Estos últimos años se está experimentando en el género de terror un retorno hacia el folk horror, esa vertiente que utiliza las tradiciones ancestrales y los lugares apartados de la gran urbe como gran fuente de miedo. Un género que puede que haya encontrado de nuevo su sitio como respuesta a un mundo cada vez más tecnológico y globalizado con gran parte de la población concentrándose en grandes urbes. En 2016, Na Hong-Jin realizó uno de los grandes éxitos del horror coreano con la excelente The Wailing en la que era una muestra estupenda de thriller policiaco, folk horror y cine de poseídos con una vertiente documentalista hacia las tradiciones y prácticas contra la mágia negra y los exorcismos que resultaba refrescante. Na Hong-Jin incide en dicha vertiente siendo productor de la presente The Medium, una de las grandes sensaciones de 2021 en materia terrorífica asiática.
The Medium (2021) une a Tailandia y a Corea del Sur en una producción que vino precedida de una potente campaña de marketing avisando de desmayos y pánico extremo en sus primeros pases en cines habiendo proyecciones con las luces encendidas de la sala para rebajar el nivel de terror de entre la audiencia. El filme viene dirigido por Banjong Pisanthanakun, quien se unió a la moda fantasmal asiática con la muy entretenida y también aterradora, Shutter (2004).
Como digo, The Medium está plasmada en forma de falso documental, un subgénero bastante cansino a estas alturas y donde el presente filme recurre a los mismos tics una y otra vez en lo que podría ser un greatests hits, pero a lo loco, del mismo género. La película tiene una larga duración de 130 minutos, algo que de buenas a primeras puede parecer algo excesivo pero que no pesa demasiado en un largometraje abundante en situaciones de horror que permiten un ritmo bien dosificado y de divertido visionado.
Unos reporteros siguen las peripecias de una chamán en un pueblo perdido de Tailandia. |
Su sobrina empieza a dar signos de posesión. |
Pero la cosa se saldrá de control. |
Es también en este tramo donde vemos los primeros síntomas de posesión en la sobrina de la chamán protagonista. Unos primeros síntomas que la película va mostrando poco a poco de una manera acertada y cómo de unas conductas infantiles o una necesidad de sexo ninfomaníaco con sus compañeros de trabajo (nada que objetar a este tramo de la posesión), pasamos a una posesión demoniaca como marcan los cánones más puros del género, con dotes gimnásticas increíbles, cambios de voz, babas y demás. Es en esta primera mitad del filme donde se encuentran los momentos más sugerentes como ese inquietante plano en donde la joven (aún no poseída del todo) cree ver una silueta humana en el campo, en la lejanía, observándola.
The Medium (2021) supone una pieza de horror bastante recomendable. Interesante por su acercamiento a unas tradiciones que nos quedan lejos, de ahí lo singular de la propuesta, además de resultar una experiencia terrorífica de carácter festivo y pasada de vueltas en su tramo final.