La segunda mitad de los años 70 vivieron un proceso de recuperación económica de una
Tsuburaya Productions en crisis (de nuevo) afectando así el devenir de la franquicia de nuestro superhéroe galáctico favorito. Dos factores estaban influyendo en ello. Uno de ellos, la poca aceptación de
Ultraman Leo (1974) la cual por ser una propuesta bastante más adulta y oscura ocasionó la huida del público infantil, el único
target de audiencia que aún seguía a Ultraman a esas alturas. El segundo factor, bastante más grave, fue la crisis del petróleo de 1973 y que hizo que gran parte del mundo entrara en recesión económica. El encarecimiento de los materiales necesarios para la creación de los efectos especiales hizo que la
Tsuburaya se embarcara en modestas co-producciones o proyectos de bajo presupuesto para poder esquivar la quiebra definitiva. Igualmente, la productora intentaba buscar nuevas fórmulas con series como
Dinosaur Expedition Born Free (1976) o
Dinosaur War Izenborg (1977).
En estos años, la productora deseaba recuperar a su personaje estrella, pero eran conscientes de que una serie de Ultraman requería un presupuesto más abultado de lo que ellos podían permitirse en esos momentos. Se quería evitar a toda costa un fracaso tras cuatro años de esfuerzo continuado. Así, la
Tsuburaya, con un ojo puesto en las series
anime del momento y viendo lo barato y fácil de producir que era dicho formato, decidieron abordar a Ultraman de esta manera innovadora en la franquicia. Frente al coste cada vez mayor de la creación de los efectos especiales, la posibilidad de crear un producto enteramente de animación suponía una excelente opción.
Presentar una serie como
The Ultraman (1979) fue sin duda una jugada maestra para adherir al personaje dentro del grupo de series que triunfaban en la época y estaban relacionadas con la ciencia ficción o los robots gigantes como
Daitarn 3 (1978),
Combattler V (1976) o
Captain Harlock (1978). Aunque se plantearan realizarla ellos mismos en un principio, la total inexperiencia de la
Tsuburaya para con la animación les llevó a la búsqueda de un
partner que les realizara tal menester. Finalmente fue la
Nippon Sunrise quien se alió con el estudio. La
Sunrise era un equipo joven que ya había colaborado con
Tsuburaya para la realización de las escenas de animación de
Dinosaur Expedition Born Free y en 1979 dieron a luz a una serie tan influyente como
Mobile Suit Gundam (1979). Una de las cimas del género
mecha.
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El equipo de la Science Defense Squad |
The Ultraman la componen 50 episodios en donde se pone de manifiesto la influencia de las tendencias de la época como el drama de ciencia ficción en la línea de
Space Battleship Yamato (1974), además del fenómeno
Star Wars. Todo este mix de influencias sumado a la personalidad y características propias de una serie de Ultraman, hacen de la presente un irresistible entretenimiento llena de conceptos nuevos que suponen una bocanada de aire fresco para la franquicia. En la serie se nos presenta a Ultraman Jonias. El guerrero más poderoso del planeta U40, enviado a la Tierra para cumplir la misión de protegerla de cualquier amenaza monstruosa. Una de las mayores novedades respecto a la presente serie es la capacidad que tiene cualquier habitante del planeta U40 para llegar a un estado superior tanto física como mentalmente convirtiéndose así en un ultra-guerrero. Dicho poder es otorgado gracias a la “
Ultra-Mind”, el secreto mejor guardado de U40 y fuente de energía inagotable. Así, durante la serie también conoceremos a Amia, la hermana de Jonias o los guerreros Elek y Loto los cuales no dudarán en transformarse para ayudar en determinadas batallas complicadas.
Mientras tanto, en el planeta Tierra, el súper equipo de héroes de la serie es el organismo SDS (
Science Defense Squad) el cual es creado debido al incremento de ataques monstruosos y diversos fenómenos extraños en la Tierra. El joven y valiente Hikari se convertirá en el huésped humano de Ultraman Jonias tras ser testigo éste de la valentía del joven al defender la estación espacial donde trabajaba aún a costa de su posible muerte. A los héroes humanos los acompaña Pigmon, la simpática criaturilla que aparecía en los episodios 8 y 37 de la primera
Ultraman y que aquí es convertido en un peculiar robot dispuesto a ayudar al grupo de la SDS frente a cualquier dificultad.
