El punto de partida es atrayente y te engancha en la trama del film. Otro ejemplo de lo que se mueve en los bajos fondos de Corea, el de la venta de niños a las mafias. Este hecho sirve para seguir al personaje de Il-young interpretado por una estupenda Kim Go-eun quien poco a poco se hace un hueco entre la mafia “Mom”, aunque la chica, como toda adolescente, pronto querrá vivir otras emociones más relacionadas con la edad. Como he dicho, el film tiene un punto de partida excelente, de tono sucio y violento y vas siguiendo con interés el devenir del film hasta confirmar, por desgracia, que el camino de la trama deriva hacia la mil veces vista venganza coreana: derramamiento de sangre y cadáveres. Camino que acaba por hastiar y aburrir a un servidor que esperaba una experiencia algo más original en ese sentido.
The Assassin venía precedida por una rendición absoluta por parte de la crítica especializada. Ya el mismo Ángel Sala ponía a esta nueva vuelta de tuerca al género wuxia como la mejor película de 2015. No puedo estar más en desacuerdo.
En el film nos encontramos en China, finales del siglo VIII. Nie Yinniang regresa a casa de su familia tras años de exilio. Educada por una monja que la ha convertido en una experta en artes marciales, Yinniang es una auténtica justiciera cuyo objetivo es eliminar a los tiranos. Su maestra le encarga la misión de matar a su primo Tian Ji'an, gobernador disidente de la provincia militar de Weibo.
Me ha costado enormemente conectar con esta propuesta Taiwanesa dirigida por Hou Hsiao-Hsien, uno de los directores más destacados de Taiwan desde los años 80 y artífice de films como A city of sadness (1989) o Café Lumiére (2004). El director opta por una realización parca en artificios de cámara y mínima en las espectaculares secuencias de acción a las que estamos habituados en films como Hero (2002) o La casa de las dagas voladoras (2004). Aquí la propuesta es mantener interminables planos largos sin que pase absolutamente nada en donde somos testigos de los sonidos de la naturaleza, los juegos de los niños del gobernador entre otras acciones mínimas y cotidianas. Las pocas secuencias de lucha están correctas. No niego que sus imágenes son de una gran belleza formal y de una estética impecable pero el film me ha resultado insoportablemente lento y eterno y no pude evitar echar una cabezadita. Una de cal y otra de arena para esta curiosidad que da, eso si, otra vuelta de tuerca en pleno 2015 al género.
Choi Dong-hoon lo petó en 2012 con el film The Thieves (aquí llamada El gran golpe) convirtiéndose con casi 13 millones de espectadores en la película coreana más taquillera hasta el momento (aunque poco después fue superada por la emocionante y mastodontica Ode to my father en 2014 con más de 14 millones de espectadores). The thieves fue un muy entretenido film de ladrones y robos “imposibles” a lo Ocean’s eleven y que conquistó al público coreano.
El director intenta repetir la jugada con Assassination con una historia ambientada en la época de la ocupación japonesa aprovechando el fervor del público coreano por estos films que acaban por exaltar la nación.
En el film nos encontramos en el año 1933. Corea está ocupada por los japoneses. Un grupo de exiliados rebeldes planea matar a un comandante nipón, pero la única asesina que puede hacerse cargo de tan delicada tarea está en la cárcel.
El film supone un puro entretenimiento y de una realización técnica espectacular e impecable. La historia mezcla el espionaje, la acción y el drama histórico con sabor nacionalista. A pesar de los 140 minutos de duración el metraje está bien dosificado y el visionado se hace ligero. El cast es espectacular juntando a lo mejorcito de Corea con Jun Ji Hyun,
Refugiado en la sala Brigadoon tuve la oportunidad de ver lo último del gran Donnie Yen. Donnie, desde el exitazo crítico y artístico de la trilogía del maestro Ip Man se ha convertido en un valor seguro y así lo presagiaba su último film, Kung Fu Jungle (2014), el cual aseguraba tranquilizar mi sed de hostias y violencia marcial.
En el film un asesino va por Hong Kong matando a los máximos exponentes de las artes marciales. Cuando Xia, asesino convicto y experto en kung fu, se entera de esto ofrece a la policía atrapar al asesino y recuperar su libertad.
Como vemos la trama marcial da una nueva vuelta de tuerca al asunto presentando a un asesino que se dedica a matar a los maestros de artes marciales lo que nos permite ver las diferentes técnicas de las mismas. El film se plantea como un homenaje al género presentando a numerosos actores y demás crew míticos del género y de sobrada experiencia. Así lo quiere dejar bien claro el film, especialmente en esos titulo de crédito finales donde se nos muestran a los célebres implicados.
La trama mezcla las luchas clásicas de kung fu con la acción policiaca callejera la cual Jackie Chan marcó un antes y un después con la célebre Armas invencibles (1985). A pesar de todo lo expuesto Kung Fu Jungle acaba resultando de una estructura algo repetitiva y aburrida finiquitando como un producto más de la factoría de Hong Kong. No hay que negar resultones momentos de lucha y un acertado clímax final. El carisma natural de Donnie Yen pone el resto resultando Kung Fu Jungle un entretenido film que nos da lo que queremos: una buena ración de tullinas. No se puede pedir más.
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