CRÍTICAS PELÍCULAS

viernes, 5 de febrero de 2021

BAAGHI 2 (2018)


Baaghi
(2016)
supuso la entrada por la puerta grande (que digo, mastodóntica) de quizás la mayor estrella de acción en estos momentos, el súper-hombre Tiger Shroff. Baaghi funcionó lo suficientemente bien para dedicarle una secuela dos años después de su estreno. Shroff tuvo tiempo de aparecer en otra cinta de título Munna Michael (2017), desopilante producción de Bollywood realizada para mayor gloria de Tiger quien ofrece una exhibición incansable de baile a lo Michael Jackson sumado a las sobradas escenas de acción. Irresistible. Para Baaghi 2 (2018) se plantea una secuela que no necesariamente continua la historia dejada por la anterior, siendo una nueva aventura de su personaje principal, Ronnie, enmarcado en unos ambientes diferentes, hecho que le sienta bastante bien.

En el film asistimos al secuestro a plena luz del día de Riya, la hija de Neha. Frente al caso omiso de las autoridades, Neha acude a su antiguo novio Ronnie quien moverá cielo y tierra para encontrar a la pequeña. 

Baaghi 2 no llega a la altura de su predecesora teniendo un desarrollo bastante más frío y seco, acorde con la historia que cuenta pero que evita cualquier atisbo de humor. Si bien, el film sorprende por dejar el tono festivo y musical de la primera entrega y que homenajeaba a las películas de artes marciales de la Shaw Brothers para abordar el género del thriller de secuestros enfrentándose Ronnie a unos mafiosos y demás corrupción alojada en estamentos oficiales mientras investiga la desaparición de una niña. Esta opción más fría y seria hace que deje todo el peso de la acción en el tramo final del film. Toda una recompensa para el paciente espectador. 

Tiger aborda un papel algo más dramático y serio demostrando que el muchacho puede trabajar otros registros. Destaca la sufrida interpretación de Disha Patani como Neha, quien demuestra una buena química con Shroff (por lo visto son pareja en la vida real). Quizás el problema de Baaghi 2 sea el tono más parco y con poca abundancia de acción de la primera mitad de la historia hecho que hace que aunque se siga con un mínimo de interés no puede evitar sentirse algo alargado. Ni siquiera hay cierta abundancia de momentos musicales. En el meridiano del metraje el film nos sorprende con algún giro de guión y una muerte inesperada y es entonces cuando empieza el show de Tiger. El tramo final del film coge el espíritu del Rambo más pasado de vueltas y lo mejor de Commando (1985) de Arnie con Shroff enfrentándose él solito en la jungla contra todo el ejército enemigo para recuperar a la niña secuestrada siendo un festival de hostias y exhibiciones atléticas de otro mundo. Saltos voladores desde un río, patadas destructoras de huesos o enfrentamientos contra helicópteros. Todo sea por recuperar a una inocente. Inolvidable. Un tramo paródico y pasado de rosca que choca con la seriedad y frialdad vista hasta el momento en el film pero que ayuda a sacarnos de la tibiedad que tenía la película. Es de destacar que cual Tom CruiseTiger quiso hacer él mismo la mayoría de escenas de acción sin utilizar dobles.

A Neha le han secuestrado a su hija y nadie le hace caso.

Acude a Ronnie, el héroe que todos deseamos.

Ronnie moverá cielo y tierra para esclarecer donde han escondido a la niña.

Pero las cosas se salen de madre.

Baaghi 2 (2018) no está a la altura de su precedente pero es de valorar su interés por no querer repetir la misma historia de siempre poniendo a su personaje principal en una trama diferente adentrándose en el thriller para acabar rindiéndose ante la acción exploit y palomitera de Rambo. Un film que tiene problemas para saber mantener el interés en buena parte de sus más de 140 minutos de metraje pero que se antoja interesante. Ya solo por el tramo final de acción híperhormonado ya vale totalmente la pena haber aguantado. Sigue así, Tiger. El film repitió el éxito de la anterior, eso sí, hasta el punto de que no se había ni estrenado y ya estaba confirmada la realización de una tercera parte. El film obtuvo diversos premios destacando el más evidente a Tiger Shroff como "Entertainer of the year" en el GQ Men of the year Award

Junto al estreno de la película se anunció que se iba a realizar un remake de Rambo producido en Bollywood y protagonizado por Tiger. Un proyecto del cual no se ha vuelto oír hablar y del que solo existe un cartel promocional. En 2020 se estrenó Baaghi 3, una secuela todavía más loca, surrealista y por tanto irresistiblemente disfrutable.

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