CRÍTICAS PELÍCULAS

jueves, 26 de marzo de 2020

GODZILLA: REY DE LOS MONSTRUOS (2019)


El proyecto de
Godzilla: Rey de los monstruos (2019) surgió el mismo fin de semana de estreno del Godzilla (2014) de Gareth Edwards tres recaudar ésta 200 millonazos en todo el mundo en unos dias. Los de Legendary pueden dar las gracias a ese resultado a la estupenda campaña de márqueting que realizaron para la película y que nos hacían prever un producto diferente del que acabó siendo finalmente. Godzilla (2014) pese a sus muchos aciertos y momentos de puro cine (la llegada a Hawaii o los paracaidistas cayendo en misión de rescate sobre San Francisco) pecaba de unos personajes muy pobres con mucho tiempo en pantalla y un Godzilla sin apenas peso destacable en la trama. Un film muy correcto pese a todo pero cuyos defectos acababan pesando más que sus aciertos. El film se fue desinflando poco a poco en taquilla hasta llegar a los 514 millones de dólares mundiales, una cifra nada desdeñable. Gareth Edwards inicialmente se encontraba en los planes para dirigir no solamente la secuela sino una tercera parte que serviría como conclusión a la trilogía pero el director abandonó el proyecto para dedicarse a la dirección de Star Wars: Rogue One (2017). David Dougherty fue finalmente el elegido para encargarse de Godzilla: Rey de los monstruos (2019).
 
Podemos decir que hay dos formas de enfrentarse a una película de Godzilla (aunque se puede aplicar a todos los films kaijus). Una es desde una perspectiva seria y adulta con 1 o 2 monstruos como mucho donde éstos sirven de alegoría o metáfora ya sea de la naturaleza, los abusos del hombre o la guerra. Propuesta conseguida de sobras por films como Japón bajo el terror del monstruo (1954) o
Shin Godzilla (2016). Otra forma es enfrentarse al film desde el puro entretenimiento pop y lleno de colorido con mucha destrucción y luchas colosales entre monstruos sin ninguna clase de pretensión más que el de divertir. La postura que ocupa el 90% de la saga Godzilla.

Godzilla: Rey de los monstruos (2019), frente al superficial intento de solemnidad y profundidad del primer Godzilla de 2014 opta por la versión del saurio más festiva. Dougherty es un fan a muerte del monstruo y se nota mucho. Rey de los monstruos es la mejor traslación de la mitología del kaiju japonés realizada desde Hollywood hasta el momento. Una traslación literal de los patrones del genero kaiju llevados al blockbuster hollywoodiense. Debido a esa literalidad llevada al mainstream, por así decirlo, ha causado cierto desconcierto y sopor en el público occidental en general o la audiencia no acostumbrada al género.
El film nos lleva 5 años en adelante a los hechos ocurridos en el anterior Godzilla (2014). La existencia del saurio así como de los demás Titanes es ya un hecho confirmado y existe el debate en si se debería exterminar a estas criaturas. En medio tenemos a una organización terrorista que desea despertar a los monstruos, a una familia separada por la tragedia, a la organización criptozoológica Monarch tratando de detener el desastre y a Godzilla enfrentándose a todo bicho que perturbe su territorio. Pero lo peor está por llegar y tiene un nombre: King Ghidorah.
Vera Farmiga le tiene tirria a Godzilla desde que "mató" a su hijo 5 años atrás en el anterior film

Madre e hija son secuestradas por un grupo terrorista de tres al cuarto. Quieren despertar al Monstruo Zero.

Godzilla parece seguir el rastro de un superdepredador.

Que no es otro que King Ghidorah.

Pero no viene solo. Despierta Rodan.

Y Mothra. Aunque ella va de buenas.

El profesor Serizawa y Monarch intentarán poner orden a todo este lío.

