El concepto por el que partieron era muy sencillo, simplemente ofrecer la entrega de Godzilla más espectacular como humanamente se pudiera. Y Godzilla vs Mechagodzilla (1993) es simplemente eso, el más épico, espectacular y asombroso capítulo hasta el momento, con batallas entre monstruos por doquier (el primer kaiju aparece a los 10 minutos y desde ahí es una escalada constante) más destrucción masiva. Preocuparse únicamente por esto hace que el guión se deje de lado por completo, evidenciando un cansancio de la Serie Heisei que se iría acusando en las dos posteriores entregas contando con una cierta repetición y dejadez.
Se recupera el concepto de la monster mash, el de reunir en un mismo film a todos los monstruos posibles; 4 en este caso (Godzilla, Baby Godzilla, Mechagodzilla y Rodan).
Los personajes muy poco tienen que aportar, y por desgracia se recupera el elemento del comic relief o alivio cómico (tan presente en las entregas penosas de los años 70), un personaje protagonista patán y torpe que en teoría tiene que hacernos gracia.
Si no tuvimos suficiente con Minya (el hijo sesentero de Godzilla), aquí nos presentan a un nuevo vástago del monstruo, llamado simplemente Baby. Aunque no esté demasiado bien a nivel técnico, resulta menos amorfo y desagradable y más simpático que el anterior, aunque no evita protagonizar algún que otro momento infantil. Otro ejemplo de la dejadez a nivel de guión es el plan de matar a Godzilla, describiendo que tiene dos cerebros (uno de ellos prácticamente en el culo) y que con destrozar uno de ellos bastará para matar a la bestia.
Baby Godzilla no es tonto y muestra sus encantos a la enfermera de buen ver |
Papá Godzilla está que trina |
El film no escatima en batallas |
La lucha final es espectacular |
Akira Ifukube vuelve a hacer un trabajo impecable en la banda sonora aunque ya acabe cansando escuchar el “Godzilla Theme” cada vez que la bestia aparece, creando un efecto hasta paródico (aunque es obligado ponerlo, claro). Rodan, no deja de ser un muñecote alado algo más deslucido que el aspecto que tenía en la clásica Los hijos del volcán (1956) pero sorprende al presentar nuevas habilidades.
Si nos ceñimos a nivel de espectacularidad, efectos especiales y diversión monstruosa, ésta es la entrega perfecta de Godzilla. Y los combates son espectaculares, llegando al clímax en una batalla final donde el espíritu de Rodan se ha fusionado con Godzilla (sí, como oís) aumentando el poder de Godzilla a un nivel que ni Gokuh en Super Saiyan.
Godzilla vs Mechagodzilla (1993) ya denota cierto cansancio, se repite y el guión es más fino que el papel de fumar, pero ofrece un nivel de diversión y espectacularidad incomparable hasta el momento, perfecto para apagar el cerebro y disfrutar. Nuevo exitazo para la saga, con 3,8 millones de espectadores. A nivel de taquilla, Godzilla aún funcionaba a las mil maravillas.
Si nos ceñimos a nivel de espectacularidad, efectos especiales y diversión monstruosa, ésta es la entrega perfecta de Godzilla. Y los combates son espectaculares, llegando al clímax en una batalla final donde el espíritu de Rodan se ha fusionado con Godzilla (sí, como oís) aumentando el poder de Godzilla a un nivel que ni Gokuh en Super Saiyan.
Godzilla vs Mechagodzilla (1993) ya denota cierto cansancio, se repite y el guión es más fino que el papel de fumar, pero ofrece un nivel de diversión y espectacularidad incomparable hasta el momento, perfecto para apagar el cerebro y disfrutar. Nuevo exitazo para la saga, con 3,8 millones de espectadores. A nivel de taquilla, Godzilla aún funcionaba a las mil maravillas.
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