CRÍTICAS PELÍCULAS

martes, 9 de noviembre de 2021

CRÓNICAS DE SITGES 2021 (5/5)

Lamb (2021) nos lleva hasta la lejana Islandia en una propuesta que destaca por su singularidad y original planteamiento. El film es la ópera prima de Valdimar Jóhannsson y cuenta con unas potentes interpretaciones comandadas por Hilmir Snaer Guonason y una estupenda Noomi Rapace, la cual imbuye a su personaje de varios matices interesantes. Un matrimonio absorto en la rutina del campo, aislados en un paisaje árido que bien podría ser la representación de su propia desolación emocional debido a la pérdida de una hija tiempo atrás. Un buen día, el mundo de la naturaleza les ofrece un milagro. Una de sus cabras da a luz a una criatura mitad humana, mitad cabra. Un descubrimiento que se enfrentan no con terror o pánico sino como un regalo caído del cielo. Una oportunidad para su felicidad. 

Ahí radica la virtud de Lamb, un trabajo que utiliza el fantástico como elemento para describir emociones y que además es introducido de manera original en la trama. El film discurre a paso lento en una cocción que se va calentando sin terminar de explotar en ningún momento (sin que esto sea malo) aún a pesar de guardarse varios golpes de efecto bastante conseguidos.

Quizás, el personaje del hermano del marido de Rapace no sea de demasiado interés y termina por no aportar demasiado, más allá de ofrecer un punto de vista externo a una situación insólita y cómo éste va acomodándose poco a poco a la presencia de Ada, cuyo nombre remite al de la hija del matrimonio fallecida y ahora, en cierta manera, renacida aunque con la cabeza de un caprino. Así, Lamb es una película de propuesta original, que parece deambular sin rumbo fijo hasta desembocar en un final excelente, de corte cuasi surrealista y mágico con, de nuevo, la naturaleza poniendo las cosas en su sitio. Una película que aún dejándote extrañado al finalizar, contiene unas imágenes que van cogiendo peso a lo largo que pasan los días. Algo a valorar. La película consiguió el "Premio a la Originalidad" en "A certain regard", en el último "Festival de Cannes" y en nuestro Festival de Sitges, edición 2021, se ha coronado como la película ganadora del certamen. Habrán mejores películas, pero Lamb es, sin duda, una de las muestras más singulares que ha dejado el género este año.


Y de Noomi en Noomi y tiro porque me toca. La actriz hace doblete este año en el Festival y si Lamb era una película muy interesante, The Trip no se queda atrás.

A Lars (Aksel Hennie) y Lisa (Noomi Rapace) se les acabó el amor que los unió en un principio. La carrera de Lars como director de cine se ha estancado en las telenovelas, y Lisa, actriz, no ha conseguido ningún papel desde hace años. Nada en sus vidas ha acabado como pensaban; mucho menos su matrimonio. Es por eso por lo que un viaje de fin de semana a una cabaña familiar en el bosque parece brindarles una oportunidad para... deshacerse del otro para siempre.

The Trip (2021) nos llega esta vez desde Noruega. El film, dirigido por Tommy Wirkola (Zombis Nazis (2009)), propone una fiesta gamberra y alocada. Una propuesta que no ahorra ni violencia ni mala leche, algo que el público celebró a lo grande en la sala de cine. La película se beneficia de un ritmo que no para ni un minuto, con diversas sorpresas argumentales como punto fuerte del relato. De una crisis de pareja, pasamos al intento de ellos por matarse entre sí hasta acabar en una home invasion totalmente alocada y sanguinolenta. El film hace un excelente uso del montaje, aprovechando para realizar flashbacks que explican cómo han llegado los diversos personajes hasta donde han llegado. Rapace está particularmente divertida y sorprende la diferencia de registro entre Lamb y el presente trabajo. Su partenaire masculino, Aksel Hennie, también está entregado a la causa. The Trip es una atracción salvaje. Una comedia negra la mar de disfrutable y que ha resultado toda una sorpresa inesperada para el que esto escribe. Un film que el mismo 15 de octubre, aún en fechas del festival, se ha estrenado en Netflix, para disfrute de todo (o casi todo) el mundo.


Edgar Wright ha conseguido ganarse el corazón de los cinéfilos gracias a piezas tan recomendables como Zombies Party (2004) o Scott Pilgrim contra el mundo (2010). Mucha expectación había frente a su nueva película: Last Night in Soho (2021), pase de la cual, viví en un "Auditori Melià", repleto de un público con muchas ganas de pasárselo bien.

La película sigue a Eloise, una joven apasionada por la moda que se muda a Londres a estudiar. Una vez en su nuevo apartamente descubre que, misteriosamente, puede entrar en la década de 1960, donde se encuentra con una atractiva aspirante a cantante. Pero el Londres de los sesenta no es lo que parece, y el tiempo comenzará a desmoronarse con sombrías consecuencias.

