CRÍTICAS PELÍCULAS

jueves, 16 de julio de 2020

VOICE (2005)

Pese a sus altibajos de calidad, la saga Whispering Corridors daba sus buenos frutos aprovechando además que no eran films excesivamente caros de producir. Aún con la moda fantasmal post-The Ring en todo su apogeo, la saga continuó con una cuarta entrega. Voice (2005), una vez más, es un producto de intachable factura visual y ambientación. La verdad, si algo tienen los coreanos es que ofrecen unos productos muy cuidados a nivel estético y visual y Voice es buen ejemplo de ello. El film consigue un equilibrio perfecto entre algunas de las propuestas de las 2 primeras entregas de la saga (Whispering Corridors y Memento Mori) con las nuevas coordenadas de carácter más comercial que ofrecía Wishing Stairs. Dicho equilibrio presente en Voice resulta en un film muy efectivo y destacable aún siendo un producto adolescente y de marcado carácter comercial. En el film, Young-Eon es una alumna de un instituto femenino que muere misteriosamente una noche mientras practicaba clase de canto. Al día siguiente, Young-Eon se da cuenta de que es un espíritu y nadie la puede ver ni oír. Más tarde descubre que solo su mejor amiga, Sun-Min, la puede escuchar pero no la puede ver. A partir de entonces, las dos intentarán averiguar quien asesinó a Young-Eon, investigación que pondrá a prueba la amistad de las dos muchachas.

Sorprende ver en el papel protagónico a Kim Ok Bin (claro, en 2005 cuando vimos este film no teníamos ni idea de la carrera cinematográfica que le aguardaba a la actriz), una de las actrices más interesantes de Corea quien más tarde apareció en Thirst (2009) de Park Chan Wook o La villana (2017). Kim Ok Bin hace una interpretación muy correcta de la adolescente Young-Eon, especialmente en los momentos dramáticos y a la hora de transmitir su drama de cara al espectador aunque se la nota algo más verde y forzada en los momentos de “mala” de la función. El planteamiento del film, a lo Ghost (1990), resulta un buen aliciente para engancharte en la historia. Que el fantasma de Young-Eon deambule por la escuela sin nadie que la pueda ver y dispuesta a descubrir la verdad tres su misterioso asesinato resulta interesante. La trama del film, como pasaba en anteriores entregas de la saga, sirve de excusa para tratar esas amistades a priori inquebrantables y que tienes en la adolescencia pero cuya estabilidad parece pender de un hilo cuando aparecen sentimientos de envidia, celos y competencia. En si, el film sabe guardar sus bazas y va colocando poco a poco pequeñas sorpresas y revelaciones que resultan efectivas. Su duración no es excesiva aunque si he de reconocer que ya en su clímax final ya andaba algo perdido y dormido con tanta vuelta de tuerca acumulada. A favor, he de comentar, que los momentos de terror, siendo algo lights, están bastante más trabajados que por ejemplo Wishing Stairs, evitando ser una copia de The Ring (como era habitual en esos años) y ofreciendo momentos inquietantes. Los asesinatos misteriosos vistos en el film son muy originales y sorprendentes siendo el primero, el que sufre Kim Ok Bin, una delicia imposible con la adolescente degollada por una partitura musical flotante.
Asesinada por una partitura. Brutal.

Young-Eon se da cuenta que se ha convertido en un fantasma.

Su amiga del alma, Sun-Min y una compañera médium, intentarán averiguar quien la asesinó.

Pero lo que descubrirán será más oscuro de lo que pensábamos.

El lifting de moda en Corea.
Voice (2005) es un muy efectivo ejercicio de terror. Un film entretenido que se vale de unos planteamientos iniciales atrayentes para el espectador y que logra aguantar tu atención con revelaciones y giros de guión soltados a cuentagotas por el metraje. Si bien, por contra, algunas de sus interpretaciones (las adolescentes del cast) son algo flojillas, hay una acumulación algo excesiva y cansina de sus momentos dramáticos y en su recta final, tras tantas vueltas de tuerca uno no evita acabar hastiado y confundido. Si bien, vale la pena un buen visionado. Un film entretenido, curioso y de ambientación muy cuidada. La guinda la pone esa inquietante y monumental pieza musical de los créditos finales para acabar de meterte algo de miedo en el cuerpo.

La saga de Whispering Corridors continuaría en 2009 con Double Suicide, una cinta que al contrario de las cuatro entregas precedentes no tiene ningún interés. Este 2020 veremos una sexta entrega. Parece que aún a pesar del paso del tiempo, Whispering Corridors sigue bien presente en el terror procedente de Corea del Sur.

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