CRÍTICAS PELÍCULAS

miércoles, 13 de abril de 2022

GIANT GOD WARRIOR APPEARS IN TOKYO (2012)


La pareja creativa de Shinji Higuchi e Hideaki Anno ya funciona como un tiro desde inicios de los 80 con la fundación de estudio Gainax. Higuchi y Anno revolucionaron el género a través de sus trabajos, ya sea el mecha y el anime en general con Neon Genesis Evangelion (por parte de Anno) o la manera de plasmar los efectos especiales en el tokusatsu y el Kaiju como vimos en la magnífica trilogía de Gamera en los 90 (por parte de Higuchi). La pasión de estos dos personajes por el género es evidente ya desde su tierna infancia. Desde la fascinación del propio Anno por las primeras "ultra series" y que lo llevaron a realizar su propio cortometraje no oficial sobre Ultraman en sus años universitarios, hasta llegar a sus actualizaciones de los mitos con Shin Godzilla (2016) y las próximas Shin Ultraman (2022) o Shin Kamen Rider (2023).

Giant God Warrior Appears in Tokyo (2012) es un cortometraje de solo 10 minutos pero muy a tener en cuenta y que vuelve a juntar a la pareja Higuchi/Anno en esta producción de Studio Ghibli (Anno ya trabajó en los inicios de Ghibli, como en por ejemplo en Nausicaa del valle del viento). Aquí tenemos a Higuchi en la dirección, encargándose Anno del guión de la pieza. Originalmente, el propósito del cortometraje fue como demostración de la realización de los efectos tradicionales del género para el "Tokusatsu - Special Effects Museum-Craftsmanship of Showa and Heisei Eras Seen Through Miniatures". Una exposición del Museo de Arte contemporáneo de Tokyo. Si bien, su buena aceptación proporcionó además que pudiera verse en cines en Japón, proyectándose antes de los pases de Evangelion 3.0 You Can (Not) Redo.

La historia del corto resulta una precuela del clásico Nausicaa del valle del viento (1984). Si recordamos la película, ésta nos presentaba en un futuro post apocalíptico donde unos gigantes habían arrasado con toda la civilización. Giant God warriors appears in Tokyo viene a explicarnos lo sucedido en ese momento fatídico mostrando la aparición de una deidad que baja desde los cielos dispuesto a traer la destrucción del mundo.

Es interesante ver las habituales obsesiones de Anno y que parecen repetirse en este cortometraje. Esa obsesión por representar a criaturas, de diseño grotesco, irreal y demoniaco creando unas imágenes inquietantes en ese sentido. Hay un momento en que la criatura abre su boca para lanzar su arma más mortífera y que reduce a Tokyo en cenizas y fuego. Una escena que me recuerda poderosamente a la espectacular secuencia nocturna de Shin Godzilla. Además del obsesivo manejo del encuadre, a la búsqueda de plasmar la enormidad del monstruo a través de planos novedosos y arriesgados.
Se avecina un desastre...

Un ser gigantesco cae desde los cielos.

Dispuesto a destruir la civilización.

El cortometraje resulta ser toda una pieza interesante y llena de imágenes fascinantes. El uso de la voz en off, con una joven haciendo de narradora para el espectador me parece muy acertado, además de esos momentos en los que se parece advertir la próxima amenaza a través de una especie de esporas rojizas las cuales parecen danzar entre los edificios de Tokyo. Y los efectos especiales me parecen extraordinarios, optando por técnicas tradicionales del tokusatsu con maquetas y hombres disfrazados fusionando el CGI de manera excelente en una serie de momentos apabullantes y apocalípticos con decenas de explosiones y edificios derrumbándose.

Giant God warriors appears in Tokyo, aún siendo un cortometraje, resulta un producto que bien vale su visionado. Por su capacidad de crear un ambiente apocalíptico en pocos minutos gracias a una perspectiva visual llena de imágenes fascinantes e inquietantes. Además del aire divino de la historia con un dios cayendo sobre la civilización dispuesto a hacer un reset a la humanidad por los errores cometidos trayendo los "7 días de fuego". La Tierra tardó 7 días en crearse y se destruirá en 7 días. La verdad, uno se queda con las ganas de que este corto hubiera durado algo más (por lo menos que hubiera sido un mediometraje), ya que te quedas con muchas ganas de seguir profundizando en estos gigantescos seres. Estas extrañas criaturas caídas sobre la civilización para castigarnos por nuestros abusos en el planeta. Toda una curiosidad, sin duda y que sirve de precedente total de lo que veríamos después a toda máquina en Shin Godzilla (2016). Iguchi retomaría algunas de estas claves visuales en sus fallidos live-action de Ataque a los titanes (2015).

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