Last Night in Soho es un puro disfrute para el amante del género y una de las películas a tener en cuenta este año en el panorama cinematográfico. El film podría considerarse un neo-giallo ambientado en Londres ya que comparte muchas de las señas de identidad del género como es involucrar la "moda" en la historia, los asesinatos misteriosos además de incluir una estética y especialmente un soundtrack que nos devuelve a los años 60. La película viene dirigida con un pulso estupendo y un mimo a nivel visual excelente con un uso de la música como elemento narrativo maravilloso. Es importante este dato ya que, por lo general, el uso de canciones famosas es un impedimento para el espectador que hace que acabe pensando más en la canción exitosa de turno que en lo que está pasando en pantalla. No es el caso de Last Night in Soho, con un soundtrack que utiliza canciones de grupos consagradísimos como The Beatles, The Kinks o Barry Ryan introduciéndolas en la historia excelentemente. 

Destaca el juego entre presente y pasado que se hace de la narración con la joven Eloise, enamorada de los 60, pero que le cuesta encajar en la enorme Londres hasta que comienza a ver visiones de un pasado protagonizado por Sandie, personaje interpretado por una Anya Taylor Joy magnética, misteriosa, preciosa y que es una nueva muestra de que estamos ante una de las actrices del momento.


Last Night in Soho es una notable experiencia, divertida, de un nivel visual excelente. Si que encontré que su giro final resulta algo descafeinado ya que, en mi opinión, se carga el atractivo que tenía, hasta el momento, uno de sus personajes principales, pero eso no estropea un conjunto notable y claramente gozoso.

Prisoners of the Ghostland (2021) prometía ser una de esas películas gamberras y de puro disfrute desprejuiciado para el respetable. A primera vista lo tenía todo para resultar ser así, empezando por su atractivo cartel. Juntar al gran Sion Sono (director de gemas como El club del suicidio (2002) o Love Exposure (2008)), con el encocado Nicolas Cage en una trama de samurais post apocalíptica a lo Mad Max, ya de por si, hacia temblar mi bello corporal de la emoción. Que lástima que haya sido una de las mayores decepciones del año y no precisamente porque venía muy "enganado" con la película, sino porque ésta es de un resultado soporífero y pedestre.

En la traicionera frontera de la ciudad de "Samurai Town", un ladrón de bancos sin escrúpulos (Nicolas Cage) es liberado de la cárcel por un pudiente señor de la guerra conocido como "The Governor" (Bill Moseley) para que encuentre a Bernice (Sofia Boutella), su nieta adoptiva, que ha desaparecido sin dejar rastro. Para garantizar que cumpla su palabra, el ladrón es obligado a llevar puesto un traje de cuero que se autodestruirá en un periodo de cinco días. En su aventura buscará no sólo a la chica, sino también redimirse de sus pecados.

Prisoners of the Ghostland, como he comentado, aúna ideas y conceptos a priori muy atractivos y que podrían haber dado mucho juego pero son derrumbados frente a una dirección muy plana y totalmente despersonalizada. Muy poco del habitual gamberrismo o anarquismo de Sion Sono veo yo por aquí, en un trabajo claramente alimenticio hundido por un ritmo adormecedor que no deja de dar vueltas hacia ninguna parte, escenas y acciones alargadas inútilmente y sin gracia, personajes histriónicos y de poquísima entidad, humor sin pizca de gracia... Una experiencia bastante discretilla, muy a mi pesar. 

El film contiene algunos aciertos, por supuesto. Contar con la presencia del súper hombre Tak Sakaguchi (Dead Ball), siempre es un placer, y el actor nos deleita con algunas secuencias de acción, katana en mano, interesantes. Esta última etapa de Nick Cage la prefiero y la disfruto mucho más que su etapa noventera cómo actor de "Oscar" y aquí hace reír con sus salidas histriónicas, ya marca de la casa. Aunque en general, el actor, se le ve más perdido en esta historia que un piojo en una calva aunque protagonice momentos hilarantes como la bomba testicular o esos movimientos a lo Elvis que el actor realiza a sus guardianes samurais para vacilarles.

Prisoners of the Ghostland es una de las mayores decepciones del Festival, un film que ni siquiera se toma la molestia de desmelenarse un poco y ser una fiesta sanguinolenta de acción con Cage enfrentándose a samurais, siendo un producto de una pobreza visual general y aburrido con ganas. Una lástima.


The Deer King (2021) es un nuevo anime japonés y viene dirigido a cuatro manos por Masahi Ando y Miyaji Masayuki quienes se encargan de un proyecto que aborda el género fantástico ambientado en una época feudal indefinida con caballeros, criaturas míticas y pandemias.

Tras defender sus tierras contra un poderoso imperio, el soldado Van es tomado como esclavo y enviado a las minas de sal. Una noche, una manada de extraños lobos ataca la mina y comienza a propagarse una misteriosa enfermedad. Van encuentra a una niña llamada Yuna, y como únicos supervivientes de la peste, inician juntos un viaje como padre e hija sin lazos de sangre.

Aún siendo su ópera prima, Masahi Ando arrastra un currículum que tira de espaldas, habiendo participado junto a Hideo Miyazaki, Satoshi Kon, Makoto Shinkai y Hideaki Anno en obras como El viaje de Chihiro, Paprika Your Name, siendo director de animación y diseñador de personajes en muchos de estos proyectos. 

