CRÍTICAS PELÍCULAS

miércoles, 5 de febrero de 2020

TODO SOBRE LILY (2001)

En esta vida, a veces te pasan cosas muy curiosas: cuando te ves irresistiblemente atraído por la portada de una película o un libro de los cuales nunca habías oído hablar anteriormente, pero por el que te sientes seducido de alguna manera. Una vez en casa, no puedes obtener mayor sorpresa al encontrarte con una obra que cala en ti de una manera inconcebible, y que te acompañará por mucho tiempo.
Una vez me pasó en una biblioteca. Mirando la sección de mangas me encontré con "Barrio lejano" de Jiro Taniguchi y me aventuré a cogerlo de entre los miles de cómics de la estantería. Hoy es mi cómic manga favorito. Anteriormente, en verano de 2006, volvió a ocurrirme en unos grandes almacenes, en la sección de cine, cuando me topé con el DVD de Todo sobre Lily. Algo tenía esa portada que me obligaba a comprar el film.
Cuando lo visioné en casa no me lo podía creer. Nunca había visto nada parecido (ni lo he vuelto a ver), y la sensación de sobrecogimiento al ser engullido por unas imágenes irrepetibles pocas veces ha sido igualada. Todo sobre Lily (2001) no es que se haya convertido en mi película preferida, es que se trata de "LA PELÍCULA" de mi vida, ni más ni menos.

Tras esta introducción de carácter personal vamos a analizar la cinta en sí. El proceso de creación de
Todo sobre Lily fue más que curioso. Shunji Iwai decidió convertir en formato web una novela que había escrito anteriormente. La web la llamó Lily-holic y allí posteaba los mensajes de los personajes de la novela, los cuales hablaban y veneraban a una cantante llamada Lily Chou-Chou. Los lectores e internautas de la web eran libres de postear e interactuar entre ellos, así como con los personajes de la novela. La respuesta de los internautas fue mucho mayor de lo esperado, y poco a poco dejaba a la vista varios conceptos muy interesantes (el vacío de las vidas de los visitantes web, la veneración hacía la supuesta Lily, el concepto del Éter que según ellos emanaba de su música...). Tras unos meses de experimentación, Shunji Iwai y su equipo cerraron la web. El contenido y comentarios de los internautas sirvió de inspiración al director para acabar de cerrar su historia y que acabó titulándose, Todo sobre Lily.

Todo sobre Lily supone la culminación y cima artística de la filmografía de Iwai. Una obra única, inclasificable, rompedora, renovadora y fresca. Pocas veces en la historia del cine se puede encontrar una reflexión sobre Internet y la soledad del adolescente del siglo XXI tan desoladora y macabra, aún con plena vigencia en 2020.

El film relata la vida de Yuichi, un adolescente que vive en un pueblo cercano a Tokio y que está obsesionado con la cantante de pop Lily Chou Chou. Su admiración por ella le lleva a crear una página web dedicada a ésta (Lily-philia). Un nuevo miembro con el nombre de "Gato Azul" se une a la discusión y empieza a conectar con él. Pero la vida real de Yuichi está lejos de ser idílica, sufriendo constantes abusos en el instituto.

Los primeros minutos de la película te dan una idea de la magnitud de ésta. Una página web, comentarios de internautas hablando de Lily y un plano bellísimo de un adolescente en medio de un enorme campo de arroz (cual metáfora del propio mundo virtual), escuchando música a través de su discman. Internet y lenguaje cinematográfico fusionados en uno de una forma impecable, algo que será habitual en el transcurso del metraje. El film te engulle e introduce en un estado de catatonia debido a la extraña belleza de sus imágenes, su estilo tan peculiar y el acompañamiento musical. Definitivamente, (y ya una marca de estilo de su director) parece que estés soñando. El tema principal en Todo sobre Lily es la comunicación y cómo la sociedad de fin de siglo e inicios de los 2000 (y concretamente la adolescencia japonesa) ha degenerado hasta el punto de convertirse en unos inadaptados sociales de nulas capacidades comunicativas, sin unos referentes adultos claros.

