CRÍTICAS PELÍCULAS

viernes, 30 de mayo de 2025

TOMIE (1998)


De la mente de Junji Ito han salido algunos de los horrores más surrealistas e inquietantes que se hayan plasmado en el manga. Influenciado por la obra de Kazuo Umezu o Hideshi Hino, las creaciones de Junji Ito han obtenido un éxito sin precedentes, especialmente en estos últimos años en nuestro país, España, con su obra siendo editada prácticamente al completo.

Aún a pesar de que algunas de sus historias han sido adaptadas al formato cine, la experiencia nos demuestra que su obra es difícil de traducir al formato cinematográfico. Uzumaki (2000) es un filme al que le tengo especial cariño aunque si bien lo mostrado en la película no se tornaba tan abstracto y grotesco como el manga de Ito. Muy cercana en el tiempo tenemos a Tomie (1998), la adaptación fílmica de su primer gran éxito y que dio lugar a una interminable saga de películas con la pobre muchacha demoníaca del titulo siendo asesinada una y otra vez de todas las maneras posibles.

Después de un trauma en su pasado que ha sido reprimido, Tsukiko está tratando de recuperar sus recuerdos con la ayuda de una psiquiatra. Durante sus sesiones de hipnosis repite el nombre de "Tomie", pero es incapaz de recordar su origen. Mientras tanto, un detective de la policía está investigando una serie de asesinatos brutales, que tienen un punto en común: el nombre "Tomie"...


La primera Tomie es un trabajo arriesgado y que se estrenó en un momento propicio con el huracán Ringu (1998) devorándolo todo a su paso. El filme está planteado como una secuela directa del manga encontrándonos con los mismos personajes años después (en el manga la historia estaba ambientada en el ámbito escolar), con nuevos asesinatos aterrorizando el barrio. Su director, Ataru Oikawa, quien también guioniza el filme, plantea un ritmo y atmósfera al filme remarcable y muy interesante ya que evita los golpes de efecto, las explosiones hemoglobínicas para en su lugar construir un tempo inquietante, con el terror poco a poco empapando al espectador tomando únicamente como base los escenarios, la iluminación y el sonido. Un estilo verdaderamente interesante y con planos precisos. Para ejemplo esas calles, de una fotografía casi apocalíptica, vacías de gente. Para añadir más interés a la trama se introduce una investigación policial, con un excéntrico detective tratando de encontrar su particular “ballena blanca” en Tomie además de seguir el drama de Tsukiko y su búsqueda de recuerdos, cuya terrible vivencia del pasado ha quedado enterrada por su mente.

Pero sin duda, resulta fascinante la interpretación de Miho Kanno con una Tomie siniestra y terrorífica y que además tarda en salir en pantalla hasta muy bien entrado el metraje. Que Tomie, sea una especie de demonio femenino perpetuo e inmortal y cuya presencia hace enloquecer a los hombres hasta que acaban asesinándola es una excusa perfecta para hablar de violencia de género, el trato de la mujer en la sociedad japonesa entre otros aspectos sociales del país.

El problema del filme es que si bien, todos los valores anteriormente comentados funcionan bastante bien a lo largo del metraje éste acaba resultando en exceso insípido, dando la promesa de que algo finalmente va a pasar sin que nada verdaderamente acabe por ocurrir. Este es el mayor handicap de un filme muy interesante en ideas (la resurrección de Tomie, que cada una de sus partes desmembradas pueda dar lugar a una nueva Tomie...) pero que no acaba por explotar del todo. Si bien, Tomie se aparta de lo que el J-Horror estaba realizando esos años con multitud de fantasmas melenudas dando sustos una y otra vez a los espectadores por ofrecer un horror a fuego lento, una inquietud constante a baja revolución, a medio camino con lo que exponía Kiyoshi Kurosawa en Cure (1997), siendo un filme interesante y a tener en cuenta.

Su éxito propició una interminable saga, donde podemos recomendar la simpática Tomie: Another Face (1999), destinada al mercado del video. Tomie: Replay (2000) se convertía en un tren de la bruja multiplicando al cubo las explosiones hemoglobínicas y las transformaciones grotescas. Takashi Shimizu realizó una aproximación muy personal al personaje en Tomie: Re-Birth (2001) y Shun Nakahara optó por explotar el componente erótico de la historia en la correcta Tomie: Forbidden Fruit (2002). A partir de aquí, sin mucho a comentar, aunque siempre me ha parecido muy divertida la versión realizada por Noboru Iguchi; Tomie: Unlimited (2011).

miércoles, 21 de mayo de 2025

PORTLAND STREET BLUES (1998)


Los spin off de la saga mafiosa Young and Dangerous son de lo más recomendables y sorprendentemente disfrutables. Tuvimos precuela, películas dedicadas a Tai Fei, el estrambótico personaje interpretado por Anthony Wong o sobre Chicken (Those were the days). Portland Street Blues (1998) está dedicada a “La hermana 13”, una de las jefas de las tríadas de Hung Hing.