Sintiéndolo mucho, no he acabado de conectar con una propuesta como The Deer King. Si, el film se beneficia de una animación sobradamente notable y preciosa en muchos momentos pero los elementos de su historia no han acabado de conectar conmigo, sin ser algo malo, por supuesto. Su duración, cercana a las dos horas, su ritmo no demasiado dinámico así como la gran cantidad de conceptos e ideas sobre el mundo que presenta hicieron que no pudiera evitar echar una cabezadilla a mi ya agotada mente saturada de películas. 

Si bien, reconozco que la película tiene un mensaje naturalista que llama a la convivencia entre especies y diferentes razas que resulta bonito destacando la conmovedora relación padre-hija que se establece entre Van y Yuna. Su imaginería, animales y demás podrán recordar a trabajos de Studio Ghibli. No niego que es un film a tener en cuenta y que no es en absoluto malo, pero se deberá a su público objetivo. Conmigo no ha calado.




El periodo de esplendor del J-Horror fantasmal, surgido a raíz del éxito mundial de The Ring (1997), parece ya muy lejano. Fueron unos años muy intensos, en los inicios de los 2000, donde decenas de cintas muy similares, con espectros melenudos hacían de las suyas. Una moda que se agotó rápidamente debido a las grandes semejanzas entre ellas. Aún así, le tengo mucho cariño al J-Horror, por lo que siempre intento ver cualquier nueva cinta sobre el tema aunque sea mala. The Samejima Incident (2020) viene a rememorar viejos tics fantasmales a la vez de intentar ser una versión a la japonesa de Host (2020), uno de los films de terror que más dieron de hablar el año pasado al realizarse en plena pandemia "coronavírica" y a través de una llamada de Zoom.

Nana Sasaki entra a una reunión online con sus ex-compañeros de instituto, donde repasan el terrorífico incidente de Samejima, una leyenda urbana que lleva dos décadas circulando por Internet con el siguiente aviso: aquellos que encuentran la verdad al respecto se vuelven malditos y mueren.

The Samejima Incident (2020) es mala con avaricia pero, aún así, me ha sabido sacar la sonrisa, masoquista de mi. El film adolece de una pobreza de medios general con sus responsables siendo incapaces de sacar algo de positivo de tales limitaciones. Sus intentos para provocar miedo acaban en un humor involuntariamente cómico pasando desde la sobadísima imagen de la fantasma desmelenada a las reacciones de unos actores y actrices bastante amateurs, (siendo benevolentes) y que lo dan todo (gritos, histrionismo, lloriqueos...) para empatizar con el espectador y transmitir el terror que están viviendo con ridículos pero encantadores resultados. Aún así, el film tiene toda mi simpatía ya que está realizada con la típica inocencia e ingenuidad niponas, su duración de 70 minutos es perfecta y presenta numerosos momentos que animan a la risa. 

Puedo destacar el tramo final con el hermano de la protagonista, de una fe ciega en ella, ya que cree, sin ninguna duda, en la maldición fantasmal, viajando el muchacho en medio de la noche hasta un caserón siniestro donde realiza una especie de 7 pruebas para tratar de romper la maldición. ¡Eso es amor fraternal! Un tramo que encontré de un interés conseguido y con algún ocasional momento inquietante. Si bien, The Samejima Incident no pasará a la historia del terror japonés pero, a pesar de su pobreza general y su incapacidad para que el espectador se tome en serio lo que está pasando, la disfruté mucho más que las dos películas anteriormente comentadas en esta entrada del blog.

Y aquí concluyo esta edición del Festival de Sitges 2021. Me despido con tristeza y con melancolía por todos estos días, pero me siento muy contento porque este año he podido poner cara a mucha gente con la que solo había hablado vía "Twitter" o por otros medios. 

Ha sido un enorme placer compartir charlas o paseos con Iván de Las Crónicas de Deckard o con Jorge de Asiateca

Poder coincidir y hablar con Enrique de Cineasia Online unos minutos antes del pase de The Medium en la Sala Tramuntana. 

Poder conocer, por fin, a Ricardo, Mel y al Sr. Pou de "Cine Fórum" (cada viernes en su canal de Youtube) y quedarme contagiado de la entusiasta energía de Mr. Rick. 

Compartir hamburguesa y café con Octavio López junto a su encantador grupo de amigos y emprender el camino hacia el Hotel Melià bajo la lluvia (que bucólico me pongo). 

Recuerdos de momentos donde coincidí con Mamoru Hosoda David Broncano (¡!) en el interior del Melià (con estos no hubo cruce de palabras). 

Y cómo olvidar algunas sesiones, comidas, cervezas y charlas a pie de cine que compartí con el inimitable Kalifer (del podcast de La cueva de la Macaca), Jose, Edu, Sergio, Diego o Isa. Habré visto grandes películas pero me quedo con todos estos encuentros (no se si me he dejado alguien), que llenaron de magia y sabor estos días en Sitges. ¡Nos vemos en 2022!


miércoles, 3 de noviembre de 2021

CRÓNICAS DE SITGES 2021 (4/5)

Entré a ver Barbaque (Some like it rare) (2021), sin saber muy bien a lo que atenerme. Era una sesión que me había reservado para rellenar la tarde hasta la llegada de la tardía sesión de Halloween Kills. En una sala Tramuntana bastante llena, me hizo gracia que detrás mio, en la fila de vips e invitados estaban sentados Joaquin Reyes y Alaska, miembros del jurado de la edición del festival de este año.

