CRÍTICAS PELÍCULAS

jueves, 14 de enero de 2021

ULTRA Q (1966)



El especial Kaiju Eiga que estamos dedicando en el blog ha repasado numerosos monstruos cinematográficos nipones pasando por Godzilla, Gamera, entre otros además de mostrar la influencia del género en otros países tanto asiáticos como occidentales. Fuera del cine, es de justicia repasar el impacto que tuvo el Kaiju en las televisiones niponas. Para mediados de los años 60 el género vivía una auténtica explosión creativa con todos los estudios cinematográficos japoneses produciendo sus propios Kaiju en cadena. En 1966 aterrizó en las televisiones niponas una serie de ciencia ficción que ofecería a los espectadores su ración monstruosa semanal siendo el desencadenante de una autentica revolución televisiva por toda la influencia que tuvo después. Ultra Q (1966) fue donde empezó todo. Sin Godzilla no habría Ultra Q, pero sin el éxito de esta serie no hubiera habido ni Ultraman ni todo el tokusatsu posterior; Kamen Rider, Kikaider, Super Sentai, Jiban... y centenares de series similares. Es increíble la evolución del género y su perfecto estado de forma en la actualidad y todo por "culpa" de varios genios que se juntaron en los años 50 a rodar una película sobre un monstruo gigante destruyendo Tokyo. El mago de los efectos especiales Eiji Tsuburaya se convirtió en un peso pesado de la industria gracias a las producciones en las que participó su equipo de efectos siendo éstos grandes éxitos de taquilla (la saga Godzilla, Mothra, Rodan...) con la audiencia demandando más y más efectos sorprendentes. Para 1963, Tsuburaya dio finalmente el paso de crear su propia productora: Tsuburaya Productions. En dicha productora seguían anclados a la Toho pero podían permitirse trabajar para otros estudios cinematográficos. Casi enseguida, se marcaron como principal objetivo la producción propia. 
El mago de los efectos especiales, Eiji Tsuburaya (1901-1970)

La génesis de Ultra Q fue bien curiosa. Al parecer, uno de los sueños de Tsuburaya era conseguir una puntera máquina llamada Oxberry 1200 Optical Printer, un aparato que le permitiría crear una composición visual en sus efectos de mejores resultados que lo que estaba haciendo en sus films de la Toho en esos momentos. ¿El problema? El precio de la máquina era demasiado cara para Tsuburaya. Es cuando apareció la TBS (Tokyo Broadcasting System) en 1964 ofreciendo a la Tsuburaya Productions el trato de que la TBS les conseguiría el Oxberry a cambio de que Tsuburaya creara una serie de televisión para ellos. Inicialmente, Ultra Q (1966) nació con el pretexto de convertirse en la The Twilight Zone (1959) japonesa centrándose en historias de misterio y ciencia ficción aunque dichas intenciones tuvieron que cambiar ante la exigencia de incluir monstruos gigantes en el máximo de episodios posible debido al éxito que estaba teniendo el género en cines. Y el público dio la razón a la TBS. El éxito de la serie fue enorme, consiguiendo un pico de audiencia de un 36,8% y una excelente media de un 32,39% a lo largo de los 28 episodios que se emitieron entre enero y julio de 1966. En Japón nunca habían visto nada similar en sus televisores. Es importante comentar que Ultra Q tuvo un presupuesto tres veces mayor que una serie normal de la época en Japón por lo que pudieron permitirse rodar en 35mm (lo habitual era 16 mm) aunque manteniendo la imagen en blanco y negro.

Ultra Q (1966) es una serie deliciosa y todo un regalo para el fan de Godzilla encontrándonos no solamente un festival de la mano de Tsuburaya y su equipo mostrando un despliegue continuo de maquetas, criaturas y efectos varios sino que cada episodio contiene numerosos guiños a la saga del saurio radiactivo empezando por la presencia de actores de la misma como Kenji Sahara, Akira Kubo o Akiko Wakabayashi. Disfraces de la saga son reutilizados como es el caso de Baragon, Rodan o del mismo Godzilla e incluso algunos efectos de sonido también son aprovechados. No se evita el stock footage de otros films Kaiju aun no siendo en absoluto la tónica habitual pero si que he podido detectar momentos de Los hijos del volcán (1956) o King Kong contra Godzilla (1962).

