CRÍTICAS PELÍCULAS

miércoles, 26 de octubre de 2022

CRÓNICAS DE SITGES 2022 (4/5)

El argumento de What to do with the Dead Kaiju? (2022) ya llamó mi atención cuando se anunció su estreno a principios de año. En el filme un gran monstruo ataca Japón, pero muere repentinamente. Mientras la gente se regocija y disfruta del alivio, el cadáver gigante que quedó atrás comienza a pudrirse e hincharse lentamente. Si explota, la nación será destruida.

Que los fétidos gases de un kaiju puedan causar la destrucción de Japón es una premisa que no puede pasar inadvertida. Me sorprendo al descubrir que el filme viene dirigido por Satoshi Miki, director a quien lo tengo más localizado en la comedia indie, de resultados muy destacables y la mar de agradables como Turtles swim faster than expected (2005), A Drift in Tokyo (2007) o Instant Swamp (2009), si bien su director parece haber perdido el tino en el filme que nos ocupa. 

La influencia de la fundamental Shin Godzilla (2016) es bien palpable con una predominancia de dirigentes políticos y reuniones en despachos, aunque aquí la crítica política resulta bastante torpona en general. El filme presenta ideas poderosas como ese sempiterno cadáver del monstruo postrado en ese riachuelo, las ansias de querer aprovecharse monetariamente de su presencia o escenas cachondas con el cuerpo del bicho hinchándose y estallando parcialmente expulsando asquerosos detritus. Si bien, el metraje está en exceso alargado. Casi dos horas de película hacen que el chiste pierda totalmente la gracia y así lo hace en una indefinición del tono del experimento, a veces cómico, a veces serio, a veces satírico, una descafeinada subtrama romántica o elecciones de forma que desentonan totalmente como ese mal uso de la cámara lenta.

Un kaiju ha estirado la pata.

Aún así, What to do with the dead kaiju? es un experimento simpático, con una protagonista femenina (Yukino Amane) que me tuvo a sus pies en todo el metraje por sus encantos y una perla final, que me pilló totalmente desprevenido y que protagoniza de forma sutil un personaje mitíquisimo de la cultura pop japonesa... y que hacen subir algún puntito a este experimento monstruoso, por lo general bastante aburrido aunque curiosillo.

También cabe mencionar la presencia de Gaku Hamada, de extensa filmografía (Fish Story, Robo-G, The eternal Zero, Himeanole...) y que me supo sacar la sonrisa aún con lo repelente de su personaje.



Y nueva ración kaiju eiga, esta vez de la mano de uno de los personajes más conocidos y míticos de la cultura pop japonesa. Shin Ultraman (2022) es una reactualización del superhéroe alienígena adaptada a los nuevos tiempos, con mucho sabor a la serie original de 1966 y que viene a continuar la senda dejada por la exitosa Shin Godzilla (2016), también realizada por el duo Hideaki Anno / Shinji Higuchi, dejando esta vez el guión para Anno y la dirección para Higuchi.

Pese a las ganas que le tenía, el visionado de Shin Ultraman le deja a uno bastante frío. El filme tiene un arranque espléndido, que homenajea a la maravillosa Ultra Q (1966), primera de las ultra-series, en una presentación que muestra una invasión de monstruos gigantes sobre Japón y que origina la creación de la organización SSSP. El genial ataque de Neronga (guiño al episodio 3 de Ultraman) y la rápida aparición de Ultraman hace que el ritmo del filme sea muy alto desde el principio y gozoso proporcionando buenos momentos de espectacularidad monstruosa donde se opta por un uso extendido del CGI, en lugar de las técnicas tradicionales del hombre disfrazado. 

Técnicamente, y siendo consciente de lo que es un blockbuster japonés, todas las apariciones monstruosas y batallas me parecieron competentes consiguiendo buenos momentos a nivel estético-visual. Si bien, es a partir de la aparición a mitad de metraje del alienígena Zarab que la película empieza a experimentar graves problemas.


A medida que va abandonando la gozosa energía propia de la serie original e intenta adentrarse en algo diferente, bastante más profundo, la película se hunde. Y el estilo tan característico de Anno/Higuchi, que tan bien funcionaba en Shin Godzilla, aquí es un error consiguiendo un ritmo plomizo, frio y poco natural. 

Su estructura episódica (que remixea 5 episodios de la serie del 66), no acaba de funcionar culminando en un clímax final algo extraño con un remodeladísimo Zetton llegando desde el espacio dispuesto a acabar con toda la humanidad. Hay buenas ideas, como las consecuencias entre la sociedad de la aparición de un ser extraterrestre, qué es lo que supone conocer la identidad humana de Ultraman, debates filosóficos, un tratamiento más explícitamente divino de Ultraman, que Zoffy plantee la destrucción de la humanidad... 

Ideas interesantes pero que no acaban por definirse o por recibir un tratamiento interesante. El diseño de los monstruos sorprende en ocasiones por su modernización como Mefilas o Zetton, el cual aparece bajando desde los cielos en el momento más puramente Anno (100% Evangelion) de la película. 

