CRÍTICAS PELÍCULAS

lunes, 9 de octubre de 2023

CRÓNICAS DE SITGES 2023 (1/5)

Edición número 19 a la que asisto al mejor festival del mundo. 4a en la que asisto acreditado con Oriental Paradiso. Como recordará el lector que estuvo siguiendo las crónicas del año anterior, la edición pasada la viví de manera catártica y con los nervios a flor de piel ya que se juntó el Festival, la presentación de "Ultraman: la guia definitiva" de Applehead Team con la inminente llegada al mundo de mi hijo Pablo. Este año, con el corazón algo más tranquilo, vuelvo a adentrarme en las profundidades de Sitges con entusiasmo y no es para menos viendo el nivel de la programación.

Tal y como nos recordaba Gloria de "CineAsia" antes de la proyección de Sleep... Corea del Sur no es un país muy dado al terror teniendo pocos éxitos en taquilla y contando con grandes excepciones como Dos Hermanas (2003) o The Wailing (2016). Ahora, ésta Sleep se une a ese grupo ya que ha congregado hasta el momento a más de 1 millón y medio de espectadores en el país, siendo toda una sorpresa en la taquilla.

En el filme, una mujer embarazada comienza a preocuparse por los hábitos de sueño de su esposo. Lo que comienza poco a poco como un sueño ligero en el que habla pronto se intensifica y se convierte en un comportamiento inesperadamente grotesco. Ambos consultan a una clínica del sueño sin éxito y, a medida que aumenta su comportamiento de pesadilla, buscan desesperadamente la ayuda de un chamán.

El filme supone el debut en la dirección de Jason Yu quien ya venía de un potente currículum como asistente de dirección en filmes como Okja de Bong Joon-Ho o Burning de Lee Chang-Dong. Aún con esta experiencia sorprende la firmeza y pulso imparable de su debut, realizado con una encomiable habilidad para generar tensión e inquietud en una trama que va cociéndose a fuego muy lento. El terror domestico y los problemas de pareja son el marco elegido para crear un metraje original y sorprendente en el que lo mejor que se puede hacer es no saber nada de antemano sobre la historia.

El filme es austero en localizaciones y actores, en ese sentido está sustentado a las mil maravillas por unos maravillosos Jung Yu-Mi (Train to Busan, Silenced, Our Sunhi) y Lee Sun-Kyung (Paju, A Hard Day, Parásitos). Éste último está por partida triple este año en Sitges ya que también lo vemos en Project Silence y Romance Asesino. Sleep es una propuesta sorprendente y peculiar, quirúrgica y precisa en su realización así como encomiable en su manejo de crear inquietud y terror mezclado con una muy agradecida comedia negra. Su acertado clímax final pone la guinda a una de las producciones coreanas más singulares de estos últimos años. Eso sí, no acabo de ver necesario que el filme esté dividido en tres capítulos.



No podíamos faltar, por nada del mundo, a nuestra cita anual con el anabolizado Ma Dong-Seok, (o Don Lee) con la tercera entrega de The Roundup titulada aquí como Fuerza Bruta: Sin Salida.

Siete años después de la redada en Vietnam, Ma Seok-do se pone manos a la obra con un caso de asesinato. No tardará en indagar más cuando descubre que el caso tiene que ver con una droga sintética traficada por yakuzas.

Dong-Seok parece haber encontrado un filón con la presente franquicia, surgida a raíz de la entretenidísima The Outlaws (2017) y con cada entrega siendo más exitosa que la anterior congregando la presente a casi 11 millones de espectadores este año en Corea. Abrumador. Pese a que Fuerza Bruta: Sin Salida no llega al nivel de la estupendísima segunda entrega, vuelve a ser un entretenimiento delicioso y divertidísimo. La fórmula está clara pero funciona como un tiro (nunca mejor dicho) incidiendo en un thriller policial lleno de humor y donde se explota a consciencia la figura de Dong-Seok y su excelsa capacidad para repartir tullinas con la mano abierta. En esta ocasión, la trama ya involucra a la yakuza y a las tríadas en un conjunto de puro blockbuster de acción con un nivel de producción excelente con numerosas localizaciones y un ritmo férreo. Aún con su numerosa acción no encontré ninguna set piece memorable al nivel de las de las enérgicas y violentas peleas de la anterior entrega. Igualmente éstas cumplen sobradamente por su contundencia.

Para mejorar el sabor de la película, el pase en un Auditori Melià a reventar fue toda una fiesta, con una audiencia entregada que jaleaba y aplaudía cada movimiento de su protagonista con las butacas retumbando a cada tortazo de Don Lee. Con una escena post créditos que augura una cuarta parte... como si hacen diez!!


Y con el subidón que nos ha dejado el bueno de Ma Dong-Seok nos dirigimos hacia la carpa FNAC para asistir una nueva presentación literario del gran Octavio López. Desde 2016 sigue fiel a su cita con Sitges y es que material no le falta. Este año ha rizado el rizo con "¡Zas Zas Zas Lanzarrayos! La historia de los Aurones", editado por Applehead Team, el cual se adentra en el universo de Los Aurones, la mítica serie y posterior película de los ochenta. Un libro de nuevo monumental, atiborrante de datos interesantes sobre el proceso creativo de la serie y con un apartado visual especialmente sobresaliente. La presentación contó con Josep Viciana, creador de "Los Aurones" y que acompañó a Octavio y Enrique Muniesa en la charla la cual acabó por ser memorable al juntarse allí gran parte del equipo creativo de la original "Aurones", algunos de ellos no coincidían desde hacia décadas. Un encuentro formidable y que logró contagiar al público asistente de la energía y pasión de estos artistas por su trabajo.




Y no hay dos sin tres... Uno de los directores más contundentes del presente coreano es Park Hoon-Jung. No solamente ejerce de guionista de gran parte de sus trabajos, se encargó por ejemplo del guión de la titánica Encontré al diablo (2010), siendo además responsable de notables cintas como New World (2013), The Tiger (2015) o V.I.P. (2017). Ahora nos llega su último trabajo, The Childe (2023), prometiendo llenar nuestras retinas de sangre y acción.

El filme nos presenta a Marco, un chico filipino el cual pelea en estadios de boxeo ilegales y ha estado buscando a su padre coreano para conseguir dinero para la operación de su madre enferma. Un día, recibe un mensaje de su padre y vuela a Corea del Sur para encontrarse con él. Al llegar será perseguido por distintos bandos sin saber la razón de su persecución.

