CRÍTICAS PELÍCULAS

jueves, 13 de octubre de 2022

CRÓNICAS DE SITGES 2022 (1/5)

Un año más, volvemos al Festival de Sitges, en su 55a edición y en donde el cartel rinde homenaje al cuarenta aniversario de Tron. Un año especial y emocionante para un servidor ya que no solo cumpliré el sueño de poder presentar en el festival, junto a mis compañeros, el libro ULTRAMAN: LA GUIA DEFINITIVA (de Applehead Team) sino que la semana tendrá una suma extra de tensión al estar a unos días de convertirme en ¡¡padre!! (hijo, por favor, respétame estos pocos días de festival antes de tu llegada...).

Tercer año consecutivo en el que Oriental Paradiso está acreditado y me encamino a los míticos cines Retiro, dispuesto a enfrentarme a la primera película de la jornada. 

En estas últimas décadas he acabado cogiéndole tirria al found footage, un subgénero del terror que suele caer en los mismos tics repelentes de siempre, aunque hayan buenos ejemplos salidos por ahí como The Troll Hunter (2010) o The Sacrament (2013) de Ti West. Deadstream (2022) supone un ejemplo desprejuiciado y divertidísimo que sabe sacar el partido a las coordenadas del found footage en un conjunto con mucho humor y ganas de juerga.

Shawn, una personalidad de Internet en desgracia intenta recuperar a sus seguidores transmitiendo en vivo una noche solo en una casa embrujada. Pero cuando accidentalmente hace enojar a un espíritu vengativo, su gran evento de regreso se convierte en una lucha en tiempo real por su vida.

Deadstream ha sido toda una sorpresa para un servidor. Sabe manejar bien sus tiempos, siguiendo en gran parte del metraje a su personaje principal, este esperpéntico youtuber/streamer en horas bajas y con ganas de recuperar patrocinadores y seguidores. Si bien, dicho personaje no acaba por ser demasiado repelente debido al patetismo constante que desprende y que hace caer simpático. Poco a poco, el filme se entrega a una fiesta que bebe de referentes claros como los Evil Dead de Sam Raimi con fantasmas grotescos, poseídos, gore cartoon y un sano sabor a fiesta constante. Muy divertida. Habrá que seguir la pista de sus directores Vanessa y Joseph Winter quienes se encargan también del guión, mientras que Joseph aún tiene tiempo de encargarse de la música y de interpretar a Shawn en el filme.


La fiesta sigue con Kids vs Aliens (2022). A su director, Jason Eisener, lo conocemos por sus segmentos en filmes como The ABCs of Death (2012) o V/H/S 2 (2013). 

Es verdaderamente notable el cúmulo de filmes que explotan la nostalgia por el cine de genero de los años 80. Una tendencia que se denota en esta última década y que se vislumbra no solo temáticamente sino también en su propuesta visual.

Kids vs Aliens nos presenta a un grupo de niños enfrascados en el rodaje de una película protagonizada por una especie de dinosaurios galácticos (¿?). La mayor del grupo, la adolescente Sam, empieza a desviar su atención de estos juegos de niños hacia el guaperas de turno. En este momento de pavería será manipulada para organizar una fiesta destructiva y etílica en su propia casa hasta que ésta es interrumpida por el ataque de unos malvados extraterrestres...

Kids vs Aliens (2022) es otro de estos filmes que supuran eighties por todos sus poros y que a un servidor le ha parecido irresistiblemente divertida aunando una coctelera con extraterrestres, abducciones, batallas a espada, dinosaurios fake e incluso un coming of age adolescente. La película se beneficia de una agradecida duración de 75 minutos que le sientan estupendamente y que ayudan a que el ritmo no decaiga en ningún momento. El grupo de niños, protagonistas de la función, son soportables aunque es cierto que todos los personajes de la cinta, especialmente los adolescentes fiesteros, son arquetipos andantes y sus responsables parecen más preocupados en crear estereotipos de una época debido a la exageración de sus actos (basta mirar el conscientemente ridículo adolescente malvado). 

Los efectos artesanales resultan encantadores y efectivos. Visualmente el filtro de la imagen remite a esa estética de vídeo propia de un producto de videoclub. Todo esto convierte a Kids vs Aliens en un filme suficientemente entretenido y la mar de simpático que aúna todo lo que nos gusta del cine de genero de los ochenta en un conjunto muy divertido y que se ve tan fácilmente de la misma manera que se come una bolsa de frutos secos.


En este Festival de Sitges hemos podido contar con las increíbles presencias de las mega stars coreanas Lee Jung-Jae y Jung Woo-Sung, amigos de la industria desde hace años y que curiosamente ambos presentaban este año sus respectivas óperas primas como directores. El reto de encargarse de A Man of Reason (2022), por parte de Woo-Sung vino un poco por accidente tras el abandono repentino del primer director encargado para el filme.