El mundo ha cambiado tanto en tan poco tiempo que la brecha generacional es enorme, aumentando la incomprensión entre padres e hijos. Internet ha llegado, cambiándolo todo por el camino, por lo que la posibilidad de introducirte con un avatar y alienarte de tu realidad, compartiendo tus sentimientos con “desconocidos” es más que tentador, ofreciéndote un refugio. Es el caso de nuestro protagonista, Yuichi, con una vida desastrosa llena de soledad, malos tratos en el colegio y una madre recién casada con otro hombre, y cuya presencia y apoyo tiene la misma intensidad de un fantasma. El amor de Yuichi por la música de Lily le lleva a crear un portal web sobre la cantante. Un lugar donde su enorme conocimiento sobre el tema le hace destacar en el mundo virtual y donde se habla tanto de la cantante como de angustias existenciales además del efecto del Éter en ellos, ese concepto del que se habla una y otra vez en el film y que sirve para describir ese lugar de pura paz que ofrece la música de Lily y que sirve para refugiarse de la desgarradora realidad. Así, chicos que hablan libremente en el mundo virtual son incapaces de comunicarse entre ellos en la realidad.
Yuichi es incapaz de acercarse a Kuno por mucho que esté enamorado de ella, o es incapaz de consolar a Tsuda tras su primera experiencia en el mundo de la prostitución. Una imagen desoladora de la adolescencia, con unos jóvenes inadaptados, incapaces de hablar entre ellos y desprovistos de referentes o perspectivas de futuro. En el primer bloque del film nos trasladamos al pasado de Yuichi, quien entabla amistad con Hoshino, un recién llegado al instituto a primera vista excepcional pero lleno de inseguridades y un pasado teñido de abuso estudiantil.
El arranque del film. Internet y cine fusionados en uno.
Yuichi no lleva una vida muy idílica. Es acosado constantemente.

Yuichi recuerda la llegada de Hoshino al instituto

Y cómo tras un viaje a Okinawa se convierte en el matón del instituto
El film es un no parar de planos estéticamente bellos. Cine etéreo en su forma más pura
Hoshino, Yuichi y su grupo de amigos deciden viajar durante sus vacaciones a la isla de Okinawa. Todo el viaje está rodado con cámaras caseras, como si de una grabación familiar amateur se tratara, contagiándonos de la diversión y felicidad de los personajes. El tramo en Okinawa, así como la divinidad del lugar, sirve para hablar de las fronteras entre la vida y la muerte, y cuan cerca están la una de la otra. Hoshino (a quien la muerte parece perseguirle en la isla) casi se ahoga en la playa, experiencia que en la trama le cambia para siempre. Al volver del viaje, entramos en el segundo, más desgarrador y memorable, tramo del film; donde el personaje de Hoshino llega al límite. Se harta de tantos abusos y se rebela contra los matones de la escuela, aunque en el camino acabará convirtiéndose en el matón del instituto, ejerciendo la violencia u obligando a la prostitución a sus compañeras. El film contiene mucha experimentación narrativa, no solamente a la hora de fusionar lo virtual con la narrativa cinematográfica tradicional, sino que despieza la historia convirtiéndola en un rompecabezas en el que los saltos en el tiempo son constantes aunque (y es lo complicado de seguir) realizados con mucha sutilidad. 

Tal vez lo importante del film no es lo que se cuenta, sino lo que no se cuenta ya que está provista de muchísimos detalles, casi imperceptibles pero llenos de información
jugosa. La naturalidad de las interpretaciones de los jóvenes actores es verdaderamente destacable, con un Iwai (como ya hizo seminalmente en Fireworks) acercando la cámara como un adolescente más del grupo, empapándose de su lenguaje y vivencias, alejándose así de estereotipos y tópicos en el camino.
El film sirvió para descubrir a Yu Aoi, la jovencita obligada a prostituirse coaccionada por Hoshino y quien comienza a sentirse atraída por Yuichi. Todo el tramo de este personaje alcanza los mejores momentos a nivel visual.
El personaje de Kuno, está interpretado por Ayumi Ito (quien ya aparecía en Swallowtail Butterfly) y su destino, abusada por sus compañeras y finalmente siendo violada, es uno de los momentos más incómodos y desgarradores. Más interesante resulta la relación entre Yuichi y Hoshino, quienes sin saberlo, hacen buenas migas a través de la web sobre Lily (aunque eso lo descubrimos sutilmente al final del film en el fantástico clímax del concierto). Por unos momentos, y gracias al anonimato de Internet, vuelven a ser esos amigos que solían ser compartiendo sus desdichas y su amor por la música de Lily.
 
