS, aburridos por la falta de monstruos y tomándose el día libre viendo una exhibición floral. Dream, ep. 40, es una fumada interesante y que camina en la fina linea entre la genialidad y la tomadura de pelo con un pobre despechado soñando que es un monstruo que ataca la ciudad y a su ex-novia. Dichas ensoñaciones atacarán la realidad. Episodio que cuenta con un pequeño papel del entonces desconocido Tadanobu Asano.

Este regreso al pasado no se queda aquí. El maravilloso y emotivo Star of Ultra, ep. 49, es todo un homenaje a los creadores de la franquicia y nos presenta a Daigo viajando en el tiempo hasta 1965 donde conoce a Eiji Tsuburaya, su hijo Hajime, el guionista Tetsuo Kinjo y cia en pleno proceso de creación de la original Ultraman. El episodio finaliza de la mejor manera posible: el encuentro entre Tiga y el Ultraman del 66.

Evil Tiga en el ep. 44, Inheritance of Shadow.
Otra de las tramas más atractivas de Tiga y que más éxito provocaron en su emisión fue la de Evil Tiga. Un gran acierto y que tiene su momento de esplendor en los episodios 43 y 44, The Land Shark Inheritance of Shadow. Aquí, un científico brillante, con algún poder psíquico que otro y con grandes aires de grandeza, Keigo Masaki, idea una manera de replicar las estatuas de los gigantes así como la energía de la luz para convertirse en un Ultraman para así imponer su propia justicia.

Y encaminándonos hacia el final de la serie, ésta concluye con un trío de episodios sencillamente épicos y que saben medir de manera espléndida los momentos de tensión, revelaciones y batallas. Un final en donde parece que ese final de la humanidad tantas veces predicho parece, por fin, tener lugar tras la aparición de unas ruinas en medio del océano. De ellas surge una aberrante criatura tentacular (directamente sacada de las peores pesadillas de Lovecraft) y que cernirá el planeta en la más absoluta oscuridad. El problemón pone contra las cuerdas a los héroes en una batalla que viene a demostrar que la humanidad puede luchar contra su negro futuro y demostrar que pueden cambiar el destino de aquello escrito en piedra. Gran conclusión (aún a pesar de la grimilla que dan los niños en la solución del entuerto), en dura competición por ser el mejor final de la franquicia (junto a los finales de Ultraseven y Ultraman Z (2020)).
Apocalipsis de oscuridad en el ep. 51, Ruler of darkness.

Ep. 52, To the shining ones.
Ultraman Tiga (1996) es toda una bocanada de aire fresco. Una excelente oportunidad para entrar en el mundo de Ultraman y que se pone a la altura de los mejores momentos de las míticas series clásicas (en ocasiones las supera) gracias a unos episodios que por lo general no dejan de llevar al espectador hacia muchos caminos diferentes y variados. Una serie que respira libertad, gozo y que por lo general camina por un tono más maduro y adulto. Si bien, hay tandas de episodios algo más sencillos e irrelevantes, el nivel por lo general, es bien notable. El espectador tendrá que luchar contra el CGI chusquero, su mayor handicap, pero es compensado por la calidad y originalidad general de las tramas.

Tiga funcionó bastante bien a nivel de audiencia, y aún sin ser un gran éxito si devolvió a Ultraman al candelero. Como curiosidad, conquistó más bien al target de entre 20 y 30 años, por lo que hizo que la Tsuburaya se centrara en dicha franja de edad más juvenil-adulta para sus siguientes series: Ultraman Dyna (1997) y Ultraman Gaia (1998). Dicho empujón en el tokusatsu televisivo proporcionado por Tiga parece que ayudó en un momento en el que parecía estar bastante estancado, uniéndose poco después a la fiesta las nuevas series de Kamen Rider, entre otros héroes. Tiga a su vez se exportó a varios países como EEUU o Sudamerica. Sumado a las buenas críticas y algunos premios prestigiosos conseguidos ha provocado que Tiga haya quedado como una de las series más recordadas y respetadas por el aficionado.

Sobre la música de la serie es otro gran puntazo contando con algunos de los mejores temas de toda la franquicia como "Take me higher" o "Brave Love Tiga" (créditos finales), siendo canciones rockeras, potentes y peligrosamente pegadizas. Debido a todo el jaleo que Hiroshi Nagano tiene con su empresa de representación, el tema Take me higher desaparece de la box-set de Mill Creek Entertainment siendo sustituida por “Mezameyo! Ultraman Tiga”, otro cañonazo irresistible. Dicho cambio en el uso de la música en los episodios no supone ningún drama reseñable, a excepción quizás del episodio 28, cuyo montaje musical con Take me higher era bastante más potente.

Tiga tendrá recurrentes apariciones en futuras ultraseries así como en varias películas como Great Decisive Battle! The Super 8 Ultra Brothers (2008). Tiga, igualmente, tendría una interesante conclusión con la película Ultraman Tiga: The Final Odissey (2000).

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