Ya tratamos anteriormente en este humilde blog A better tomorrow (1986), una de las obras más importantes de la cinematografía de Hong Kong, dirigida por el maestro John Woo. Tras unos primeros años en donde, como hombre de estudio, realizó innumerables filmes en cadena, desde terror a comedias estrambóticas o piezas de artes marciales, Woo cambió la manera de plantear la acción con un estilo muy característico de baile de cámaras lentas, descargas balísticas sin fin, honor, amistad y palomas blancas. Además que dicha cinta estableció el subgénero del "Heroic bloodshed" y que dio lugar a decenas y decenas de imitaciones en los siguientes años. Tras encargarse de la explosiva secuela A better tomorrow 2 (1988), John Woo logró superarse a sí mismo con la que es considerada su obra maestra, The Killer (1989).
La cinta nos presenta a Jong, un asesino a sueldo que mientras realizaba un trabajo de "limpieza" deja herida y ciega a una inocente. Un tiempo después y con ánimo de limpiar sus pecados decide realizar una última faena antes de dejar definitivamente el mundo del crimen. Pero la policia anda tras sus pasos.
El primer tercio de la cinta es puro Woo, concentrando un montaje en el que se logra introducir al espectador de forma muy efectiva en un conjunto de diversas acciones paralelas, disparos y aire a videoclip rancio de los 80 que resulta fascinante. El elemento romántico resulta simpático en su exceso melodramático con Yun Fat entablando un romance con la chica que disparó en el pasado, sin que ella conozca su identidad, en una manera de expiar sus pecados. Si bien, aunque el asesino tratará de cumplir una última misión antes de dejar esa vida llena de violencia, no hay salida ni redención posible en los personajes de John Woo. El aire mesiánico y católico tiene fuerza en la historia. Dicha religión tuvo un peso importante en la vida de Woo y en su infancia por lo que dicha aproximación más explícita en The Killer tal vez se deba a una implicación más personal de lo acostumbrado al proyecto. Así se denota en el peso en la trama de una pequeña iglesia además de los paralelismos entre Yun Fat con el mismo Jesucristo como vemos en esa intensa secuencia inicial en el que Jong es despojado de unas balas de su espalda, desangrándose frente a una figura de Jesús.
Si hablamos de las escenas de tiroteos estas resultan extraordinarias logrando un grado de coreografía, violencia y danza mítico y sublime. Desde la trágica set piece de apertura, a la persecución de Danny Lee de un criminal hasta un autobús. La excepcional escapada de Jong hasta una playa y donde se encuentra con una niña hasta llegar a la magistral escena final con Dumbo y Mickey Mouse, los motes que se han puesto mutuamente los personajes de Danny Lee y Chow Yun Fat, en la iglesia.
The Killer es una de las obras más importantes del cine de Hong Kong y la sublimación del estilo de John Woo así como de toda su carrera. Obra cardinal del cine de acción repleta de elementos que han trascendido y han alcanzado la categoría de míticos del cine.
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