Tras 10 años de encarcelamiento en nombre de su jefe, todo lo que Su-hyuk quiere es una vida normal, que espera que incluya a su antigua novia, Min-seo, y a su hija, In-bi. Mientras tanto, en algún momento de la última década, su jefe ha adoptado un aire de legitimidad. Ahora, la antigua banda roba y asesina con la excusa del desarrollo urbano. Y quieren que el reticente Su-hyuk esté a bordo.

A Man of Reason es un thriller de venganza elegantemente rodado y de aire triste frente al drama de su protagonista, un ex-presidiario, más duro que una barra de metal, y que tras salir de la cárcel pretende reconducir su vida fuera de la violencia. El problema de A Man of Reason es que esta historia la hemos visto mil veces anteriormente y bastante mejor. No se deja ni uno de los tópicos de este tipo de cintas.


El ritmo del filme tampoco ayuda siendo cadencioso y gris, algo que afecta a tu sueño especialmente en la primera mitad de la cinta. Si bien, como he mencionado, el filme está rodado con solvencia y elegancia, Kim Jun-Han se marca un personaje estupendo, pura locura malvada y divertida. Hay algunas escenas de acción estupendas como ese esplendoroso inicio y el clímax final, si bien, hay una rutina en todo lo que se cuenta y una falta de sangre que impidió emocionarme lo más mínimo frente a lo que estaba pasando. Si bien, un ejercicio loable y que bien puede valer un visionado.

Bien acompañado. Jung Woo-Sung (izquierda) y Kim Jun-Han (derecha)

La sección Seven Chances recuperaba Faceless. Los depredadores de la noche (1988), del querido y añorado Jesús Franco. Una producción francesa donde tito Jess se inspiraba de nuevo en el argumento de Ojos sin rostro para este particular y divertido filme de terror quirúrgico.

En el filme seguimos el drama de un reputado cirujano, quien concentra todos sus esfuerzos para recomponer el destrozado rostro de su hermana. Para ello, raptará a bellas modelos para utilizar su hermoso rostro...

Los depredadores de la noche es quizás uno de los mejores ejemplos de la vasta e irregular filmografía de Jesús Franco. Un producto de carácter claramente de videoclub, despendolado y fresquito, que entretiene sobradamente por sus delirantes interpretaciones (el doctor se lleva la palma) y una trama que aúna desde operaciones de piel horripilantes, sótanos con muchachas lozanas recluidas, generosos desnudos, asesinatos de lo más burros y hasta un doctor nazi que dice haber colaborado con Mengele en sus años de gloria del holocausto.

Destacar el interesante reparto del filme con las sensuales presencias de Brigitte Lahaie (presente al inicio de la sesión en el Prado) o Caroline Munro.

Quien quiera acercarse a la filmografía de Franco este sería un buen punto de inicio por el que partir aunque no sea representativa de su obra, tendiente esta a la anarquía pura. Si bien, no hay que negar que Los depredadores de la noche es un desprejuiciado y agradecidamente incorrecto filme de terror que divierte constantemente por sus perversiones sexuales, enfermeros calenturientos, bares con actrices de cine solícitas, un detective americano más chulo que un ocho entre unos niveles de gore bastante atractivos con algunos asesinatos bastante elaborados. La factura de producción es competente y Jess parece mirar por momentos a la obra de Argento o Fulci. Punto y aparte es la banda sonora con un temazo cantado por un clon de George Michael y que no para de sonar durante toda la película.

lunes, 26 de septiembre de 2022

ULTRAMAN: THE ADVENTURE BEGINS (1987)


Si nos centramos en occidente, los años 80 alumbraron exitosas series de animación enfocadas en la acción y que dominaron el mercado durante la década como Robotech (1985), Transformers (1984-1987), G.I Joe: A Real American Hero (1985-1986), entre otras. Dichas series tenían la particularidad de que estaban expresamente realizadas o diseñadas para la venta de juguetes. Dichos productos no solamente albergaron un gran éxito en las parrillas televisivas sino que supieron capitalizar su éxito a través de su merchandising el cual hizo las delicias de los niños de la época con muñecos de las series adornando sus habitaciones. Hay que recordar que la industria del juguete se volvió enorme en los años 80 gracias a dichas series infantiles. La Tsuburaya Productions vio en dicho éxito una oportunidad para reverdecer viejos laureles para Ultraman y encontrar así, un camino para entrar en el mercado americano.

