CRÍTICAS PELÍCULAS

miércoles, 25 de mayo de 2022

UNA ESPOSA SACRIFICADA (1974)



El espectador tiene donde elegir sin duda. Hasta 1.200 Roman Porno realizó la Nikkatsu entre 1971 y 1988. Estas películas explotaron el pinku eiga (cine erótico nipón) dentro del público mayoritario y triunfaron (al menos durante los 70) con unas producciones muy baratas y rápidas de realizar las cuales aglutinaban todas las filias posibles. Frente a tal aluvión de producción hay que despejar el grano de la paja ("ja ja") y destacar las mejores producciones (¡que las hubo! Y bastantes de interesantes). 

De entre esta concadenación de polvos convertidos en filmes de 60-70 minutos, el roman porno también destacó por tener su propio star system, con sus estrellas tanto delante como detrás de las cámaras. Uno de los directores más destacados fue Masaru Konuma, realizador de algunos de los filmes más conseguidos y exitosos del género en los 70 como Flower & Snake (1974), Erotic Diary of an office lady (1977) o Wife's sexual fantasy before husband's eyes (1980). Muchos de ellos son títulos que explotaban el sadomasoquismo o el kanbuki (el arte de atar). 

Una esposa sacrificada
(1974) es uno de los clásicos imprescindibles del roman porno de la época. Rodada a toda prisa para aprovechar el éxito que proporcionó Flower & Snake (1974), la cual juntaba al tándem Konuma junto a Naomi Tani, una de las reinas del género. Flower & Snake funcionaba como adaptación de las historias de Dan Oniroku, centradas en el citado kanbuki y que lograron cimentar la iconografía de esta arte sexual, aunque la vuelta depravada y perversa que ofreció Konuma en sus filmes provocaron el enfado del escritor. Una esposa sacrificada viene a multiplicar el grado de incorrección y depravación en un trabajo que se salta a la torera cualquier política moral... Cosa que nos parece refrescante e irresistible. Por supuesto, este tipo de filmes los tienes que entender y enfrentarte a ellos con madurez y cachondeo lo que proporcionará una fuente de diversión sin límites.

El filme presenta a Naomi Tani en el papel de una mujer secuestrada por su ex-esposo. Será llevada a una casa de campo abandonada donde sufre diferentes agonías sexuales. Después formará un duo con el hombre y se dedicarán a someter a una pareja de jóvenes que son capturados en cuanto iban a cometer un doble suicidio.

Una esposa sacrificada
es quizás el mejor filme de Masaru Konuma. El filme disfruta de un diseño primoroso el cual aprovecha al máximo la pura iconografía del kinbaku. Hemos comentado que estas películas eran productos rápidos de realizar, pero esto no quiere decir que sean toscos ni mal realizados. Al contrario. Una de las señas de identidad de mucho Roman Porno, es que gran parte del equipo técnico y artístico pasó de la noche a la mañana a trabajar en estos filmes eróticos cuando anteriormente trabajaban en películas de samurais o los yakuza eiga que realizaba el estudio. Algo que sin duda da un sello de calidad en estas producciones con una fotografía adecuada y una elección de planos de perspectiva alternativa y expresiva, como es el caso del filme que nos ocupa.

El filme es un festival sin tregua de perversiones sexuales con el sadomasoquismo como punta de lanza teniendo ya como punto álgido el uso de las lavativas y las defecaciones. Uno de los momentos estrella de Flower & Snake fue una escena con enemas, un momento tan recordado entre los espectadores que hizo que todas las siguientes producciones del estilo tuvieran un momento similar. Aquí, tras pasar mil tropelías, pasadas más o menos con entereza, Akiko, la esposa interpretada por Naomi Tani encontrará su talón de aquiles al enfrentarse a una lavativa. Otro culmen de este fetichisimo por las heces y el acto de defecar en las mujeres llega cuando Tani es llevada a un cobertizo para hacer sus necesidades y Konuma rueda el acto con un primer plano del excremento aflorando.
Akiko es secuestrada por su ex-marido.

Se verá sometida a toda clase de perversiones sexuales y a un poco de gimnasia extrema.

La juerga continúa cuando Akiko y su ex secuestran a una pareja para seguir con sus perversiones.

Como veis este filme es un plato para paladares muy selectos. Si bien, uno de los aspectos más inquietantes e incorrectos de la cinta es la muy tenebrosa relación que mantiene el ex-marido con una niña pequeña, su sobrina y que también mantenía secuestrada como vemos en el inicio del filme. Aunque según presenciamos, la niña parece no tener ningún problema con su tío echándose de menos el uno al otro durante el metraje hasta llegar a un alucinante reencuentro final. Delirante, sin duda.

Una esposa sacrificada
(1974) conjuga una serie de elementos que la convierten en uno de los clásicos del Roman Porno de la época. Contar con uno de sus rostros más reconocibles y magnéticos como Naomi Tani en una trama que consigue algunas de las dosis más pervertidas, perversas y depravadas del genero en su mezcla de bondage, sumisión, abuso y demás perversiones sexuales. El arte del kinbaku filmado casi desde un prisma religioso, mostrando Konuma en sus personajes las marcas de las cuerdas en las muñecas como muestra de afiliación y entrega a dicho acto. Si valoramos a estas producciones por sus dosis de locura incorrecta, inaceptable hoy día, esta producción estaría, a opinión personal, entre los 3 mejores Roman Porno de la Nikkatsu (junto a I love it from behind! y Beautiful Girl Hunter). Un filme que para colmo cuenta con unos muy aceptables valores artísticos y un ritmo ligero y entretenido.

Como curiosidad. La joven secuestrada de la película es la actriz Terumi Azuma y por lo visto existía una gran rivalidad entre ella y Naomi Tani fuera de las pantallas hasta el punto de que Azuma le robó el novio a Tani. La Nikkatsu aprovechó esta rivalidad para juntarlas en más películas como en Black Rose Ascension (1975).

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