CRÍTICAS PELÍCULAS

jueves, 29 de octubre de 2020

MYSTICS IN BALI (1981)


El cine de terror oriental destaca por su capacidad de sorpresa beneficiándose por utilizar toda una serie de leyendas y folklore tradicional de carácter local que a nosotros nos resulta inédito y desconocido. Empezando por la mujer fantasma y vengativa de los cuentos tradicionales de horror japoneses y que impresionaron al público de todo el mundo con su culminación como personaje en The Ring (1998). Similar apreciación se puede encontrar en el cine de terror de Indonesia y más concretamente en el bizarro subgénero de las cabezas voladoras. 

Mystics in Bali (1981) o Leák, supone uno de los primeros éxitos internacionales del horror indonesio. Hasta entonces el cine del país, aún contando con presencia de cine de género, estaba fuertemente influenciado por Bollywood por lo que era común encontrarse con musicales o romances más grandes que la vida. Con Mystics in Bali se quiso aprovechar el éxito que por aquel entonces estaba teniendo en Tailandia el cine de terror de cabezas voladoras además de echar mano de una leyenda tradicional envuelto de magia negra en el que una criatura en forma de cabeza de mujer (con sus órganos colgando) se dedicaba a asaltar por la noche a mujeres embarazadas para alimentarse de su sangre y succionar el feto de su interior. Terrorífico. Este folklore es recogido por el film con resultados muy locos. Mystics in Bali está dirigido por H. Tjut Djalil, quien acostumbraba a imbuir en sus films de una estética más occidental tanto en el cast como en el estilo narrativo de la película. Djalil también es el perpetrador de esa genialidad llamada Lady Terminator (1989). 

Mystics in Bali está basada a su vez en una novela de Putra Mada y cuenta la historia de una mujer americana llamada Cathy, quien tiene un novio indonesio, y que además se muestra muy interesada en todos los misterios de la magia negra de Bali, una de las islas que pertenecen a Indonesia. Cathy comienza a investigar sobre "Leák", la magia negra más potente del lugar pero su curiosidad la acabará por afectar con terroríficos resultados. Una vieja "chamana" la convierte en una cabeza voladora que devora fetos por las noches. Este plan vacacional no se lo esperaba.

Hay que echarle morro al asunto.
Como apuntaba, el film tiene cierto estilo occidental aún estar basado en elementos muy localistas. La pareja protagonista, por ejemplo. Cathy está interpretada por Ilona Agathe Bastian, una muchacha con más bien nula experiencia en el cine. Y es que Bastian no era más que una turista alemana que fue convencida por el director de casting de la película para participar en ella. Bonita historia. Su partenaire masculino es Yos Santo, actor indonesio pero con ciertos rasgos algo más occidentales y que lo pudimos ver en films como The Devil's Sword (1984) o The Warrior and the Blind Swordsman (1983). Mystics in Bali funciona como experiencia alucinógena, oscura y especialmente bizarra por su uso del terror entre otros elementos inesperados. Esa criatura tan extraña, esa cabeza femenina (con sus intestinos y demás órganos internos "colganderos") provoca momentos inolvidables por su desvergüenza a la hora de mostrar "al bicho" como también por sus efectos especiales. Resulta realmente perturbador momentos como esa visita nocturna de la cabeza voladora a una cabaña donde reposa una mujer embarazada y es atacada siendo succionado su feto. El film, además, resulta todo un muestrario de magia negra con una anciana bruja que protagoniza enfrentamientos mágicos con rayos y luces de colores. Los momentos extraños no dejan de asaltar nuestros ojos ya desde esos créditos iniciales con la bruja del film bailando de forma maniáca frente al espectador con una música del diablo hasta llegar a esa bizarra pero cruda transformación en un cerdo. Súmale los enfrentamientos mágicos entre los personajes y que acaban por coronar todos estos momentos sorprendentes para la vista. Todo está derivado, sin duda, del folklore indonesio pero resulta realmente sorprendente y perturbador para ojos occidentales por lo inédito del asunto.
La pizpireta Cathy está muy interesada en la magia negra local.

Su encuentro con una "chamán" la cambiará para siempre.

Tanto que la convierte en una cabeza voladora vampírica. ¿A que no lo esperabais?

Le succiona el feto a una pueblerina embarazada. Creo que le dejará mal sabor de boca a Cathy por la mañana.

Más momentos alucinógenos. Transformaciones animales.

Y enfrentamientos mágicos.

Mystics in Bali ofrece un envoltorio de paupérrima factura técnica y visual pero hay que valorarle ciertos detalles. Su visionado te embarga de una sensación inquietante, oscura y bizarra por los elementos antes mencionados derivado de las criaturas y los sortilegios de magia negra presentados. Pese a estos elementos llamativos, el ritmo y montaje del film no ayuda a que el espectador aguante el sueño siendo algo difícil llegar hasta el final con el mismo interés. Podemos destacar la banda sonora de Gatot Sudarto siendo ésta muy atmosférica y que ayuda a meterse en el terreno fantasmagórico del film. 

Un film curioso que gozó de éxito en su país, abriendo una beda para el género de horror en Indonesia además de cierta apertura internacional como es el caso de Estados Unidos. Las películas de cabezas voladoras siguieron invadiendo los cines del país en los años venideros teniendo ejemplos como The Witch with Flying Head (1982). Un género la mar de curioso por sus características. Al parecer, existe una versión extendida de 2 horas de Mystics in Bali (siendo la versión llegada a los cines de unos 80 minutos), aunque no he encontrado muchos datos al respecto.

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