Los años 80 fueron una travesía por el desierto para la Tsuburaya y para 1986, la mítica productora llevaba una buena temporada sin la realización de nuevas series. Así que su idea fue la de presentarse frente al mercado americano y proponer una serie basada en su personaje estrella estando enfocada a la posterior venta de juguetes con el ojo puesto en el ejemplo de series coetáneas. Tras presentar el proyecto no fue otra que la mítica Hanna Barbera quien decidió apostar por la idea. La creadora de series clásicas como Scooby-Doo, ¿dónde estás? (1969-1971) o Los Picapiedra (1960-1966) no estaban pasando por su mejor momento a mitad de los años 80 y al igual que la Tsuburaya buscaban nuevos proyectos con la esperanza de reflotar. Nació así: Ultraman: The Adventure Begins, también conocida como Ultraman USA.

Si bien, pese a la buena sintonía con el proyecto éste se enfrentaría a numerosas dificultades. No habían muchos canales de TV que quisieran apostar por la serie ya que lo veían un producto algo arriesgado. Frente a dicha indiferencia, Hanna Barbera y Tsuburaya tomaron la decisión de unir los 4 primeros episodios de la serie en un largometraje que sirviera para promocionarla llegando a estrenarse por televisión el 12 de octubre de 1987. El largometraje sí que consiguió llamar la atención de la audiencia pero no lo suficiente en un mercado ya sobresaturado en series de este tipo.

Ultraman: The Adventure Begins sigue a Scott, Chuck y Beth, tres pilotos acrobáticos y que tendrán una misteriosa experiencia con una extraña luz en medio de uno de sus vuelos y que provoca que sus aviones queden destruidos. Pese a ello, los tres pilotos resultan ilesos del accidente. Pronto descubrirán que a partir de ahora serán los huéspedes humanos de tres guerreros extraterrestres con el objetivo de luchar contra un grupo de malvados monstruos procedentes del planeta Sorkin. Scott, Chuck y Beth se unirán a la «Ultra Force», en una base avanzadisima tecnológicamente y alojada en el monte Rushmore. Da inicio la batalla.

Ultraman: The Adventure Begins
es una muy distraída producción y que logra insertar eficientemente a Ultraman en un producto de clara vocación occidental. Es de remarcar que uno de los tres guerreros sea femenino, algo, por desgracia, poco habitual en las ultraseries. Ultrawoman Beth se convierte así en la cuarta guerrera de la franquicia. tras Yuko (Ultraman Ace), Amia (The Ultraman) y Yullian (Ultraman 80).

Ultraman: The Adventure Begins es un film entretenido, el cual, lógicamente, no puede escaparse de su carácter episódico y que lastra algo la narración pero sí que ofrece buenos momentos especialmente en las batallas contra los monstruos. Unas bestias cuyo diseño no sigue la línea estrafalaria de muchas ultra series anteriores presentando aciertos en ese sentido como el monstruo-planta Green Shocks, cuyos tentáculos pondrán en un buen aprieto a Ultrawoman Beth o el mecha Garuballade. Los personajes principales, el trío de héroes formado por Scott, Chuck y Beth, no logran escapar de una cierta bidimensionalidad siendo estereotipos andantes sin mucha evolución pero logran hacerse simpáticos si evitamos algunos momentos sonrojantes como el ligoteo constante de Scott con la joven científica o la estoicidad de Chuck.

Se denota en algunos momentos de Ultraman: The Adventure Begins que el producto era un campo de pruebas de lo que podría convertirse la serie ya que no acaba por definirse un tono claro al conjunto, debatiéndose constantemente en ofrecer algo de carácter más juvenil o adulto pero presentando, a la vez, momentos de clara vocación infantil. Es evidente este aspecto en todo el tramo dedicado al monstruo gigante Zoon, una bestia benigna pero cuyo enorme tamaño supondrá todo un problema para las fuerzas militares y la seguridad de la ciudad. El tufillo infantil lo seguimos encontrando en el trío de robots —Ulysses, Samson y Andy— que acompañan a Walter Freeman en la base secreta de nuestros héroes o en Wylon, un adorable conejo color violeta. Dicha criaturilla resultará esconder ser el líder de los supervivientes de Sorkin y tener más mala leche de la que parecía. Más tarde acabará convirtiéndose en el gigantesco y terrible King Myra en una batalla final espectacular ambientada en plena estatua de la Libertad y con las desaparecidas torres gemelas de fondo y donde los tres ultrahéroes unirán sus poderes para vencer a la gran bestia.

Ultraman: The Adventure Begins es un nada desdeñable intento por traer la ultrafranquicia a un público occidental en un conjunto de animación más que notable y donde brilla especialmente en las batallas colosales entre los héroes y los monstruos. Si bien, peca de un desinterés hacia los personajes humanos siendo bastante planos y desprovistos de conflictos internos de cualquier tipo o desarrollo. Aspectos perdonables si somos conscientes de la naturaleza del producto, siendo el posible inicio de una serie. Aún así, se trata de toda una curiosidad entretenida de ver y cuyo formato de animación resulta agradecido en una franquicia en donde no se ha explotado precisamente si exceptuamos ejemplos como la anterior The Ultraman.