Shin Ultraman concentra tramos bastante disfrutables (especialmente en su primera mitad) de acción monstruosa pero su narrativa supone un error y un varapalo para el espectador convirtiendo la película en un ladrillo frío y poco interesante. Una lástima. Aún así tiene una cierta capacidad para crear potentes momentos visuales con sus monstruos y escenas de batallas.



Las propuestas llegadas desde Corea del Sur en este Festival de Sitges están siendo por lo general bastante notables. Una de las que más he disfrutado ha sido con Alienoid: Part 1 (2022), puro blockbuster de ciencia ficción dirigido por un experto en el cine espectáculo como es Choi Dong-Hoon, responsable de otros éxitos como The Thieves (2012) o Assassination (2015).

Durante siglos, los extraterrestres han encerrado a sus prisioneros en cuerpos humanos.‎ Los gurús de finales de la dinastía Goryeo intentan obtener una espada legendaria y sagrada, y los humanos en 2022 persiguen a un prisionero alienígena que está encerrado en el cuerpo de un humano. Las dos partes se cruzan cuando se abre un portal de viajes en el tiempo.‎

Alienoid: Part 1 es un puro goce para el espectador que sepa dejarse llevar por su alocada trama. Una película que mezcla los viajes en el tiempo, robots, invasiones alienígenas, artes marciales, espada y brujería, la época feudal coreana... todo conducido con mano maestra en un conjunto vibrante, emocionante y sobretodo muy divertido. Los personajes (esa niña y sus padres robots) son muy entrañables y te hacen llevar por la trama con gusto. En el reparto encontramos grandes nombres como Kim Woo-Bin o la guapa Kim Tae-Ri (deslumbrante en La doncella de Park Chan Wook). 

Si que encontré que me interesaba bastante más lo que estaba pasando en el tiempo presente que no todo lo que acontece en la época antigua, por lo que el ritmo iba y venía y con ello mi interés. Si bien, el filme resulta espectacular en sus momentos de acción (esos ataques extraterrestres en medio de la ciudad) y sugerente con todos los elementos que presenta, como esos inquietantes extraterrestres que poseen a seres humanos. 

Toda una agradable sorpresa y que nos prepara en un cliffhanger que deja con ganas de más, para una segunda parte que llegará en breves. Yo no me la pierdo.


También conocida como "The year of the shark", la francesa L'Année du Requin (2022) plantea un entretenimiento sin mayores pretensiones y que se suma al enorme listado de productos que clonan o utilizan las claves del clásico Tiburón (1975) de Spielberg. Aunque aquí, la gracia era que aderezaba tal modelo con un poco de comedia francesa... en principio.

Maja es gendarme en un pueblito costero francés donde jamás sucede nada. A las puertas de su jubilación, empiezan a ocurrir algunos accidentes en el mar que le hacen pensar que allí hay un tiburón amenazando al pueblo. Pero para su desgracia, nadie más cree que tenga razón.

L'Année du Requin la protagoniza Marina Foïs, actriz de larga y variada trayectoria como As Bestas (2022) o Barbaque (2021), que la vimos en la edición de Sitges del año pasado. Si bien, a pesar de sus intenciones de ser un entretenimiento ligero la película mantiene una indecisión en su tono que la hace tambalear. Su comedia (poca) resulta muy blanda y por lo general poco graciosa y sorprende que aún a pesar de su envoltorio de cine ligero, la película cada vez se adentre en terrenos más dramáticos y serios con Maja sufriendo en sus carnes el escarnio del pueblo, el acoso y la violencia haciendo que el enfrentamiento con el escualo sea una cuenta pendiente a resolver por ella misma, lo antes posible, antes de que hayan más cadáveres.

La película intenta buscar en sus personajes "monguers" o el ocasional cachondeo hacia las prácticas ecológicas y veggies... pero se queda en tierra de nadie prefiriendo terrenos más dramáticos pero algo aburridos. Una película no muy destacable pero que tampoco hace daño. El tiburón del título aparece muy poco, siendo su presencia utilizada como catalizador de temas sociales más profundos. Su tramo final, ya totalmente calcado a Tiburón con caza nocturna y jaula incluída, es el colofón a esta curiosidad que tan rápido se ve como se olvida.

martes, 25 de octubre de 2022

CRÓNICAS DE SITGES 2022 (5/5): PRESENTACIÓN DE ULTRAMAN: LA GUIA DEFINITIVA DE APPLEHEAD TEAM

Uno de los motivos que han ocasionado que este Festival de Sitges sea mucho más especial para mí que los anteriores ha sido por el hecho de que hemos podido tener la gran oportunidad de presentar el libro "Ultraman: La guia definitiva", editado y distribuido por Applehead Team. La presentación tuvo lugar en la carpa FNAC frente al Auditori Melià, en la jornada del sábado 15 de octubre. "Ultraman: La guia definitiva", es una obra única y no lo digo porque haya participado en ella. Lo declaro como fan del Kaiju Eiga y el mundo de Ultraman. El libro me parece una joya que no conoce un igual fuera de Japón. Octavio López San Juan, Josan García, Jonathan Bellés, Jose Luis Romeu, Jaime Cortecero, Israel Moreno, Frank Guerra, Rubén Ortiz y un servidor nos adentramos en la etapa clásica de la franquicia, desde Ultra Q (1966) a Ultraman 80 (1980) en un análisis exhaustivo de cada serie además de la presencia de dos capítulos especiales, uno de ellos sobre las primeras películas del personaje y el otro sobre su paso por TVE, en España, durante los años 90.

