Mi entrada en la programación del festival ha sido por la puerta grande. Desde Hong Kong, Twilight of the Warriors: Walled In (2024), es la nueva pel·lícula de Soi Cheang, una de las voces más contundentes del actual cine de Hong Kong. Un director capaz de aunar los elementos del cine clásico del país, de ese legado legendario en el terreno del thriller, la acción y las artes marciales y llevarlo con contundencia al presente. Hace unos años, Limbo (2021) epató mis retinas, siendo una de las propuestas asiáticas más destacables de ese año. Después nos llegó Mad Fate (2023), la cual no acababa por ser un producto tan redondo en un argumento algo perdido en torno a la chamanería, el psycho thiller y la acción. Si bien, con Twilight of the Warriors, Soi Cheang acierta por completo ofreciendo un filme adrenalítico y lleno de acción salvaje.
Basada en el cómic chino, “City of darkness”, de Andy Seto, el filme nos sitúa en los años ochenta. Huyendo del poderoso jefe de las tríadas Mr. Big, el emigrante ilegal Chan Lok-kwun se refugia en Kowloon City, donde es acogido bajo la protección de Ciclón, líder de la Ciudadela. Junto a los demás marginados de su clan, tendrán que hacer frente a la invasión de la banda de Mr. Big y proteger el refugio en que se ha convertido para ellos la ciudad fortificada.
Uno de los puntós más destacables y brillantes de Twilight of the Warriors es sin duda su ambientación en una recreación de la ciudad de Kowloon, la cual existió en la realidad y que fue demolida a mediados de los años 90. Soi Cheang ya había demostrado su gusto por retratar espacios degradantes y decadentes en Limbo y en esta Twilight of the Warriors se mantiene con una recreación de Kowloon absolutamente espectacular y casi cyberpunk. Cuando no estás admirando los diferentes espacios por los que te lleva la cinta, alucinas con las diversas escenas de acción, sencillamente espectaculares y con una manejo de la tensión, la violencia y el montaje brillante y que nos devuelve a los momentos dorados del pasado del género. Para llevarnos a ese lugar cómodo para el aficionado el reparto incluye a leyendas como Sammo Hung o Louis Koo, quienes llevan a sus personajes con dignidad y magnetismo.
Sin duda una de las sorpresas asiáticas del año, que por contra, se recrea en las habituales sendas del melodrama, peaje a pagar en el género, donde se explota esas relaciones de honor y amistad que a algún espectador se le puede atragantar. A favor, Twilight of the Warriors: Walled In, es un caramelo festivo, que no tiene miedo de exagerar y llevar a la fantasía a sus escenas de artes marciales (herencia del cómic), en contraste a la suciedad y realismo de sus escenarios de esta resucitada Kowloon. Un disfrute de principio a fin.
Uno de los momentos más especiales este año en Sitges ha sido ver como mi querido amigo Jonathan Bellés por fin ha podido proyectar su ambicioso documental “Ishiro Honda: Memoirs of a Film Director” en el festival y en el precioso y acogedor cine Prado. Proyección que se antojó legendaria y monstruosa ya que con motivo del 70 aniversario de Godzilla, el documental se proyectó en sesión doble junto a una versión remasterizada en 4K del clásico Godzilla de 1954.
Mucho trabajo y muchas dificultades ha vivido Jonathan durante la producción de Ishiro Honda: Memoirs of a Film Director, pero he de decir que la espera ha merecido sobradamente la pena y que puede sentirse bien orgulloso de esta pieza documental. Una obra que gira en torno a uno de los mayores maestros del cine japonés, realizada con alma y con algunos momentos emocionantes y conmovedores. Honda siempre ha sido un director del que se ha sabido más bien poco, siendo su figura constantemente tapada por el enorme peso de su creación, el saurio radiactivo Godzilla.
Mucho trabajo y muchas dificultades ha vivido Jonathan durante la producción de Ishiro Honda: Memoirs of a Film Director, pero he de decir que la espera ha merecido sobradamente la pena y que puede sentirse bien orgulloso de esta pieza documental. Una obra que gira en torno a uno de los mayores maestros del cine japonés, realizada con alma y con algunos momentos emocionantes y conmovedores. Honda siempre ha sido un director del que se ha sabido más bien poco, siendo su figura constantemente tapada por el enorme peso de su creación, el saurio radiactivo Godzilla.
Así, por medio de una narración bien interesante y suave, que cuenta con voces como Ryuji Honda, Hisao Kurosawa, Yuuko Honda-Yun, Joe Dante o Linda Miller, el documental nos lleva a través de los momentos más importantes en la vida de Honda y que marcaron su estilo cinematográfico. Desde su infancia, rodeada de montañas y naturaleza, hasta su adolescencia en Tokyo, donde nació su enorme pasión por el cine, hasta su pesadillesco y traumático paso por la II Guerra Mundial (uno de los tramos más contundentes).