En Barbaque seguimos a Vincent y Sophie, quienes han dirigido una carnicería familiar durante más de diez años. Su pequeña empresa está a punto de quebrar y su matrimonio no está en el mejor momento. Todo parece perdido cuando Vincent mata accidentalmente a un activista vegano que destrozó su tienda. La única solución que se le ocurre es deshacerse del cuerpo y convertirlo en jamón que su mujer venderá sin saberlo. La carne vegana resultará ser todo un éxito entre el barrio.

Barbaque ha sido toda una sorpresa. Una comedia francesa pero de tono negro, negrisimo y muy ácido que no tiene problemas en saltarse los límites de la corrección y enviar dardos envenenados hacia la nueva moda vegana, sus incoherencias y radicalismos, la industria de la carne... Además, no se anda con chiquitas a la hora de mostrar sangre pero con un filtro tan divertido que liviana la "crueldad" de lo que estamos viendo. Las interpretaciones están a un buen nivel, en especial la pareja protagonista interpretada por Marina Foïs y Fabrice Eboué de química muy hilarante entre los dos. El film, además consigue mantener el ritmo e interés durante buena parte del metraje, algo a valorar ya que evita quedarse únicamente en una premisa cachonda, sabiendo alargarla y desarrollarla de forma totalmente eficiente. Momentos hilarantes con la pareja totalmente fuera de si y viendo ya a cualquier vegano como chuletas exquisitas (como solo se alimentan de hierbas, su carne es de primera calidad) donde incluso, en un momento delirante, ven con ojos deseosos a un niño regordete en una feria de alimentación. Barbaque hace gala de un humor negro y políticamente incorrecto, algo sin duda refrescante en estos tiempos de odiosa corrección política en una película divertida, gamberra y que, además, disfruta de buenas cualidades técnicas.


Buen ambiente había en el "Auditori Melià" con una audiencia preparada para ver Halloween Kills (2021), las nuevas aventuras del amigo Michael Myers. El grito de un incauto de entre la audiencia clamando, "¡A por ellas, Michael!" acompañó al King Kong de la mítica careta de entrada del Festival previa a cada película. Esta nueva Halloween, continúa donde lo dejó la anterior versión de 2018, la cual funcionaba de continuación directa de la película original de 1978 dirigida por John Carpenter, para sumarle mayor "guirigay" al galimatías cronológico de esta saga. Si bien, aunque el Halloween de 2018 no me disgustó si que no pude evitar cierto hastío en su propuesta. En mi opinión, aborda una trama muy similar a la que ya ofrecía Halloween H20 (1998), la 7a entrega y que recuperaba a Jamie Lee Curtis para el 20 aniversario de la saga, siendo una entrada de mejores o más simpáticos resultados que la versión de 2018.

Esta nueva entrega sigue en la misma noche de Halloween que la anterior con un Michael Myers que aun sigue vivito y coleando (por supuesto). Minutos después de que Laurie Strode, su hija Karen y su nieta Allyson dejan encerrado y ardiendo a este monstruo enmascarado, Laurie se dirige rápidamente al hospital para tratar sus heridas, creyendo que todo ha terminado. Pero cuando Michael consigue liberarse, su ritual sangriento continúa. Mientras Laurie lidia con su dolor y se prepara para defenderse, sirve de inspiración para que todo Haddonfield se levante contra este monstruo imparable.

Halloween Kills funciona bastante bien en sus primeros compases realizando un juego multi-referencial con la magnífica y fundacional primera entrega de la saga (presencia de Donald Pleasence incluída) pero que pronto aburre al respetable con un cúmulo interminable de brutales asesinatos de un Michael Myers, ya definitivamente en modo-Terminator y que parece no tener una motivación clara más que reventar a todo ciudadano que se encuentre. En ese sentido, la película es gozosa para el fan con un festival hemoglobínico pasado de vueltas pero que no compensa al encontrarnos con una trama más fina que el papel de fumar y que nos lleva por lugares comunes. El tratar a personajes afectados por Michael en el año 1978 y recuperarlos en su versión adulta (en el presente), a mi personalmente ya me parece risible y que no me interesa en absoluto. ¿Y donde está Jamie Lee Curtis? Desaparecida del mapa en gran parte de la película, permaneciendo herida en el hospital de Haddonfield, quejándose en plan abuela cebolleta en la que es sin duda una de las peores interpretaciones de su carrera.

Halloween Kills ofrece buenos momentos. La multireferencialidad con el Halloween original, la maravillosa banda sonora de Carpenter, la escena de la masacre de Michael contra los bomberos... Pero en general, es un film sin muchas ideas atractivas, que camina por lugares comunes ya tocados en la misma saga (la persecución que el pueblo realiza a Michael visto en Halloween 4 (1988)). Con este plan podrían hacer mil más. Esperaremos a las conclusiones de las andanzas de Michael el año que viene con: Halloween Ends (2022).