La jornada ya había sido precalentada la noche anterior con la mayor parte de los autores del libro acudiendo con pasión a la maratón de la ciencia ficción del Auditori donde proyectaban la espectacular Alienoid part 1 junto a Shin Ultraman, la nueva versión del personaje dirigida por Shinji Higuchi y guionizada por Hideaki Anno. El mismísimo Ultraman no quiso perderse tal evento despertando los aplausos enfervecidos del público asistente quienes, algunos de ellos, no quisieron dejar pasar la oportunidad de hacerse una foto con el inmortal héroe plateado hasta tal punto que la proyección se retrasó unos minutos.

Al dia siguiente, a las 18h de la tarde y tras la presentación del libro "Bienvenidos a Noche de Miedo", obra de Javier Moragón y Octavio López, en la que se aborda el impacto de la franquicia Noche de miedo dio inicio el esperado evento. Octavio, coordinador de "Ultraman: La guia definitiva" y presente en las últimas siete ediciones del Festival presentando sus obras literarias quiso rizar el rizo este año y hacer doblete. 

Haciendo homenaje al camarote de los hermanos Marx, siete de los nueve autores se presentaron desde varios puntos del país (Madrid, Alicante, Barcelona...) y se apiñaron en la pequeña mesa de la carpa FNAC junto a algunos volúmenes del libro además de algunos muñequillos de la franquicia. Una presentación en la que se resumió el contenido del propio libro abordando cada autor presente un poco de la idiosincracia de cada una de las series y capítulos de la obra literaria. Presentación que, de nuevo, contó con la aprobación oficial de un Ultraman que no quiso perderse tal evento, observando bien atentamente las intervenciones de cada autor frente a un público que llenó gran parte de todos los asientos disponibles en la carpa. Una gran y emocionante acogida del libro, que augura y anima a que quizás tenga continuidad en la forma de una segunda parte, o de quizás una tercera... quien sabe.
El mismo Ultraman aprueba el libro. No temáis.

Por mi parte, esta cita ha sido un momento culmen tras unos meses de gran intensidad donde hemos estado ultimando todos los detalles del libro siendo todo un placer indescriptible el poder juntarnos, con los autores, de una forma física, tras tantos mails, video llamadas y conversaciones a distancia. 

Me llena de una gran emoción poder haber compartido proyecto, mesa, palabras y choque de mano con Rubén Ortiz, una de mis mayores influencias en materia de crítica cinematográfica, y de quien devoraba, siendo adolescente, sus interesantísimos y acertados análisis de la serie Godzilla (y otros kaijus) en la web "Godzilla en Castellano". Poder disfrutar del sentido del humor de Jose Luís Romeu, de la contagiosa pasión de Jonathan y del entusiasmo de Jaime o Josan. Y me siento especialmente afortunado de poder contar con el consejo y amistad del big boss, Octavio López, una maravilla de persona, inspiradora como pocas. Grandes personas todas, sin duda.

La jornada acabó con todo el grupo buscando algún bar/restaurante libre por Sitges. Al cuarto lo conseguimos, un italiano frente a los cines Prado. Tras unas pizzas (algunas con patatas fritas como ingrediente principal), cervezas y mucha charla apasionada y que puede augurar nuevos proyectos igual de ilusionantes el equipo se separó, prometiendo un regreso con nuevos retos con los monstruos gigantes como protagonistas. 

Días después, mi mujer se puso de parto. Mi hijo Pablo respetó estos días en el Festival de Sitges. Una edición del festival diferente, quizás apresurada, cargada de tensión y estrés debido al pronto nacimiento de mi retoño pero donde más allá de las películas, pude volver a coincidir con conocidos:

Ese rápido encuentro con Iván, de "Las crónicas de Deckard", al final de la proyección de A Man of Reason, quienes juntos, esperábamos poder saludar y felicitar a Jung Woo-Sung por el trabajo realizado. Conocer y poder cruzar unas palabras con "El Peliculitas", apasionado por el cine como pocos. 

Volver a coincidir con mis colegas "Hausistas" como el inimitable Kalifer, Jose, Sergio, Edu o Isa. Chicos, espero que nos volvamos a encontrar en futuras ediciones y con algo más de calma. 

Felices e inesperados encuentros en la proyección de Los depredadores de la noche con Xavi, "El Professor" (de Cine Fórum) y poder por fin abrazarnos tras muchas horas virtuales debatiendo sobre cine. 

Hasta aquí las crónicas del Festival de Sitges 2022. Gracias por leer y nos vemos, espero, el año que viene. ¡Tengan cuidado ahí fuera!


martes, 18 de octubre de 2022

CRÓNICAS DE SITGES 2022 (3/5)

Pese a las cada vez mayores pasiones que despierta su figura, he llegado algo tarde a Quentin Dupieux. Tras ver la discreta Au Poste! (2018) y la genial Mandíbulas (2020) me enfrento, de nuevo, al loco mundo del galo con Fumer fais Tousser (2022).

