CRÍTICAS PELÍCULAS

lunes, 22 de marzo de 2021

KING OF SNAKE (1984) / THUNDER OF GIGANTIC SERPENT (1987)



El Kaiju Eiga (cine de monstruos gigantes japoneses) vivió su época dorada en Japón durante los años 60 creando una sobresaturación del género que provocó una rápida decadencia del mismo. La moda traspasó las fronteras niponas afectando a otros países como puede ser Corea del Sur (Yongary de 1967), Inglaterra (Gorgo de 1961), Tailandia (Tah Tien de 1971) o Taiwan. Un aspecto curioso de la producción de cada país es que aún a pesar que los kaijus realizados en Hong Kong, Taiwan, Tailandia o la India iban a remolque de lo realizado en Japón su bestiario presentado iba en consonancia a las leyendas, mitologia y folklore del propio país por lo que resulta interesante ver las similitudes y diferencias de plasmación de las criaturas gigantes entre los diferentes territorios siendo común ver la figura del dragón o la serpiente. El cine taiwanés, en completa expansión desde los años 60 abundaba en historias fantásticas alimentadas de su propia mitología encontrando una abundancia de cine de géneros populares con abundantes wuxias o cintas de género fantástico repletos de criaturas extrañas donde la utilización de dragones se hace bien habitual. Ejemplos de wuxia protagonizados por héroes legendarios que comparten pantalla con estos monstruos los hay a cientos, pudiendo destacar The Devil from the Bottom of the Sea (1974) o Young Flying Hero (1971), ésta última con una rana gigantesca acompañando al dragón de turno. El acercamiento más evidente y puramente kaiju del cine fantástico taiwanés lo encontramos en la cinta que nos ocupa hoy: King of Snake (1984), dirigida por Hsu Yu-Lung.

En el film seguimos a un grupo de científicos y militares quienes crean una pócima que puede ampliar mil veces el tamaño de plantas y animales. Desgraciadamente la base militar es atacada por un grupo terrorista. Durante la huída la pócima se pierde y es encontrada por una niña llamada Ting Ting, pero accidentalmente su mascota, que es una serpiente (¡!), es afectada por la pócima lo que provoca que el bichito crezca desmesuradamente y comience a atacar todo lo que encuentra a su paso.

King of Snake (1984) ofrece suficientes elementos para cumplir nuestras ansias de delirio. Se trata de un film de marcados y llamativos contrastes contando por un lado con la protagonista infantil que entabla amistad con una serpiente cada vez más agigantada y que comparte simpáticos momentos de juegos entre cancioncillas tiernas y ñoñas. Este tramo bastante sonrojante contrasta con la trama de espionaje repleta de científicos y militares donde abundan tiroteos y diversos momentos sanguinolentos. Todo un choque, sin duda. El film no abandona cierto caos narrativo con una proliferación de personajes muy similares entre si y que lleva a confusión amen de algunas escenas donde el nivel de efectos especiales es más bien bajo, con el muñecote de la serpiente comunicándose con la niña Ting Ting. Es bien curioso además que la serpiente se llame "Moslar" y que fonéticamente sea muy parecido a "Mosura", el nombre japonés de la polilla gigante Mothra. No es la única similitud con la mariposa nipona ya que de entre los momentos de stock footage robados de otras producciones y utilizados en King of Snake he podido detectar algún momento de la original Mothra (1961) de Ishiro Honda. Como apunte, uno de los personajes principales es interpretado por Danny Lee, cinco años antes de triunfar con el clásico The Killer (1989) de John Woo.

Los científicos de turno idean una pócima que aumenta el crecimiento de plantas y animales. Mala cosa.

Tras un ataque terrorista la pócima acaba afectando a Moslar, la serpiente mascota de una niña.

La serpiente cada vez está más crecidita pero eso no afecta a la pura amistad de los dos.

Los terroristas secuestran a la niña y la serpiente acude al rescate cundiendo el caos.

Pierre Kirby en Thunder of Gigantic Serpent (1987)
Donde el film encuentra sus mejores momentos es en su tramo final donde la serpiente ya de proporciones godzillianas acude al rescate de su pequeña amiga, secuestrada por los malos de turno, destrozando más y más maquetas. Momentos de destrucción que encuentran algunos hallazgos interesantes y espectaculares como esas sobreimpresiones de la descomunal serpiente con la población aterrada. Finalmente, la serpiente se enrollará en un rascacielos donde encontrará su trágico final. El film suma más momentos delirantes como el hecho de utilizar sin ninguna vergüenza bandas sonoras de otros films como la inmortal sintonía del Terminator de James Cameron o el "Jill's Theme" de Ennio Morricone utilizado en Hasta que llegó su hora (1968) para remarcar el dramatismo de los momentos finales del film. Así King of Snake (1984) resulta una hilarante producción taiwanesa con monstruo gigante en el que supone una insólita mezcla de cine infantil con una niña que se hace más insufrible a medida que avanza el metraje, acción con tiroteos, científicos, efectos especiales sonrojantes, caos narrativo y un muy correcto tramo final de destrucción. El film tampoco abandona el giro final trágico con el monstruo siendo tratado como una víctima más dentro del egoísmo humano y hace una advertencia (aunque algo forzada) del peligro de los avances científicos. Un film definitivamente apreciable a pesar de su carácter muy B (casi Z).

El film fue objeto de un remontaje en 1987 titulado Thunder of Gigantic Serpent, donde se aprovechaban un buen número de escenas de King of Snake. Este nuevo montaje, realizado expresamente con miras para una distribución internacional fue distribuída por Joseph Lai e introdujo a actores occidentales potenciando las escenas de acción y de disparos. Para ello se valió de la participación de Pierre Kirby, habitual de subproductos de ninjas en "clásicos" del género como Full Metal Ninja (1988) o Zombie vs Ninja (1989). En el film, Kirby interpreta a Ted Fast, hombre de gatillo fácil, a la búsqueda del malvado Solomon (terrorista extranjero a la búsqueda de la consabida pócima) y quien nos deleita con algunos momentos de artes marciales. El film pese a condensar de una manera más simple y efectiva la trama ya vista en King of Snake si que peca de una proliferación de momentos de acción encadenados uno detrás de otro porque sí, olvidando en buena parte del metraje a la simpática serpiente gigante "Moslar". Un remontaje igual de divertido, lleno de momentos involuntariamente cómicos y que cuenta con una nueva banda sonora (eliminando lógicamente los insertos de Morricone y Terminator) y suficientes momentos de acción para satisfacer al fan. Tras la realización de este remontaje se encuentra un experto en el tema como Godfrey Ho, muy dado a comprar subproductos baratos y remontarlos para así crear una nueva película de venta fácil a lo largo de oriente y occidente.


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