Como apuntaba hace unos párrafos, el impacto de este recopilatorio de cuatro episodios no fue el esperado por lo que el proyecto soñado de realizar una serie de larga duración en Estados Unidos quedó en nada. La distribución de la película fue algo pobre y tardía ya que no se estrenó en Japón hasta el 29 de abril de 1989, teniendo un éxito moderado. No fue hasta 1993 cuando el filme tuvo una edición doméstica en su país de origen, Estados Unidos, con una edición en VHS. Ni siquiera contó con un estreno en cines americanos.

jueves, 22 de septiembre de 2022

ULTRAMAN STORY (1984)


En el mismo año que Tsuburaya Productions proponía un film recopilatorio como fue Ultraman Zoffy: Ultra Warrios vs The Giant Monster Army, también tuvo estreno en cines un proyecto similar como Ultraman Story (1984), una puesta al día de la franquicia para un nuevo público y que sirviera tanto como un orden de los eventos de las anteriores series como el de presentar una nueva trama que siguiera expandiendo el universo de Ultraman.

Hay que tener en cuenta que en este punto, la franquicia no vivía un momento precisamente feliz. El personaje iba dando tumbos desde mediados de los 70 tras el fracaso de Ultraman Leo. Los intentos de revitalización del personaje habían funcionado muy bien con la sorprendente The Ultraman (1979) pero dicho paso adelante tuvo un tropezón tremendo con la poca aceptación de Ultraman 80 (1980) la cual provocó un hiato del personaje en Japón y que lo llevaría a desaparecer de la parrilla televisiva en el país hasta 1996 con la exitosa Ultraman Tiga (si exceptuamos coproducciones internacionales más bien poco afortunadas como Ultraman: Towards the Future (1990) o Ultraman: The Ultimate Hero (1993)).

Con todo esto, Ultraman Story (1984) no vino a remediar la caída del personaje aunque se denota un intento de revitalización. El filme toma como protagonista a uno de los miembros de la familia Ultra más exitosos y que más aceptación tenía con la audiencia infantil como es Ultraman Taro, siguiendo su camino para convertirse en un héroe digno desde pequeño hasta la madurez. Para ello, la película se nutre de numeroso material reciclado de todas las ultraseries anteriores sumado a las nuevas escenas filmadas para la ocasión.

El tono de Ultraman Story cabalga en el infantilismo más estomagante y un conjunto de factura paupérrima con unos escenarios bastante pobretones y limitados que nos privan de poder explorar en buenas condiciones el planeta de los Ultra. El primer tercio del filme es ejemplo de ello con unos duros momentos en donde un pequeño Taro intenta emplearse a fondo entrenando y molestando a pequeñas bestias frente a la atenta mirada de sus padres. Taro es el más débil del grupo, el que más le cuesta avanzar frente a la gran fortaleza de sus hermanos, los cuales ya están en la Tierra luchando contra el mal. Algo por lo que siente envidia. Tras una elipsis de varios años, un Taro ya más crecidito intentará ganarse la total confianza de su ultrapadre en el campo de batalla para lo cual se dedicarán gran parte del tiempo a revisitar algunas de las mejores batallas de las series anteriores.

Frente a las sonrojantes discusiones familiares, un Taro entrenando sus movimientos frente a una pantalla enorme donde van sucediendo los diferentes clips de la serie, los vuelos intergalácticos y los intentos frustrados por ser cada vez más poderoso, destaca la nueva amenaza de turno: el terrible Juda. Dicho peligro alienígena, un hueso duro de roer para Ultra Father, no solamente mandará a Alien Hipporit a la Tierra y convertirá a los Ultra Brothers en estatuas de piedra —vía stock footage, como hemos comentado— sino que clama a los malvados espíritus que circulan por el universo para fusionarse en una nueva bestia: Grand King, un saurio bípedo y robotizado.
La feliz infancia de Taro...

El joven héroe intentará convertirse en un héroe digno.

Pero un terrible peligro se acerca...

Si hay que reconocerle algún mérito a Ultraman Story es su batalla final de dicha bestia contra todos los ultra hermanos, en un escenario vistoso por su caracterización teatral con unos colores rojos muy marcados y donde el equipo de efectos especiales destaca en algunos momentos aislados. Grand King deja fuera de combate a todos los hermanos por lo que la solución será que toda la familia traspase su energía hacia Taro, el cual tras convertirse en un Super Ultra, vencerá a la amenaza convertido en un héroe renacido y merecedor de luchar codo con codo junto a sus hermanos. En el entrañable final, los hermanos partirán mientras sus padres los miran emocionados, o eso quise ver tras sus máscaras.

