CRÍTICAS PELÍCULAS

jueves, 14 de mayo de 2020

SUPERMONSTRUO GAMERA (1980)

Para 1980, la saga de Gamera estaba prácticamente muerta tras la debacle y bancarrota de su estudio cinematográfico, la DaieiNoriaki Yuasa, es un director a reivindicar más por las ganas e ilusión que por su talento. El verdadero espíritu e impulsor de la tortuga gigante en su saga clásica, decidió darle un merecido homenaje con un curioso experimento titulado Supermonstruo Gamera (1980) y con el que apenas contó con dinero para su realización. En Supermonstruo Gamera, la octava película de la saga, narra como una amenaza extraterrestre se cierne sobre la Tierra y los aliens de turno despiertan uno a uno a todos los monstruos de las pelis anteriores para destruir la civilización, pero no cuentan con que Gamera estará ahí para proteger al mundo de tan terrible amenaza. 
El film resultó ser toda una tomadura de pelo, ya que el curioso experimento con el que se inició el proyecto fue el de rodar el mínimo de material posible realizando un batiburrillo de stock shots de toda la saga. Apenas hay nuevos momentos con Gamera, exceptuando algunos planos estáticos de la tortuga volando y surcando los cielos.
Los extraterrestres despiertan a todos los monstruos de la saga (uno a uno, eso sí) lo que es una excusa para presentar y repetir las mismas batallas ya vistas en los títulos anteriores.
Ver a este trío en acción no tiene precio
Hay una fuerte influencia de Star Wars y la gigantesca nave extraterrestre (incluso la forma en la que es presentada es calcada al inicio del Episodio IV de la saga galáctica), es deudora de la tropa imperial. Incluso no se duda en canibalizar escenas de films anime de la época como de ¡¡¡Space Battleship Yamato!!!. Como se puede ver, prácticamente el 80% del metraje son stock shots de otros films, sean o no provenientes de la saga de la tortuga. Para las escenas humanas, se incidió en la trama infantil con un niño pesado como protagonista. Lo más divertido (y delirante del asunto) es que al niño lo acompañan tres súper heroínas embutidas en trajes de licra con capacidades para volar o empequeñecer según la situación y que no dudan en realizar, a la mínima, coreografías dignas de admirar.

Como curiosidad, la jefa de las súper heroínas, interpretada por Mach Fumiake, era nada más y nada menos que campeona japonesa de wrestling y decidió dar el salto al cine con este subproducto.
Poco más hay que añadir a esta túrmix de tortuga llamada Supermonstruo Gamera (1980). 
¿Star Wars? No, la nueva amenaza extraterrestre de Gamera

Despiertan a todos los monstruos vistos en la saga

Gamera acude al rescate

La tortuga será ayudada por estas 3 súper heroínas que no paran de hacer coreografías maravillosas para cada movimiento

Este plano de Gamera te sirve para todo. Ya te sirve para colarte un momento anime...

...como para la escena final...

El reloj de la villana te hace hasta la cena
Un film entrañable, delirante y con un cierto tono paródico de la misma saga, además de las series de superhéroes imposibles de la época (sea involuntario o no) y que bien puede servirte como resumen de la saga clásica de la tortuga gigante (y así ahorrarte las peores entregas de la franquicia). Una película que intenta ser un homenaje a la tortuga y que lo consigue, presentando lo peor y lo mejor de dicha franquicia aunque sea canibalizando escenas de otras.

Además, el momento final y que marca el fin de una época (y el cual no desvelaré), me hacía saltar alguna lagrimilla de niño y rebosa su encanto. Supermonstruo Gamera (1980) pasó sin pena ni gloria por los cines y la tortuga desapareció de las pantallas hasta que en 1995 sucedió el milagro. Llegó Shusuke Kaneko con su trilogía de la tortuga y erigiéndose como la cima del Kaiju Eiga y la renovación espectacular del género.

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