The Innocents (2021) ha resultado ser una de las mayores sorpresas de esta edición del Festival. Al describirla como una especie de X-men Origins de autor, tal vez nos estemos quedando en la superfície de esta producción, rica en conceptos. En realidad, el film es todo un fascinante acercamiento a la infancia, a la maldad o crueldad, inocente o no tanto, que se expresa de manera intrínseca en esta etapa primeriza.

Durante un luminoso verano noruego, Ida, acompañada de su hermana autista y sus padres, se instala en un nuevo hogar. Allí, los pequeños conocen a Aisha y Ben con los que comenzarán a jugar por la zona hasta que empiezan a manifestar ciertos poderes psíquicos.

The Innocents es una producción de Noruega dirigida por Eskil Vogt, quien dota a la narración de una pausa y sobriedad que casan muy bien con la historia. El acierto principal del film reside en cómo trata las relaciones y personalidades de los cuatro niños de la cinta, no tratándolas con distancia o con el paternalismo visto desde el punto de vista de un adulto, sino bajando la cámara hasta ellos y siendo ésta una más del grupo haciendo al espectador de compañero de unas travesuras que cada vez se van tornando más crueles. Sin duda, las interpretaciones infantiles rallan a un excelente nivel. No sabría con cual quedarme de los pequeños, pero destacaría a Mina Yasmin Bremseth Asheim y especialmente a Sam Ashraf, quien crea uno de los villanos más odiosos y crueles que he visto recientemente. Los poderes mentales como forma de expresión de la rabia o marginalidad como respuesta de la perfección que envuelve a los niños en ese barrio residencial ideal, el trato que la película hace del autismo así como sus naturalistas secuencias en donde los pequeños hacen uso de sus poderes convierte a The Innocents en una de las películas más destacables del Festival, así como una de las muestras más interesantes que nos ha dejado el fantástico este año.


Son (2021) nos llega desde Irlanda y supone un acercamiento al terror satánico con las sectas como eje argumental, de tono serio y lleno de momentos inquietantes, que, por lo menos, resulta una propuesta a tener en cuenta.

Cuando un niño cae enfermo misteriosamente, su madre tendrá que decidir hasta dónde está dispuesta a llegar para protegerle de unas aterradoras fuerzas que estuvieron presentes en su vida pasada.

Son acierta con un primer tercio atrayente y que te pone en alerta. Es de agradecer que la película se ponga en acción prácticamente desde el principio y muestre elementos que generan interés y cierto pavor. El personaje femenino protagonista, Laura (interpretada por una muy correcta Andi Matichak) resulta interesante aunque los intentos que hace la película por intentar confundirnos y jugar con la realidad o imaginación de lo que sufre la muchacha resultan de poca efectividad. Aunque, funcionan bastante bien las pequeñas pinceladas de información que suelta el film acerca de la secta satánica de turno así como sus ritos donde una adolescente Laura era protagonista. Especialmente, los brutales y sangrientos ataques que sufre David, el niño e hijo de Laura, resultan bastante malrolleros y extremos. La película da un par de vueltas interesantes hacia la monstruosidad o una forma de vampirismo pero su interés va mermando a medida que la investigación de su protagonista va avanzando, bajando lo que era una montaña rusa sangrienta en una película de horror más con tendencia al efectismo, concluyendo en un final que no acaba de resultar del todo satisfactorio. Aún así, Son es una muestra de cine de terror satánico apreciable, que no escatima sangre e imágenes malrolleras y además con una protagonista femenina bastante interesante. Se le puede dar una oportunidad.


Era una de las películas más esperadas de esta edición. The Medium (2021) une a Tailandia y a Corea del Sur en una producción que desde sus primeros pases en su país de origen se venía hablando de desmayos y salas de cine con las luces encendidas para rebajar el nivel de terror de la audiencia. El film viene dirigido por Banjong Pisanthanakun, quien se unió a la moda fantasmal asiática con la muy entretenida y también aterradora, Shutter (2004). Si le sumamos, que The Medium viene apadrinada por Na Hong-Jin, director de las geniales The Chaser (2008) o El extraño (2016), la cual ya trataba en cierta manera el terror en base a las tradiciones ancestrales de la Corea profunda, ya nos podemos imaginar el hype que se ha despertado alrededor de The Medium.

El film está rodado como un falso documental con unos periodistas realizando un reportaje sobre una chamán en un poblado del Nordeste de Tailandia. Hasta que, lo que podría estar poseyendo a un miembro de la familia, puede no ser la Diosa que se imaginan que es.

Lo más importante a la hora de enfrentarse a The Medium es liberarse de todo este hype. Olvídate de campañas de marketing y disfruta de la experiencia. The Medium está plasmada en forma de falso documental, un subgénero bastante cansino a estas alturas (o más bien prácticamente desde que se inició) y donde el presente film recurre a los mismos tics una y otra vez en lo que podría ser un greatests hits pero a lo loco del mismo género. La película tiene una larga duración de 130 minutos, algo que da una primera impresión de que podría tornarse en excesiva pero que no pesan demasiado en un largometraje abundante en situaciones de horror que permiten un ritmo bien dosificado y de divertido visionado.

