CRÍTICAS PELÍCULAS

jueves, 19 de diciembre de 2024

YOUNG AND DANGEROUS (1996)


Regresando a los tiempos de gloria del cine de Hong Kong, abundaron durante los años 80 y 90 cine de acción o thrillers policiales centrados en el modo de vida de las tríadas. Un genero bien popular y que fue llevado desde la explosividad balística del cine de John Woo o similares, al nihilismo de Johnnie To. Sin duda, una de las sagas más míticas y exitosas de los 90 es la saga Young and Dangeruous. Polémicas y controvertidas por su romantización y glorificación del mundo de la mafia, tuvieron un éxito abrumador a finales de la década de los 90, generando una saga de 6 películas, varios spin-off y un remake realizado en 2010. Tanto fue el revuelo generado por la saga que fue calificada como CAT III para alejar así a lo jóvenes de los cines.

Basado en un cómic manhua creado por Cowman y Dickey Yau, Young and Dangerous sigue las vicisitudes de un grupo de amigos en sus inicios en las triadas. El filme resulta notable en su plasmación del funcionamiento de las tríadas en Hong Hong, la división en diversos grupos y familias, cada uno con su zona de control, tipos de negocios concretos y rencillas entre los mismos. Debido al carácter comercial de la propuesta dicho organigrama no resulta confuso teniendo cierta habilidad la película para ayudarte a no perderte en los diferentes personajes. 

Si bien, aunque en un inicio algunos de los carácteres tienen una pátina superficial, las siguientes continuaciones de la saga ayudan a explorar adecuadamente el trasfondo de cada uno de ellos. Personajes como Nam o Chicken  se convirtieron en leyendas de la noche a la mañana, catapultando a la fama a sus actores Ekin Cheng y Jordan Chan, respectivamente. Sin duda, el pulso que mantienen ambos personajes en la cinta, su relación de amistad la cual va teniendo muchas subidas y bajadas a la vez que ambos intentan ascender en su posición de las tríadas resulta ejemplar.

La cinta resulta muy acertada en su plasmación de los barrios más pobres y peligrosos de la ciudad, consiguiendo un nivel de suciedad y crudeza en diversos momentos sorprendente y conseguida. El grupo de personajes principales, amigos de la infancia y que les une un sentimiento de honor y unidad, resultan muy entrañables todos ellos. Jóvenes sin aspiraciones, abandonados a su suerte en unas circunstancias donde poco tienen que hacer salvo entregarse a la delincuencia para tratar de cumplir sus sueños de prosperidad. 

De estética elegante y sucia a la vez, el filme recoge sin pudor su herencia del cómic en el que está basado mostrando en determinados momentos viñetas para llevarte por los diferentes tramos de la historia. Por supuesto, siguiendo el carácter comercial de la propuesta el filme no abandona las adecuadas dosis de sentimentalismo, drama y romance además de canciones, que no empañan en absoluto el conjunto.

Así, Young and Dangerous, resulta un entretenimiento de lo más notable. Eficaz en su manera de plasmar la idiosincracia de la propia mafia y de sus relaciones de poder. Interesante en su narración de historia de ascenso de un grupo de personajes. Súmale la presencia de estrellas míticas del género como Simon Yam para hacer de su visionado una experiencia muy recomendable y quizás la más sólida entrega de una saga que por si misma es bien sólida. Ya la iremos comentando en un futuro en este blog. Si bien aprovecho la presente crítica para recomendar al lector Young & Dangerous 4 (1998) y especialmente los spin off realizados de personajes secundarios de la saga, la mayoría de ellos todavía más notables que la saga madre y dotados de un aura de fatalismo y melancolía muy conseguidos, caso de Young and Dangerous: The Prequel (1998), Portland St. Blues (1998) o These Were the Days (2000), centrada ésta última en la infancia y adolescencia de Chicken.

jueves, 12 de diciembre de 2024

SÊRÂ-FUKU: YURIZOKU (1983)


Como se ha comentado hasta la saciedad en el presente blog, el estudio Nikkatsu deleitó al público nipón con su retahíla de exitosas producciones Roman Porno entre 1971 y 1988. Hasta 1.200 producciones se realizaron, todas ellas baratas, fáciles y rápidas de realizar y además rentables. El Roman Porno aglutinó decenas de subgéneros o etiquetas. Cintas que se adentraban en las mil y una parafilias y perversiones del ciudadano medio. 