El filme relata el ascenso en el mundo criminal de la Hermana 13 hasta convertirse en una de las jefas de la sociedad, en un ambiente dominado por los hombres.

Estrenada el 21 de febrero de 1998, y dirigida por Raymond Yip (quien tambien dirigió Those were the days), Portland Street Blues acierta, de nuevo, en la plasmación de un personaje que era muy secundario en la saga Young and Dangerous, pero que es adecuadamente profundizado en la presente película, explorando no solamente su personalidad, el correcto tratamiento de su bisexualidad sino además la dualidad que provoca ser un jefe de la mafia el cual debe tomar decisiones crueles y difíciles con mucha frialdad. Un mundo frío e implacable donde no hay cabida para el amor, el cariño y la bondad. Así, gran parte del filme se rodea de esa alma trágica con un personaje realizando un camino del héroe difícil y lleno de obstáculos.


Pero no solamente tenemos una historia de ascenso en el mundo de la mafia, sino que el filme explora el pasado de su personaje principal aprovechando para hablar de la aceptación de uno mismo, de sexualidad así como de tratar de sobrevivir en un mundo dominado por lo masculino. Temas, interesantes, bien tratados gracias a un guión notable, siendo temas, además, inusualmente tratados en el resto de la saga. De entre el largo tramo centrado en el pasado de la hermana 13 destaca ese en donde la cinta parece detenerse, con los personajes realizando un exilio durante un tiempo. Son momentos plácidos, de recogimiento, plasmados de cierto halo melancólico que resultan destacables y una película en sí misma. Momentos previos que preparan a la particular heroína de la cinta para afrontar su destino en el mundo de la mafia. 

Además, se continua enlazando de manera soberbia todos los recovecos de la saga y es que además se nos muestra la particular relación de fascinación de la hermana 13 con Ben Hon (Yeung-Ming Wan). Relación la cual acabará profundizándose en futuras entregas y que acabará en boda, tal y como vemos en la muy notable Those were the days (2000).

Portland Street Blues cimenta en la franquicia el aire trágico, casi nihilista de sus personajes siendo una excelente muestra de ampliación del universo de una saga con buen hacer, que no abandona los cameos de personajes de otras películas (Shu Qi o Ekin Cheng aparecen, por ejemplo) acertando con este mix entre drama intimista y acción criminal. Sandra Ng, en su excelente interpretación de la hermana 13, se vio recompensada con los premios a "Mejor Actriz" en los 18th Hong Kong Film Awards además de en los 35th Golden Horse Awards. Además, Shu Qi también ganó el galardón a "Mejor actriz de reparto" en los 18th Hong Kong Film Awards.

viernes, 16 de mayo de 2025

ULTRA Q: DARK FANTASY (2004)


Ultra Q (1966) es un clásico absoluto de la televisión japonesa y una de las aportaciones televisivas al mundo del fantástico y la ciencia ficción más refrescantes e imaginativas de la época. Ésta no tuvo continuidad hasta la llegada de un largometraje para cines; Ultra Q: Legend of the Stars (1990) de Akio Jissoji. No fue hasta 2004 que se decidió realizar una nueva serie para televisión que retomara el concepto. Así llegó Ultra Q: Dark Fantasy.

El germen de la serie vino influida por el fervor que el J-Horror estaba viviendo desde finales de los 90 gracias al estreno de Ringu (1998) queriendo llevar la presente serie hacia ese sabor de pequeñas historias de terror veraniego, añadiendo las clásicas tramas de extraterrestres, monstruos y demás fenómenos extraños. Por desgracia, el delicado estado económico en 2004 de Tsuburaya Productions no permitió que la nueva Ultra Q tuviera un presupuesto muy holgado, siendo éste bastante bajo. Además, el carácter más adulto de la propuesta la llevó a ser emitida en un horario nocturno. Con 26 episodios emitidos entre el 7 de abril y el 29 de septiembre de 2004, Ultra Q: Dark Fantasy no levantó excesivas pasiones durante su emisión, a diferencia de la serie de 1966, obteniendo unas pobres audiencias de un 1% o un 2% de audiencia (las comparaciones son odiosas, pero nada comparado al más del 30% de la Ultra Q original).