El filme da inicio con un combate encarnizado entre una tortuga demoníaca y cinco justicieros conocidos como “TABAC FORCE". Éstos reciben la orden de ir a un retiro espiritual para reforzar la cohesión de su grupo que no deja de deteriorarse. La estancia transcurre de maravilla hasta que Lézardin, emperador del mal, decide aniquilar el planeta Tierra…

Fumer fais Tousser ganó rápidamente mis simpatías con su loco homenaje a las series tokusatsu japonesas, todas esas series de efectos especiales protagonizadas por superhéroes imposibles pasando de Ultraman a Kamen Rider o los Super Sentai. En ese sentido los 10 primeros minutos de la cinta son una absoluta delicia delirante con el citado súper equipo, la Patrulla del Tabaco, liandose a enviar gases varios contra una tortuga terrorífica hasta hacerla explotar en mil pedazos. 

El retiro que dicho equipo realiza para aprender a reforzar su unidad como grupo sirve para que Dupieux sorprenda con una estructura episódica, optando por una película de episodios a cada cual más absurdo e hilarante, pasando por una chica que decide ponerse un casco de pensar... con sangrientos resultados, a una historia contada de boca de una barracuda con un pobre muchacho atrapado en una trituradora como protagonista... Un conjunto que si conectas con el humor de Dupieux resultará irresistible. Ayuda además su acotada duración de apenas 80 minutos y donde tenemos superhéroes imposibles, robots de funcionamiento muy lento a presentar a una rata como líder del equipo y la cual tiene un triunfo absoluto entre las féminas. Muy divertida.



Gran expectación había con la coreana Project Wolf Hunting (2022). El dato de que se habían utilizado 2.500 litros de sangre durante su realización eran sus credenciales. Un dato que despertó los fervores del público asistente en su pase en el Auditori Melià frente a la presencia de su director Kim Hong-Sun y el actor Choi GuyHwa. ¿Cumplió la película las altas expectativas?

Septiembre de 2021. Un grupo de peligrosos delincuentes coreanos tiene que ser trasladado en un buque de carga de Manila a Busán. Los acompañan a bordo el capitán de la policía coreana Suk-woo y otros 22 detectives experimentados, cada uno con al menos 10 años de experiencia investigando crímenes violentos. Pronto, la prisión flotante abandona el puerto y comienza su camino hacia Corea. Los prisioneros están fuertemente custodiados y todo está tranquilo a bordo hasta que los criminales inician un motín.

Project Wolf Hunting presenta una orgía hemoglobínica constante y en ese sentido es de valorar sus intenciones de ser un producto sin prejuicios, hecha básicamente para el goce del fan de la casquería y los amantes de la fiesta festivalera. La película tiene un primer tramo bien interesante y cargado de cierta tensión ante su premisa como es el transporte de 42 criminales peligrosos en un carguero rumbo a Corea. Su fuga provoca una carnicería en el barco que se hará aún mayor con la aparición de ¡oh sorpresa! ¡Un súper soldado modificado genéticamente!


Pese al enorme fervor provocado entre los asistentes, no puedo decir que la película haya despertado en mí excesivas simpatías, ya que frente al numeroso catálogo de barbaridades sanguinolentas... poco más hay. Ningún personaje obtiene un cierto grado de profundidad, todos los policías son unos inútiles, la teniente que parecía que iba a tener cierto protagonismo acaba por no hacer nada... 

La aparición del súper soldado, de un diseño a medio camino entre Tetsuo (1989) y algún horror salido de la mente de Junji Ito, provoca que el ritmo eche el freno de mano esperando ya como única motivación ver cual es la siguiente escena de asesinato bruto... mientras los bostezos empiezan a aparecer. Project Wolf Hunting es una medianamente conseguida fiesta para el fan de la casquería sin prejuicios pero he de decir que la encontré bastante aburrida en general y con una falta de tensión o "gracia" en la plasmación de su bodycount interminable.


Lo estamos viendo. Corea del Sur está teniendo un papel bien destacado en este Festival de Sitges con un nivel por lo general bastante apreciable. Ya echabamos de menos ver de nuevo al gran (en todos los sentidos) Ma Dong-Seok (internacionalmente como Don Lee) y lo tenemos de vuelta con The Roundup (2022), continuación de The Outlaws (2017).

El filme recupera de nuevo a Ma Seok-do en un nuevo caso policial. Esta vez sus pasos le llevarán hasta Vietnam para extraditar a un sospechoso. Sin embargo, descubre casos de asesinato adicionales y se entera de un asesino que había cometido crímenes contra turistas coreanos durante muchos años.

Si The Outlaws ya era un buen entretenimiento, The Roundup logra explotar de manera notable todos los elementos que destacaban de aquella y esto es: un estupendo equilibrio entre comedia y acción además del enorme carisma de un Ma Dong-Seok que vuelve a deleitar al respetable con una exhibición de hostias, mandobles y tullinas con la mano abierta que sonaban como cohetes. 

Es de remarcar la evolución, respecto a su precedente, en la plasmación de las escenas de acción encontrando varias set pieces de un gran nivel. La violencia también se ve acrecentada desde en las luchas cuerpo a cuerpo como también en los asesinatos que vemos de parte del villano del filme interpretado de manera inquietante por Yoon Kye-Sang. Parece que uno de los puntos fuertes de esta dupla de filmes son los villanos siendo éstos duros de pelar y de bastante entidad. The Roundup es un caramelo, una fiesta entretenidísima que despertará numerosos aplausos en sus momentos de acción. Una fiesta que ofrece sobradamente las dosis de diversión que se le piden (e incluso más). Por mi, que sigan con esta saga, por favor.



