CRÍTICAS PELÍCULAS

miércoles, 15 de abril de 2020

EL LUCHADOR DE SHANTUNG (1972)

De la factoría Shaw Brothers y especialmente en la etapa de oro del género de las artes marciales nos podemos encontrar joyas que han quedado algo escondidas, engullidas por los éxitos de nombres tan colosales como Bruce Lee o Lo Lieh. El luchador de Shantung (1972) lo tiene todo para hacer las delicias de los amantes del género e incluso más. 
El film ambientado en Shanghai en los años 20 sigue a Ma Yung Chen, de la provincia de Shandong, quien llega a la ciudad en busca de trabajo, pero la complicada situación existente le impide mejorar su posición social. No obstante, todo cambiará cuando Ma derrote a un luchador extranjero, comenzando desde entonces a ganarse el respeto de sus compañeros y llegando a convertirse, con el tiempo, en uno de los hombres más poderosos de Shanghai.
Dirigida por Chang Cheh (El espadachín manco, La furia del tigre amarillo), El luchador de Shantung (1972) es un film que destaca por varias razones. Su nivel de producción es sobradamente notable, en la línea de lo que hacía la Shaw en esos años. Su historia propone varios alicientes ya que no se cierra en la típica trama del género que habíamos podido ver hasta el momento sobre un aprendiz o ya experto luchador de artes marciales sino que además propone un viaje hacia la mafia de la propia ciudad y cómo poco a poco el personaje de Ma Yung Chen va escalando posiciones, convirtiéndose en uno de los amos de la zona. Pero como veremos se encontrará numerosas piedras en el camino.
Su protagonista, interpretado por Kuan Tai Chen, no destaca por sus cualidades interpretativas precisamente ni expresa un gran carisma pero resulta muy correcto en sus escenas de lucha. Kuan Tai Chen es un actor de abultadísima filmografía y participante de films como Hermanos de sangre (1973), también de Chang Cheh, The flying guillotine (1975) o films más recientes como Once upon a time in Shanghai (2014) con Sammo Hung. Para compensar, tenemos a todo un secundario de lujo como David Chiang, quien interpreta al maestro Tan, el espejo al cual se quiere mirar Ma Yung Chen. Chiang es uno de los actores del género más míticos de la época, protagonista de la maravillosa La furia del tigre amarillo (1971), Los 5 maestros de Shaolin (1974) o Kung Fu contra los 7 vampiros de oro (1974) de la Hammer. El resto del cast lo componen actores habituales de la Shaw Brothers.
Por sacar aspectos negativos, el talón de Aquiles del film reside en su larga duración (130 minutos), si bien, sus realizadores intentan que el ritmo y tensión de historia no decaiga en exceso, no se puede evitar cierto agotamiento. La mayoría de sus escenas de lucha están correctas pero no acaban por destacar, falta mucho para la fluidez de movimientos de nombres como Jackie Chan o Sammo Hung. Si bien el film se guarda multitud de grandes momentos como el torneo contra un gigantesco luchador extranjero o sus sorprendentes escenas sangrientas las cuales llegan a su cenit en la memorable y espectacular batalla final en la casa de te, donde no sobrevive ni el apuntador. Por lo visto, tardaron 10 días en filmar tan magna escena la cual ha quedado para los anales del género.
Shanghai, años 20.

El intrépido Ma Yung Chen llega para comerse el mundo.

El estilo y poder del maestro Tan. Ma quiere ser como él.

Tras abatir a un luchador extranjero, Ma comienza a ser respetado en el barrio.

Aunque los enemigos se le abultan.

Se prevé una ensalada de hostias.

Sus momentos sangrientos son sorprendentes.
En resumen, El luchador de Shantung (1972) es una de las piezas más sólidas de la edad de oro del género. Un film que a pesar de su extenso metraje ofrece aspectos algo más diferentes de lo que había podido ver en films de dicha época, presentando el ascenso de un personaje siendo prácticamente un vagabundo hasta llegar a ser uno de los líderes de la ciudad gracias a su ambición.
La edición americana del film fue mutilada de manera extrema, eliminando hasta 30 minutos de escenas incluyendo, por supuesto, todas las escenas de violencia.

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