Haciendo el Godzilla junto al equipo del documental |
Y qué decir de la maravillosa Godzilla (1954). Una de las mayores obras del fantástico mundial y uno de los más contundentes alegatos pacifistas y en contra de la energía nuclear. En un blanco y negro inolvidable y muy contrastado, casi noir, se nos lleva a una fantasía que filtra un trauma colectivo y horrible, representado físicamente en una criatura gigantesca y destructiva, convertido después en un icono mundial. Brillantes momentos de destrucción realizados por el equipo de Eiji Tsuburaya, inmortal banda sonora de Akira Ifukube y una estupenda dirección de Honda que llena de dramatismo lo que es una tragedia colectiva, con escenas que aún 70 años después aún siguen acongojando como los momentos en el hospital tras la destrucción o el momento del requiem cantado. Sin duda, la mejor entrega de la larga saga del saurio. Un clásico por antonomasia y que disfrutamos como nunca con una impoluta copia en 4K y que meses antes ya había sido proyectada en el Festival de cine de Berlín. ¡Por muchos años más Godzi!
Uno de los fenómenos cinematográficos de este año en Corea del Sur ha sido el estreno de Exhuma y que se ha saldado con un éxito la mar de contundente congregando casi a 12 millones de espectadores en su país de origen.
Una renombrada chamana (Kim Go-eun) y su aprendiz son contratados por una enigmática familia adinerada para investigar la enfermedad sobrenatural que afecta a su hijo primogénito. Con la ayuda de un embalsamador y el experto en feng shui más famoso del país (Choi Min-sik), rastrean una tumba familiar oculta, ubicada en tierra sagrada. Percibiendo un aura ominosa alrededor del lugar, el equipo opta por exhumar y reubicar los restos ancestrales de inmediato. Pero algo mucho más oscuro emerge en la remota montaña, desatando fuerzas sobrenaturales que amenazan con destruirlos a todos.
Exhuma es un filme ante todo especial y un viaje por el tren de la bruja del terror hacia un mundo espectral visto desde una óptica diferente. Ante todo resulta la mar de interesante en su representación del mundo de los espíritus bajo los ojos de los coreanos en un mundo de creencias, tradiciones que están tan alejados de occidente que resulta fascinante. Así, ciertas escenas donde se representan ritos ancestrales, resultan excelentes, filmados de una manera realista y que te hace partícipe de un acto único. El reparto resulta por lo general muy acertado, comandado por un todoterreno como Choi Min-Sik (Old Boy), excéntrico experto en geomancia. La cristalina y pulida realización de la película así como lujoso diseño de producción están fuera de toda duda. Aún así Exhuma resulta excesiva en su duración, 135 minutos, y que ocasiona numerosos altibajos y la sensación de que no acaba de explotar del todo en sus pretensiones y objetivos. Aún con todo resulta una experiencia de terror la mar de recomendable.
Exhuma es un filme ante todo especial y un viaje por el tren de la bruja del terror hacia un mundo espectral visto desde una óptica diferente. Ante todo resulta la mar de interesante en su representación del mundo de los espíritus bajo los ojos de los coreanos en un mundo de creencias, tradiciones que están tan alejados de occidente que resulta fascinante. Así, ciertas escenas donde se representan ritos ancestrales, resultan excelentes, filmados de una manera realista y que te hace partícipe de un acto único. El reparto resulta por lo general muy acertado, comandado por un todoterreno como Choi Min-Sik (Old Boy), excéntrico experto en geomancia. La cristalina y pulida realización de la película así como lujoso diseño de producción están fuera de toda duda. Aún así Exhuma resulta excesiva en su duración, 135 minutos, y que ocasiona numerosos altibajos y la sensación de que no acaba de explotar del todo en sus pretensiones y objetivos. Aún con todo resulta una experiencia de terror la mar de recomendable.
Coralie Fargeat se dio a conocer hace unos años en Sitges 2017 con Revenge, una vuelta de tuerca al rape & revenge, descerebrado, divertido y sobretodo con un gusto por lo sangriento. Ahora en 2024, Coralie pone la industria patas arriba con un filme tan insólito y alucinante como La sustancia.
La sustancia es una experiencia cinematográfica de ver para creer. Una obra lúcida, valiente y que llega hasta sus últimas consecuencias en una propuesta que actualiza el mito de Dorian Gray, la maquinaria oscura de Hollywood y la clásica búsqueda de la juventud eterna. Conceptos llevados hasta sus últimas consecuencias en un crescendo de escenas grotescas y disgusting con algunas orgías hemoglobínicas que son para enmarcar, llevado adelante con un trabajo de montaje y edición de sonido excelentes. La dirección de Fargeat resulta contundente, con un uso de la simetría y color verdaderamente notables y que llevan al espectador a una experiencia prácticamente inmersiva y sensitiva.
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