Muchos vivimos a principios del segundo milenio una invasión del terror oriental. Una sobresaturación del género que se deshinchó rápidamente por culpa de una acumulación de estrenos con películas muy similares entre sí a la vez que nos llegaban desde el otro lado del charco los remakes americanos de los mismos films. Grandes y emocionantes años aquellos en los que era común encontrarse con estrenos asiáticos en nuestras pantallas y todo por culpa del exitazo de The Ring (1998). La moda del horror fantasmal no solamente se quedó en Japón sino que el virus se expandió hacia otros países del entorno como Corea del Sur (ya analizamos en el blog la saga Whispering Corridors). Tailandia fue otra de las que se quiso apuntar al carro de las fantasmas melenudas siendo Shutter (2004) la piedra angular del horror tailandés hecho a imagen y semejanza de los patrones estilísticos de sus homólogos japoneses.
Shutter pudo llegar a salas españolas en 2006 y cuenta las andanzas de la pareja Tun y Jane, quienes una noche en una carretera rural atropellan accidentalmente a un misterioso peatón. Huyen de la escena y regresan a su quehacer cotidiano en Bangkok. Sin embargo, algunos fenómenos sin explicación empiezan a convertir su vida en una pesadilla constante. Jane se ve asediada por terribles sueños. Tun, fotógrafo de profesión, percibe extrañas figuras espectrales que empiezan a aparecer en sus fotografías. Cuando deciden regresar al lugar del accidente para investigar, no queda ningún rastro de la víctima ni noticia alguna sobre su desaparición o sobre el descubrimiento del cadáver. Sin embargo, uno a uno, van muriendo los amigos más próximos de Tun.
Shutter (2004) cumple como experiencia de terror que sigue punto por punto los patrones argumentales y estéticos dejados por otros films de género realizados en Japón en esos años como son la fantasma femenina de larga cabellera negra, venganzas de ultratumba por hechos traumáticos, investigación exhaustiva para remediar la maldición y "girito" final. Shutter logra colocarse unos escalones por encima de otras imitaciones por una narración férrea y segura, una atmósfera rara y asfixiante, un tratamiento visual bastante cuidado añadiendo además ciertos aspectos de interés como la presencia de algunos elementos de folklore tailandés, especialmente en lo referente en cómo realizan sus funerales o ritos para con los muertos. Shutter, además juega con un concepto tan atractivo como es la fotografía fantasmal, elemento que proporciona numerosos momentos de inquietud para unos personajes que inicialmente lo ven como una farsa pero que poco a poco no lo parecerá tanto.La dirección del film está realizada a cuatro manos por dos directores acostumbrados a trabajar juntos como son Banjong Pisanthanakun, el cual se ha ido especializando en cine de terror y Parkpoom Wongpoom, responsable de algunos taquillazos del país como Homestay (2019). La dupla de directores ha colaborado conjuntamente en otros experimentos del horror como Phobia (2008).
Por otro lado, el reparto no destaca excesivamente impartiendo en su mayoría unas interpretaciones algo sonrojantes y justas. La pareja protagonista compuesta por los actores Ananda Everingham (Tun) y Natthaweeranuch Thongmee (Jane) más allá de ser unos atractivos "jovenzuelos" son algo mejor que el resto del reparto, que no es decir mucho, pero cumplen.
Tun y Jane atropellan a un incauto por la noche. |
Pronto, en las fotos de Tun empiezan a aparecer presencias extrañas. |
Las apariciones van en aumento... |
La pareja iniciará una investigación para resolver la maldición que les asedia. |
La fantasma demuestra ser toda una gimnasta en el film. |
Shutter (2004) no es el colmo de la novedad y sufre de ciertos pasajes de poco interés, especialmente en la sobada investigación fantasmal además de algunos golpes de humor inapropiados (ese encuentro en los lavabos) y algunas situaciones repetitivas respecto otras películas similares. Por otro lado, el film es un ejercicio comercial e impoluto en sus formas pero que consigue un desarrollo que logra atraparte proliferando una atmósfera malsana que culmina con numerosos momentos inquietantes, conseguidos golpes de efecto, revelaciones más o menos sorprendentes y algunas apariciones de la fantasma horripilantes añadiendo algunos puntos de denuncia social, concretamente en lo referente a la grave problemática de los abusos sexuales a mujeres. Pero sin duda, lo que hace subir varios puntos de calidad e impacto a Shutter es por su final. La vuelta de tuerca que vemos en los minutos finales es de los que no ves venir. Inquietante, te pone los pelos de punta y es consecuente con la trama. Un final inolvidable para una cinta de horror entretenida que no memorable pero que supone una de las películas más a tener en cuenta de la oleada de terror oriental de los 2000.
Shutter (2004) gozó de un muy respetable éxito que le proporcionó no 1 sino hasta 3 remakes. En EEUU se realizó Retratos del más allá (2008) con Joshua Jackson y en la India realizaron dos adaptaciones; Sivi (2007) y Click (2010). En su país de origen, Tailandia, Shutter se convirtió en el film más taquillero del año y consiguió un muy potente paso por la taquilla en países como Singapur, Malasia, Filipinas o Brasil.
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