La batalla final se prevé colosal.
Godzilla: Rey de los monstruos (2019) destaca como espectáculo visual apabullante y un ritmo que no cesa en ningún momento desde el minuto 1. Produce una gran emoción poder ver en un film de alto presupuesto a monstruos como Mothra, Rodan y King Ghidorah y los monstruos tienen sus momentos de gloria. Mothra acaba siendo la más perjudicada de la historia relegándola a un segundo plano pero protagonizando momentos visualmente muy bellos. Su aparición en formato mariposa con la música original de Mothra (1961) sonando a todo trapo pone los pelos como escarpias. Su diseño es el que más se diferencia de los films originales haciéndola más pequeña e insectoide. Rodan (con un diseño más en la linea de Godzilla vs Mechagodzilla de 1993) protagoniza el mejor momento del film como es su aparición en el volcán de la isla de Mara y la posterior persecución contra los cazas en un ambiente rojo apocalíptico. King Ghidorah mantiene el mismo aspecto y origen que los clásicos japoneses aportando esta vez propiedades autoregenerativas y siendo un enemigo cuasi indestructible para Godzilla quien esta vez si tiene el peso y presencia que requiere a la historia luciendo imponente. El film acumula múltiples guiños a la saga desde la música de Akira Ifukube sonando en momentos clave, el destructor de oxigeno, el mapa del mundo con los monstruos atacando las diferentes ciudades como en Invasion Extraterrestre, Rodan saliendo de un volcán como en su film homónimo de 1956 o el burning Godzilla. Guiños que resultan ser todo un regalo para el fan además de un compendio de los greatest hits de la saga. En este sentido, el film acumula momentazos sobresalientes a nivel emocional y visual: la primera batalla entre Godzilla y King Ghidorah en la Antártida, las apariciones de Mothra, la guarida ancestral submarina donde descansa Godzilla, el clímax final con los 4 monstruos a tortazo limpio...

El cast presenta a un buen elenco de actores como Vera Farmiga, Kyle Chandler, Charles Dance y a Millie Bobby Brown. Ken Watanabe repite en el rol de Dr. Serizawa así como Sally Hawkins como científica de Monarch. Los personajes del film son más finos que el papel de fumar y de muy poca entidad reduciéndolos a tópicos andantes pero éstos funcionan poniéndolos al servicio de la aventura además de espectadores de todo lo que está pasando. Dougherty tiene muy claro que los verdaderos protagonistas son los monstruos y les da todo su espacio pero es una lástima que no se hubiera trabajado algo más el lado emocional de la historia. El trauma familiar de Chandler, Farmiga y Bobby Brown aunque me sea algo más interesante que la aburrida odisea de Aaron Taylor Johnson por reunirse con su familia en el anterior Godzilla (2014) me sigue pareciendo muy superficial. El grupo terrorista capitaneado por Charles Dance es prácticamente de chiste en este sentido dando nulas explicaciones de sus motivaciones. La más perjudicada en la historia es Vera Farmiga quien tiene que defender como puede un personaje plagado de incongruencias y sin sentidos. La nula profundidad en estas subtramas se debe a que Dougherty parece que quiere perder los mínimos minutos posibles en estas historias y presentar lo antes posible a los monstruos. Curioso y casi shocking planteamiento ya que se mueve radicalmente al otro extremo en el que se movía Gareth Edwards donde apenas mostraba durante 5 minutos a Godzilla. Y ese el handycap del film, que acaba resultando un festival agotador de CGI, explosiones y ruido. Espectacular, pero que acaba por ser excesivo y mareante especialmente en sus escenas de acción con una cámara que no para quieta y una tendencia a la confusión que acaba por jugarle en contra. Parece que Hollywood no acaba de encontrar un equilibrio para el saurio radiactivo. En el Godzilla de Edwards habían muchos momentos de puro cine pero eran naufragados por un conjunto frustrante mientras que en el Godzilla de Dougherty hay muchos momentos en los que se pasa de frenada en su orgía digital.

En resumen, Godzilla: Rey de los monstruos (2019), aun con sus fallos, es el mejor homenaje hasta la fecha del saurio radiactivo realizado por Hollywood pero pese a su sana diversión, espectacularidad y gozo para el fan acaba resultando un festival agotador que descuida en exceso a sus personajes. Un film que acumula eso si, excelentes momentos monstruosos que por fin se les da todo el respeto y amor desde EEUU por parte de un fan entregado del personaje.

Lo entretenido del film no se ha traducido en buenas cifras en la taquilla quedándose en unos pobres 385 millones de dólares a nivel mundial. Veremos en 2020 la conclusión a la trilogía con la esperada batalla con King Kong en Godzilla vs Kong. Por lo pronto su estreno ha sido retrasado de marzo a noviembre tras encargarse toda una serie de reshoots para el film. Veremos en que acaba todo esto.

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