Los que adoran tanto el cine surcoreano reciente deberían echar la mirada atrás y explorar la magnífica y mastodóntica producción que mantenía el país en los años 70. Unos años en donde los géneros populares vivían un momento explosivo con cientos de artefactos de artes marciales, terror,
anime, ciencia ficción y... ¡monstruos!
A*P*E: El gorila ataca (1976) es un clarísimo
exploitation oportunista del
King Kong de
Dino De Laurentiis, estrenada precisamente el mismo año. Dirigida por
Paul Leder e incluyendo a numerosos nombres occidentales entre su equipo técnico, artístico y
cast pero que no deja de ser un subproducto de producción coreana de ver para creer.
La sinopsis no alberga demasiadas sorpresas presentando al enésimo gorila de diez metros de altura el cual vive tranquilamente en una isla tropical del Pacífico hasta que la civilización perturba su paz. Mientras tanto, una bella actriz americana se encuentra de rodaje en Corea. No se espera que el simio acabará prendado por ella mientras va sembrando el terror por Seúl.
A*P*E: El gorila ataca (1976) se ha convertido en una joya bizarra de la serie Z por derecho propio. Una oda a lo cutre y que funciona únicamente desde el punto de vista del goce masoquista hacia el atentado fílmico. Contando con solamente 1.200$ de presupuesto, salta a la vista enseguida la paupérrima factura del conjunto. Para el gorila del filme se optó por utilizar la técnica del hombre disfrazado, aunque lejos quedan los magníficos diseños del equipo de la
Tsuburaya en películas de
Godzilla o
kaijus similares. Cualquier disfraz de gorila que puedas encontrar en un bazar chino puede quedarte mejor que el que utilizan en la presente película. El nivel de miniaturas es risible haciendo pasear al citado gorila por campos con muñequillos de vacas entre otros animales. Cinematográficamente hay una torpeza general en intentar dar cierta enormidad al monstruo con una elección de planos que hacen perder totalmente la perspectiva haciendo parecer al gorila lo que es, un hombre y no un gigante.
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¡Cuidado con la vaquilla! |
Si uno de los aspectos que más han quedado en la memoria del espectador en el clásico
King Kong (1933) eran las batallas del simio contra otros seres colosales aquí no han querido quedarse atrás presentando unas alucinantes batallas contra una serpiente o un tiburón. El momento de la serpiente es inolvidable con el pobre reptil siendo lanzado por el gorila contra la cámara, aunque seguramente por un error de cálculo que se no esperaban. Y puestos a explotar a
King Kong, porqué no hacer lo mismo con otro de los grandes éxitos del cine de los 70 como es el
Tiburón (1975) de
Steven Spielberg y enfrentar al simio con un escualo. Dicha batalla presenta al animal, seguramente adormecido por alguna droga, siendo golpeado y llevado de un lado a otro por el gorila de la película. Dichos enfrentamientos van con ciertas incongruencias (¡que más da!) ya que dichos animales deberían ser, por tanto, de proporciones gigantescas. Yo me preocuparía si hubieran tiburones mako de 15 metros campando a sus anchas por los mares...
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Un gorila de 10 metros de altura vive plácidamente en su isla tropical. |
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Por otro lado, una actriz americana se encuentra de rodaje en Corea del Sur. |
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La paz del gorila se verá perturbada y pronto causará terror entre la población... |
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Pero no podrá evitar sentirse cautivado por la rubia actriz. |
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La destrucción sigue y el ejército tomará cartas en el asunto. |
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Simio vs el "tiburoncete" drogado |
El nivel interpretativo va en sintonía con el de los efectos especiales presentando a una serie de actores, si se les puede llamar así, paseándose de un lado a otro por decorados de cartón piedra. Unos tramos que dificultan el visionado de la presente cinta ya que si bien, te diviertes con los momentos con el mono gigante no es así con la numerosa cháchara de los personajes. Joanna Kerns interpreta a Marilyn, la nueva rubia por la que queda prendado este clon de "King Kong" y quien intentará secuestrar mientras se pasea por entre unas pobretonas maquetas de la ciudad de Seúl. Kerns será un nombre asociado principalmente al mundo de la televisión americana aunque como curiosidad, aparecerá como secundaria en un film como Coma (1978), dirigida por Michael Crichton y que contaba en su reparto con grandes nombres como Michael Douglas, Ed Harris o Tom Selleck.
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Toma peineta. |
Para qué engañarnos, A*P*E: El gorila ataca es un suplicio como ejercicio cinematográfico pero un must see para el amante de la Serie Z. Frente a momentos como los del tramo final, con soldados siendo golpeados por pedruscos ¡claramente! de porexpan o el simio dedicando una peineta tras destruir un helicóptero... No tienen precio.
El monstruo no escapará del destino trágico, tal y como marcan los cánones, siendo cruelmente asesinado y dedicando al espectador unos exagerados chorros de sangre al ser disparado por el ejército. Pobre. Alucinantes ejemplos de un filme repleto de errores de raccord, de efectos especiales de parvulario y con interpretaciones propias de obras de teatro amateur de asociaciones vecinales... ¿Cómo te puedes resistir a este atentado contra el género? Aún a pesar del desastre general, la película fue rodada ¡en flamante 3-D! Y como curiosidad, en algunas versiones dobladas del filme se refieren al simio directamente como "King Kong". De hecho el título original en coreano es "King Kongui daeyeokseub".
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