CRÍTICAS PELÍCULAS

lunes, 10 de mayo de 2021

WASEI KINGU KONGU (1933) / THE KING KONG THAT APPEARED IN EDO (1938)

En esta "Antología Kaiju Eiga" monstruosa que estamos realizando en el blog también hay sitio para esos films del género que desgraciadamente han quedado perdidos en el polvo de la eternidad. Proyectos finalizados y que encontraron su estreno pero que por un motivo u otro han desaparecido. Japón bajo el terror del monstruo (1954), el primer film de Godzilla, es considerado el pistoletazo de salida del Kaiju, el cine de monstruos gigantes japoneses. Sorprenderá conocer que la primera cinta del corpulento saurio radiactivo no fue la primera de su clase en Japón. Para ello tenemos que echar la vista atrás hasta los años 30.

Con estupor descubro que uno de los personajes encargados de inaugurar el género desde Japón no fue otro que ¡King Kong! El simio gigante fue objeto de una adaptación japonesa digamos curiosa. Para acompañar el estreno del King Kong de Merian C. Cooper y Ernest B. Shoedsack en Japón se creó un cortometraje mudo y de tono paródico del mismo film. De título Wasei Kingu Kongu, la película tenía un interesante elemento meta a tenor de lo que sabemos de su sinopsis y que narra la historia de un joven en paro y quien a raiz del fervor ocasionado por el King Kong de la RKO se disponía a realizar un show cómico caracterizado como un gorila. En una de sus actuaciones reconoce a su antigua novia entre el público acompañada de otro hombre provocando que el joven (con su disfraz de King Kong) pierda los estribos saltando del escenario para así perseguir a la muchacha causando en el camino el pánico en la ciudad. Como leemos en la sinopsis, la presencia del monstruo gigante no es tal siendo una persona corriente con un disfraz de gorila. Wasei Kingu Kongu se usó como elemento promocional de cara al estreno de King Kong, el cual iba a ser distribuido por la Shochiku en octubre de 1933. Dicho corto nipón se considera perdido pero ciertas fuentes indican que su duración rondaba las 3 bobinas, alrededor de los 30-40 minutos, y solo se conservan varias fotos de la misma. Toda una curiosidad que se adelantó unos meses a la verdadera inauguradora del género, The Great Buddha Arrival (1934), también desaparecida.

Cartel de Wasei Kingu Kongu (1933)

Wasei Kingu Kongu (1933)

Wasei Kingu Kongu (1933)

Pero la influencia del simio gigante en Japón no terminó aquí. The King Kong that appeared in Edo (1938), "Edo Ni Arawareta Kingu Kongu", fue otro ejemplo de este proto-Kaiju Eiga realizado en los años 30. El film, mudo, fue producido por la Zensho Cinema sin contar en absoluto con la RKO, propietaria de los derechos del simio. Igualmente, el film escapa del aura exploit que podamos intuir a tenor del título mostrando a un "King Kong" más en consonancia con el "oni", los ogros del budismo.

Por lo poco que se sabe de la película, ésta estaba ambientado en el Periodo Tokugawa (1603-1868) donde el mencionado monstruo hacía acto de aparición en Edo (antiguo nombre de Tokyo) sembrando el caos. Según informes el film daba comienzo con un comerciante que se vale de su mascota, un simio con mala uva, para secuestrar a la hija de su enemigo, un tal Toba para así poder vengarse. Toba ofrece 3000 ryo como recompensa para encontrarla y empieza la búsqueda.


Los motivos de la desaparición de The King Kong that appeared in Edo son similares al de cientos de producciones japonesas realizadas antes de la II Guerra Mundial ya que se utilizaba el celuloide para primero quemarlo y después crear armamento. Por este motivo pocas producciones niponas pre-guerra se encuentran en buenas condiciones. Lo poco que se conserva de The King Kong that appeared in Edo son unos fotogramas amen de varios afiches, carteles publicitarios y crónicas periodísticas de la época. El film fue realizado en 1934 pero no se estrenó hasta cuatro años más tarde, en 1938, dividido en dos partes con una semana de diferencia entre el estreno de uno y otro segmento. El primero de ellos llevaba por título Volume of Transformation, siendo el segundo Volume of Gold. La versión completa del film también tuvo su pase cinematográfico en el país. 

El film fue dirigido por Soya Kumagai, técnico del que muy poco se conoce. Aún a pesar de la presencia de un "King Kong" en el film y por mucho que intenten engañarnos los afiches promocionales de la película, el simio no era de proporciones gigantescas, siendo de tamaño humano y conservando cierta inteligencia. El monstruo fue interpretado por Fuminori Ohashi, quien también se encargó de la construcción del disfraz. Cosas del destino, debido a su experiencia en esta película, Ohashi acabó por asesorar al equipo de efectos especiales del primer Godzilla llegando a convertirse en aprendiz de Eiji Tsuburaya y acabando por esculpir diversas criaturas para otros films de la Toho como Mogera en The Mysterians (1957) o el simio de Half Human (1955), una de las piezas más oscuras de Ishiro Honda y que bebía sin duda de la influencia de la desaparecida The King Kong that appeared in Edo (1938). El tal Ohashi llegó hasta a fundar su propia productora, la Ohashi Kogeisha con quien llegó a coproducir con la Toho la miniserie Agon: The Atomic Dragon (1968), otro exploit de Godzilla cuyos 4 episodios (producidos en 1964) fueron encerrados en un cajón para acabar siendo remontados y estrenados en cines como un largometraje en 1968.

Lo poco que se conserva de The King Kong that appeared in Edo (1938) por desgracia no es suficiente para darnos una idea general de la película, por lo menos a nivel visual. El personaje de King Kong será retomado pero en cómicas condiciones en las clásicas King Kong contra Godzilla (1962) y King Kong escapa (1967).

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