La conclusión del film tras 140 minutos en los que parece no haber ninguna esperanza para estos jóvenes sucede al vislumbrar el plano final del film, de una belleza visual excelente con Yuichi contemplando a Kuno tocando el piano. Una puerta abierta a la comunicación, al entendimiento entre los dos jóvenes. Un volver a empezar.
Hoshino ejerce el terror. Obliga a Tsuda a prostituirse
Kuno, al piano, también maltratada, no tiene un destino mejor

El mejor plano del film

Finalmente, Hoshino tendrá su merecido

Plano final del film. ¿Una posibilidad de comunicación?
Punto y aparte supone la música y el apartado sonoro, que ayudan a subir aún más la calidad del film y así aumentar el dramatismo y melancolía de sus imágenes. Takeshi Kobayashi (colaborador habitual de Iwai), compone las canciones de la ficticia cantante Lily Chou Chou. A la voz de las canciones, la cantante pop japonesa Salyu. Mezclada con estas canciones, Iwai utiliza al máximo música clásica, principalmente de Claude Debussy, para acabar de embrujarnos todavía más dentro de la película.

Visualmente no he visto nada igual. No solamente Iwai experimenta con la fragmentación temporal y que la narrativa esté desordenada, utiliza todos los elementos disponibles a su alcance. Cámaras de cine, portales virtuales además de la inclusión de cámaras digitales o caseras llevando al límite las posibilidades de este nuevo cine digital. Las imágenes conseguidas fusionadas con la música además del dramatismo expuesto proporciona momentos de puro cine: Yuichi en medio de los campos de arroz con la cámara flotando “mágicamente”, Kuno tocando el piano en la escuela... O el que es el mejor momento del film, el personaje de Tsuda, interpretado por Yu Aoi, contempla cómo vuelan las cometas frente a un cielo impoluto. Imágenes donde la combinación entre belleza, poesía y drama resultan conmovedoras y únicas.

Todo sobre Lily, es una obra desgarradora, desoladora y cruel, pero dotada de una belleza y poesía intrínseca a sus imágenes inigualables. Innovadora y adelantada a su tiempo y con un discurso que sorprendentemente sigue en total vigencia. Ver este film es una experiencia hipnótica y maravillosa (eso si, en versión original, por favor) y de un nivel de contenido abrumador que a cada visionado se extraen nuevos contenidos y detalles. Uno de los films más renovadores y frescos de lo que llevamos de milenio.

Momento de las curiosidades: Muchos de los comentarios de los internautas que aparecen en el film son reales, fruto del experimento con el que se inició el proyecto.
Ayumi Ito, quien interpreta a Kuno, realmente se afeitó la cabeza. La actriz también pasó semanas practicando al piano para evitar usar un doble. Se obsesionó con Arabesque de Debussy y por lo visto al llegar la hora de rodar, la clavó a la primera toma.
Una de las canciones del film (Kaifuku Suru Kizu) fue usada más tarde por Quentin Tarantino en Kill Bill vol. 1, cuando Hattori Hanzo enseña sus katanas al personaje de Uma Thurman. Originalmente, el film duraba 157 minutos, pero dicha versión “del director” no existe ya que fue quemada. Estos 11 minutos de más contenían más metraje de la escena de la violación, una escena de Yuichi en la playa así como también un funeral.

Todo sobre Lily fue un éxito de crítica para Shunji Iwai, consiguiendo además el “Premio Panorama” en el Festival de Berlín 2002, además de los premios a “Mejor Música” y “Premio del Jurado” en el Festival de Shanghai 2002. A nivel de taquilla, tuvo un gran impacto, siendo el tercer film local más taquillero en Japón en 2001 y el más exitoso de la filmografía de Iwai hasta el momento, superando el éxito de taquilla de Love Letter (1995). Todo sobre Lily (2001) es la obra maestra de Shunji Iwai, en ella vemos a un director alcanzando el máximo de sus capacidades sin desmerecer en absoluto la obra tanto anterior como posterior del director japonés.

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