Hay vida para el kaiju más allá de los personajes intocables de siempre como Godzilla, Gamera o Ultraman (en el caso de la TV). Y es que el género cuenta con numerosas producciones en Japón de corte bastante independiente dirigidas por entusiastas de los monstruos gigantes. Ya comentamos en el blog ejemplos como el de Gehara (2009). El argumento de What to do with the Dead Kaiju? (2022) ya llamó mi atención cuando se anunció su estreno a principios de año. En el filme un gran monstruo ataca Japón, pero muere repentinamente. Mientras la gente se regocija y disfruta del alivio, el cadáver gigante que quedó atrás comienza a pudrirse e hincharse lentamente. Si explota, la nación será destruida.
Que los fétidos gases de un kaiju puedan causar la destrucción de Japón es una premisa que no puede pasar inadvertida. Me sorprendo al descubrir que el filme viene dirigido por Satoshi Miki, director a quien lo tengo más localizado en la comedia indie, de resultados muy destacables y la mar de agradables como Turtles Swim Faster than Expected (2005), A Drift in Tokyo (2007) o Instant Swamp (2009), si bien su director parece haber perdido el tino en el filme que nos ocupa.
Un monstruo ha estirado la pata. |
Aún así, What to do with the Dead Kaiju? es un experimento simpático, con una protagonista femenina (Yukino Amane) que me tuvo a sus pies en todo el metraje por sus encantos. Amane ya aparecía en la muy disfrutable Orange (2015) y en la presente lleva prácticamente el peso del metraje.
Y atentos a la perla final, que me pilló totalmente desprevenido y que protagoniza de forma sutil un personaje mitíquisimo de la cultura pop japonesa... y que hacen subir algún puntito a este experimento monstruoso, por lo general bastante aburrido aunque curiosillo. También cabe mencionar la presencia de Gaku Hamada, de extensa filmografía (Fish Story, Robo-G, The Eternal Zero, Himeanole...) y que me supo sacar la sonrisa aún con lo repelente de su personaje.
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