Godzilla against Mechagodzilla (2002) no fue un mal film pero su mayor lastre era la sensación de repetición de ideas, personajes y lugares comunes que acababan resultando molestos. No se arriesgaron demasiado con el producto, precisamente el camino contrario que se había propuesto el origen de esta Serie Millenium (1999-2004); llevar al personaje por terrenos nunca antes explorados. Para colmo, esta Serie Millenium tampoco se estaba traduciendo en un éxito aplastante, como sí había pasado con los films del personaje de los años 90, y mucho tenía que ver el poco interés del público frente al Kaiju delante de otras propuestas como el anime. Aunque yo creo que la calidad de estos nuevos films de Godzilla tuvo mucho que ver, ya que en general resultan tibios, sosos y repetitivos.
Así llegamos a Godzilla x Mothra x Mechagodzilla: Tokyo SOS (2003), una cinta que supone una continuación directa de la anterior entrega. Algo que puede resultar una desventaja si no has visto Godzilla against Mechagodzilla (2002), ya que remiten a hechos y personajes de ésta.
En esta ocasión, Mechagodzilla tiene que volver a defender Japón de la amenaza de Godzilla, aunque esta vez intervendrá Mothra. Dicha entrega incide en ese cansancio y dejadez a la hora de abordar una historia novedosa, pero resultando mucho más divertida que la anterior.
Aparece asesinada una tortuga gigante |
Cierra el arco argumental de la anterior entrega, explotando la propuesta de que el espíritu del Godzilla de 1954 y que reside en el interior de Mechagodzilla (Kiryu), no está en paz, dando una óptica a los monstruos mucho más paranormal y fantástica que considero un acierto.
Un momento curioso ocurre al inicio, cuando encuentran varada en la playa el cadáver de una tortuga gigante asesinada por Godzilla, ya que es poco común ver en la saga los hábitos alimentarios de las criaturas gigantes.
Otro aspecto positivo es el constante homenaje a Godzilla contra los monstruos (1964), pero más concretamente al primer Mothra (1960), dirigido por Ishiro Honda. Reaparece el mismo personaje protagonista de ésta última interpretado por un simpático Hiroshi Koizumi (un clásico en los kaiju de los 60 y que lleva desde 1955 apareciendo regularmente en la serie Godzilla), el cuál aún sigue contando sus batallitas 50 años después de su encuentro con la polilla gigante y de sus gemelitas guardianas.
El reencuentro entre dicho personaje y la polilla gigante a mitad de metraje en pleno patio de escuela resulta verdaderamente emocionante. Las gemelitas guardianas regresan, como no, aunque ya se antoja harto paródico que siempre aparezcan en su gruta isleña entonando sus cancioncillas para despertar a Mothra, pero su presencia se agradece.
Además, también aparecen 2 pequeñas orugas del huevo de Mothra, tal y como pasaba en Godzilla contra los monstruos (1964), incluso al igual que en ésta, las orugas envuelven y atrapan a Godzilla con su tela/seda. Los personajes siguen en la misma línea de sosería, pero tenemos la suerte de que aparecen poco.
Godzilla una vez más. No vale la pena reconstruir Tokyo, la verdad |
Godzilla contra Mothra |
Godzilla contra MechaGodzilla |
Godzilla contra Mothra, una vez más |
Nada parece detener al saurio |
Un guiño al final de Godzilla contra los monstruos (1964) |
Las batallas resultan entretenidas de ver y consiguen buenos momentos a nivel técnico. Poco más hay que comentar respecto a la presente entrega. Sigue en la misma línea de repetición y personajes que no nos importan nada pero al menos, con un guión así, van a lo inteligente que es presentar a los monstruos el mayor tiempo posible con un sinfín de batallas, con el alto grado de diversión descerebrado que eso supone, y además con unos competentes efectos especiales.
Aparece Mechagodzilla metiendo aún más estopa a Godzilla, aparece Mothra ya sea en formato oruga o en polilla monstruosa, guiños a los clásicos... Y finalmente el espíritu de Godzilla puede descansar en paz en el fondo del mar.
Visto lo visto, no nos podemos quejar. Film entretenido que resultó ser un fracaso en su estreno en Japón con apenas 1 millón de espectadores. El cincuenta aniversario de la simpática bestia radiactiva estaba al caer.
Visto lo visto, no nos podemos quejar. Film entretenido que resultó ser un fracaso en su estreno en Japón con apenas 1 millón de espectadores. El cincuenta aniversario de la simpática bestia radiactiva estaba al caer.
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