Sin duda, la parte más interesante del film reside en su primera mitad con los reporteros adentrándose en las tradiciones del "chamanismo", el folk y leyendas de este poblado perdido en medio de Tailandia. Por lo visto, los responsables de The Medium se documentaron de forma concienzuda y obsesiva por lo que se asegura que todo lo que vemos en pantalla (a nivel de tradiciones, sortilegios o formas de enfrentarse a los espíritus) suceden de la misma manera en la realidad. 

Es también en este tramo donde vemos los primeros síntomas de posesión en la sobrina de la chamán protagonista. Unos primeros síntomas que la película va mostrando poco a poco de una manera acertada (me encanta ese momento en donde la joven ve una silueta humana en el campo, en la lejanía) y cómo de unas conductas infantiles o una necesidad de sexo ninfomaníaco con sus compañeros de trabajo (nada que objetar a este tramo de la posesión), pasamos a una posesión demoniaca como marcan los cánones más puros del género, con dotes gimnásticas increíbles, cambios de voz, babas y demás. Es entonces cuando la segunda parte del film se adentra en terrenos de la pura barraca de feria. Un tren de la bruja exagerado donde no se deja nada. Ni las cámaras ocultas, la visión nocturna, bebés en peligro, pueblerinos poseídos y sortilegios centenarios. Un segundo tramo donde se entrega a un terror festivo donde si logras entrar en el juego que ofrece es una experiencia muy divertida y disfrutable.

Así, The Medium (2021) supone una pieza de horror bastante recomendable. Interesante por su acercamiento a unas tradiciones que nos quedan lejos (de ahí lo singular de la propuesta), además de resultar una experiencia terrorífica de carácter festivo y pasada de vueltas. Algo que acepté de lleno disfrutando enormemente de la experiencia.



La importancia de George A. Romero en el género del terror y el fantástico está fuera de toda duda. Tras implantar los códigos del horror moderno en general y el de los zombies en particular con su saga de los muertos vivientes, Romero sorprende, y mucho, en sus trabajos alejados de los zombies como con la estupenda Martin (1978) o The Crazies (1973). De entre su filmografía había una pieza realizada para televisión y desgraciadamente perdida en el confín de los tiempos... ¡hasta ahora!. Por fin, recuperada en una copia en 4K, The Amusement Park (1973), venía precedida de comentarios que la tildaban cómo la película más aterradora de George A. Romero.

El film sigue a un anciano el cual sale de su casa para disfrutar de un día normal y corriente en un parque de atracciones, pero antes de que pueda darse cuenta se ve envuelto en una pesadilla de dimensiones nunca antes vistas.

The Amusement Park es un film extraño. El origen del proyecto fue un encargo para Romero con la excusa de realizar un comercial para concienciar a la población sobre la marginación que realizaba la sociedad hacia los ancianos. En manos de Romero, el mediometraje (de unos 55 minutos) se convierte en una pesadilla onírica y bizarra llena de simbolismos y llena de la crítica hacia la sociedad tan habitual de su director. 

Una experiencia curiosa por su carácter de tesoro escondido y por fin sacado de las tinieblas pero que sufre por su parquedad de medios en una realización bastante cutrona en ese sentido (aunque totalmente perdonado al tratarse de un producto de bajo presupuesto para la televisión americana de los 70). Pero es en su subtexto y en lo que se nos cuenta donde encontramos aspectos muy interesantes. Referencias a la religión, a los estamentos militares, la hipocresía social además de la marginación y casi criminalización de la tercera edad realizada de una forma seca y violenta psicológicamente. Una experiencia inquietante que resulta ser toda una rareza en la carrera de su director y ahora disfrutada con una restauración espectacular e impecable.


sábado, 30 de octubre de 2021

ULTRAMAN ACE (1972) (TV)



La Tsuburaya Productions consiguió salir a flote gracias al exitazo en televisión de The Return of Ultraman (1971). El regreso de nuestro héroe extraterrestre favorito trajo consigo un segundo boom por el genero Kaiju así como un aluvión de series tokusatsu. La siguiente Ultra Serie tendría que enfrentarse a algo con lo que no se había encontrado hasta la fecha: competencia en TV. Kamen Rider (1971) llegó como un vendaval en la parrilla televisiva y estaba siendo todo un éxito para Toei. En 1972, Mazinger Z arrastró consigo toda una fiebre por los robots gigantes sumando, además, el nuevo interés de los adolescentes por el anime y el manga. Frente a esto, Ultraman Ace (1972) lo tendría difícil.

Para Ace, la Tsuburaya quiso, de nuevo, ofrecer una serie que mantuviera las señas de identidad típicas de la franquicia pero añadiendo nuevos elementos que la diferenciaran de las anteriores ultra entregas, reciclando viejas ideas que el equipo mantenía guardadas en el cajón. La novedad más interesante de la nueva producción era que esta vez nos encontraríamos con 2 héroes humanos, un hombre y una mujer (Seiji y Yuko), quienes, llegado el momento, se unirían para transformarse en "Ultraman Ace". Dicho concepto se creó para reforzar una de las ideas principales que querían imprimir a la serie en donde se quería presentar un mundo duro y peligroso pero donde el mantenerse unidos y la confianza mutua sería clave para enfrentarse a la maldad. Debido a este nuevo doble protagonismo humano, el diseño de Ace presenta rasgos tanto masculinos como femeninos. 