La serie, como en la original sigue a un trío de investigadores (un periodista, una fotógrafa y un científico excéntrico) que episodio a episodio se enfrentarán a diversos casos paranormales. Entrando en materia, Ultra Q: Dark Fantasy es una serie a tener en cuenta y que resulta bastante disfrutable. Sin duda, lo mejor que se puede decir de ella es su enorme variedad tematica. Cada episodio es diferente del anterior tanto en premisas como en tono. Este hecho es peligroso y resulta el talón de aquiles de la serie por la irregularidad de calidad que provoca. Y es que ya podemos estar viendo un episodio de puro terror como al siguiente encontrarte con uno entregado al humor más absurdo y cartoon. Sin duda, es una mezcla algo desconcertante. 


Dancing Garagon (ep 1)
Resulta, además, sorprendente que la serie se entregue más a episodios centrados en casos paranormales o historias cercanas al terror siendo las tramas con monstruo gigante (el ADN puro de la original del 66) reducidas al mínimo. Este aspecto, sin duda, un efecto colateral de la moda del J-Horror de aquellos primeros años del nuevo milenio, la hace emparentar con los acercamientos al terror por parte de Tsuburaya en Operation: Mistery! (1968) o Unbalance: Horror Theatre (1973). Así, los episodios que proponen un acercamiento al kaiju eiga, paradójicamente, no resultan los más acertados del ciclo, tales como la dupla de capítulos protagonizados por el monstruo Garagon (todo un homenaje al mítico Garamon de Ultra Q) en Dancing Garagon (ep 1) y Gara Q’s revenge (ep 16) siendo un doblete con un humor discutible y una plasmación en pantalla del monstruo algo deficiente.

Como comento, en cuanto la serie se suelta la melena y propone originales y sorprendentes historias de ciencia ficción y terror, ésta se hace muy disfrutable. Es notable la participación del gran Shusuke Kaneko (trilogía Gamera de los 90) en dos episodios de la serie. Who are you? (ep 3) resulta una obra intrigante, bizarra y muy misteriosa beneficiada por un guión sorprendente y lleno de giros. Un hombre se despierta en su habitación, todo parece diferente, y al cortar el pelo a un cliente cree reconocer a un amigo de la infancia pero... ¿no murió cuando eran pequeños?

Kiara (ep 7)

Aún mejor es Kiara (ep 7). Ambiguo, inquietante y de estilo visual portentoso con saltos de continuidad mezclados entre momentos truculentos. Todo ello enmarcado en un contexto de jazz con un fracasado, ex alcohólico, en el paro y que busca cumplir su sueño de ser bajista de jazz, hasta que una noche está a punto de atropellar a una joven misteriosa. ¿Se trata de un ángel capaz de hacerle cumplir sus deseos más ocultos? ¿Es el mismo ángel que creyó ver su admirado bajista Buster Kirkland, encerrado en una institución mental tras una misteriosa aparición en un concierto? ¿Es un ángel salvador de almas agobiadas por el modo de vida social japonés o es un ángel de la muerte que, acompañada de almas torturadas, se aprovecha de la situación y busca víctimas? Grandes momentos el de este singular episodio y que incluso se atreve a hablar sutilmente de la pederastia. Para muestra ese gran momento con Kiara mostrando su verdadero ser y atrapando al pobre Sakaguchi. Fundido a negro. A la mañana siguiente los dos descansan en la cama... Sin duda, un episodio de lo más singular, arriesgado y brillante. Arisa Nakamura, quien interpreta a Kiara, al año siguiente aparecería en Snake Girl (2005) y 8 años más tarde protagonizaría Zombie Ass (2012), ambas de Noboru Iguchi.

The Eyes of the Totem (ep 11)
A destacar las aportaciones que hace la serie hacia el J-Horror con notables historias inquietantes, caso de The Puzzle Woman (ep 4). Aquí un joven recibe un puzzle el cual esconde la imagen de una mujer, a medida que lo vaya realizando dicha fémina, en forma de espíritu sin cabeza irá atormentándole. Terror con un agradecido punto triste y melancólico. Lily and Lili (ep 14) es una revisión de The Dream Child (ep 22 de la Ultra Q original), reactualizando dicha historia añadiéndole un barniz científico con un padre realizando extraños experimentos con drogas a su pequeña hija (turbio) lo que provoca el desdoblamiento del alma de la pequeña en una entidad maligna.