Resulta interesante adentrarnos en una pequeña "sub-rama" del género centrada en producciones que abordaban la homosexualidad de sus protagonistas. Aunque por lo general el sexo de los personajes era femenino y la situación básicamente era explotada desde una visión masculina. Si bien se produjo una trilogía de cintas que, aun contando con dicha explotación, se abordaba la temática de una manera diferente, contando con buenos valores en general. Se trata de la trilogía Yurizoku.

En esta primera entrega se nos presenta a dos chicas de secundaria, Miwako y Naomi, quienes descubren el placer del sexo entre ellas, hasta que una de ellas decide comenzar a salir con un chico para así experimentar nuevos horizontes.

Sêrâ-Fuku: Yurizoku (1983) es otra de las muestras más interesantes que nos dejó el maravilloso y húmedo Roman Porno de la Nikkatsu. Es una cinta que se muestra natural y orgánica en su plasmación de su pareja protagonista y sus diversos avatares. Dos muchachas adolescentes y que dudosas de su propia relación, parece que inmersa en el tedio y conscientes de su propia inexperiencia vital se aventuran en un camino de autodescubrimiento personal y sexual. El carácter técnico de la propuesta resulta acertado, siendo íntimo, cercano y muy natural en las escenas de interior y momentos de cama. 

El clásico nerd pervertido que no puede faltar
Respecto a los exteriores, la fotografía aprovecha de manera notable las localizaciones playeras de la historia, creando momentos de fuerza con el uso del mar, al respecto la excelente escena final con la pareja corriendo por la playa, con un uso excelente de la cámara lenta y la música escogida para la ocasión. Nada mal, para una producción de bajo coste y rodada en 1 semana. Por supuesto, aunque pueda parecerlo por mis acaloradas palabras, el filme se aleja de toda seriedad y trascendencia convirtiéndose en una simpatiquísima comedia de clásico triángulo amoroso. Por supuesto, las locuras habituales e inherentes al género están presentes. 

Aquí cada uno con sus filias
Desde el chico con el que Miwako intenta mantener una relación, un pervertido con acné y que gusta de dejar mochilas (con una cámara en su interior) en medio de la calle para grabar y fotografiar la ropa interior de las adolescentes (Love Exposure style!), un momento en el que también una de las protagonistas es espiada mientras orina (cada uno con sus filias) a usos alucinantes en medio del sexo de un gnomo que parecía servir únicamente para la decoración (ese gorrito afilado...). El director de la cinta es Hiroyuki Nasu, que lejos de encasillarse en el cine erótico realizó diversas producciones en los 80 de lo más exitosas como la saga Bee Bop Highschool (1985-1988), para que se encargó de 6 entregas de la saga o The Shinjuku Love Story (1987). Filmes juveniles que enmarcaban el entorno adolescente con el mundo del crimen o la delincuencia y que gozaron del favor de la audiencia.


Ese gnomo no es solo para decoración...
La elección de la pareja de féminas protagonista resulta un acierto, habiendo química entre ellas y creando unos personajes bastante simpáticos. Al respecto destacar a Natsuko Yamamoto, muy apreciada para quien esto suscribe, presente durante un par de años en varios Roman Porno de la casa como Beautiful Wrestler: Down for the Count (1984), donde se la volvía a juntar con su compañera de reparto Kaoru Oda (Naomi en Yurizoku) o en Koichiro Uno's Wet and Swinging (1984) una de las primeras películas de Shusuke Kaneko.

Esta primera Sêrâ-Fuku: Yurizoku resulta un ejemplo notable del genero, explotando la temática lésbica con despreocupación y ligereza pero aprovechándolo para realizar una trama de autodescubrimiento sexual y personal aderezado con numerosas notes de humor y una naturalidad en la acción bastante de agradecer. Una producción erótica bastante recomendable. Las dos entregas restantes no se hicieron de rogar para las cuales contaron con la misma pareja de actrices. Para Yurizoku 3 (1985) la dirección corrió de parte de Shusuke Kaneko.