The Childe (2023) es un gran entretenimiento que ofrece las suficientes set pieces de acción, persecuciones y peleas para despertar los aplausos del respetable. La realización es elegante, como es costumbre en Hoon-Jung y el montaje es bien fluído con una acción constante y casi sin descanso. El fondo de la trama principal no es que sea especialmente elaborado sirviendo únicamente como excusa para llevarnos a toda una serie de explosiones sangrientas, golpes y disparos con el joven Marco como objeto de persecuciones, asesinos y mafiosos. Un misterio que se guarda durante toda la película y que se resolverá en el final de la misma en una resolución acompañada de varios giros de guión bastante increíbles y rocambolescos que a mi personalmente se me antojaron algo forzados.

Unos giritos realizados a mayor gloria de la mayor estrella de la película que es Kim Seon-Ho. Seon-Ho interpreta a un asesino de sonrisa angelical a la par de esquizoide, un experto en el arte de cazar y matar, del que nunca sabes por donde va a salir ni cuales son exactamente sus intenciones. Una notable interpretación y que puede suponer la gran resurrección del actor tras dos años apartado del cine, enterrado en un aluvión de k-dramas.

The Childe no es la mejor muestra de su director, parece caminar hacia la dirección contraria que uno de sus anteriores trabajos, Noche en el paraíso (2020), que era una muestra bastante austera e íntima del género de mafia. Aquí Hoon-Jung se entrega a la acción sin concesiones con grandes dosis de humor, tramas familiares oscuras y una brutalidad sanguinaria en su acción de lo más disfrutona.


Junta Yamaguchi dio la sorpresa en 2020 con la deliciosa Más allá de los dos minutos infinitos. Una muy original propuesta realizada con cuatro duros basada en los bucles temporales. Ahora, Yamaguchi sigue insistiendo en la problemática temporal con River.

En una posada centenaria situada en Kyoto, una trabajadora termina su descanso a las orillas de un río cercano y se dirige de nuevo al trabajo… solo para volver a encontrarse, de nuevo, junto al río. ¿Podría ser que tanto ella como la posada se encuentren atrapadas en un bucle temporal?

Yamaguchi vuelve a dar con la tecla con un filme de premisa muy clara, como son las reacciones de un grupo de personajes frente a un bucle temporal que se va repitiendo cada dos minutos, pintando el metraje de un tono extremadamente agradable, lleno de comedia y un amplio abanico de personajes bien delimitados y entrañables. 

Es cierto que se pierde el efecto sorpresa respecto al anterior trabajo de su director además de que aquella a nivel de guión el problema temporal era todavía más enrevesado. Aún con todo River es más grande, ambiciosa y realizada con algo más de medios y el resultado vuelve a ser irresistible. El poblado donde tiene lugar la acción es precioso, el uso de los elementos de la naturaleza como el río o las nevadas dentro de la acción dan una ambientación excelente. Sus personajes son simpáticos y se añade una subtrama romántica deliciosa con la pareja protagonista tratando de cumplir su cita aún con la problemática temporal. El trabajo de guión es magnífico, sabiendo ampliar las posibilidades de su premisa a un punto en el que la atención no baja ni un momento coronado además por una resolución tronchante e imprevisible. El trabajo de cámara es virtuoso con amplios planos sin corte con numerosos personajes entrando y saliendo de escena en una coordinación excelente. En fin, una película para quedarse a vivir en ella. ¿Volverá a sorprendernos Yamaguchi?


miércoles, 20 de septiembre de 2023

5 CENTÍMETROS POR SEGUNDO (2007)


Este blog no es muy dado a comentar anime, siendo una de mis pasiones dentro del ámbito oriental. Hoy abordaremos uno de los mejores filmes de uno de los mayores pesos pesados de la industria. Es evidente la calidad general del anime en la actualidad teniendo todos los años estrenos la mar de interesantes. Nombres como Mamoru Hosoda o Maasaki Yuasa nos suelen dar muchas alegrias. Pero hay que destacar a Makoto Shinkai como una de las voces más aplastantes e interesantes de estos últimos años.

Shinkai empezó su carrera con una mano delante y otra detrás y con veintipocos años se atrevió a realizar un proyecto como Voces de una estrella (2002), un mediometraje de apenas media hora enteramente realizado por él y su ordenador Macintosh. Toda una proeza. Desde entonces, una carrera fulgurante que ha ido creciendo hasta llegar al fenómeno de masas de Your Name (2016), todo un taquillazo monumental en Japón y el resto del mundo y que de alguna manera ha perfilado un estilo que ha tenido muchos imitadores a posteriori. Palabras mayores es Suzume (2022), su última y abrumadora película hasta el momento. También son bastante recomendables sus cortos, especialmente los primeros que realizó como She and her Cat (1999) o Other Worlds (1999).

Hoy me quiero centrar en el primero de sus trabajos que llamó poderosamente la atención a nivel internacional como es 5 centímetros por segundo (2007), filme que condensa en 60 minutos y a la perfección el estilo que imprime Shinkai como es el de presentar historias melancólicas y dolorosas de una manera sensible (que no sensiblona) y poética complementado además con una animación preciosista y de un nivel de detalle perfeccionista hasta lo enfermo. Shinkai suele introducir en sus películas elementos de fantasía y ciencia ficción y cómo estos irrumpen en la realidad aunque aquí decide obviar dichos elementos por un conjunto realista.

El filme relata tres historias cortas, que funcionan muy bien por ellas mismas, pero que entre ellas hay una conexión, relatando una desgarradora historia de amor que se va destruyendo por el paso del tiempo y la distancia.
Takaki decide tomar un viaje en tren para poder ver a Akari

Pese a prometerse volver a verse, la distancia comienza a pesar.

Takaki y Akari crecerán distanciados el uno del otro.

La primera historia, “Extracto de flor de Cerezo”, la más destacable en términos generales, presenta a un pre-puber de primaria, Takaki, el cual realiza una larga travesía en tren durante la noche y en medio de paisajes nevados hasta poder reencontrarse con su querida Akari. Los dos eran compañeros de instituto y surgió entre ellos una gran amistad hasta que Akari tuvo que mudarse a una ciudad lejana debido a un cambio de trabajo de su padre. Ahora Takaki quiere reencontrarse con ella para confirmar su amor. Una historia excelente, donde destaca la impresionante animación, de tono pausado y reflexivo con esos paisajes nevados y la travesía de un tren en el que Takaki cada vez pierde más la esperanza de que llegue a tiempo a su cita con Akari debido a las inclemencias del tiempo.