Este año también teníamos en primicia, desde el Festival de Sitges la proyección de Halloween Ends (2022), la despedida del querido y temido asesino Michael Myers. Esta entrega pondría punto y final a esta trilogía que se ha sacado de la manga David Gordon Green compuesta junto a La noche de Halloween (2018) y Halloween Kills (2021). Entregas que a un servidor tampoco es que le estén despertando muchas pasiones con la primera de ellas siendo un decente entretenimiento que venía a contar una historia ya vista en H20 (1998), pero de peor manera, y una aburrida segunda parte con un Myers en modo Terminator y cuya crítica del año pasado podéis leer aquí.

Esta Halloween Ends te sitúa cuatro años después de los acontecimientos de Halloween Kills, Laurie vive con su nieta Allyson y está a punto de terminar de escribir sus memorias. Nadie ha vuelto a ver a Michael Myers desde entonces. Laurie, después de permitir que el espectro de Myers controlara su realidad durante décadas, ha decidido por fin dejar atrás el miedo y la rabia para dedicarse a vivir. Pero cuando acusan a Corey Cunningham de matar al niño al que cuidaba, se desencadena una cascada de violencia que obligará a Laurie a enfrentarse de una vez por todas con una maldad que no puede controlar.

Oriental Paradiso no pudo estar presente en el pase de la película, por lo que mi fiel amigo y compañero Jesús Álvarez (@Mister_Diabolik) nos habla durante unas líneas sobre ella: 

"El cierre de la trilogía que David Gordon Green le ha dedicado al mítico personaje de Michael Myers no está gozando, por el momento, del clamor popular. Si bien este capítulo final contiene los sempiternos ingredientes típicos que todos conocemos y esperamos, las sendas por explorar de la sangrienta franquicia parecen ya extintas, y aunque nos ofrece algunos buenos momentos (su inicio, la lengua del DJ...), la sensación de fatiga de todos los personajes, situaciones y lugares comunes son más que evidentes".


"Una lástima que ciertas ideas aisladas no hayan fraguado, y que pese a resultar medianamente entretenida (y de absurda, a veces hasta simpática), no esté a la altura del film que Gordon presentó en 2018 como parte de su intento de revitalización de la saga".


Sing a Bit of Harmony (2022) es otro ejemplo del notable estado de salud que vive desde hace años el anime japonés y su capacidad de reflexionar sobre temáticas complejas y sociales en un empaque de cine adolescente a priori inocente.

La historia gira en torno a la hermosa y misteriosa Shion Ashimori, una nueva estudiante que es transferida al instituto Keibu, donde rápidamente se vuelve popular por ser tan extrovertida y buena en los deportes. Pero Shion tiene un gran secreto: ¡en realidad es una IA en fase de pruebas! Su objetivo es tratar hacer feliz a la solitaria Satomi Amano, aunque su forma de hacerlo es totalmente inesperada: ¡se arranca a cantarle en mitad de clase! Pronto Shion se hace amiga de Satomi y su amigo Tôma, además de Gocchan, Aya y Thunder, y no parará hasta encontrar una canción que traiga felicidad absoluta a ella y sus compañeros de clase, pero lo que hace por Satomi acaba metiendo a todos en un buen lío

Dirigida por un veterano del anime como Yasuhiro Yoshiura, el filme es una, a ratos sorprendente, propuesta que utiliza los códigos de la comedia adolescente para introducir interesantes elementos de ciencia ficción como los entornos virtuales o los cyborgs. En ese sentido la película sorprende introduciendo el musical, con Shion dándole al cante en varios momentos, algo que da un sabor diferente a todo el conjunto (y las canciones no son algo gratuito, ya que tienen su explicación al final) y que le da un pequeño toque diferencial frente a otros productos clónicos.

Si bien, no acabé de conectar con el abanico de protagonistas ni con sus conflictos internos y amoríos, tendiendo a un acaramelamiento excesivo y casi molesto. Si bien, no hay que negarle una animación estupenda en general y que consigue momentos espléndidos en determinados momentos en los que lo virtual tiene su protagonismo. Así, Sing a Bit of Harmony es un bonito anime, que sorprende en sus acercamientos a lo musical pero que no ha calado en mí, quedándose en un filme sobradamente correcto.


domingo, 16 de octubre de 2022

CRÓNICAS DE SITGES 2022 (2/5)

Grata sorpresa me he llevado con el filme danés Speak no evil (2022). Dirigida por Christian Tafdrup, es todo un ejemplo de terror cocido a fuego lento y cuyos detalles, a primera vista inocentes, hacen aumentar tu incomodidad de forma inquietante.

Una familia danesa visita a una familia holandesa que conocieron en unas vacaciones. Lo que se suponía que iba a ser un fin de semana idílico comienza a desmoronarse lentamente mientras los daneses intentan ser educados ante lo desagradables que empiezan a ser los neerlandeses.

