CRÍTICAS PELÍCULAS

jueves, 13 de octubre de 2022

CRÓNICAS DE SITGES 2022 (1/5)

Un año más, volvemos al Festival de Sitges, en su 55a edición y en donde el cartel rinde homenaje al cuarenta aniversario de Tron. Un año especial y emocionante para un servidor ya que no solo cumpliré el sueño de poder presentar en el festival, junto a mis compañeros, el libro ULTRAMAN: LA GUIA DEFINITIVA (de Applehead Team) sino que la semana tendrá una suma extra de tensión al estar a unos días de convertirme en ¡¡padre!! (hijo, por favor, respétame estos pocos días de festival antes de tu llegada...).

Tercer año consecutivo en el que Oriental Paradiso está acreditado y me encamino a los míticos cines Retiro, dispuesto a enfrentarme a la primera película de la jornada. 

En estas últimas décadas he acabado cogiéndole tirria al found footage, un subgénero del terror que suele caer en los mismos tics repelentes de siempre, aunque hayan buenos ejemplos salidos por ahí como The Troll Hunter (2010) o The Sacrament (2013) de Ti West. Deadstream (2022) supone un ejemplo desprejuiciado y divertidísimo que sabe sacar el partido a las coordenadas del found footage en un conjunto con mucho humor y ganas de juerga.

Shawn, una personalidad de Internet en desgracia intenta recuperar a sus seguidores transmitiendo en vivo una noche solo en una casa embrujada. Pero cuando accidentalmente hace enojar a un espíritu vengativo, su gran evento de regreso se convierte en una lucha en tiempo real por su vida.

Deadstream ha sido toda una sorpresa para un servidor. Sabe manejar bien sus tiempos, siguiendo en gran parte del metraje a su personaje principal, este esperpéntico youtuber/streamer en horas bajas y con ganas de recuperar patrocinadores y seguidores. Si bien, dicho personaje no acaba por ser demasiado repelente debido al patetismo constante que desprende y que hace caer simpático. Poco a poco, el filme se entrega a una fiesta que bebe de referentes claros como los Evil Dead de Sam Raimi con fantasmas grotescos, poseídos, gore cartoon y un sano sabor a fiesta constante. Muy divertida. Habrá que seguir la pista de sus directores Vanessa y Joseph Winter quienes se encargan también del guión, mientras que Joseph aún tiene tiempo de encargarse de la música y de interpretar a Shawn en el filme.


La fiesta sigue con Kids vs Aliens (2022). A su director, Jason Eisener, lo conocemos por sus segmentos en filmes como The ABCs of Death (2012) o V/H/S 2 (2013). 

Es verdaderamente notable el cúmulo de filmes que explotan la nostalgia por el cine de genero de los años 80. Una tendencia que se denota en esta última década y que se vislumbra no solo temáticamente sino también en su propuesta visual.

Kids vs Aliens nos presenta a un grupo de niños enfrascados en el rodaje de una película protagonizada por una especie de dinosaurios galácticos (¿?). La mayor del grupo, la adolescente Sam, empieza a desviar su atención de estos juegos de niños hacia el guaperas de turno. En este momento de pavería será manipulada para organizar una fiesta destructiva y etílica en su propia casa hasta que ésta es interrumpida por el ataque de unos malvados extraterrestres...

Kids vs Aliens (2022) es otro de estos filmes que supuran eighties por todos sus poros y que a un servidor le ha parecido irresistiblemente divertida aunando una coctelera con extraterrestres, abducciones, batallas a espada, dinosaurios fake e incluso un coming of age adolescente. La película se beneficia de una agradecida duración de 75 minutos que le sientan estupendamente y que ayudan a que el ritmo no decaiga en ningún momento. El grupo de niños, protagonistas de la función, son soportables aunque es cierto que todos los personajes de la cinta, especialmente los adolescentes fiesteros, son arquetipos andantes y sus responsables parecen más preocupados en crear estereotipos de una época debido a la exageración de sus actos (basta mirar el conscientemente ridículo adolescente malvado). 