La segunda historia, “Cosmonauta”, ya nos presenta a un Takaki unos pocos años después de los sucesos del anterior segmento. Su vida ha continuado y ahora es un adolescente a punto de graduarse. Aún mostrando su interés hacia otras chicas, éste se muestra distraído y con la mente en otro lado como atestigua Kanae, una chica que cae rendida por él. En este segmento destaca la más abrumadora escena de la película como es el despegue de un cohete hacia la estratosfera, donde la animación resulta excepcional.

Y la tercera y última historia, “5 centimetros por segundo”, sensiblemente más corta que las anteriores, ya nos presenta a un Takaki treintañero, convertido en un oficinista de Tokyo, absorbido por su trabajo y donde su vida se ha convertido en algo gris y frustrante. Prácticamente se ha olvidado de Akari hasta que un dia como otro cualquiera se cruza con una chica en el paso de las vías del tren... ¿Es ella? El aspecto quizás más discutible del filme, algo que ya pasa en algún otro trabajo de Shinkai, es el abrupto cierre de la película, casi sin dar tiempo a la reflexión. En este caso el corte se ve complementado, de golpe, por un videoclip musical en el que se hace un breve resumen de lo acontecido además de la resolución de la relación entre estos dos muchachos. Como curiosidad, originalmente, la intención de Shinkai con la película era de componerla de 10 cortos de 5 minutos cada uno con su canción para quedarse finalmente en la estructura de 3 segmentos.


5 centímetros por segundo es una pequeña joya y que abrió el camino a un director excepcional en líneas generales. Una reflexión sobre el amor y la madurez. Una historia de una sensibilidad abrumadora, melancólica y con una narración que te rompe el corazón presentando una historia que nos puede haber pasado a muchos como es que tu amor de adolescencia, por avatares del paso del tiempo o la distancia entre vosotros, éste cada vez se encuentre más alejado hasta ser un borroso y amargo recuerdo.

miércoles, 30 de agosto de 2023

SNOW MONSTER (2019)



Como hemos comentado en otras reseñas, el cine chino lleva en la última década un ritmo de producción imparable con más de 1.200 producciones al año repartiéndose entre estrenos de cine o producciones directas a plataformas de streaming locales, las cuales las hay a decenas. Uno de los subgéneros más en boga y de lo más abundante son las cintas de monstruos. China parece haber recogido el testigo de las monster-movies de serie B o del Kaiju Eiga con mucho sabor a videoclub. Serpientes, tiburones, criaturas tentaculares, cocodrilos, dinosaurios... entre cientos de abominaciones se pasean por producciones de carácter alocado, de resultados bastante dispares y con un uso sin vergüenza, en su mayoría, de un CGI marca Asylum (con suerte). Una de las producciones recientes chinas, dedicadas a los monstruos y que más me han sorprendido es Snow Monster (2019).

La película da comienzo con un equipo de investigación, liderado por una joven científica, en una zona del Ártico hasta que son atacados por una especie de criatura gigante. Un equipo de rescate es enviado al lugar, casualmente comandado por el antiguo novio de la científica. Una vez allí se enfrentan a peligrosas criaturas...

Snow Monster es un buen divertimento, irresistible en su afán de querer aglutinar muchos elementos la mar de seductores para el espectador. Desde la ambientación nevada, la visita a una especie de mundo perdido inexplorado por el hombre, tribus, explorar el mito del abominable hombre de las nieves hasta el de presentar ¡¡tiburones voladores ocultos bajo la nieve!! Aún con todas la dosis de delirio, los pobres diálogos y las discutibles interpretaciones, el filme sobresale por encima de otras similares gracias a un ritmo bien fluido, una cuidada ambientación y un mínimo mimo en sus efectos especiales.


Un metraje acotado de apenas 80 minutos donde no dejan de pasar cosas ya desde un inicio con el equipo de rescate adentrándose en terreno desconocido consiguiendo un excelente sabor a cine de aventuras y más cuando se tienen que ver con enigmas, brújulas y monstruos prehistóricos. Si bien, el mayor acierto reside en la figura de ese imponente monstruo de las nieves. De carácter simiesco y gigantesco, el monstruo está plasmado técnicamente de una manera mucho más eficiente que otras producciones chinas similares de la época optando por el agradecido uso del suitmation, la técnica del hombre disfrazado pero añadiendo algo de CGI. Algo que da muy buenos resultados gracias a su fisicidad, el efectivo uso de angulaciones bajas y que crea imágenes impactantes. El tratamiento del monstruo, aún queriendo ser explotado por la pandilla de indeseables de turno finalmente es visto con respeto, como una deidad poderosa e intocable del lugar.

Un equipo de rescate en el Ártico se enfrentarán a tiburones voladores...

¡Y a un Yeti de enormes proporciones!

Como comento, los personajes de la cinta resultan sonrojantes, pero se muestra una mínima capa de ellos para inmediatamente pasar a la acción. Quien iba a esperarse la aparición de tiburones sanguinarios bajo la nieve, ¡pero así es! Aún con el CGI simplemente justillo utilizado para los escuales, este resulta eficiente y la cinta no se ahorra algunas escenas con sangre para disfrute del respetable. El director de la cinta es Huang He, también conocido como River Huang y que ha ofrecido taquillazos en el país con los crossovers de Bunshinsaba vs Sadako (2016) y su secuela de 2017 además de algunas entregas de la saga de Detective Dee como Detective Dee and the Road to Hell (2018).

