El éxito del
anime de
Urotsukidoji (1989) vino a confirmar el interés de la audiencia hacia el
tentacle-porn, esas producciones que se saltaban la censura nipona mostrando a tentáculos sobones en lugar de genitalia explícita. Una práctica que se hizo bastante habitual en el
anime y el
hentai de alto voltaje y que tuvo variadas traslaciones al
live action. Sin ir más lejos, una de las puntas de lanza de la productora
Giga es dicho subgénero, encontrando decenas y decenas de producciones y que cuentan con interminables secuencias de tentáculos sobando a
Idols vestidas de súper heroinas entre gemidos, gruñidos y mucho aloe vera. Escenas que son tan interesantes como ver crecer la hierba, todo hay que decirlo...
Hay 2 sagas de los 90 salidas del V-Cinema nipón que por su importancia son merecedoras de ser comentadas. Una de ellas es la trilogía de
LA Blue Girl (1995), que ya será debidamente analizada. La otra es la pentalogía de
Angel of Darkness (1994-1997). Basada en un
anime de mismo titulo formada por 4 capítulos y comercializados en 1994. La adaptación en imagen real se realizó poco después. La saga
live action viene a ser una ramplona aunque en ocasiones sugerente mezcolanza de cine de horror de tufo satánico con
softcore y situado en ambientaciones estudiantiles. Si bien, uno de los puntos más divertidos o llamativos de
Angel of Darkness es que cada entrega homenajea o toma como referente algún clásico del cine de terror norteamericano como
Viernes 13, Pesadilla en Elm Street o
El exorcista.
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Profes pervertidos en Angel of Darkness |
La primera entrega,
Angel of Darkness (1994), sienta las bases de las constantes de la saga. Un empaque técnico limitado y con numerosas aristas, unas interpretaciones sonrojantes, decorados parcos y una trama cuasi inexistente, si bien dichos aspectos son mínimanente suficientes para una producción de dichas aspiraciones. El sentido del humor de la cinta es agradecido, con ese profesor intachable y respetado por compañeros y alumnos pero que esconde una pasión desbordada por el género femenino así que por las noches da rienda suelta a la criatura que lleva dentro en forma de tentáculos monstruosos. Las sospechas por las diversas violaciones y muertes hacia alumnas poco a poco irán tornando hacia él. Una curiosa cinta que sin ser destacable resulta simpática aunque sus escenas tentaculares no sean precisamente muy elaboradas y son técnicamente mejorables, un aspecto que irá perfilando la saga entrega a entrega.
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Un poco de Sam Raimi no viene mal. Angel of Darkness 2 |
Para
Angel of Darkness 2 (1995) la acción se mueve hacia un cómodo y barato bosque en donde un grupo de adolescentes con las hormonas revueltas están de excursión junto a sus profesores hasta que una extraña criatura posee a una de las integrantes del grupo y comienza a liarla. Un poco mejor que su antecesora en una secuela que bebe de manera entrañable a
Viernes 13 (1980),
Evil Dead (1981) y los
slashers de campamentos. Los movimientos de cámara subjetivos de un ser invisible moviéndose por el bosque remiten al filme de Sam Raimi. El filme además ofrece la variante de que esta vez el monstruo es femenino, algo que se repetirá ya en el resto de la saga.
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Angel of Darkness 3 |
El final de la segunda parte queda abierto y es continuado de alguna manera en
Angel of Darkness 3 (1996), la cual bebe esta vez y sin tapujos del terror satánico con
El exorcista (1973) como referente principal. La criatura, de características cada vez más demoniacas posee a una pobre muchacha que progresivamente irá mostrando signos de posesión y la aparición de tentáculos con ansias de compañía. La muchacha, alojada inicialmente en un hospital, irá sembrando el caos sexual en el lugar. Por supuesto, la solución pasa por un sacerdote de tercera que al margen de realizar el obligado exorcismo tendrá que luchar contra las tentaciones de la poseída. Una tercera entrega en general con poca gracia y poco sugerente en sus escenas picantonas. Algo que se soluciona con
Angel of Darkness 4 (1996), la cual es capaz de mantener un justo nivel de diversión y entretenimiento.
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Homenaje a La profecía en Angel of Darkness 4 |
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Angel of Darkness 4 |
Dicha secuela refuerza la ambientación eclesiástica y demoníaca tomando al filme de Richard Donner,
La profecía (1976) como referente clarísimo, tanto que hasta se permiten el lujo de repetir la escena del hierro atravesando, para la ocasión, el cuerpo de una monja. Esta vez la criatura se aloja en el cuerpo de una inocente adolescente, pero el monstruo no actúa ni la posee completamente gracias a que la muchacha porta un crucifijo. Si bien, una mujer misteriosa, protectora de la criatura, intentará llevar al lado oscuro a la
school girl para que la criatura se libere en todo su esplendor. Una bonita historia del paso de niña a mujer, descubrimiento de la sexualidad y adornado con escenas de tentáculos y desnudos. Por supuesto, un sacerdote y una monja irán tras ellas para tratar de impedir la llegada del mal a nuestro mundo. Es de destacar tanto en esta como en la anterior el sugerente uso de la luz, destacando el uso de verdes, rojos y que más allá de ocultar las limitaciones técnicas y efectos remite al cine italiano de género. A opinión personal,
Angel of Darkness 4 es la entrega más completa y divertida de la pentalogía.
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Angel of Darkness 5 |
El final de la saga la encontramos con
Angel of Darkness 5 (1997). ¿Que clásico del terror nos falta? Pues
Pesadilla en Elm Street (1984), en una simpática conclusión con una serie de adolescentes siendo acosadas en sueños por los dichosos tentáculos. Poco a poco, la diferencia entre realidad y sueño se irá tornando más difusa. Un filme con una ambientación estudiantil aún más explícita con los personajes no solo estudiando en el instituto sino también acudiendo a unas misteriosas extraescolares en un centro en donde hablan de las técnicas del sueño. Es allí cuando misteriosas desapariciones y muertes comienzan a sucederse. Una conclusión que no queda cerrada, y donde el terror y el erotismo parecen perpetuarse eternamente. Así parece decirlo esa escena de créditos finales con uno de los personajes en pleno éxtasis perpetuo en medio de una clase.
Angel of Darkness, la saga, cumple las constantes del V-Cinema japonés de la época. Producciones de muy bajo coste realizadas en cadena sin descanso y con aspectos técnicos bastante limitados en general. Si bien, pese a ser 5 películas, por lo general, bastante discretas si que suponen una curiosidad y con sus más y sus menos ofrecen un mínimo de diversión. El hecho de que cada entrega sea un espejo de una saga o un clásico del terror norteamericano tiene su gracia. Y la diversión sube en la medida de cuánto más elaboradas sean las escenas
softcore con los tentáculos de marras.