Speak no evil, más allá de su propuesta de terror "rural" habla de lo pusilánime, de esas personas que se han resignado a seguir recibiendo golpes y faltas de respeto con total pasividad. Más allá de encontrarnos con una reflexión de la sociedad danesa acaba siendo algo igual de terrorífico que los actos de los psicópatas de turno. En ese sentido hay que destacar unas interpretaciones muy notables y que saben llevar perfectamente el peso y dimensión de cada personaje. Desde los miembros de la familia danesa hasta la de sus nuevos amigos holandeses. 

Éste es un filme para aguantar con paciencia ya que gran parte de su primera hora de metraje no es sino un drama familiar con algunos detalles incómodos, hasta explotar en unos minutos finales de puro horror impactante y cuyo final repleto de nihilismo te dejará con un mal rollo considerable durante unos días.


Speak no evil es una ejemplar muestra de terror, bien rodado, elegante y sustentado en las interpretaciones de unos personajes que albergan muchos detalles tras ellos. Por contra, el espectador tendrá que hacer un salto de fe con algunos agujeros de guión (el momento del peluche) o lo difícil que pueda resultar creer las faltadas y abusos que la familia danesa soporta de una manera estoica por parte de sus nuevos "amigos". Si bien, dicha pasividad frente al horror y el abuso me parecieron una de las claves más interesantes de la película.



Tras el mal rollo dejado por Speak no evil nos adentramos en terrenos más confortables. El anime japonés Blue Thermal (2022) es un nuevo drama romántico adolescente con toques de comedia y cuyo rasgo distintivo o llamativo es que está ambientado en el mundo de las competiciones aéreas con planeadores.

Tamaki Tsuru es una chica deportista que ha estado en clubs deportivos durante toda su vida escolar hasta el instituto. Cuando llega a la universidad y queriendo avanzar en su vida amorosa, acaba por accidente en el club de planeadores de la universidad.

Basada en el manga de Kana Ozawa, Blue Thermal es un anime bastante simpático y de agradable visionado gracias a su humor y personajes amables. El dibujo es muy bueno y destaca especialmente en los momentos aéreos con los planeadores. Este aspecto de la historia, este club de adictos a los planeadores, resulta el elemento llamativo de la cinta y que más me llamó la atención y la verdad, este aspecto ayuda a que Blue Thermal se diferencie de las decenas de productos clónicos similares que asaltan las carteleras niponas cada año. 

Si bien, salvo estos momentos aéreos, el resto del entramado está más que visto con la joven universitaria tímida y traumatizada, el capitán taciturno que esconde más de lo que parece, el triángulo amoroso, melodramas familiares... Aspectos bastante sobados en el género y que hicieron desviar mi atención, especialmente en el tercio final cuando los conflictos dramáticos estallan hacia caminos bastante previsibles. Aún así, Blue Thermal bien vale una oportunidad con un conjunto agradable y de fácil visionado.



Como he comentado en la anterior crónica con A Man of Reason, la mega star, Lee Jung-Jae, aterrizaba en Sitges con su ópera prima como director; Hunt (2022). El actor coreano, presente en grandes éxitos del país desde tiempos inmemoriales como la maravillosa Il Mare (2000), The Housemaid (2010), The Thieves (2012) o New World (2013) hasta llegar a la exitosa El juego del calamar (2021), se atreve con la dirección de este thriller político de alta tensión y el examen pasa con nota sobradamente.

Corea del Sur, 1980. Tras el asesinato del presidente Park por la agencia de inteligencia coreana, el ejército vuelve a hacerse con el poder. Corea del Norte lo ve como una oportunidad para una invasión futura y envía a uno de sus espías. Dos altos cargos de la seguridad surcoreana tienen la misión de perseguir al infiltrado. Así comienza una terrible carrera contrarreloj. La situación de las dos Coreas está al borde de la implosión y los dos agentes, en el transcurso de su investigación, sacarán a la luz importantes secretos que amenazan con cambiar el curso de la historia del país…

Hunt se adentra en los oscuros años 80, durante el tramo final de la dictadura surcoreana en una trama que no solo cuenta las tensiones con sus vecinos de Corea del Norte sino en los posibles complots políticos tales como el asesinato del presidente surcoreano. Las escenas de acción del filme están rodadas con un pulso sencillamente espectacular y un nivel de tensión admirable. Uno se queda sin uñas al finalizar la película. Los constantes tiras y aflojas entre sus protagonistas con el dúo Lee Jung-Jae y Jung Woo-Sung funcionando como un tiro acompaña a un ritmo que apenas decae en sus dos horas resultando especialmente cruda en su retrato de la situación del país en aquellos años con torturas policiales o manifestaciones ciudadanas cruentas.


Si bien, encontré que la trama, en su ánimo por ofrecer más y más giros de guión acaba por volverse innecesariamente enrevesada, encontrándote ya perdido como espectador en el juego de dobles bandos y espionajes continuos que estamos presenciando. Si bien, Hunt es un espectacular thriller comandando por unas interpretaciones de caché (atentos al pequeño papel del gran Hwang Jung-Min como piloto norcoreano) y una acción de infarto finiquitada por un clímax final explosivo. Gran estreno de Lee Jung-Jae en la dirección.