Snow Monster acaba recorriendo lugares comunes como es la explotación del hombre hacia parajes naturales y vírgenes, y así lo hace con una serie de personajes caricaturescos de los que estás deseando que sean comidos o pisoteados. Si bien, el filme es bastante recomendable como un buen ejemplo de monster-movie china de elevadas dosis de delirio, muertes y bichos a toda máquina amén de un empaque técnico más que competente. Un muy entretenido kaiju chino y que ha tenido una secuela recientemente en 2022 aunque optando por una ambientación selvática con cocodrilos, serpientes y un monstruo protagonista de inspiración más big foot que el de su predecesora.

viernes, 18 de agosto de 2023

ULTRAMAN GEED (2017)



Para 2017 las nuevas series sobre Ultraman estaban funcionando como un tiro en Japón. Tras el reinicio del personaje en 2013 con Ultraman Ginga, éste estaba disfrutando una nueva edad de oro. Ultraman había cambiado, las nuevas series apostaban por una mercadotecnia constante, explícita y un empaque muy destinado a epatar las retinas del público infantil. Aún así, hay que reconocer que el mimo en el producto, con unos arcos argumentales cuidados además de un uso espectacular de las técnicas tradicionales de efectos especiales estaban colocando a la franquicia como algo único en el presente del tokusatsu. Tras X y Orb, Tsuburaya subió la apuesta con Ultraman Geed (2017).

En Ultraman Geed seguimos al joven Riku, un muchacho enérgico y alegre pero que da muestras de ciertos poderes y habilidades algo misteriosas. Le acompaña Pega, un alien, que solo Riku parece ver. Un buen día es conducido hacia una base secreta alojada bajo un observatorio astronómico, Rem, el sistema de control de la base, le reconoce como su maestro y le anuncia que tiene el poder de un Ultraman. Frente a la llegada de criaturas monstruosas Riku se transformará en Ultraman Geed, pero descubrirá una verdad aterradora. Resulta que es el hijo de Ultraman Belial, la peor abominación posible y causante de que el universo estuviera a punto de ser destruido.

Ultraman Geed reincide en los elementos que ayudaron a destacar a las series anteriores aunque de una manera ya algo cansina y formulaica. Riku, vuelve a ser el típico pipiolo inocente pero valiente, que intenta conectar con el público infantil pero que a mi personalmente no me ha despertado grandes simpatías. Y eso que cuenta con un fondo bastante interesante como que, en primer lugar, de un día para otro descubra que está destinado a ser un Ultraman, un héroe. Además de conocer que tu padre es el puro mal con los conflictos que puede generar como es el temor que pueda provocar Geed entre la población y que sea visto con recelo. Además del crecimiento personal que eso supone, querer superar un destino marcado por tus genes... Pero todos estos conceptos, aunque son mostrados en la serie, apenas son esbozados, quedando de una manera algo superficial o sin toda la fuerza que debiera.

Los héroes de la función. De izda a dcha Riku, Leito, Moa y Laiha

Si en las anteriores teníamos cartas como forma de invocar poderes de otros Ultraman o para fusionar kaiju, ahora le toca el turno a una especie de cápsulas que Riku (y el villano) utilizarán. Un elemento, la verdad, bastante repetitivo y que llega a agotar, especialmente en esas secuencias de transformación interminables y que no paran de romper el ritmo. Ya lo habíamos visto antes pero creo que aquí ya se les va de las manos las fusiones entre monstruos y las constantes nuevas transformaciones y formas de nuestro Ultraman Geed.

La trama que planea por toda la serie es algo rocambolesca. Resulta que Belial casi destruye el universo pero es impedido por Ultraman King (que apareció en Ultraman Leo de 1974) el cual revierte la destrucción fundiéndose con el espacio, diseminando sus partículas de energía por todos lados. Dicha energía provoca que algunos niños (o algunos kaiju, incluso) dispongan de poderes extraños como la telepatía o la combustión espontánea, lo que se conoce como "Little Stars", una energía que Kei, el villano de la serie irá buscando para ir cargando de poder a un renacido Ultraman Belial.

Ultraman Zero se apunta a la serie.
Este aspecto como es la continuidad respecto al universo de la serie resulta seductora continuando el arco creado desde Mega Monster Battle: Ultra Galaxy Legends The Movie (2009) donde se presentó el personaje de Belial y su enemistad con Ultraman Zero, el hijo de Ultraseven. Enemistad que siguió tratándose en algunas de las películas de Zero como Ultraman Zero The Movie: Super Deciding Fight! The Belial Galactic Empire (2010). Porque sí, Zero regresa, siendo un personaje casi principal y que harás las veces de mentor y acompañante de Geed. Si bien, aquí radica uno de los aspectos que más me sacaron de Ultraman Geed como es Leito, un salaryman y que es el partenaire humano de Ultraman Zero. No el personaje en si, porque creo que es el más simpático de la serie, sino porque creo que la franquicia se traiciona a si misma en cuánto Zero constantemente toma el control del Leito humano, anulándolo por completo. Leito es un patán y un torpe, pero aún así puede convertirse en un héroe, por lo que uno siente algo de frustración ver como su persona es anulada constantemente por Zero en los momentos en que hay que ponerse serio. Algo planteado para hacer comedia pero que a mi modo de ver traiciona las bases de la franquicia dejando poca evolución al personaje y poco crecimiento personal en ese sentido.

Si comentamos algunos episodios, mencionar el número 6, So That I Can be Me, con Leito uniéndose a la tropa de héroes y reflexionando sobre su capacidad para ser un Ultraman. En un giro de los acontecimientos él y Riku intercambiarán sus respectivas vidas por un día.

Geed se ve las caras con Galactron en el ep. 7, Sacrifice.

El villano de turno es Kei, un completo adorador de Belial y que se dedica en cuerpo y alma a cargar de poder y más poder a Belial. Kei como villano pierde bastante en comparación al anterior Jugglus Juggler y está perdido en un mar de histrionismo y planes rocambolescos los cuales aún estoy tratando de entender su lógica. A Riku, por cierto, le acompañan varias chicas, muy majas ellas, y que graciosamente beben los vientos por él. Por un lado, Moa, una amiga de la infancia, enamorada de Riku y que trabaja secretamente en AIB, una organización de búsqueda de alienígenas. Por otro lado tenemos a Laiha, un buen personaje, con más madera de héroe que el propio Riku y que viene interpretada por Chihiro Yamamoto, la cual realiza unas escenas de acción marcial y arte con la espada excelentes. Como detalle interesante, la gran mayoría de personajes conocen la identidad de Geed formando un grupo que es casi como una familia en torno a Riku.

El doble episodio 7 y 8, Sacrifice / Going Beyond Fate, nos pone en primer plano a Kei, el villano, el cual vive como un novelista de éxito, organizando un evento con público para meter en una encrucijada a Zero. Hay momentos interesantes como son el sacrificio de Zero, el agradecido regreso de Galactron (de Orb) y unos héroes dudando de sí mismos y temiendo no llegar a lo que se espera de ellos.