Ultraman Story es un hueso duro de roer. Su nivel de producción no es demasiado boyante, sus escenarios limitados, su infantilismo y melodramas familiares bastante sonrojantes. Si bien sirve como un distraído Greatests Hits de la franquicia y que por lo menos logra entretener en un tramo final mínimamente competente a nivel técnico donde podemos disfrutar de todos los héroes juntos y revueltos en una orgía de patadas, llaves imposibles y transformaciones más grandes que la vida.

La película gozó de un intento por ser ampliamente distribuida, para lo cual se encargó la todopoderosa Shochiku. Además, el filme fue proyectado en diversos festivales de tokusatsu en donde fue presentado en doble sesión junto al largometraje Choudenshi Bioman: The Movie (1984), de la franquicia Super Sentai. Como curiosidades contar que la voz de Taro en esta película es nada más y nada menos que la de ¡Koji Kabuto!. A partir de este momento, Hiroya Ishimaru, la voz de Kabuto en Mazinger Z, doblaría a Ultraman Taro sustituyendo así a Saburo Shinoda en dicha tarea.

martes, 20 de septiembre de 2022

ULTRAMAN TIGA: THE FINAL ODISSEY (2000)



El éxito de Ultraman Tiga (1996) hizo devolver al candelero al mítico personaje de Tsuburaya Prod. Tras quince años de silencio televisivo en Japón, ésta se saldó como una de las series de la franquicia más recordadas y mejor valoradas por crítica y público. Dicho triunfo continuó con Ultraman Dyna (1997) y Ultraman Gaia (1998) y que conforman una trilogía de series las cuales llevaron al personaje a caminos nuevos y poco abordados con un tono que abandonaba en gran parte el infantilismo para ofrecer productos algo más juveniles/adultos. Tiga tendrá sucesivas apariciones en el futuro de la franquicia pero curiosamente la serie tendría una conclusión en forma de un largometraje realizado tres años después del final de la misma, la que sería Ultraman Tiga: the Final Odissey (2000).

El filme nos sitúa dos años después de los eventos del final de Tiga. El equipo de GUTS investiga las ruínas que salieron a la luz en los episodios finales de la serie y allí los militares descubren tres estatuas gigantescas y que pertenecen a los guardianes de la oscuridad. Su despertar causa el peligro de sumir al mundo de nuevo en la oscuridad. Mientras, Daigo comienza a sufrir extrañas visiones de una mujer misteriosa que cree conocer... y tendrá que enfrentarse a la decisión de volver a transformarse en Tiga aún a pesar de un descubrimiento inesperado sobre su propia identidad que le sumirá en un mar de dudas existenciales...

Aún a pesar de que tal vez la original Ultraman Tiga no venía necesitada de una conclusión propiamente dicha tras el maravilloso final que nos dejó la serie no hay que negarle a The Final Odissey que sabe plantear un cúmulo de ideas interesantes que logran aumentar las posibilidades del universo planteado en Tiga. Aviso que no tiene mucho sentido ver la película sin conocer mínimamente algo de Tiga, personajes o eventos sufridos ya que ésta es una continuación directa en toda regla, dicho esto, opino que The Final Odissey es una de las mejores películas de Ultraman realizadas para cines. El filme se beneficia de un evidente aumento de presupuesto (respecto a otros filmes del personaje) y que proporciona un innegable sabor cinematográfico a todo el conjunto. Hay una correcta planificación formal y el nivel en los efectos especiales son por lo general muy notables suponiendo un paso adelante respecto a las series de televisión.

La trama de la película es otro de los puntos más interesantes de la misma. Si la original Ultraman Tiga se beneficiaba de explorar un universo nuevo para Ultraman, muy rico en ideas, en The Final Odissey se sigue explorando dicho lore planteando escenarios nuevos, muy jugosos para su héroe: presentar a la contrapartida de los "gigantes de la luz", en la forma de estos tres guardianes de la oscuridad, ese templo donde descansan las ruinas de una civilización extinta 30 millones atrás (Atlántida style)... y en el mejor giro de guión de la película se descubre que Tiga era uno de los guardianes de la oscuridad. Una revelación que sirve para sumir a Daigo en un conflicto de identidad y de paso mostrar grandes escenas protagonizadas por ese Dark Tiga de color negro. Ese momento tan shocking del héroe aplastando a sangre fría (fuera de plano) a una niña es inolvidable. Toda esta cantidad de ideas presentes en The Final Odissey fueron readaptadas con más o menos fortuna en Ultraman Trigger (2021), serie que celebraba el 25 aniversario de Tiga.
3 estatuas gigantescas son descubiertas

Pero acaban despertando de su letargo amenazando con la destrucción del planeta.

Daigo descubre una desagradable sorpresa sobre su identidad: Dark Tiga.

Daigo se enfrentará a sus temores y a su pasado.

Tiga de vuelta a la acción.

¿Acabará bien la cosa?

¿Planes de boda truncados entre Daigo y Rena?