Ti West lleva años demostrando que es un autor a seguir tras sus interesantísimas incursiones en el horror como The Sacrament (2013). Tras unos años focalizado en las series de televisión sorprendió este año con una obra como X (2022). Una notable incursión en el horror rural, ambientado en los años 70 en un rodaje porno y que reflexionaba sobre la vejez y el sexo. West sorprendía con la noticia de que el universo de X le ha dado para una trilogía formada por una precuela (Pearl) y una tercera parte ambientada en la época actual y de título Maxxxine. A Sitges nos llegó Pearl, con gran expectación tras los comentarios positivos de personalidades como Martin Scorsese.

Atrapada en la granja aislada de su familia, Pearl debe atender a su padre enfermo bajo la amarga y dominante vigilancia de su devota madre, deseando una vida glamorosa como la que ha visto en las películas.

Pearl nos sitúa en 1918, con el conflicto de la 1a Guerra Mundia de fondo y donde conocemos la adolescencia de la anciana psicópata de X, de nuevo interpretada por Mia Goth.

Pearl se adentra en las fisuras del sueño americano, relatando una decadente y enferma bajada a los infiernos de su personaje principal. Una Pearl ya bastante desequilibrada y con unas imposibles aspiraciones de triunfar como bailarina en el mundo del cine, un camino que la muchacha vive entre un entorno represor y conservador que la empuja al asesinato. Si hay una estrella en Pearl esa es Mia Goth, quien hace una exhibición actoral sencillamente espectacular dotando a su personaje de muchos matices, siendo descorazonador en sus momentos más bajos e inquietante (e incluso divertida) en sus ataques asesinos (memorable en ese sentido los créditos finales del filme).


La edición de la película es bien resultona refiriéndose continuamente a ese estilo visual del cine clásico de Hollywood acompañando las andanzas de su protagonista. El trabajo de fotografía resulta excelso plasmando la soledad de esos campos de maíz que envuelven la granja de Pearl. Si hay algo que reprochar al filme es su puntualización más en el drama que en el horror propiamente dicho, habiendo además numerosos subrayados y sobre explicaciones acerca de la situación de su protagonista. Pese a todo, Pearl es toda una gran sorpresa y con ganas espero la conclusión a esta trilogía que Ti West se ha sacado de la manga.


jueves, 13 de octubre de 2022

CRÓNICAS DE SITGES 2022 (1/5)

Un año más, volvemos al Festival de Sitges, en su 55a edición y en donde el cartel rinde homenaje al cuarenta aniversario de Tron. Un año especial y emocionante para un servidor ya que no solo cumpliré el sueño de poder presentar en el festival, junto a mis compañeros, el libro ULTRAMAN: LA GUIA DEFINITIVA (de Applehead Team) sino que la semana tendrá una suma extra de tensión al estar a unos días de convertirme en ¡¡padre!! (hijo, por favor, respétame estos pocos días de festival antes de tu llegada...).

Tercer año consecutivo en el que Oriental Paradiso está acreditado y me encamino a los míticos cines Retiro, dispuesto a enfrentarme a la primera película de la jornada. 

En estas últimas décadas he acabado cogiéndole tirria al found footage, un subgénero del terror que suele caer en los mismos tics repelentes de siempre, aunque hayan buenos ejemplos salidos por ahí como The Troll Hunter (2010) o The Sacrament (2013) de Ti West. Deadstream (2022) supone un ejemplo desprejuiciado y divertidísimo que sabe sacar el partido a las coordenadas del found footage en un conjunto con mucho humor y ganas de juerga.

Shawn, una personalidad de Internet en desgracia intenta recuperar a sus seguidores transmitiendo en vivo una noche solo en una casa embrujada. Pero cuando accidentalmente hace enojar a un espíritu vengativo, su gran evento de regreso se convierte en una lucha en tiempo real por su vida.

Deadstream ha sido toda una sorpresa para un servidor. Sabe manejar bien sus tiempos, siguiendo en gran parte del metraje a su personaje principal, este esperpéntico youtuber/streamer en horas bajas y con ganas de recuperar patrocinadores y seguidores. Si bien, dicho personaje no acaba por ser demasiado repelente debido al patetismo constante que desprende y que hace caer simpático. Poco a poco, el filme se entrega a una fiesta que bebe de referentes claros como los Evil Dead de Sam Raimi con fantasmas grotescos, poseídos, gore cartoon y un sano sabor a fiesta constante. Muy divertida. Habrá que seguir la pista de sus directores Vanessa y Joseph Winter quienes se encargan también del guión, mientras que Joseph aún tiene tiempo de encargarse de la música y de interpretar a Shawn en el filme.


La fiesta sigue con Kids vs Aliens (2022). A su director, Jason Eisener, lo conocemos por sus segmentos en filmes como The ABCs of Death (2012) o V/H/S 2 (2013). 

Es verdaderamente notable el cúmulo de filmes que explotan la nostalgia por el cine de genero de los años 80. Una tendencia que se denota en esta última década y que se vislumbra no solo temáticamente sino también en su propuesta visual.

Kids vs Aliens nos presenta a un grupo de niños enfrascados en el rodaje de una película protagonizada por una especie de dinosaurios galácticos (¿?). La mayor del grupo, la adolescente Sam, empieza a desviar su atención de estos juegos de niños hacia el guaperas de turno. En este momento de pavería será manipulada para organizar una fiesta destructiva y etílica en su propia casa hasta que ésta es interrumpida por el ataque de unos malvados extraterrestres...