En el doble ep. 11 y 12, The Geed identity / My Name, asistimos a uno de los puntos más recomendables de la serie ya que presenta una de sus ideas más interesantes: que Geed sea una creación de laboratorio creada por el malvado Kei. Una manera de que éste le robe todas las cápsulas de energía almacenadas por Geed en los anteriores episodios sumiendo en la desesperación y a una crisis de identidad por parte de Riku, ya que parece que toda su vida ha sido una farsa. En la continuación Riku conocerá a un amable anciano con poderes, en fase terminal y que resultará ser el hombre que le recogió cuando solo era un bebé. Un encuentro que ayudará a Riku a encontrarse a sí mismo.

El temible Belial en el ep 16,
The First Day of the End of the World
Siguiendo con buenos momentos, se recomienda el doble ep. 16 y 17, The First Day of the End of the World / The King’s Miracle! Time to Change Fate!! Unos episodios en donde a pesar de hacer regresar a Belial, el momento más esperado de toda la serie, de una manera poco preparada de cara al espectador y con poca carga dramática (aparece y punto), presenta grandes momentos como esa batalla final apocalíptica en una ciudad gris con Geed encontrándose con su padre y éste respondiéndole con violencia y haciéndole morder el barro. Su continuación presenta una de las imágenes más interesantes y jugosas de la serie como es la de Riku peleando contra Belial en una especie de traslación dimensional. Una imagen, con la lluvia haciendo acto de presencia y que da pie a diversas interpretaciones. El hijo tratando de superar al padre, Riku intentando no sucumbir al destino que marcan sus genes o de tratar de luchar con la maldad de su interior y superar dicho peso. El capítulo finaliza con la aparición de Ultraman King y una nueva forma ultra-poderosa de Geed gracias al poder dado por King y que logran destruir al amigo Belial.

Una de las fusiones más poderosas de Geed
Antes del final, la serie propone un episodio bastante interesante como es el número 20, The 10:00 AM Monsterous Bird. Aunque no se le saca todo el jugo que debiera, presenta una narrativa audiovisual diferente (un poco en la línea de lo que hacía Jissoji) en base a un monstruo, Gyeron, que aparece cada día en el mismo sitio a las 10h de la mañana.

El final de la serie se ve con simpatía aunque no con entusiasmo. En el ep. 23, The Strum’s Light, un desequilibrado Kei desea conseguir las cápsulas de Dark Lugiel y Alien Empera, las abominaciones más poderosas (tras Belial). Riku decide enfrentarse a su destino y tener una batalla final con el villano, nada menos que en las ruinas de un castillo en Okinawa, lugar donde Kei puede absorber la energía de su planeta natal aún en llamas (así están los guionistas en esta serie). Al final, Belial aparece y se carga con todo el poder supremo albergado por Kei.

Mecha Gomora en el ep. 19, Nebula House Invasion.
En el doble ep. final 24 y 25, The Fragments of Hope / The Symbol of Geed, hay imágenes interesantes como ese Belial en el espacio convertido en una versión Atrocius y dispuesto a destruir el planeta y el universo, mientras nuestros héroes traman un plan que bien podría funcionar... Hay buenos momentos como esa bonita escena de Leito pasando un último día junto a su familia o esa batalla final con todas las formas diferentes de Geed atacando al unísono, la aparición de Ultra Father o ese pequeño momento de redención de Belial... Si bien, todo se antoja rutinario además de contar con cosas que a mi me sacan como que Belial, aún habiéndose cargado con todo el poder del universo, al final sea tratado casi como un enemigo más...

Ultraman Geed (2017) es un bajón considerable respecto a las dos series precedentes. Se antoja formulaica y repetitiva en muchos tramos, con episodios cuyas premisas, sinceramente me importaban más bien poco abundando en historias de corte tontito y sonrojante. Desde ver a un “cómico” de pacotilla haciéndose amigo de una bola peluda alienígena (ep. 5, Partners) a pasar vergüenza ajena con una alienígena que lee las mentes (ep. 10, I Read Minds) a ver algo tan sumamente interesante como que Riku y su amigo/mascota Pega discutan y éste último abandone el hogar (ep. 21, Pega Runs Away From Home).

Episodio 25, The Symbol of Geed

La serie plantea muchos conceptos interesantes pero que por desgracia no se profundizan, entregándose enseguida a las batallitas de turno y a las mil transformaciones maravillosas de sus héroes. A favor, comentar que la serie concentra algunos bloques entretenidos, especialmente aquellos con Riku en crisis identitaria o donde la figura tan atrayente de Belial se explota. Laiha y Leito son personajes muy simpáticos, y los efectos especiales de la serie, aunque creo que andan un poco estancados, siguen siendo una absoluta maravilla, con un nivel de maquetas, rayos y demás, de resultados estratosféricos. Pese a mi impresión, Ultraman Geed acabó siendo otro gran éxito para la franquicia y el personaje volvió en la película Ultraman Geed The Movie: Connect the wishes! (2018) o en el estupendo crossover del héroe en algunos episodios de Ultraman Z (2020), con dos episodios que son mejores que toda esta serie junta.

martes, 15 de agosto de 2023

THE BLUE PEARL (1951)


El cine de Ishiro Honda alejado de sus famosos kaiju eiga entre otros filmes de ciencia ficción es, por desgracia, muy poco conocido y de difícil acceso. Y el estudio Toho tampoco parece poner mucho de su parte para que el trabajo de Honda tenga cierta difusión. Antes de que en los años 60 Honda quedara totalmente atado a la ciencia ficción tras el fenómeno de King Kong contra Godzilla (1962), su director dirigió en los 50 dramas, comedias románticas, cine bélico... una etapa muy interesante y donde el director dio numerosas muestras de su talento y sensibilidad especial al margen de su cine de monstruos.

Es muy interesante que aún siendo un director de estudio, las vivencias de Ishiro Honda marcaron su trabajo cinematográfico mostrando unas constantes que aparecen a lo largo de su filmografía. Temas que a Honda le interesaban y motivara contar como la relación del hombre con la naturaleza, el no seguir los designios marcados por la familia, los matrimonios no aceptados o el trauma de la guerra y la bomba atómica.