También es gratificante reencontrarse con todos esos personajes a los que habíamos cogido tanto cariño en la serie madre y ver cómo les ha ido la vida en estos años. Daigo y Rena siguen de lo más acaramelados y con planes de boda así que asistimos a bastantes escenas tiernas entre ellos para deleite del fan de dicho amorío. Hiroshi Nagano sigue estando en su salsa como héroe y demuestra una vez más su carisma añadiendo algunas capas más al personaje. Si bien, no acabé de encajar el nuevo tratamiento que se le da a la capitana Iruma, donde ahora resulta que es la descendiente de la sacerdotisa Yuzare (sacerdotisa de la civilización ultra-antigua y que ya había hecho alguna que otra aparición en Tiga). Este girito al personaje, aunque la actriz Mio Takaki lo defienda de forma competente, me pareció uno de los elementos más forzados del guión. También, la forma humana de los 3 malvados guardianes de la oscuridad rayan el límite de lo histriónico acabando por ser los típicos malvados estereotipados. Si bien, encontré a la villana femenina, Carmeara, de una belleza misteriosa e interesante en su juego psicológico con Daigo.

El metraje de The Final Odissey es muy entretenido y sus 80 minutos se pueden dividir en dos bloques diferenciados. Una primera mitad centrada en el desarrollo dramático de sus personajes y donde se explora eficientemente elementos como la crisis de identidad de Daigo. Dicha crisis pone a prueba su relación sentimental con Rena planteándose diversas preguntas. ¿Arriesgarse a conseguir el poder de Tiga de nuevo aún a costa de que ese poder se salga de control y acabe fundido en la oscuridad? La lucha contra lo oscuro de tu propio ser, los usos de tu poder y la redención son temas que plantea la película en un tratamiento interesante. Incluso, la oscuridad de la propuesta va un paso más allá con algunas escenas algo más cruentas de lo acostumbrado (la niña).

La aberración final.
El segundo bloque de la película corresponde a la parte puramente de efectos especiales y batallas con Daigo haciendo frente su destino enfrentándose a los diferentes guardianes de la oscuridad. Un cúmulo de batallas bien coreografiadas, intensas y variadas donde Tiga, cada vez irá entregándose a la luz. Todo este tramo, ambientado entre las ruinas de la civilización ultra-antigua resulta técnicamente muy competente, aún a pesar de que al no estar en los típicos escenarios urbanos se pierda cierta sensación de gigantismo. Aún el uso abundante de CGI éste no desentona demasiado, consiguiendo una movilidad y gestualidad bastante inédita en el propio Tiga quien en un giro de tuerca acabará renaciendo como Glitter Tiga gracias a la ayuda de los espíritus de los titanes de luz caídos.

Ultraman Tiga: The Final Odissey acierta en no querer ofrecer la misma fórmula y sigue explorando el universo esbozado en su serie madre. Un buen ejemplo de desarrollo de lore con un Tiga enfrentado consigo mismo, con un pasado que creía olvidado que vuelve a atormentarle. El filme es entretenido y sabe combinar el drama de personajes con los momentos de puro espectáculo. Es de agradecer que se tome su tiempo en abordar dicho drama y dosifica muy bien las escenas de batallas y destrucción. Hay momentos para el recuerdo como ese primer ataque a la ciudad por esa especie de cuervos extraños, la primera aparición de Dark Tiga, el flashback donde vemos la gran batalla entre los titanes de la luz y los guardianes de la oscuridad. Si bien, hay algunos elementos de guión que acaban bailando de forma forzada y su dependencia total con la serie madre la hace perder puntos. La batalla final contra esa monstruosidad peca de una excesiva orgía de CGI anticuado pero acaba resultando una notable conclusión, en su conjunto, a los arcos de los personajes.

El filme también demuestra un excelente sentido de la continuidad para con la franquicia ya que hay guiños a su serie sucesora, Ultraman Dyna, con la aparición en forma de cameos de los principales personajes de dicha serie además de guardarse una aparición final, muy curiosa, de Shin Asuka (Dyna) quien acaba cruzándose con Daigo.

Y de nuevo, debido a los problemas de la agencia de representación de Hiroshi Nagano, en la box-set de Mill Creek Entertainment no se incluye esta película debido a los derechos de la canción de Nagano "Take me higher". ¡¡¡¡Canción que solo aparece en los créditos finales!!!! Por favor...


sábado, 17 de septiembre de 2022

FESTIVAL DE SITGES 2022

CRÓNICAS DEL FESTIVAL

- DEADSTREAM / KIDS VS ALIENS / A MAN OF REASON / FACELESS (LOS DEPREDADORES DE LA NOCHE)