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Ep. 8, The Secret of Hikari |
Aún a pesar de utilizar, en el primer tramo de la serie, un formato de episodios auto conclusivos y de trama más bien ligera, enseguida se pone de manifiesto que, gracias a la animación, se pueden explotar ideas, diseños o batallas que en
live-action sería impensable. Así en el episodio 2,
The Secret of the Shining Pendant, la criatura de turno es una especie de corazón palpitante tentacular oculto en el interior de un enorme tornado. En el episodio 4,
The Mystery of the Red Cloud, la amenaza es una nube de gas roja mortal y que finalmente acabará convertida en un monstruo. También, vemos el regreso de viejos conocidos monstruosos de la franquicia como el clásico Alien Baltan del primer Ultraman el cual tiene una divertidísima aparición en el episodio 8,
The Secret of Hikari.
Aún a pesar de que
The Ultraman contenga algunas concesiones infantiles como el personaje de Pigmon y su mono Monchi, éstos no resultan excesivamente cargantes y son aprovechados en varios momentos para llevarlos hacia caminos bastante crueles o dramáticos como es el caso del episodio 7,
Problems for Pig. En dicho capítulo, Pigmon es consciente de que su sistema interno falla cada dos por tres. Sintiéndose inútil deseará destruirse y poner fin a su existencia. Uno de los aspectos que más trabajan en
The Ultraman y que resulta toda una agradecida novedad es la relación que mantiene Ultraman Jonias con su
partenaire humano, Hikari, siendo algo habitual los diálogos internos entre los dos.
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Ep. 19, This is the Planet where Ultraman was Born |
Y por fin, el ya tan paródico y sonrojante recurso del héroe humano desapareciendo en cada batalla para después aparecer Ultraman sin que los demás se percaten de ello, es utilizado como excusa dramática en algunos momentos de la presente serie. En el brillante episodio 15,
Ultraman and Hikari, nos presenta a nuestro protagonista siendo continuamente cuestionado por sus compañeros sobre si está capacitado o no para la batalla tras sus continuas desapariciones. ¿Se trata de un cobarde? Hikari intentará demostrarse continuamente de que es válido también como héroe humano al margen del poder que guarda para convertirse en Ultraman. Un aspecto muy interesante y poco tratado en la franquicia. Dicho conflicto volverá a tratarse en episodios como el 46,
The Remote-control Monster, con Hikari desobedeciendo las órdenes del capitán Gondo para convertirse en Ultraman abandonando a una Mutsumi camino de la muerte.
Poco a poco la serie va cogiendo forma y una mayor profundidad. Algo que es totalmente definitorio a partir del episodio 19, en ese magnífico trio de episodios de título
This is the Planet where Ultraman was Born. ¡Hay más ideas y conceptos nuevos en estos 60 minutos que en todas las series anteriores juntas! Tanto Hikari como Ultraman Jonias perecen en la batalla contra el malvado Bedoran por lo que son llevados hasta U40, el planeta natal de Jonias. Que un humano pise por primera vez en la franquicia el planeta del propio Ultraman, encontrarnos allí con la existencia de más guerreros, que los sabios de dicha civilización entraran en contacto con seres de otros planetas, entre ellos la Tierra, siendo los responsables del avance tecnológico de la humanidad miles de años atrás… son unos pequeños ejemplos de la ingente cantidad de ideas que suelta este ciclo de capítulos. Es aquí donde se presenta a Amia, la hermana de Jonias y segunda
Ultra-Girl de la franquicia, la cual cae rendida al momento por Hikari. El pueblo de U40 irá apareciendo de manera recurrente en futuros episodios los cuales siguen explorando aspectos muy interesantes como la existencia de una cárcel de monstruos situada en un enorme meteoro el cual será secuestrado por una raza alienígena para conquistar la Tierra (ep. 34 y 35,
Break-out at Prison Planet!). En el romanticón episodio 31,
The woman fighter from Ultra, veremos a una Amia desesperada por conocer la Tierra y estar más cerca de Hikari.