Otra de las novedades fue el de presentar a una amenaza principal, la entidad alienígena Yapool, el cual se convierte en el encargado de enviar a la Tierra toda la serie de amenazas monstruosas: los “Monstruos-Terribles”. Pero la novedad principal y más vistosa fue el de confirmar un universo compartido entre las diferentes Ultra Series. Tras las exitosas apariciones de "Ultraseven" y "Ultraman" en The Return of Ultraman se decidió explotar esta línea presentando juntos a todos los Ultra Brothers, protagonizando, éstos, regulares apariciones estelares, aprovechando para presentar alguna nueva incorporación como es el Ultra Father. Los episodios donde hacen acto de presencia todos los hermanos Ultra, combatiendo juntos a la amenaza de turno constituyen algunos de los mejores momentos de la presente Ultraman Ace. Todo un precedente, sin duda, de los súper equipos tokusatsu que triunfaron años después, con las Super Sentai Series (1975) a la cabeza.

Ultraman Ace (1972) se estrenó el 7 de abril de 1972, una semana después del cierre de The Return of Ultraman y, por desgracia, constituye un bajón general en términos de calidad respecto a todo lo visto anteriormente en la franquicia. Parte del problema reside en los numerosos cambios a los que se vieron obligados a realizar sus creadores a mitad de serie y que cambiaron por completo las intenciones iniciales de la misma. Algo que desgranaremos a continuación.

Todos los Ultra Brothers juntos en
1x01 "Shine! The 5 Ultra Brothers"
Seiji, Yuko y los Ultra Brothers


Sin duda, la primera tanda de episodios de Ultraman Ace disfruta de una contagiosa energía que nos hace recordar, en este sentido, a la original Ultraman (1966). El hecho de que, esta vez, sean dos héroes humanos los que deban unirse para convocar a Ace es un hecho interesante y más por presentar, por fin, a una Ultra Girl como es Yuko, personaje bastante interesante pero que a medida que pasan los episodios es evidente que los guionistas no tienen mucha idea de qué hacer con él. Aunque esto, no obstante, es transportable tanto al héroe principal, Seiji, como al resto de personajes (los miembros del súper equipo TAC), bastante planitos en general. Los momentos "henshin" entre Yuko y Seiji son muy divertidos con saltos imposibles y hasta con ciertos guiños a Kamen Rider con los personajes haciendo carambolas sobre motos.

1x13 "Execution! Five Ultra Brothers"
Se pueden destacar bastantes episodios de entre la primera tanda de 27, con un nivel bastante notable en general. Nos detendremos especialmente en aquellos donde alguno (o todos) de los Ultra Brothers hacen acto de aparición dispuestos a echar un cable a "Ace". El doble 1x13 y 14 "Execution! Five Ultra Brothers / 5 Stars Scattered in the Galaxy" nos presenta a un villano que engaña a todos los súper hermanos, crucificándolos en un planeta mientras en la Tierra, un monstruo gigante hace de las suyas haciendo caer lluvia radiactiva sobre las ciudades frente a un Ace que caerá derrotado. Una buena dupla de episodios y cuya imaginería de terror con las crucifixiones de los héroes provocaron pesadillas a un joven Hideaki Anno cuando lo vio de pequeño. Aún mejor es el doble 1x26 y 1x27 " Annihilation! The 5 Ultra Brothers / Miracle! Father of Ultra" con un poderoso enemigo que convierte en estatuas de piedra a todos los hermanos Ultra hasta que llega el padre de todos ellos, el Ultra Father, a resolver el entuerto.
De piedra en 1x26 "Annihilation! The 5 Ultra Brothers"

Seiji y Yuko, los nuevos héroes.
Siguiendo con este tramo de la serie destaco el doble 1x07 y 1x08 "Monster vs Terrible-Monster vs Alien / Life of the Sun is the Life of Ace", donde Ace se tiene que ver las caras él solito con 3 monstruos a la vez en un metraje que ejemplifica la energía y nervio de los inicios de ésta Ultraman Ace con monstruos despellejándose entre si, grandes planes de conquista extraterrestre y donde se suman detalles interesantes como las consecuencias que sufre el cuerpo humano al transformarse en Ace como comprueba una Yuko al borde de la muerte. Podemos seguir señalando episodios de este tramo como el magnífico 1x05 "The Giant-Ant Terrible-Monster vs the Ultra Brothers" con una criatura insectoide que vive bajo tierra y se dedica a tragarse a muchachas lozanas a través de vórtices en el suelo. Divertidísimo y que cuenta con la presencia estelar de Ultraman Zoffy. 