Muy cercano al terror tecnológico fantasmal de aquellos años, The Front of the Behind (ep 18) presenta una web extraña que crea adicción a internautas y tras una llamada siniestra a su móvil estos serán asesinados por una presencia maléfica. Si bien, el tono de terror puro se va diluyendo hacia un drama sobre abusos en la infancia. Mejor resulta The Quiet End (ep 20). Muy curioso episodio con unos experimentos científicos que buscan la perfección genética del ser humano. Tras las desapariciones de los doctores parece estar detrás cierta criatura artificial. Uno de los personajes está interpretado por Yusuke Kirishima, quien en ese mismo año sería Jun Himeya en Ultraman Nexus.

Aún hay grandes aportaciones al terror como el que hace The Eyes of the Totem (ep 11). El clásico “cuidado con lo que deseas” con un tótem que concede deseos llegando a las manos de una adolescente en plena edad del pavo. Tras un primer deseo muy banal para conseguir el amor de un compañero de clase, la historia va tornándose muy turbia e inquietante con la pobre muchacha sufriendo las consecuencias físicas de sus deseos.

Love Through a Lens (ep 19)
Pero la serie no se queda únicamente en el terror, en una muestra de la enorme permeablidad del concepto, Ultra Q: Dark Fantasy propone gemas que se salen del molde y que resultan ser toda una sorpresa. Caso de The Shining Ship (ep 15), un muy singular episodio que ni cuenta con la aparición del trío protagonista de la serie y que presenta a dos perdedores que tratan de hacer navegar un barco de madera, si lo consiguen su vida dará un vuelco. Rodeado de un halo de realismo mágico y con un giro final resultón, es un capítulo notable.

The Town Beauty (ep 17) no parece corresponderse con el general tono de la serie en una historia amable, romántica y llena de buenas intenciones. Aquí un aburrido salary man, sin nadie en el mundo, se enamora de una camarera de un ramen shop y que resultará ser una androide. Siguiendo en esta línea apacible, destaca Love Through a Lens (ep 19). Una maravilla y uno de los mejores episodios de la serie. Tierno y sensible presenta a un joven fotógrafo que utilizando la cámara de fotos de su abuelo ya fallecido ve a través de la lente a una joven de 1945 con la que además puede interactuar. El amor nacerá entre los dos. Con un guión muy bien escrito y que implementa hábilmente las parábolas temporales y el marco histórico con el joven queriendo evitar la muerte de la chica por los bombardeos de Tokyo de 1945 es una pequeña gema.

Alice in the 365-Degree World (ep 23)
Masahiro Yamada, reactualiza Kanegon’s Cocoon (ep 15 de Ultra Q) en Kagoneh’s Shining Road (ep 22). Una muy sorprendente nueva versión del episodio clásico de 1966, de tono muy divertido, brillante y colorido, con una deliciosa estética y música que imita el look de los años 60. Además atreviéndose a experimentar como esa apertura en blanco y negro y que imita una especie de sitcom. Alice in the 365-Degree World (ep 23), es tremendamente sorprendente e interesantísimo con una trama cerebral y hardcore sobre dimensiones paralelas en un episodio de fotografía espectacular y con estimulantes referencias al clásico Alicia en el país de las maravillas. Además, con el protagonismo de Ai Maeda (Ayana en Gamera 3: La venganza de Iris).

Kagoneh’s Shining Road (ep 22)

Darkness (ep 25)
Pero nos hemos dejado lo mejor para el final y es que Ultra Q: Dark Fantasy cuenta además con la colaboración del maestro Akio Jissoji (director esencial de Ultraman y Ultraseven) en la dirección de 2 episodios magistrales. Hitogata (ep 24) adapta una historia de Edogawa Rampo (Jissoji era un apasionado de dicho escritor) en un capítulo de puro horror, escabroso y agobiante y que sigue la progresiva locura de una especie de filósofo y su obsesión con una muñeca que encuentra en la calle junto a un cadáver. Todavía mejor (si eso es posible) es Darkness (ep 25). Situado en un solo escenario plasma la grabación, en tiempo real, de un especial de televisión en una vieja casa habitada por fantasmas. Excelentemente bien rodado y fotografiado contiene además algunas de las imágenes más aterradores de esta serie. Con el poco presupuesto disponible resulta todavía más increíble la capacidad de Jissoji para crear estampas visuales tan extraordinarias para la televisión.