- SPEAK NO EVIL / BLUE THERMAL / HUNT / PEARL 

FUMER FAIT TOUSSER / PROJECT WOLF HUNTING / THE ROUNDUP / HALLOWEEN ENDS / SING A BIT OF HARMONY

WHAT TO DO WITH THE DEAD KAIJU? / SHIN ULTRAMAN / ALIENOID PART 1 / L'ANNÉE DU REQUIN

- PRESENTACIÓN DE ULTRAMAN: LA GUIA DEFINITIVA DE APPLEHEAD TEAM


Top 5 Oriental Paradiso

1- Hunt

2- Pearl

3- Alienoid: Part 1

4- Deadstream

5- Speak No Evil

Mención de honor: The Roundup


Palmarés

SECCIÓ OFICIAL FANTÀSTIC A COMPETICIÓ
Mejor película de la SOFC: «Sisu», Jalmari Helander.
Premio especial del Jurado (patrocinado por Sunglass Hut): «Project Wolf Hunting», Kim Hong-sun.
Mejor interpretación femenina (patrocinado por So de Tardor): Natalia Germani & Eva Mores, «Nightsiren» (mención especial) / Mia Goth, «Pearl» (premio)
Mejor dirección (patrocinado por Moritz): Tereza Nvotová, «Nightsiren» (mención especial) / Ti West, «Pearl» (premio).
Mejor interpretación masculina (patrocinado por Vilamòbil): Jorma Tommila, «Sisu».
Mejor guión ex-aequo: Quentin Dupieux, «Fumer fait tousser» & «Incroyable mais vrai».
Mejores efectos especiales, visuales o de maquillaje (patrocinado por Kelonik): «Project Wolf Hunting» (mención especial) / «Irati» & «Ego (Hatching)» (ex-aequo).
Mejor música (patrocinado por Primavera Sound): Juri Seppä & Tuomas Wäinölä, «Sisu».
Mejor fotografia (patrocinado por Lavazza): Kjell Lagerroos, «Sisu».

NOVES VISIONS
Mejor película: «Jerk», Gisèle Vienne.
Mejor dirección: Martika Ramirez Escobar, «Leonor Will Never Die».
Mejor corto Noves Visions Petit Format: «Flashback Before Death», Rii Ishihara & Hiroyuki Onogawa.

MÉLIÈS D’ARGENT
Premio a la mejor película de género fantástico: «Nightsiren», Tereza Nvotová.
Premio al mejor corto europeo de género fantástico: «La machine d'Alex», MAel Le Mée.

JURADO DE LA CRÍTICA
Mejor cortometraje de la SOFC (patrocinado por Fotogramas): «The Newt Congress», Matthias Sahli & Immanuel Esser.
Premio de la crítica José Luís Guarner a la mejor película SOFC: «Something in the Dirt», Aaron Moorhead & Justin Benson.
Premio Citizen Kane para el mejor director revelación: Michelle Garza, «Huesera».

ANIMA'T
Mejor largometraje de animación: «La otra forma», Diego Guzmán.
Mejor cortometraje de animación: «Ecorchée», Joachim Hérissé.

ÒRBITA
Mejor película: «H4Z4RD», Jonas Govaerts.

BLOOD WINDOW
Mejor película: «Huesera» (Michelle Garza)

BRIGADOON
Premio Brigadoon Paul Naschy al mejor corto: «El semblante», Raúl Cerezo y Carlos Moriana.

JURADO CARNET JOVE
Premio Jurado Carnet Jove a la mejor película SOFC: «You won't be alone», Goran Stolevski.
Premio Jurado Carnet Jove a la mejor película Sitges Documenta: «Jurassic Punk», Scott Leberecht.

PREMIS SGAE NOVA AUTORIA
Mejor dirección-realización: Ariadna Pastor, «Tornar a casa».
Mejor guión: Ariadna Pastor, «Tornar a casa».
Mejor música original: Valentín Cremona, «Sweet Side».

PREMIOS DEL PÚBLICO
Gran Premio del Público a la mejor película de la SOFC (patrocinado por La Vanguardia): «Irati», Paul Urkijo.
Premio del Público Panorama Fantàstic: «Deadstream», Joseph Winter & Vanessa Winter.
Premio del Público Focus Àsia: «The Roundup», Lee Sang-yong.
Premio del Público Midnight X-Treme: «Sissy», Kane Senes & Hannah Barlow.

miércoles, 31 de agosto de 2022

PHONE (2002)



Los años 90 fueron una década donde el género del terror sufrió un cierto deterioro o agotamiento de ideas. Mientras en occidente renacía el slasher o cine de terror adolescente gracias a éxitos como Scream (1996) o Se lo que hicisteis el último verano (1997), en Japón The Ring (1998) significó una revolución para el género y sobre todo un soplo de aire fresco con una propuesta sencilla, clásica y que helaba la sangre apelando a nuestros miedos más primarios. Un filme que recuperaba esas historias tradicionales de fantasmas o las películas de yurei (fantasmas y espíritus) que aparecieron en los años 60 en Japón. El exitazo a nivel mundial de The Ring tuvo su parte mala y es que durante la primera mitad de la década del 2000 se produjeron cientos de imitaciones tanto en el mismo Japón como en otros países orientales como Corea del Sur o Hong Kong los cuales se apuntaron a la moda del nuevo terror asiático. Para mayor desesperación, Estados Unidos realizó docenas de remakes de dichos éxitos orientales lo que provocó un rápido agotamiento y sobresaturación de estas películas sobre chicas fantasmas de larga melena negra y camisón sucio.