Honda dirigiendo en The Blue Pearl

Honda nació en una aldea a más de 300km de Tokyo, perdida en medio de la montaña. Su padre era monje en un templo budista y el pequeño Ishiro pasó su infancia entre montañas y bosques hasta que se mudaron a Tokyo. Allí, un Honda adolescente se sentiría inmediatamente fascinado por el cine hasta el punto que decidió estudiar dicha arte en la Universidad de Nihon aún en contra de los deseos de su padre. Poco después entraría a trabajar en PCL, Photographic Chemical Laboratories (que años después absorvería Toho), debutando como tercer asistente de dirección en 1934 en la producción The Elderly Commoner's Life Study. Fue allí donde conoció a su mujer, Kimi. El matrimonio entre ambos, en 1939, no fue bien visto por la familia de ella, un hecho que reconcomió al bueno de Honda. La guerra vendría a parar la carrera del director durante años, para desazón de él, que veía como todos sus compañeros de productora empezaban a tener cargos de importancia o a llevar adelante sus propios películas como directores, como era el caso de su amigo Akira Kurosawa. Tras volver a un Tokyo en ruinas en 1945, retoma sus labores como asistente de dirección hasta que por fin se le da la oportunidad de dirigir su primera obra. Un documental titulado Ise-Shima (1949), de corte muy interesante y que innovó al mostrar las primeras escenas submarinas rodadas en Japón.

Su primer largometraje de ficción llegaría en 1951 con The Blue Pearl, un proyecto en el que Honda se entregó a fondo y donde parece volcar su alma, inquietudes y obsesiones. Como curiosidad, para la elaboración del guión, Honda y Kurosawa se encerrarían varias semanas en un apartamento para escribir guiones. Mientras Kurosawa escribía el de Rashomon, Honda hacía lo propio con The Blue Pearl.

El filme cuenta la llegada de Nishida a una isla, un joven procedente de la gran urbe de Tokyo para realizar labores como profesor y de guarda del faro. Allí se sentirá sorprendido y fascinado por el modo de vida de los isleños, en particular de las Ama, mujeres del lugar que se dedican a sumergirse en busca de conchas y perlas. Todo un sustento económico de la isla. Pronto se sentirá atraído por una de las jóvenes Ama del lugar, Noe, aunque su idilio no será bien visto por la comunidad. Otra joven, Riu, opuesta en carácter a Noe, intentará seducir al joven desembocando una tragedia...

The Blue Pearl (1951) es un muy sorprendente drama romántico lleno de aciertos. Ya desde su ópera prima vemos claramente las constantes de Honda como son la relación de la naturaleza con el ser humano además del choque entre la tradición ancestral y la modernidad, un punto en donde se pone el foco como es el constante contraste entre las maneras de Nishida, puro chico de ciudad respecto al modo de vida de los isleños. Honda sigue con la herencia de su trabajo en el documental y nos propone fascinantes tramos centrados en el modo de vida de las Ama. Dicho acercamiento al documental la veremos también en futuras obras como Godzilla (1954) o Half Human (1955) y en la que es una manera por parte de Honda de querer captar ese Japón ancestral que está desapareciendo con la llegada de la modernidad. 

Los escenarios naturales presentes tanto en The Blue Pearl como en la anterior Ise-Shima luego serían utilizados de nuevo para las escenas en la isla de Odo del primer Godzilla. Honda estuvo durante varias semanas en dicha isla, antes del rodaje del filme, y logró que los cerrados isleños le aceptasen, mostrándole ritos y demás intimidades que rara vez mostraban a los forasteros. Algunos de los lugareños aparecen en el filme como actores no oficiales incluídas las Ama que vemos en la película, algo que le da más autenticidad al conjunto. Sin duda, el uso de los ambientes y el espacio por donde se mueven los personajes es subyugante y uno de los aspectos más llamativos del filme.

Nishida llega a una isla para encargarse del faro.

Se sentirá fascinado por el modo de vida de los isleños y de las Ama

Tendrá un idilio con la joven Noe. Algo no aceptado por la familia de ella.

Otra joven de carácter más salvaje, Riu, intentará seducir a Nishida.

Algo trágico se avecina...

La llegada del personaje de Nishida, interpretado por Ryo Ikebe trae consigo un desmoronamiento de una sociedad férrea además de resucitar viejos temores de los lugareños respecto a la llegada de forasteros y los desastres que pueden traer consigo (un temor que se puede transportar a la apertura de Japón al mundo). El romance que mantiene Nishida con Noe es delicioso e inocente, viendo además ella una posibilidad de marcharse de su isla y vivir en la gran ciudad liberándose así de las ataduras y vida que tienen planeada para ella. Si bien, los acontecimientos se van enturbiando con la presencia de otra mujer, Riu. Muchacha del lugar pero que vuelve tras pasar un tiempo en Tokyo. Su carácter es opuesto al de Noe, ella es salvaje, sensual y lleva ropas a la moda. Cuando Riu comience a intentar seducir a Nishida, saltarán las alarmas. Aún siendo una subtrama, la de la seducción de Riu, poco interesante por ser un lugar muy común, pronto ésta va virando hacia una óptica cada vez más desequilibrada y asfixiante. 

Honda no duda en presentar personajes femeninos fuertes y decididos, con entidad, algo que sería bien habitual en su trabajo. Yukiko Shimazaki y Yuriko Hamada interpretan a Noe y Riu respectivamente, de resultados algo desiguales por su inexperiencia, pero son bien efectivas. Ryo Ikebe (Nishida) también se ve algo verde, si bien, el actor acabaría ganando mucha más madurez en el futuro. Trabajaría en otros filmes de Honda como Battle in outer space (1959). Shimazaki, el año anterior tenía uno de los papeles principales de El almuerzo (1950) de Mikio Naruse. Takeshi Shimura, actor de sobrado renombre, hace un pequeño papel en la cinta como encargado del faro y se notan enseguida sus quilates a nivel interpretativo. Shimura apareció el año anterior en Rashomon y volvería en Los siete samurais (1954) y Vivir (1955) de Kurosawa. Para Honda trabajaría habitualmente, destacando su papel en el primer Godzilla.

El ritmo del filme es fluido y Honda no deja de sorprendernos con una narrativa rica gracias a un cúmulo de imágenes submarinas hermosas y oníricas, las primeras rodadas para un largometraje de ficción en Japón. El tono documental de parte del filme se entremezcla con una serie de planos elaborados y que se van tornando cada vez más opresivos a medida que la historia avanza. Para ejemplo el magnífico momento en el faro, bajo una feroz tormenta, con Noe sincerándose a Nishida.