La serie presenta un mundo constantemente asaltado por monstruos y otros fenómenos extraños que pondrán en aprietos a los protagonistas. Aunque pueda parecerlo, Ultra Q no se queda solamente en una sucesión de historias independientes sin nada que ver entre ellas sino que hay un intento de darle un nexo de unión entre ellas por medio de sus tres personajes protagonistas: Jun, piloto y escritor de ciencia ficción quien está interpretado por un viejo conocido como es Kenji Sahara (Los hijos del volcán (1956)), su ayudante Ippei, interpretado por Yasuhiko Saijo (El hijo de Godzilla, Invasión extraterrestre) y Yuri, fotógrafa interpretada por Hiroko Sakurai, con 19 años en aquel entonces y que más tarde también formaría parte del cast del primer Ultraman (1966). La presencia constante de este trío logra cierta conexión y empatía amen de que los tres son caracteres bien entrañables en especial Sakurai quien interpreta a un personaje femenino fuerte y decidida (dentro de los cánones de la época) y que no duda en enfrentarse al misterio de la semana. Que los protagonistas sean tres es una ventaja de cara al ritmo del episodio ya que éstos suelen tener acciones paralelas hasta confluir al final del episodio.

En el 1x04 hay estampas visuales que recuerdan
mucho a Gamera 2 (1996)
Ultra Q mantiene en general un buen nivel de diversión y ritmo. Los episodios suelen ser dinámicos, van al grano y no dan mucho margen al aburrimiento. Como hemos apuntado hay una tendencia hacia las tramas dedicadas a monstruos gigantes y siendo muy recomendables acaban por resultar los más estándar del conjunto. Donde Ultra Q encuentra sus mejores momentos, paradójicamente, son en sus episodios más influenciados por el espíritu de The Twilight Zone, tramas donde intentan apartarse del mundo Kaiju para adentrarse en la ciencia ficción o incluso el terror. Salirse de la fórmula de la serie permite episodios tan memorables y sorprendentes como el 1x25 "Devil Child", todo un precedente del J-Horror de nuevo milenio con una niña y su alma fantasma causando accidentes extraños o el que es sin duda el mejor episodio de toda la serie; 1x17 "The 1/8 Project". En dicho episodio, Yuri, la fémina de la serie, es sujeta a un experimento para solucionar la superpoblación mundial basado en reducir a la gente a un tamaño diminuto y obligada a vivir así en ciudades diminutas. Incluye un momento autoreferencial inolvidable con Jun e Ippei intentando rescatar a Yuri de entre el habitual decorado de maquetas y destrozando algún edificio por el camino frente al terror de la pequeña población. 

Frente a la progresiva infantilización que estaba sufriendo el género en aquellos años (Gamera ya había hecho acto de aparición) siguen las paradojas. Curiosamente, Ultra Q también encuentra sus momentos más brillantes e interesantes en aquellos episodios centrados en niños ya que sus realizadores logran una cierta habilidad para rodear estas tramas de un halo de cuento infantil entre surrealista, absurdo y cómico de resultados irresistibles. En ese sentido es mítico el 1x06 "Grow Turtle!", el cual por su estilo cuasi experimental parece estar dirigido por un primo de Nobuhiko Obayashi (Hausu (1977)) con niños surcando los cielos a lomos de cohetes y tortugas gigantes. Siguiendo con esta línea destaca el 1x15 "Kanegon's Cocoon" con un niño avaricioso convertido en una criatura extraterrestre y que se dedica a alimentarse de monedas.

Jun, Yuri e Ippei se las verán en cada episodio con fenómenos cada vez más extraños.

Monstruos gigantes (1x16 "Garamon Strikes Back")

Pesadillas alucinógenas (1x06 "Grow Turtle!")

O niños transformados en alienígenas que se alimentan de monedas (1x15 "Kanegon's Cocoon")

Si hablamos de monstruos gigantes, Ultra Q presenta una fauna divertidísima e inolvidable en su diseño empezando por "Garamon", criatura nacida de un meteorito de brazos diminutos y esqueléticos y cara de espanto, "Peguila", nacido en el Polo Sur y con capacidades de congelación o "Balloonga", una masa informe y flotante que va creciendo sin control. 