The Door to Nothingness (ep 26)
Y así, la serie finaliza con el interesante The Door to Nothingness (ep 26), el cual mediante una justificada estética manga cuenta el ataque unos extraterrestres que pretenden robar la imaginación de los seres humanos para sumir la Tierra en el caos. Abordar ideas tales como la importancia del poder de la imaginación para mejorar nuestro mundo y los problemas derivados de la ausencia de ella se complementan con un colofón kaiju, con el alien (que homenajea al Kemur de Ultra Q) de proporciones colosales y con los personajes derrotándolo. Un notable final, lleno de guiños a la Ultra Q original o a la misma serie (el ep. 1 se está emitiendo en una TV o el disco de vinilo del episodio de Kiara se puede ver en un estante) y que hace acabar la presente Dark Fantasy con una sonrisa.

Pese a sus enormes limitaciones presupuestarias, bien visibles a lo largo de la serie, tanto en imagen, recursos o usos infográficos. Pese a su irregularidad de tonos y que hacen de su visionado una montaña con muchas subidas y bajadas. Ultra Q: Dark Fantasy (2004) es en general bien disfrutable, un estimulante pasatiempo veraniego con terror en ocasiones inocentón. Sorprendente y libre en su forma de proponer múltiples episodios que te llevan por caminos inesperados, se trata de un trabajo refrescante aun con sus limitaciones y que además premia al fan de la franquicia recuperando a titanes clásicos como Akio Jissoji o guionistas como Shozo Uehara.

El concepto Ultra Q volvería en 2013 con la discreta Neo Ultra Q. Si bien, en las nuevas ultraseries no se han olvidado de Ultra Q y nos encontramos con numerosos homenajes a la misma cada año desde el episodio 20 de Ultraman Decker (2022) o en el maravilloso episodio 9 de Ultraman Blazar (2023).

Frente a las puertas de Tsuburaya Productions (2004)

jueves, 24 de abril de 2025

THOSE WERE THE DAYS (2000)


La saga Young and Dangerous da para mucho y los productores de la franquicia, ni cortos ni perezosos, arremetieron con una serie de spin off's y precuelas para complementar el universo mafioso de la saga. Como he comentado anteriormente en el blog, dichos spin off's son incluso mejores que las entregas de la saga madre por su general tono directo y crudo además de acabar de rodear a los personajes de un aire trágico y casi nihilista. Ya analizamos la muy notable Young and Dangerous: The Prequel (1998), pero es que ahora toca una de las joyas de la corona; Those Were the Days (2000), spin off centrado en el mejor personaje del universo Young and Dangerous: Chicken.

El filme funciona como precuela a la vez de spin off y cuenta tanto la infancia como adolescencia de Chicken hasta que se une a la mafia de Hung Hing. Todo ello conectado con el romance que mantiene el joven junto a Gee, su vecina. Una muchacha responsable y aplicada que parece no encajar en tan desesperanzador barrio. Chicken se enfrentará a un gran problema y es que Gee odia todo lo relacionado con las tríadas ya que su padre se unió al grupo criminal años atrás.


Estrenada el 31 de marzo del año 2000, Those Were the Days narra todas las vicisitudes y dificultades del pendenciero y juerguista de Chicken. La cinta resulta verdaderamente notable, principalmente por rodear a su personaje definitivamente de un halo trágico y fatalista que sienta de fábula a toda la producción, rodeando a sus imágenes de un aura melancólica muy acertada. Es de recibo advertir que la presente Those Were the Days explota más el drama y el romance trágico que no la acción, encontrando un gran equilibrio entre el trasfondo mafioso y el drama humano intimista. Y es que el nexo principal en la trama es el gran amor de Chicken con Gee y como este va dando tumbos a lo largo de los años. De nuevo, la representación de los barrios donde conviven los protagonistas, siendo de lo más bajo de la moderna Hong Kong, resulta excelente. 

En ese sentido destaca el trabajo de su director, Wai-Man Yip (quien ya había dirigido en 1998 la muy recomendable Portland Street Blues, el spin off de "La hermana 13") y quien resulta muy hábil a la hora de crear imágenes sugerentes y de gran fuerza, rodeándolas de un aura meláncolica, como de un recuerdo lejano pasado. Destacan momentos tales como Chicken y Gee en la azotea del edificio donde viven (primero como niños y luego como adultos) o esos meses de exilio para Chicken ocultándose en un casa sobre un río, hogar de una pareja de hermanas. Jordan Chan está excelente en el filme y aún interpretando a su personaje en sus años de adolescencia sale airoso y no cae en el ridículo. Destacar además a su compañera de reparto, Gigi Leung, además de cameos de personajes de la saga como Nam, Fatty, la hermana 13 o Tai Fei.

