Como hemos comentado en otras reseñas, el cine chino lleva en la última década un ritmo de producción imparable con más de 1.200 producciones al año repartiéndose entre estrenos de cine o producciones directas a plataformas de streaming locales, las cuales las hay a decenas. Uno de los subgéneros más en boga y de lo más abundante son las cintas de monstruos. China parece haber recogido el testigo de las monster-movies de serie B o del Kaiju Eiga con mucho sabor a videoclub. Serpientes, tiburones, criaturas tentaculares, cocodrilos, dinosaurios... entre cientos de abominaciones se pasean por producciones de carácter alocado, de resultados bastante dispares y con un uso sin vergüenza, en su mayoría, de un CGI marca Asylum (con suerte). Una de las producciones recientes chinas, dedicadas a los monstruos y que más me han sorprendido es Snow Monster (2019).
La película da comienzo con un equipo de investigación, liderado por una joven científica, en una zona del Ártico hasta que son atacados por una especie de criatura gigante. Un equipo de rescate es enviado al lugar, casualmente comandado por el antiguo novio de la científica. Una vez allí se enfrentan a peligrosas criaturas...
Snow Monster es un buen divertimento, irresistible en su afán de querer aglutinar muchos elementos la mar de seductores para el espectador. Desde la ambientación nevada, la visita a una especie de mundo perdido inexplorado por el hombre, tribus, explorar el mito del abominable hombre de las nieves hasta el de presentar ¡¡tiburones voladores ocultos bajo la nieve!! Aún con todas la dosis de delirio, los pobres diálogos y las discutibles interpretaciones, el filme sobresale por encima de otras similares gracias a un ritmo bien fluido, una cuidada ambientación y un mínimo mimo en sus efectos especiales.
Un equipo de rescate en el Ártico se enfrentarán a tiburones voladores... |
¡Y a un Yeti de enormes proporciones! |
Como comento, los personajes de la cinta resultan sonrojantes, pero se muestra una mínima capa de ellos para inmediatamente pasar a la acción. Quien iba a esperarse la aparición de tiburones sanguinarios bajo la nieve, ¡pero así es! Aún con el CGI simplemente justillo utilizado para los escuales, este resulta eficiente y la cinta no se ahorra algunas escenas con sangre para disfrute del respetable. El director de la cinta es Huang He, también conocido como River Huang y que ha ofrecido taquillazos en el país con los crossovers de Bunshinsaba vs Sadako (2016) y su secuela de 2017 además de algunas entregas de la saga de Detective Dee como Detective Dee and the Road to Hell (2018).
Snow Monster acaba recorriendo lugares comunes como es la explotación del hombre hacia parajes naturales y vírgenes, y así lo hace con una serie de personajes caricaturescos de los que estás deseando que sean comidos o pisoteados. Si bien, el filme es bastante recomendable como un buen ejemplo de monster-movie china de elevadas dosis de delirio, muertes y bichos a toda máquina amén de un empaque técnico más que competente. Un muy entretenido kaiju chino y que ha tenido una secuela recientemente en 2022 aunque optando por una ambientación selvática con cocodrilos, serpientes y un monstruo protagonista de inspiración más big foot que el de su predecesora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario