CRÍTICAS PELÍCULAS

lunes, 1 de agosto de 2022

THE POOL (2018)



La tailandesa The Pool (2018) concentra un punto de partida muy atrayente de cara al espectador por lo estrambótico del asunto y que tiene su guasa.

Después de rodar un anuncio publicitario en una piscina olímpica de salto de trampolín que se encuentra abandonada, Day se queda para recoger y limpiarla un poco, pero mientras se vacía de agua se queda dormido en una colchoneta, cuando despierta se ha desaguado la mitad y no puede salir por no haber escalerilla, su novia embarazada acude a recogerle y sin darse cuenta también salta a la piscina golpeándose en la cabeza, así quedan los dos atrapados a seis metros de profundidad ya sin agua. Por si fuera poco grave la situación, un enorme cocodrilo se cuela por unos de los desagües...

El filme ofrece en su premisa un aspecto bastante explorado, pero siempre atrayente en la historia del cine, como es el de encerrar a sus personajes en un espacio muy determinado durante todo el metraje y enfrentarlos a una situación desesperada. Hay buenos ejemplos de ello, desde Náufragos (1944) de Hitchcock a Buried (2010) de Rodrigo Cortés. Si bien, gran parte de la gracia de The Pool resulta en ser un imposible survival que concentra una concadenación de situaciones increíbles que no hacen más que compadecerte por la tremenda mala suerte de su personaje protagonista. Al amigo Day (Theeradej Wongpuapuan) no le pueden pasar peores cosas: quedarse dormido en una colchoneta en la piscina mientras ésta se está vaciando, que su novieta se resbale en el borde de la piscina justo cuando parecía que iba a coger un teléfono móvil que les hubiera solucionado el entuerto, que un cocodrilo con hambre merodee por allí... En fin, los protagonistas con peor suerte de la historia.

Day y su novia embarazada quedan atrapados en una piscina abandonada. Mal plan veraniego.

Tendrán un acompañante poco recomendado.

¿Como saldrán de ahí?

Por supuesto todo está al servicio del espectáculo. Entretenimiento sin prejuicios y sin ninguna seriedad, ya que solo puedes acabar tomándote a cachondeo el cúmulo de fatales casualidades que ronda a la pareja de la película. Visualmente, el filme está bastante cuidado, si bien, el cocodrilo realizado a base de CGI funciona a medias. Aunque el animal cante en algunos planos, el efecto especial sigue siendo mejor que cualquier producción Asylum. Pese a lo endeble que acaba siendo en general la película no hay que negarle lo cuidado del conjunto y su capacidad para saber crear momentos de gran tensión y suspense. Ping Lumpraploeng dirige y guioniza el cotarro. Un personaje de sobrada trayectoria en Tailanda habiéndose encargado de vehículos románticos como Loveaholic (2006) o comedias aderezadas con terror como The Ugly Ghost (2014).

The Pool es un entretenido filme. Un divertido survival que no se hace excesivamente pesado gracias a su capacidad por mantenerte siempre distraído con sus nuevas y disparatadas ocurrencias de guión. Es lo mejor que se puede decir de ella.

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