Those Were the Days (2000) explota el drama y el romance en un contexto mafioso siendo una cinta más centrada en las emociones y el desarrollo de personajes que en la acción siendo definitivamente un muy notable homenaje al que es el mejor personaje de la franquicia, coronado además con un tramo final explosivo y que te rompe el alma.

miércoles, 16 de abril de 2025

YOUNG AND DANGEROUS: THE PREQUEL (1998)


El universo de Young and Dangerous no se quedó en la saga madre formada por 6 entregas, realizadas entre 1996 y el año 2000, sino que animados por el gran éxito en taquilla de la saga se realizaron toda una seguidilla de spin off entre otros productos que expandieran el mundo mafioso presentado en la serie central de películas.

Estrenada el 5 de junio de 1998, Young and Dangerous: The Prequel (1998), cuenta las andanzas de la tropa de protagonistas de Young and Dangerous en sus años adolescentes, momento en el que hacen sus primeros contactos en el mundo criminal y las tríadas para lo que empiezan a trabajar para el que sería su primer gran jefe y referente: Bee.

Como toda la saga, el filme viene dirigido por Andrew Lau y para mi gran sorpresa, Young and Dangerous: The Prequel se erige como una de las mejores entregas sino la mejor, del gran ciclo mafioso "joven y peligroso". Se trata de un filme que recupera el tono sucio, duro y violento que ya se apuntaba en la primera Young and Dangerous (1996), pero llevándolo un paso más allá, cosa que es de agradecer. 

El cast adolescente que interpreta a las versiones juveniles de Nam, Chicken, Fatty... resultan hasta más acertados y "vivos" que las versiones adultas interpretadas por Jordan Chan, Eking Cheng... dotando a sus personajes de una gran simpatía y veracidad. En ese sentido, Nicholas Tse crea un Nam más apreciable, con más matices y que aparece mejor perfilado realizando un camino de crecimiento y madurez interesante. Al igual que Sam Lee, con su particular versión adolescente de Chicken, más inocente, enérgico y más caliente que el palo de un churrero. Como curiosidad, Jordan Chan y Sam Lee fueron co-protagonistas de la comedia Bio-Zombie (1998), estrenada el mismo año y que le añadía aún más cachondeo a la película. El filme, además, cuenta con la presencia de grandes estrellas como Shu Qi o Frankie Ng. Una delicia. Además de cameos de personajes de la saga que nos dan una idea de lo tremendamente bien guionizado de todo este universo mafioso ya que, en un momento accidental, aparece "La hermana 13", justo en un marco temporal que cuadra con un momento de Portland Street Blues (1998), el spin off de dicho personaje.


Resulta muy atractivo el universo social creado en la película presentando un barrio de lo más degradante en donde las posibilidades de futuro son nimias para los jóvenes que malviven allí. La fuerte presencia de las tríadas en el lugar genera una fascinación e idealización hacia el mundo criminal por parte de estos jóvenes y que los llevará a introducirse en bandas siguiendo estos sueños de rápida prosperidad, riqueza y éxito. Por supuesto, el camino no será nada fácil.

El filme resulta notable en esta plasmación social de los barrios pobres de Hong Kong, el uso de la cámara así como del grano en imagen ayudando al directo estilo visual de la cinta, eliminando estilizaciones y ganando en realismo y crudeza. Las escenas de acción también salen ganando y siguiendo el estilo más directo de la cinta éstas no son tanto a disparo limpio habiendo grandes reyertas y peleas a cuchillo o machete.

Young and Dangerous: The Prequel es una notable cinta que recupera las bases más crudas de la franquicia, recuperando bajeza y suciedad, eliminando estilizaciones y explotando aspectos únicamente perfilados en la primera Young and Dangerous y de una manera muy interesante. Toda una sorpresa esta historia, ambientada en los 80, de la odisea de unos pobres chicos con la cabeza llena de sueños para prosperar en el peligroso mundo criminal de su barrio.

miércoles, 9 de abril de 2025

LIKE GRAINS OF SAND (1995)



El cine japonés, a lo largo del tiempo, ha tenido una gran capacidad para filtrar las angustias adolescentes por medio del cine. Si en occidente la norma es envolver a la temática teen de una cierta frivolidad, con productos englobados en la comedia zafia y grosera, resulta enriquecedor acercarse a Japón y visionar filmes tan lúcidos como Typhoon Club (1985), Todo sobre Lily (2001), Linda Linda Linda (2005) o Ain’t no Tomorrows (2007), por citar algunos ejemplos.

