Pese a las cada vez mayores pasiones que despierta su figura, he llegado algo tarde a Quentin Dupieux. Tras ver la discreta Au Poste! (2018) y la genial Mandíbulas (2020) me enfrento, de nuevo, al loco mundo del galo con Fumer fais Tousser (2022).
Fumer fais Tousser ganó rápidamente mis simpatías con su loco homenaje a las series tokusatsu japonesas, todas esas series de efectos especiales protagonizadas por superhéroes imposibles pasando de Ultraman a Kamen Rider o los Super Sentai. En ese sentido los 10 primeros minutos de la cinta son una absoluta delicia delirante con el citado súper equipo, la Patrulla del Tabaco, liandose a enviar gases varios contra una tortuga terrorífica hasta hacerla explotar en mil pedazos.
El retiro que dicho equipo realiza para aprender a reforzar su unidad como grupo sirve para que Dupieux sorprenda con una estructura episódica, optando por una película de episodios a cada cual más absurdo e hilarante, pasando por una chica que decide ponerse un casco de pensar... con sangrientos resultados, a una historia contada de boca de una barracuda con un pobre muchacho atrapado en una trituradora como protagonista... Un conjunto que si conectas con el humor de Dupieux resultará irresistible. Ayuda además su acotada duración de apenas 80 minutos y donde tenemos superhéroes imposibles, robots de funcionamiento muy lento a presentar a una rata como líder del equipo y la cual tiene un triunfo absoluto entre las féminas. Muy divertida.
Gran expectación había con la coreana Project Wolf Hunting (2022). El dato de que se habían utilizado 2.500 litros de sangre durante su realización eran sus credenciales. Un dato que despertó los fervores del público asistente en su pase en el Auditori Melià frente a la presencia de su director Kim Hong-Sun y el actor Choi GuyHwa. ¿Cumplió la película las altas expectativas?
Project Wolf Hunting presenta una orgía hemoglobínica constante y en ese sentido es de valorar sus intenciones de ser un producto sin prejuicios, hecha básicamente para el goce del fan de la casquería y los amantes de la fiesta festivalera. La película tiene un primer tramo bien interesante y cargado de cierta tensión ante su premisa como es el transporte de 42 criminales peligrosos en un carguero rumbo a Corea. Su fuga provoca una carnicería en el barco que se hará aún mayor con la aparición de ¡oh sorpresa! ¡Un súper soldado modificado genéticamente!
Pese al enorme fervor provocado entre los asistentes, no puedo decir que la película haya despertado en mí excesivas simpatías, ya que frente al numeroso catálogo de barbaridades sanguinolentas... poco más hay. Ningún personaje obtiene un cierto grado de profundidad, todos los policías son unos inútiles, la teniente que parecía que iba a tener cierto protagonismo acaba por no hacer nada...
La aparición del súper soldado, de un diseño a medio camino entre Tetsuo (1989) y algún horror salido de la mente de Junji Ito, provoca que el ritmo eche el freno de mano esperando ya como única motivación ver cual es la siguiente escena de asesinato bruto... mientras los bostezos empiezan a aparecer. Project Wolf Hunting es una medianamente conseguida fiesta para el fan de la casquería sin prejuicios pero he de decir que la encontré bastante aburrida en general y con una falta de tensión o "gracia" en la plasmación de su bodycount interminable.
Lo estamos viendo. Corea del Sur está teniendo un papel bien destacado en este Festival de Sitges con un nivel por lo general bastante apreciable. Ya echabamos de menos ver de nuevo al gran (en todos los sentidos) Ma Dong-Seok (internacionalmente como Don Lee) y lo tenemos de vuelta con The Roundup (2022), continuación de The Outlaws (2017).
Si The Outlaws ya era un buen entretenimiento, The Roundup logra explotar de manera notable todos los elementos que destacaban de aquella y esto es: un estupendo equilibrio entre comedia y acción además del enorme carisma de un Ma Dong-Seok que vuelve a deleitar al respetable con una exhibición de hostias, mandobles y tullinas con la mano abierta que sonaban como cohetes.
Es de remarcar la evolución, respecto a su precedente, en la plasmación de las escenas de acción encontrando varias set pieces de un gran nivel. La violencia también se ve acrecentada desde en las luchas cuerpo a cuerpo como también en los asesinatos que vemos de parte del villano del filme interpretado de manera inquietante por Yoon Kye-Sang. Parece que uno de los puntos fuertes de esta dupla de filmes son los villanos siendo éstos duros de pelar y de bastante entidad. The Roundup es un caramelo, una fiesta entretenidísima que despertará numerosos aplausos en sus momentos de acción. Una fiesta que ofrece sobradamente las dosis de diversión que se le piden (e incluso más). Por mi, que sigan con esta saga, por favor.
Este año también teníamos en primicia, desde el Festival de Sitges la proyección de Halloween Ends (2022), la despedida del querido y temido asesino Michael Myers. Esta entrega pondría punto y final a esta trilogía que se ha sacado de la manga David Gordon Green compuesta junto a La noche de Halloween (2018) y Halloween Kills (2021). Entregas que a un servidor tampoco es que le estén despertando muchas pasiones con la primera de ellas siendo un decente entretenimiento que venía a contar una historia ya vista en H20 (1998), pero de peor manera, y una aburrida segunda parte con un Myers en modo Terminator y cuya crítica del año pasado podéis leer aquí.
Esta Halloween Ends te sitúa cuatro años después de los acontecimientos de Halloween Kills, Laurie vive con su nieta Allyson y está a punto de terminar de escribir sus memorias. Nadie ha vuelto a ver a Michael Myers desde entonces. Laurie, después de permitir que el espectro de Myers controlara su realidad durante décadas, ha decidido por fin dejar atrás el miedo y la rabia para dedicarse a vivir. Pero cuando acusan a Corey Cunningham de matar al niño al que cuidaba, se desencadena una cascada de violencia que obligará a Laurie a enfrentarse de una vez por todas con una maldad que no puede controlar.
Oriental Paradiso no pudo estar presente en el pase de la película, por lo que mi fiel amigo y compañero Jesús Álvarez (@Mister_Diabolik) nos habla durante unas líneas sobre ella:
"El cierre de la trilogía que David Gordon Green le ha dedicado al mítico personaje de Michael Myers no está gozando, por el momento, del clamor popular. Si bien este capítulo final contiene los sempiternos ingredientes típicos que todos conocemos y esperamos, las sendas por explorar de la sangrienta franquicia parecen ya extintas, y aunque nos ofrece algunos buenos momentos (su inicio, la lengua del DJ...), la sensación de fatiga de todos los personajes, situaciones y lugares comunes son más que evidentes".
"Una lástima que ciertas ideas aisladas no hayan fraguado, y que pese a resultar medianamente entretenida (y de absurda, a veces hasta simpática), no esté a la altura del film que Gordon presentó en 2018 como parte de su intento de revitalización de la saga".
Sing a Bit of Harmony (2022) es otro ejemplo del notable estado de salud que vive desde hace años el anime japonés y su capacidad de reflexionar sobre temáticas complejas y sociales en un empaque de cine adolescente a priori inocente.
Si bien, no acabé de conectar con el abanico de protagonistas ni con sus conflictos internos y amoríos, tendiendo a un acaramelamiento excesivo y casi molesto. Si bien, no hay que negarle una animación estupenda en general y que consigue momentos espléndidos en determinados momentos en los que lo virtual tiene su protagonismo. Así, Sing a Bit of Harmony es un bonito anime, que sorprende en sus acercamientos a lo musical pero que no ha calado en mí, quedándose en un filme sobradamente correcto.
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