Así, el visionado de
The Ultraman se hace fácil y por lo general muy entretenido gracias a sus guiones los cuales te van llevando a escenarios varopintos que hacen que no pierdas el interés como espectador. De la propuesta del puro horror claustrofóbico producida por una amenaza invisible en medio del desierto (ep. 25,
The Devil Flower) a premisas tan atractivas como el alegato anticontaminación de un planeta Tierra en guerra contra la humanidad (ep. 26,
The Earth’s greatest Crisis) o aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece la animación presentando el esqueleto viviente de una bestia prehistórica indestructible (ep. 30,
The moving skeleton). El aroma a
space opera va abriéndose camino poco a poco también, presentando directamente a una descomunal nave de combate, la Ultria, dejada por el pueblo de U40 bajo tierra en la helada Antártida y que será utilizada por los héroes protagonistas para sus batallas monstruosas a partir del episodio 38,
The Great Ultra War.
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Ep. 50, To the planet of Ultra - Part 4 |
Dicho episodio también sirve para presentar al malvado imperio de Heller, nombrado así en honor de su tiránico dirigente. Heller era un habitante de U40 pero que acabó traicionando a su pueblo robando el secreto de la
Ultra-Mind y con ello consiguiendo la inmortalidad. Dicho imperio acabará convirtiéndose en el enemigo principal durante los últimos 14 episodios de
The Ultraman donde iremos viendo los diferentes intentos de Heller por conquistar tanto la Tierra como U40, enviando diferentes amenazas desde una base secreta construida en el satélite Titán, cerca de Saturno. Los acontecimientos acabarán confluyendo en el catártico final de la serie, dividido en 4 partes y que por sus niveles de intensidad y épica acaban por elevarlo cómo el mejor final de una serie de Ultraman realizada en los años 70. Un final emocionante repleto de destrucción, batallas espaciales y que supone la guinda para una de las series más frescas y libres de la franquicia. Es una lástima que muchas de las ideas planteadas aquí no tuvieran demasiada continuidad en el futuro de las ultra-series ya que podrían haber abierto un campo nuevo muy interesante.
Como he apuntado, uno de los puntos fuertes de
The Ultraman es su equilibrada libertad creativa la cual no hace perder la personalidad propia de una serie del personaje. Éste es un punto en el que disfrutó especialmente el equipo implicado en su creación. El equipo de guionistas de la serie eran una mezcolanza de gente proveniente de la
Sunrise y jóvenes talentos de la
Tsuburaya. Mientras el equipo de la
Sunrise aportó el tono a
space opera en consonancia con otras series del estudio, la
Tsuburaya intentaba crear un equilibrio perfecto entre estas nuevas coordenadas y el sabor auténtico de una
ultra serie. Un hecho que sumó aún más talento al conjunto fue que, en el tramo final de la producción, la mayor parte del equipo encargado de
Mobile Suit Gundam acabó trasladándose a la serie debido a la cancelación de aquella. El mismísimo
Yoshiyuki Tomino, creador de
Gundam, se encargó de la elaboración de
storyboards en algunos de los episodios.
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VHS español |
The Ultraman acabó teniendo un notable éxito y fue el mayor triunfo de
Tsuburaya y
Sunrise en 1979. La serie logró enganchar a parte de una audiencia que nunca se había acercado a Ultraman, introduciendo al personaje y modernizándolo a los nuevos tiempos. Dicho éxito dio nuevas fuerzas a la
Tsuburaya que vio como su contrato con la TBS fue alargado con visos a la realización, ahora sí, de una nueva serie del personaje en
live-action. La que se convertiría en
Ultraman 80 (1980). Desgraciadamente parece que con el paso de los años
The Ultraman ha quedado como una serie bastante olvidada tanto en el
anime de la época como en la propia franquicia del personaje y es toda una lástima ya que se trata de un producto entretenidísimo y que lleva al personaje a caminos totalmente frescos.
Realizaron varios remontajes que recopilaban varios episodios de la serie. El primero de ellos fue The Adventures of Ultraman (1981), la cual era un retelling de la serie, redoblada y reescrita por Jeff Segel y donde se incluían escenas de los cuatro episodios finales además de momentos de los episodios 19, 20 y 21. Dicho filme llegó a España en 1984 con el título de Las aventuras de Ultraman. Una nueva película recopilatoria fue realizada en 1983. Ultraman II: The Further Adventures of Ultraman, y que juntaba los cuatro primeros episodios de la serie llegándonos también a España en 1985 como Ultraman II.