Por otro lado, el cine nipón es un pozo sin fondo a la hora de descubrir directores o filmografías y así ha sido mi sorpresa al encontrarme con un filme como Like Grains of Sand (1995), de Ryosuke Hashiguchi, la cual logra adentrarse con gran habilidad en la temática adolescente y sus angustias vitales.

En el filme seguimos a un grupo de adolescentes que se desean, aunque ninguno de ellos sea correspondido. Ito es un chico que está perdidamente enamorado de su mejor amigo, Yoshida, y este a su vez cae rendido ante Aihara, una chica un tanto extraña que a su vez se siente atraída por Ito.


Like Grains of Sand
se vale de una narración coral con diversos personajes, compañeros de clase y que les une o bien la amistad o el interés amoroso entre ellos y las consecuencias de ello. Ya hemos mencionado en la sinopsis el triángulo principal formado por Ito, Yoshida y Aihara pero hemos de añadir a Shimizu, responsable tutora de la clase y que vive engañada en una supuesta relación con Yoshida. O Fujita, amigo de Ito y Yoshida, que quiere conquistar a la chica superficial y atractiva de la clase que a su vez extorsiona a sus compañeros para conseguir dinero... 

Todo este intríngulis amoroso, que en cualquier otra cinta podría haber caído en la banalidad o en la tontería más absoluta (para ejemplo los numerosos live action romanticones para adolescentes que asaltan las pantallas niponas cada año), finalmente resulta en una reflexión totalmente honesta y acertada sobre las confusiones, angustias, soledades o conflictos propios de la edad y el terremoto que supone enfrentarte a tu propia sexualidad. Es una telaraña de personajes que gracias a su narración pausada resulta absorbente en su capacidad para meter al espectador en las vidas de estos adolescentes, cada uno con sus propios problemas. Resulta muy acertado de qué manera se trata la homosexualidad, sincera y especialmente atrevida para tratarse de un filme japonés. En ese sentido, la pareja formada entre Ito y Aihara les lleva a una relación de entendimiento mutuo que resulta conmovedor arrastrando la incomprensión, referentes familiares ausentes y traumas sexuales que ambos cargan encima.

Además, el tratamiento visual de la cinta resulta notable, con un estilo visual de largos planos sin cortes, con largas conversaciones y una fotografía muy cuidada con el sonido ambiental tomando un gran protagonismo (la música apenas tiene presencia). El tercio final resulta excelente por salirse el filme de los espacios cerrados en los que se encuentran los personajes, en las aulas y domicilios, símbolos de represión, para huir hacia el exterior (el pueblo natal de Aihara), hasta llegar a una pequeña playa en donde los personajes se desnudan emocionalmente. 

Like Grains of Sand ha sido toda una sorpresa. Un filme delicado y honesto y que además cuenta con unas interpretaciones de lo más interesantes destacando a Ayumi Hamasaki, como Aihara, (que pocos años después se centraría en su carrera como cantante) y Yoshinori Okada (Kamikaze Girls, I am a Hero) como Ito. Su director, Ryosuke Hashiguchi, fue especialmente premiado por la cinta, destacando "Mejor guion" en los Mainichi Film Concours de 1996, el "Tiger Award" en el Festival internacional de Rotterdam 1996 y consiguiendo el galardón a "Mejor película" en el Torino International Gay & Lesbian Film Festival 1997.


jueves, 27 de marzo de 2025

ULTRA Q: LEGEND FROM THE STARS (1990)


La excelente Ultra Q (1966) vino a ser un maravilloso mix entre un "proto-Expediente X" o  The Twilight Zone con monstruos gigantes. Un antes y un después para la televisión japonesa con un éxito absoluto de audiencia para una serie muy influyente en el país y cuyas enormes virtudes quedaron algo tapadas por la siguiente creación de Tsuburaya Productions: Ultraman.

La serie no tuvo continuidad hasta que a finales de los 80 se intentó impulsar un proyecto para cines por parte de Shusuke Kaneko y Kazunori Ito (más tarde trabajarían juntos en la celebrada trilogía de los 90 de Gamera) que finalmente quedó en nada. La idea original era crear 3 historias independientes protagonizadas por monstruos clásicos de la serie y en formato largometraje. Tras caer dicho proyecto recogió el testigo un viejo conocido como Akio Jissoji. 

Lo hemos hablado asiduamente en el blog. Jissoji dirigió episodios magistrales para Ultraman (1966) y Ultraseven (1967), llenos de vanguardismo, riesgo y crítica social. Algo que explotó todavía más en su carrera cinematográfica como en la trilogía del budista (Mujo/ Mandara/ Poem). Tras su retorno a la ultrafranquicia con el muy recomendable largometraje The Men who Made Ultraman (1989), tomó las riendas de la que sería Ultra Q: Legend from the Stars (1990).