Los efectos artesanales resultan encantadores y efectivos. Visualmente el filtro de la imagen remite a esa estética de vídeo propia de un producto de videoclub. Todo esto convierte a Kids vs Aliens en un filme suficientemente entretenido y la mar de simpático que aúna todo lo que nos gusta del cine de genero de los ochenta en un conjunto muy divertido y que se ve tan fácilmente de la misma manera que se come una bolsa de frutos secos.


En este Festival de Sitges hemos podido contar con las increíbles presencias de las mega stars coreanas Lee Jung-Jae y Jung Woo-Sung, amigos de la industria desde hace años y que curiosamente ambos presentaban este año sus respectivas óperas primas como directores. El reto de encargarse de A Man of Reason (2022), por parte de Woo-Sung vino un poco por accidente tras el abandono repentino del primer director encargado para el filme.

Tras 10 años de encarcelamiento en nombre de su jefe, todo lo que Su-hyuk quiere es una vida normal, que espera que incluya a su antigua novia, Min-seo, y a su hija, In-bi. Mientras tanto, en algún momento de la última década, su jefe ha adoptado un aire de legitimidad. Ahora, la antigua banda roba y asesina con la excusa del desarrollo urbano. Y quieren que el reticente Su-hyuk esté a bordo.

A Man of Reason es un thriller de venganza elegantemente rodado y de aire triste frente al drama de su protagonista, un ex-presidiario, más duro que una barra de metal, y que tras salir de la cárcel pretende reconducir su vida fuera de la violencia. El problema de A Man of Reason es que esta historia la hemos visto mil veces anteriormente y bastante mejor. No se deja ni uno de los tópicos de este tipo de cintas.


El ritmo del filme tampoco ayuda siendo cadencioso y gris, algo que afecta a tu sueño especialmente en la primera mitad de la cinta. Si bien, como he mencionado, el filme está rodado con solvencia y elegancia, Kim Jun-Han se marca un personaje estupendo, pura locura malvada y divertida. Hay algunas escenas de acción estupendas como ese esplendoroso inicio y el clímax final, si bien, hay una rutina en todo lo que se cuenta y una falta de sangre que impidió emocionarme lo más mínimo frente a lo que estaba pasando. Si bien, un ejercicio loable y que bien puede valer un visionado.

Bien acompañado. Jung Woo-Sung (izquierda) y Kim Jun-Han (derecha)

La sección Seven Chances recuperaba Faceless. Los depredadores de la noche (1988), del querido y añorado Jesús Franco. Una producción francesa donde tito Jess se inspiraba de nuevo en el argumento de Ojos sin rostro para este particular y divertido filme de terror quirúrgico.

En el filme seguimos el drama de un reputado cirujano, quien concentra todos sus esfuerzos para recomponer el destrozado rostro de su hermana. Para ello, raptará a bellas modelos para utilizar su hermoso rostro...

Los depredadores de la noche es quizás uno de los mejores ejemplos de la vasta e irregular filmografía de Jesús Franco. Un producto de carácter claramente de videoclub, despendolado y fresquito, que entretiene sobradamente por sus delirantes interpretaciones (el doctor se lleva la palma) y una trama que aúna desde operaciones de piel horripilantes, sótanos con muchachas lozanas recluidas, generosos desnudos, asesinatos de lo más burros y hasta un doctor nazi que dice haber colaborado con Mengele en sus años de gloria del holocausto.

Destacar el interesante reparto del filme con las sensuales presencias de Brigitte Lahaie (presente al inicio de la sesión en el Prado) o Caroline Munro.

Quien quiera acercarse a la filmografía de Franco este sería un buen punto de inicio por el que partir aunque no sea representativa de su obra, tendiente esta a la anarquía pura. Si bien, no hay que negar que Los depredadores de la noche es un desprejuiciado y agradecidamente incorrecto filme de terror que divierte constantemente por sus perversiones sexuales, enfermeros calenturientos, bares con actrices de cine solícitas, un detective americano más chulo que un ocho entre unos niveles de gore bastante atractivos con algunos asesinatos bastante elaborados. La factura de producción es competente y Jess parece mirar por momentos a la obra de Argento o Fulci. Punto y aparte es la banda sonora con un temazo cantado por un clon de George Michael y que no para de sonar durante toda la película.

No hay comentarios:

Publicar un comentario