Honda junto a las actrices Yukiko Shimazaki y Yuriko Hamada. A la derecha, el cámara Tadashi Iimura.

La película es un alegato asimismo sobre las libertades individuales aunque los resultados vistos aquí son bastante oscuros y dramáticos. Con la negativa de la familia de que Noe se case con Nishida, frustrando el deseo de la joven de poder huir de la isla, ésta además tiene que ver como el chico parece caer en la tentación de Riu, la cual no deja de irle detrás. Una situación que harán entrar a Noe progresivamente en la paranoia, la rivalidad enfermiza y el enloquecimiento. The Blue Pearl acaba superando las expectativas gracias a un tramo final sensacional, en el que el filme vira hacia lo psicológico y fantasmal con la pobre Noe dejando morir en el fondo del mar a su rival, atrapada ésta en una roca mientras cogía una gran perla en un lugar prohibido. Noe irá enloqueciendo progresivamente por el peso de su ”crimen” y parecerá oír el grito de Riu llamándola desde el mar o desde los acantilados. Persiguiéndola allá donde vaya. El filme concluye con un plano final maravilloso, en la playa, de noche, con Noe adentrándose sola en el mar, de una calidad extraordinaria albergando un tono onírico, mágico a la vez de ambiguo sencillamente excelente.

The Blue Pearl (1951) es un muy notable filme que te lleva en volandas a través de un mundo lleno de tradiciones, el colapso de las mismas, un romance imposible y ambientado en un paraje marino inmejorable. Una perfecta película si quieres adentrarte en el cine de Honda alejado de la ciencia ficción. El filme obtuvo excelentes críticas en el momento de su estreno y abrió el camino para una filmografía llena de imágenes para el recuerdo. 3 años después llegaría Godzilla.

viernes, 28 de julio de 2023

ULTRAMAN ORB (2016)


Tras el éxito de las dos Ginga y X, las nuevas series de Ultraman estaban yendo como un tiro. Sin duda, un gran regreso del héroe entre las nuevas generaciones con un remodelado más colorido, espectacular y con un fuerte peso en la venta de juguetes. Aún con esta mercadotecnia explícita, la audiencia recibió con los brazos abiertos a estas nuevas encarnaciones de Ultraman, por lo que la maquinaria no se detuvo.

La siguiente serie de la franquicia fue Ultraman Orb (2016) y siguiendo esta tendencia en escalada, la serie fue un éxito aún mayor que la anterior provocando la aparición de películas y series precuela que lograran estirar todo lo que se pudiera el chicle.

Con un formato ya establecido de 25 episodios (con un molesto episodio resumen en medio), que fueron emitidos entre el 9 de julio y el 24 de diciembre de 2016, Ultraman Orb introduce las suficientes novedades como para al menos sentir esta nueva serie del personaje como algo un poco diferente a las anteriores encarnaciones. El humor de la serie es bastante diferencial, siendo una comedia en general exagerada, absurda y muy de manga, algo que en muchas ocasiones funciona a la perfección contagiándote de ese clima tan despreocupado de la serie. 

En ese sentido, el ultrahéroe de turno es Gai, un personaje de edad algo más madura de lo acostumbrado, cosa que se agradece y que no deja de burlarse de los tópicos del western y sus personajes solitarios. Ataviado con chaquetón, sombrero y harmónica se trata de un héroe muy paródico y que se gana las simpatias del respetable de inmediato. Para muestra su increíble presentación, saliendo de un camión en el que ha pasado varias horas en un congelador de comida y sin despeinarse. Interpretado por Hideo Ishiguro, Gai es un extraterrestre camuflado entre los humanos y es por supuesto Ultraman Orb, un héroe de luz que en gran parte de la serie no dispone de una forma propia, ya que ha perdido sus poderes en unos sucesos traumáticos. Algo que se aprovecha para que Gai utilice cartas con los poderes de los diferentes ultra brothers para fusionarse y emerger con nuevas formas poderosas. 

El pintoresco equipo de SSP. En busca de lo paranormal.
Por otro lado, los personajes principales no pertenecen a ninguna organización gubernamental ni militar, algo que se lleva repitiendo hasta la saciedad desde décadas atrás. En su lugar, tenemos a un trío de freaks, investigadores de lo paranormal y que han formado el grupo SSP (Something Search People), dejando a los militares y su lucha como algo de fondo, únicamente representado y con información limitada en el personaje de Shibukawa, el tío de Naomi, quien trabaja en VTL. Dicha organización solamente tendrá una presencia más explícita en los dos episodios finales de la serie. 

Dicho cambio resulta un soplo de aire fresco y los personajes por lo general se hacen bastante simpáticos. Naomi es todo un descubrimiento. Interpretada por Miyabi Matsuura y quien ofrece a un carácter femenino estrambótico, inocente, fuerte, tierno y que guarda alguna relación en su pasado con Gai pero del que poco recuerda. Todo un gusto ver a un personaje femenino de estas características, que se sale de lo habitual en otros personajes femeninos del tokusatsu y que además evoluciona de forma notable y hasta conmovedora en su relación cada vez más cercana con Gai.

Gai y Jugglus. No muy bien avenidos...

Ep. 4, Beware of Fire in the Midsummer Sky
El entretenido primer episodio de la serie, The Sunset Wanderer, ya incide en este humor con un Gai imposible atravesando los vientos huracanados de una tormenta para salvar a Naomi, sin inmutarse, del ataque de Birdon. Muchos monstruos clásicos hacen acto de presencia como Pandon en el divertidísimo ep. 4, Beware of Fire in the Midsummer Sky, y que cuenta una terrible ola de calor que asola a nuestros protagonistas.

Se apuesta por introducir la figura de un gran villano que vaya haciendo un pulso con Gai durante toda la serie. Pese a funcionar a ratos, Jugglus Juggler acaba siendo un villano interesante, que además destaca por su historia de fondo y su relación pasada con Gai. Jugglus viene interpretado por Takaya Aoyagi y el actor está en su salsa, creando un villano con entidad y que evoluciona hacia una degeneración cada vez más destructiva y cabrona. Así Jugglus empieza lanzando diferentes monstruosidades a Orb hasta acabar uniéndose a una especie de consorcio del mal habitado por aliens clásicos como Metron, Magma, Nackle o Mefilas. Si bien, acabará con todos ellos en el ep. 10, Juggler dies!, donde el villano consigue la carta más poderosa de todas, la de Ultraman Belial, el ultra malvado. 