En el filme, tres periodistas investigan unas extrañas muertes donde los cadáveres aparecen rodeados de agua salada y unos extraños orificios en la cabeza. Da la casualidad que las muertes han tenido lugar en emplazamientos naturales y sagrados en donde empresarios querían levantar complejos de ocio. Poco después, un compañero de nuestros protagonistas, Hamano, desaparecerá en plena investigación. Su búsqueda adentrará a nuestros protagonistas en un mundo de leyendas y el descubrimiento de un misterioso clan alienígena que parece que aterrizaron en nuestro planeta siglos atrás.

Ultra Q: Legend from the Stars
es un filme fascinante y verdaderamente interesante. Un trabajo ambicioso en sus ideas, como no podría ser de otra manera viniendo de su director y que trata de aunar la ciencia ficción más cerebral y sesuda con el pasado tradicional de Japón habitado por leyendas y dioses. Sin duda, todas esas pretensiones de tratar de hacer un estudio serio sobre la vinculación entre el folklore milenario de Japón y la visita a la isla de vida extraterrestre mediante las referencias a ello en la historia de Urashima Taro o la princesa Kaguya y las consecuencias o vestigios de ello en el presente de Japón, resultan sobresalientes. Por supuesto, muchas de las obsesiones habituales de Akio Jissoji están presentes como es la crítica social, el maltrato hacia la naturaleza del ser humano, las ansias de poder y la preservación de lo tradicional y natural frente a la modernidad.

Toda la trama está vehiculada a través de una investigación periodística que trata de esclarecer diversas muertes extrañas en lugares sagrados. Dicha investigación y este es el elemento que más se resiente en el filme, viene con muchas subidas y bajadas de interés con tramos densos y muy dialogados que lanzan sin ton ni son cientos de referencias a leyendas tradicionales del país. Si bien, todo está perfectamente compensado con el portentoso estilo visual de Jissoji, sin duda, realmente magistral con planos desde lugares insólitos o imprevistos, angulaciones extrañas, planos naturocentristas y un uso elegante y excelente del travelling.


Todo ello logra reforzar una atmósfera de ensoñación y extrañeza a todos los actos del filme, especialmente a la hora de contar esa civilización extraterrestre que llegó a Japón hace siglos y cuyos descendientes en el presente desean abandonar ahora el país, horrorizados por los maltratos del ser humano hacia la naturaleza y que desean escapar hacia un edén eterno. Por supuesto, la vinculación con el genero kaiju no se pierde, presentando a una deidad guardiana en la forma de un monstruo gigante llamado Nagira (con el rugido de Biollante), que los alienígenas invocarán para que destroze las poblaciones susceptibles de ser pasto de los codiciosos empresarios. El monstruo protagoniza un par de momentos de destrucción, nocturnos, de notable fuerza.

Ultra Q: Legend from the Stars
, es toda una notable muestra de sci fi cerebral y cósmica que logra con éxito una trama de alienígenas misteriosos (esa extraterrestre que parece sacada de Metrópolis por su similitud a la Maria del filme) estableciendo un vinculo entre ellos y las bases de construcción del país. Este mix se adelanta unos años a lo que realizarían precisamente Kaneko e Ito en la trilogía Gamera de los 90. Aunque el ritmo se resienta en algunos tramos el filme se ve compensado por un estilo visual de gran fuerza y secuencias estupendas destacando el magistral clímax final con el ataque final de la bestia Nagira y el despegue de la nave espacial extraterrestre hacia un edén eterno. Un momento lleno de fuerza.

Como curiosidad, los nombres de los 3 periodistas, Jun, Ippei y Yuriko son los mismos que en la serie clásica de 1966. Y por otro lado, el trágico y misterioso personaje de Mayumi, viene interpretado por Mio Takaki, quien 6 años más tarde interpretaría a la capitana Iruma en Ultraman Tiga (1996). Destacaremos asimismo a Toshio Shiba, quien interpreta a Jun, y que aparecía en la alucinógena entrega de Godzilla; Hedorah, la burbuja tóxica (1971). Por otro lado, los 5 minutos iniciales de Ultra Q: Legend from the Stars son un regalo para el fan de Ultraman ya que aparecen multitud de cameos de actores como Susumu Kurobe o Akiji Kobayashi.

Por último señalar que la propuesta del presente filme me ha recordado poderosamente en tono a la muy notable August in the Water (1995) de Sogo Ishii y que también venía a ser una especie de modernización new age de Ultra Q.