Cuidado con el teléfono móbil...
La película que nos ocupa, Phone (2002), fue uno de los primeros filmes surcoreanos en entregarse sin complejos, tanto estética como narrativamente, a las pautas que dejó The Ring. Se trata de la película más interesante del discreto director Ahn Byeong-ki, quien dos años antes realizaba su ópera prima, Nightmare (2000), un correcto slasher para adolescentes que bebía curiosamente de Se lo que hicisteis el último verano.

Phone nos presenta a Ji Won, una periodista la cual acaba de publicar un artículo en el que destapa casos de abusos sexuales a menores. Tras diversos acosos y llamadas de amenaza, Ji Won cambia su número de móvil y es cuando empiezan los fenómenos extraños...

Phone sabe trasladar los miedos tecnológicos presentes en sus homólogos japoneses para presentar herramientas cotidianas que generarán terror. Si era la televisión en The Ring, Phone nos mete el miedo en los teléfonos móviles como herramienta de actuación del fantasma de turno. El filme, aún con su ADN terrorífico, sigue la tradición intocable del cine coreano de meter a la mínima elementos melodramáticos que desvían el filme del horror puro y duro a un drama con elementos fantásticos. Se trata de una película que va de menos a más, con una primera mitad que parece más un telefilme de sobremesa rutinario con problemas familiares y donde seguimos los avatares de Ji-Won mientras intenta escaparse de un acosador misterioso a la vez que su hermana la alerta de que su hija pequeña cada vez mantiene comportamientos más extraños. Es un tramo que concentra alguna que otra escena que no tiene mucho sentido en el futuro devenir de los acontecimientos y que sirve más bien de poco. Toda la subtrama del acosador de Ji Won así como ese ataque del mismo bajo la lluvia es ejemplo de ello. Si bien, poco a poco, va sumando elementos de interés y hasta inusitadamente atrevidos. El momento de la niña pequeña besando lascivamente a su padre es sorprendente e incómodo. Por supuesto, todo tiene una explicación...
Ji-Won es periodista y está siendo acosada tras destapar un caso de abusos a menores.

Mientras la hija de su hermana comienza a mostrar comportamientos muy extraños...

Sus padres esconden más de lo que parece...

El filme se va encarrilando poco a poco, curiosamente cuando va abandonando el terror, para convertirse en un melodrama de corazones rotos en un sugerente montaje cargado de flashbacks y puzzles emocionales que ayudan poco a poco a encajar todas las piezas. La resolución final con la aparición de la obligatoria fantasma peluda es bastante escalofriante, lástima que antes hayamos tenido que aguantar un largo secuestro en la casa de los protagonistas con la niña poseída pegando berridos bajo el atronador sonido de los truenos. 

Sus interpretaciones son simplemente correctas en general aunque destaco el protagónico de Ha Ji-Won, una actriz a la que le tengo especial cariño y que ha aparecido en numerosos trabajos bastante interesantes como His Last Gift (Last Present) (2008), Haeundae (2009) o As One (2012). Mención especial merece la niña de la película, quien mete unas caras de pura maldad que harían estremecer hasta al muñeco diabólico Chucky. La actriz es Eon Seo-U, quien contaba con solo 5 añitos durante el rodaje de la película.
Comentar, que su director, Ahn Byeong-ki, ha seguido insistiendo en el terror realizando una ringexploitation todavía más evidente que Phone: la divertida Bunshinsaba (2004). El personaje fantasmal de dicha película ha protagonizado a su vez ingentes entregas en China, encargándose el mismo Byeong-ki de las 3 primeras entregas entre 2012 y 2014.

Volviendo a Phone, se trata de un trabajo mínimamente entretenido e interesante aunque irregular. Si bien no esconde su envoltorio claramente comercial y palomitero. Aún a pesar de caer en los lugares comunes del género muestra una historia de fondo bien trabajada y su mezcla de melodrama fantasmal no evita algunas escenas horripilantes como ese inicio en el ascensor. A destacar, a su vez, el genial uso que se hace en la trama del "Claro de Luna" de Beethoven. Es una de las mejores imitaciones a The Ring que se realizaron en Corea del Sur en estos años de efervescencia fantasmal en Asia.