Para quien quiera iniciarse en la serie podemos destacar algunos de los mejores episodios de la misma. El 1x04 "Mammoth Flower" con una planta gigante y vampírica apareciendo en medio de la ciudad de Tokyo (sorprendentes paralelismos visuales con Gamera 2: el ataque de Legión (1996)). El ya mencionado 1x06 "Grow Turtle!". El 1x10 "The underground Super Express Goest West", loquísimo episodio con un delirante monstruo simio conduciendo un modernísimo tren bala. El 1x12 "I Saw a Bird", un episodio sorprendentemente triste con un niño vagabundo y víctima de la pobreza de la postguerra entablando amistad con un pajarillo que por la noche crece hasta los 40 metros. El 1x16 "Garamon Strikes Back" con la bestia más inolvidable de la serie atacando Japón. El 1x20 "The Primordial Amphibial Ragon" con un primo de La criatura de la laguna negra aterrorizando una pequeña isla. Destacando por encima del resto el comentado 1x17 "The 1/8 Project".

Trenes que te ayudan a escapar del estrés de la vida en 
el extraño final de la serie.
El extraño aunque notable final de la serie pone la guinda. Una conclusión misteriosa envuelta de cierto pesimismo y acidez con un tren volador que surca los cielos recogiendo a gente harta de la vida moderna, del estrés y el agobio del trabajo y las responsabilidades llevándoselos a una dimensión donde poder escapar del mundo. Un final curioso, en cierta manera deprimente, pero extraño ya que no acaba por cerrar las tramas o arcos emocionales de sus personajes principales. 

Así, los fallos que se pueden encontrar a Ultra Q son correlativos a la manera en que se hacían las series en los años 60. No nos encontramos con una evolución de sus protagonistas, éstos empiezan tal cual acaban sin excesivos cambios en sus relaciones. Tampoco hay un arco argumental principal que vaya creciendo a lo largo de los episodios y tenga su conclusión, siendo básicamente episodios del "monstruo de la semana" sin cierta conexión. Son fallos que al fin y al cabo pertenecen a una manera de hacer las series televisivas en la época, en proceso embrionario por aquel entonces. Por otro lado, si en algunos momentos los efectos especiales sorprenden (especialmente en algunas sobreimpresiones del monstruo con las personas) en otros resultan sonrojantes, con unos disfraces monstruosos estrambóticos moviéndose éstos sin ninguna sensación de gigantismo. A pesar de todo siguen siendo definitivamente encantadores.

Uno de los mejores momentos de la serie en
el 1x17 "The 1/8 Project".
Ultra Q (1966) es pura diversión. Una delicia que sorprenderá no solamente a los fans del cine de monstruos japoneses sino a cualquier aficionado a la ciencia ficción. 28 episodios llenos de dinamismo, con mucho traje de goma y maquetas que aseguran una calidad más que notable y con pocos bajones (a lo sumo he encontrado solamente 1 episodio bastante descartable) y que logra sorprender en muchos momentos encontrándonos episodios de cierto tono agrio o más profundo de lo habitual y que logra alejarse del espíritu infantil y de puro entretenimiento sin pretensiones habitual de estas producciones. Un pequeño clásico de la televisión japonesa.

Varias curiosidades. Inicialmente la serie iba a llamarse Unbalance. Tsuburaya quiso capitalizar el éxito de la serie ofreciendo toda una serie de merchandising basado en juguetes, muñecos entre otros objetos. Algo innovador en aquellos momentos. Y volviendo al final de la serie este no fue emitido hasta diciembre de 1967. Al no salir ningún monstruo gigante en dicho episodio la TBS prefirió no emitirlo y empezar cuanto antes con Ultraman, el siguiente éxito de la Tsuburaya Productions.

En 2013, como evento especial tras la emisión del reboot NEO ULTRA Q, se emitieron varios episodios de la serie original coloreados. Toda una curiosidad de cara al aficionado.

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