Kids vs Aliens (2022) es otro de estos filmes que supuran eighties por todos sus poros y que a un servidor le ha parecido irresistiblemente divertida aunando una coctelera con extraterrestres, abducciones, batallas a espada, dinosaurios fake e incluso un coming of age adolescente. La película se beneficia de una agradecida duración de 75 minutos que le sientan estupendamente y que ayudan a que el ritmo no decaiga en ningún momento. El grupo de niños, protagonistas de la función, son soportables aunque es cierto que todos los personajes de la cinta, especialmente los adolescentes fiesteros, son arquetipos andantes y sus responsables parecen más preocupados en crear estereotipos de una época debido a la exageración de sus actos (basta mirar el conscientemente ridículo adolescente malvado). 

Los efectos artesanales resultan encantadores y efectivos. Visualmente el filtro de la imagen remite a esa estética de vídeo propia de un producto de videoclub. Todo esto convierte a Kids vs Aliens en un filme suficientemente entretenido y la mar de simpático que aúna todo lo que nos gusta del cine de genero de los ochenta en un conjunto muy divertido y que se ve tan fácilmente de la misma manera que se come una bolsa de frutos secos.


En este Festival de Sitges hemos podido contar con las increíbles presencias de las mega stars coreanas Lee Jung-Jae y Jung Woo-Sung, amigos de la industria desde hace años y que curiosamente ambos presentaban este año sus respectivas óperas primas como directores. El reto de encargarse de A Man of Reason (2022), por parte de Woo-Sung vino un poco por accidente tras el abandono repentino del primer director encargado para el filme.

Tras 10 años de encarcelamiento en nombre de su jefe, todo lo que Su-hyuk quiere es una vida normal, que espera que incluya a su antigua novia, Min-seo, y a su hija, In-bi. Mientras tanto, en algún momento de la última década, su jefe ha adoptado un aire de legitimidad. Ahora, la antigua banda roba y asesina con la excusa del desarrollo urbano. Y quieren que el reticente Su-hyuk esté a bordo.

A Man of Reason es un thriller de venganza elegantemente rodado y de aire triste frente al drama de su protagonista, un ex-presidiario, más duro que una barra de metal, y que tras salir de la cárcel pretende reconducir su vida fuera de la violencia. El problema de A Man of Reason es que esta historia la hemos visto mil veces anteriormente y bastante mejor. No se deja ni uno de los tópicos de este tipo de cintas.


El ritmo del filme tampoco ayuda siendo cadencioso y gris, algo que afecta a tu sueño especialmente en la primera mitad de la cinta. Si bien, como he mencionado, el filme está rodado con solvencia y elegancia, Kim Jun-Han se marca un personaje estupendo, pura locura malvada y divertida. Hay algunas escenas de acción estupendas como ese esplendoroso inicio y el clímax final, si bien, hay una rutina en todo lo que se cuenta y una falta de sangre que impidió emocionarme lo más mínimo frente a lo que estaba pasando. Si bien, un ejercicio loable y que bien puede valer un visionado.

Bien acompañado. Jung Woo-Sung (izquierda) y Kim Jun-Han (derecha)

La sección Seven Chances recuperaba Faceless. Los depredadores de la noche (1988), del querido y añorado Jesús Franco. Una producción francesa donde tito Jess se inspiraba de nuevo en el argumento de Ojos sin rostro para este particular y divertido filme de terror quirúrgico.

En el filme seguimos el drama de un reputado cirujano, quien concentra todos sus esfuerzos para recomponer el destrozado rostro de su hermana. Para ello, raptará a bellas modelos para utilizar su hermoso rostro...

Los depredadores de la noche es quizás uno de los mejores ejemplos de la vasta e irregular filmografía de Jesús Franco. Un producto de carácter claramente de videoclub, despendolado y fresquito, que entretiene sobradamente por sus delirantes interpretaciones (el doctor se lleva la palma) y una trama que aúna desde operaciones de piel horripilantes, sótanos con muchachas lozanas recluidas, generosos desnudos, asesinatos de lo más burros y hasta un doctor nazi que dice haber colaborado con Mengele en sus años de gloria del holocausto.

Destacar el interesante reparto del filme con las sensuales presencias de Brigitte Lahaie (presente al inicio de la sesión en el Prado) o Caroline Munro.

Quien quiera acercarse a la filmografía de Franco este sería un buen punto de inicio por el que partir aunque no sea representativa de su obra, tendiente esta a la anarquía pura. Si bien, no hay que negar que Los depredadores de la noche es un desprejuiciado y agradecidamente incorrecto filme de terror que divierte constantemente por sus perversiones sexuales, enfermeros calenturientos, bares con actrices de cine solícitas, un detective americano más chulo que un ocho entre unos niveles de gore bastante atractivos con algunos asesinatos bastante elaborados. La factura de producción es competente y Jess parece mirar por momentos a la obra de Argento o Fulci. Punto y aparte es la banda sonora con un temazo cantado por un clon de George Michael y que no para de sonar durante toda la película.