CRÍTICAS PELÍCULAS

lunes, 26 de febrero de 2024

SLEEP (2023)


Corea del Sur no es un país muy dado al terror teniendo por lo general poco apoyo del público. En ese sentido han habido pocos éxitos en taquilla contando con grandes excepciones como Dos Hermanas (2003) o The Wailing (2016). Ahora, ésta Sleep se une a ese grupo de cine de terror que ha trascendido su género convirtiéndose en todo un fenómeno en el país ya que ha congregado a más de 1 millón y medio de espectadores en el país, siendo toda una sorpresa en la taquilla.

En el filme, Soo-Jin, una mujer embarazada, comienza a preocuparse por los hábitos de sueño de su esposo, Hyun-Su. Lo que comienza poco a poco como un sueño ligero en el que habla pronto se intensifica y se convierte en un comportamiento inesperadamente grotesco. Ambos consultan a una clínica del sueño sin éxito y, viendo que la situación empeora, buscan la ayuda de un chamán.

Sleep
supone el debut en la dirección de Jason Yu quien ya venía de un potente currículum como asistente de dirección en filmes como Okja de Bong Joon-Ho o Burning de Lee Chang-Dong. Aún con esta experiencia nada desdeñable sorprende la firmeza y pulso de su debut, realizado con una encomiable habilidad para generar tensión e inquietud en una trama que va cociéndose a fuego muy lento. El terror doméstico y los problemas de una pareja a primera vista perfecta son el marco elegido para crear un metraje original y sorprendente en el que lo mejor que se puede hacer es no saber nada de antemano sobre la historia. Dividido en diversos capítulos, Sleep nos sumerge en la progresiva degeneración en los hábitos del sueño de Hyun-Su que aterrorizan a su pareja, Soo-Jin, que viendo el panorama acabará entrando en un mayor estado de paranoia y terror. Sensación que se acrecenta al estar embarazada y posteriormente temiendo por la vida de su recién nacida hija.


El filme es austero en localizaciones y actores, en ese sentido está sustentado a las mil maravillas por unos maravillosos Jung Yu-Mi (Train to Busan, Silenced, Our Sunhi) y el tristemente fallecido Lee Sun-Kyung (Paju, A Hard Day, Parásitos). La química de la pareja resulta verdaderamente notable y ayuda a seguir la historia y conectar con los personajes aún con lo estrambótico que parezca todo. Sleep parece querer caminar en todo momento en una fina línea entre lo estrafalario y lo terrorífico, entre lo ridículo y lo serio, salvando constantemente la papeleta gracias al buen hacer su director coronado además por un tercio final en donde parece que cualquier cosa puede pasar y el cual se guarda una guinda en forma de giro de guión bastante divertido. Aún así el guión es lo suficientemente inteligente como para dejar cierto aire ambiguo a los hechos de la trama.

Sleep es una propuesta sorprendente y peculiar, quirúrgica y precisa en su realización así como encomiable en su manejo de crear inquietud y terror mezclado con una muy agradecida comedia negra. El uso del terror como parábola de la descomposición de una pareja. Sin duda una de las producciones coreanas más singulares de estos últimos años.


miércoles, 21 de febrero de 2024

2 YOUNG (2005)


Cuando empecé a adentrarme en serio y en profundidad en las insólitas cinematografías orientales allá con 16 años, una de las primeras películas que descubrí de casualidad fue 2 Young (2005), cinta romántica adolescente que me dejó marcado a tan pronta edad.

En 2 Young seguimos el enamoramiento entre Yeuk-Nam, una muchacha bien educada de clase alta y Ka-Fu un chico de clase baja. Yeuk-Nam queda embarazada y los dos adolescentes tendrán que afrontar el tener un hijo a su edad.

2 Young fue uno de los éxitos del momento en una cinematografía como la de Hong Kong que ya en 2005 se percibía de manera lenta pero alarmante su declive. La cinta es claramente un ejercicio comercial que junta a un gran reparto lleno de caras bien conocidas a la vez que explota jóvenes talentos de la industria. Así, vemos pasearse por la cinta a Eric Tsang (Infernal Affairs) como padre de clase obrera o el gran Anthony Wong (The Ebola Syndrome, Still Human, Full contact) como ese padre frío y que solo piensa en el trabajo. 

Dichas interpretaciones logran dar cierto caché al conjunto gracias al buen hacer del cast. Súmale además que los jovencitos, verdaderos protagonistas de la función, Jaycee Chan y Fiona Sit demuestran carisma y una gran química entre ellos lo que ayuda a seguir la historia con gran interés. Un aspecto a destacar es que dicho círculo de personajes se sienten reales. Conectas con ellos, especialmente con los jóvenes, lo que provoca que te importen y sigas sus desventuras con interés. Se le suma una intención de dar al conjunto de un cariz social. 2 Young no solamente aprovecha para hablar de los cambios sociales de una Hong Kong recién anexionada a China o las diferencias de clase tan marcadas entre pobres y ricos sino que habla además de una problemática como es el embarazo adolescente. Conceptos que aunque son tratados con el común melodrama exagerado y el sentimentalismo oriental éstos reciben un tratamiento interesante creando una especie de versión de Romeo y Julieta urbana y moderna.