Pese a que el nivel de guión en muchos episodios no es para tirar cohetes se consiguen momentos distraídos como en el ep. 7, A Future Shrouded in Fog, con una muchacha con sueños premonitorios y que predice la aparición de un monstruo justo al dia siguiente y que derrotará a Orb.

Galactron, el mejor villano de la serie en el ep. 14, Justice Out of Control

Orb fuera de control en el ep. 15, Never Say Never
Uno de los aspectos más interesantes de Ultraman Orb, es que a pesar de sus elevadas dosis de comedia y locura, aprovecha para introducir conceptos bastante oscuros y más profundos de lo acostumbrado. El equilibrio constante que mantiene Gai entre la luz y la oscuridad que hay en su interior, el control propio para no sucumbir a una fuente de poder que podría ser destructivo y que provocaría la muerte de seres queridos, el creer en uno mismo... Dichas ideas son exploradas en la que es el mejor tramo de toda la serie, comprendido entre los episodios 11 y 17 (quitando el molesto ep. 13 de resumen). 

Así, en el doble ep. 11 y 12, Trouble! Mama’s here! / The Dark King’s Blessing, incorpora a un personaje tronchante como es la madre de Naomi y con quien protagonizan un hilarante momento, casi sitcom, en un restaurante. El conjunto se vuelve bastante loco con la aparición de una fantasma protectora del bosque en formato gigante en medio de la ciudad y Juggler reviviendo a una bestialidad como es Maga-Orochi, con la conjunción de 6 cartas de bestias y la cual logra derrotar a Orb. En su continuación llega un punto dramático para Gai y es que para vencer a Maga Orochi fusiona las cartas de Zoffy y Belial para lograr una fusión salvaje y ultra poderosa, pero fuera de control por parte de Gai.

Ep. 22, The Unmarked Café
En el ep. 14, Justice Out of Control, la cosa avanza a pasos agigantados con la aparición, llegado de otra dimensión, de Galactron, un robot gigantesco en busca de paz pero que pretende resetear a toda la humanidad por todos sus abusos, guerras y demás errores. El robot posee y controla a Naomi dejando a Orb derrotado. El entuerto continúa con el shocking y dramático ep. 15, Never Say Never, con Gai presionándose a sí mismo sobre si debería utilizar o no la carta de Belial aunque dicho poder excesivo y oscuro lo acabe por dominar. El traumático final con Orb fuera de control, destrozando a Galactron aún con Naomi dentro de él, duele en el alma. Una conclusión que remite a uno de los momentos más duros de Neon Genesis Evangelion

El ep. 16, An Unforgettable Place, muestra a una sociedad y a un gobierno que se ha puesto en contra de Orb. Gai sintiéndose culpable se marcha hacia Rusalka, donde Gai conoció a Natasha en 1909 y sucedió la tragedia. No son las mejores horas de Gai presentando a un héroe culpable, hundido y sin saber que camino tomar. La cosa sigue a un gran nivel en el ep. 17, The Holy Sword Restored, donde destaca una bonita escena entre Gai y Naomi en el que hay diversas revelaciones y se muestran sentimientos. Un Gai, menos culpable, consigue dominar a Belial, pero lo más importante, acaba por creer en sí mismo y logra volver a tener su forma original de Orb con espectaculares resultados.

Ep. 20, Revenge's Trigger
El tramo final de la serie no llega al nivel visto anteriormente pero cuenta con momentos simpáticos como el ep. 19, The Demon Inside of Me, el cual vuelve a abordar nuestra dualidad luz/oscuridad, esta vez centrado en Naomi y una amiga de la adolescencia que parece haber desechado sus sueños por dejar su trabajo y casarse con un hombre rico. Contiene una acertada crítica hacia el papel de la mujer en la sociedad nipona.

El final de la serie resulta muy notable, como es costumbre en los finales de Ultraman. En el ep. 23, The Blade of Darkness, nos presenta ya a un Jugglus histérico perdido y que, tras un entrenamiento, se convierte en gigante. Aún así perderá en su batalla contra Orb y será capturado por la organización de VTL. La cosa continua en el excelente ep. 24, The Giga Lord Monster Strikes Back. Cargado de tensión con ese Jugglus a lo Joker, capturado, manipulando a los altos cargos y alertando de que el Maga-Orochi visto anteriormente era solo una larva y que está usando la Tierra como crisálida para alumbrar a Magata-Orochi. Los dirigentes optan por lanzar sobre Tokyo un misil destructor aún con una población que apenas puede evacuar. Ojo con su shocking final... 

Ep. 23, The Blade of Darkness

Ep. 25, The Wandering Sun
Y la serie concluye con 20 minutos cargados de emoción. The Wandering Sun, cierra el arco con Jugglus de notable manera, aunque algo facilona. El villano acudirá a la batalla junto a Orb y hasta se sacrificará por la causa. Aún así, la ejecución es estupenda, los personajes tienen una bonita despedida y Gai, más justificado que nunca, se marcha a una nueva aventura frente a un gran atardecer. Respecto al personaje de Jugglus Juggler éste volvería en Ultraman Z (2020) realizando entre las dos series un arco de redención estupendo.

Ultraman Orb, pese a no llegar a la calidad general de la anterior Ultraman X, supone un nuevo entretenimiento bastante destacable dentro de la franquicia. Si nos detenemos en sus efectos especiales estos vuelven a ser de un alto nivel, con unas maquetas espectaculares y un uso de la perspectiva excelente complementado con algún uso de CGI que no molesta y que está bien equilibrado con los efectos prácticos. 

Pese a episodios algo más tontetes o con unos guiones más endebles, el humor a veces resulte en exceso histrionico o exagerado, que algunos personajes no acaben por ser interesantes o que las escenas de transformación acaben siendo interminables... Ultraman Orb destaca por su carácter de comedia estrambótica pero que a la vez ofrece tramos dramáticos y profundos en donde se explora eficientemente el fondo y pasado de su héroe protagonista. Orb volvería en la película Ultraman Orb The Movie: Let Me Borrow the Power of Bonds! (2017) o en la decepcionante mini serie precuela Ultraman Orb: The Origin Saga (2017).