El filme está dirigido por un veterano como Derek Yee (quien también se encarga del guión), un peso pesado de la industria responsable de éxitos como The Seventh Curse (1986) con Yuen Biao, Magnificent Warriors (1987) con Michelle Yeoh, Viva Erótica (1996), Inner Senses (2002) o trabajos más recientes como La venganza del dragón (2009) con Jackie Chan o Sword Master (2016). Dentro del cast nos encontramos con una sorpresa y es que el joven Jaycee Chan ¡es el hijo de Jackie Chan! El chico tuvo su debut en The Twins Effects 2 (2004) y en la presente realiza un trabajo bastante acertado.

2 Young es un notable drama romántico que acierta en crear una historia de amor adolescente que interesa, en la que estos se ven enfrentados a la incomprensión paterna, las diferencias de clases y el tener que enfrentarse solos a un futuro difícil en una ciudad con pocas perspectivas para ellos. El aspecto social además del buen hacer del reparto veterano aguanta el peso del filme sin problemas sumado a la estupenda química entre la pareja de jovencitos, lo que hacen de este filme una bastante recomendable opción aún navegando por lugares comunes dentro del género.

La química entre la pareja protagonista, Jaycee Chan y Fiona Sit, parece que procedía de la realidad ya que poco después del rodaje los muchachos iniciaron una relación romántica de 4 años la cual fue la comidilla de la prensa rosa y sensacionalista. Precisamente, sus idas y venidas en la relación se explotaron en la interesante Break Up Club (2010), en donde se realizaba un paralelismo morboso con la realidad mostrando a una pareja en crisis.

lunes, 12 de febrero de 2024

WHAT TO DO WITH THE DEAD KAIJU? (2022)


Hay vida para el kaiju más allá de los personajes intocables de siempre como Godzilla, Gamera o Ultraman (en el caso de la TV). Y es que el género cuenta con numerosas producciones en Japón de corte bastante independiente dirigidas por entusiastas de los monstruos gigantes. Ya comentamos en el blog ejemplos como el de Gehara (2009). El argumento de What to do with the Dead Kaiju? (2022) ya llamó mi atención cuando se anunció su estreno a principios de año. En el filme un gran monstruo ataca Japón, pero muere repentinamente. Mientras la gente se regocija y disfruta del alivio, el cadáver gigante que quedó atrás comienza a pudrirse e hincharse lentamente. Si explota, la nación será destruida.

Que los fétidos gases de un kaiju puedan causar la destrucción de Japón es una premisa que no puede pasar inadvertida. Me sorprendo al descubrir que el filme viene dirigido por Satoshi Miki, director a quien lo tengo más localizado en la comedia indie, de resultados muy destacables y la mar de agradables como Turtles Swim Faster than Expected (2005), A Drift in Tokyo (2007) o Instant Swamp (2009), si bien su director parece haber perdido el tino en el filme que nos ocupa.

Un monstruo ha estirado la pata.
La influencia de la fundamental Shin Godzilla (2016) es bien palpable con una predominancia de personajes de dirigentes políticos y muchas escenas en reuniones y en despachos con una intención satírica y caricaturesca de los dirigentes nipones. Aunque, a diferencia de la cinta de Anno, aquí la crítica política resulta bastante torpona y desafortunada en general. El filme presenta ideas poderosas como ese sempiterno cadáver del monstruo postrado en ese riachuelo lo que da lugar a secuencias visualmente interesantes. Las ansias de querer aprovecharse monetariamente de la presencia del bicho o escenas cachondas con el cuerpo del monstruo hinchándose y estallando parcialmente expulsando asquerosos detritus son premisas divertidas. Si bien, el metraje está en exceso alargado. Casi dos horas de película hacen que el chiste pierda totalmente la gracia y así lo hace en una indefinición del tono del experimento, a veces cómico, a veces serio, a veces satírico añadiendo una descafeinada subtrama romántica o elecciones de forma que desentonan totalmente como ese mal uso de la cámara lenta.


Aún así, What to do with the Dead Kaiju? es un experimento simpático, con una protagonista femenina (Yukino Amane) que me tuvo a sus pies en todo el metraje por sus encantos. Amane ya aparecía en la muy disfrutable Orange (2015) y en la presente lleva prácticamente el peso del metraje. 

Y atentos a la perla final, que me pilló totalmente desprevenido y que protagoniza de forma sutil un personaje mitíquisimo de la cultura pop japonesa... y que hacen subir algún puntito a este experimento monstruoso, por lo general bastante aburrido aunque curiosillo. También cabe mencionar la presencia de Gaku Hamada, de extensa filmografía (Fish Story, Robo-G, The Eternal Zero, Himeanole...) y que me supo sacar la sonrisa aún con lo repelente de su personaje.