Terror en 1x24 "Behold! Midnight Transformation"
El inicio de la serie, 1x01 "Shine! The 5 Ultra Brothers", es la mar de entretenido y cuenta con un monstruo carismático como Verokron. El 1x11 "Terrible-Monster is 10 Women?" presenta un argumento tan loco como que un monstruo alienígena se camufle en la forma de diez chicas en bici, las cuales engatusan a Seiji a irse de camping con ellas a cantar canciones frente al fuego. Quiero detenerme también en el doble 1x23 y 1x24 "A Game Changer! Here comes Zoffy / Behold! Midnight Transformation". Uno de los momentos más singulares y brillantes de Ace donde se remarca la estética de terror de muchos momentos de este tramo de la serie mostrando, aquí, la muerte del malvado Yapool con unos episodios de tono onírico y realización artie con angulaciones extrañas, filtros de color y que cuenta con robo de niños, pesadillas, sangre, ritos a medianoche, predicadores y batallas en el Monte Fuji... Unos episodios a tener en cuenta de Ultraman Ace.

Una nada forzosa salida de la serie. Yuko se despide y se va
a la Luna en 1x28 "Goodbye Yuko, Sister of the Moon"
Aún a pesar de que Seiji, como héroe principal palidece en comparación a Dan en Ultraseven o Hayata, siendo algo menos carismático, no puedo evitar entrar en el puro goce general que suponen estos capítulos. Es entonces cuando la serie da un vuelco hacia la mediocridad. Este cambio viene originado tras la marcha del personaje de Yuko con una excusa argumental de no te menees y que se cuenta en el 1x28 "Goodbye Yuko, Sister of the Moon". Resultaba que Yuko era una extraterrestre venida de la Luna y encargada de proteger la Tierra de un monstruo en concreto. Con la misión cumplida deberá volver a la Luna. En este tramo de Ultraman Ace se estaban sufriendo las consecuencias de la diversa competencia televisiva que apuntábamos al inicio de este artículo. Los adolescentes o el target joven, seguidores hasta el momento de las Ultra Series, estaban girando su atención hacia el manga, el anime u otros productos. Solamente quedó el sector infantil como público fiel por lo que era necesario un viraje de tono hacia ellos. Y con el personaje de Yuko hubieron muchas presiones, desde la propia cadena de televisión o las empresas jugueteras, para que fuera eliminada, culpándola, en parte, de la bajada de audiencia de la serie. Tener a una co-protagonista femenina en una serie de estas características fue una idea bastante adelantada a su tiempo pero que fue finalmente descartada por el habitual machismo nipón.

Un Santa Claus agigantado en 1x38 
"Resurrection! Father of Ultra"
Infantilismo y aburrimiento general


Todas las ideas planteadas hasta el momento en Ultraman Ace se dejan aparcadas a partir del episodio 28. Es entonces cuando nos encontramos con una tendencia hacia el puro infantilismo en un intento de crear empatía con dicho público. Se presenta a un nuevo personaje, Dan, un niño el cual declara ser el 6o Ultra Brother, porque es capaz de ver el brillo estelar del planeta M-78. Por desgracia, y con tristeza afirmo, que en general, de aquí hasta el final, la serie se vuelve muy esquemática y perezosa con argumentos bastante pobretones, delirantes y poco interesantes en donde ya ni siquiera volvemos a ver a todos los "Ultra hermanos" juntos, dejando alguna aparición especial de Seven o Zoffy, pero son momentos tan fugaces que resultan hasta indignantes. 

Episodios sobre monstruos que son una representación de la vergüenza de un niño que se mea en la cama (ep. 35 "A gift from Zoffy"), simpáticos tapires jugando con los niños (ep. 31 "From Ultraseven to Ultraman Ace") o extraterrestres con un plan maquiavélico como es el de robar todos los peluches de panda de Japón (ep. 40 "Return the Panda!") y que incluye a un actor disfrazado de panda de look de Serie Z, son algunos pintorescos ejemplos de este tramo. Es interesante la perspectiva que asoma en algunos momentos de estos episodios como esa empatía hacia los niños, portadores de los sentimientos más puros y valiosos, por lo que es vital confiar en ellos y no traicionarles. En este sentido resultan curiosos episodios como el 1x33 "Shot that Hot-Air Ballon" donde dos hippies pasean en globo a los niños para después chuparles el alma dejándolos en un estado de sumisión y la amargura propia de los adultos. Un episodio con mala leche y que culmina con el monstruo de turno estallando en miles de globos cual piñata de cumpleaños. 

Ultra Father, el padre de las criaturas.
Pese a estos puntuales momentos curiosos, en general, hay una cierta desgana aunque los argumentos de algunos episodios son tan locos que merecen mi simpatía como el delirante especial navideño, 1x38 "Resurrection! Father of Ultra" y que cuenta con la presencia de un Santa Claus que al final se vuelve gigante, niños de orfanato y el regreso del Ultra Father junto a Yuko en el clásico trineo volador. Hilarante. En el 1x51 "The Life-Sucking Sound" una madre tirana obliga a su hijo a tocar el violín de forma obsesiva para que siga los pasos de su fallecido padre violinista. Al final el propio violín cobra vida y se dedica a chupar almas de incautos para después convertirse en un monstruo gigante con la apariencia del instrumento. Otro signo de la desgana de sus creadores es que a unos 9 episodios del final, el personaje del pequeño Dan (y su hermana) desaparecen sin explicación alguna, un hecho que, curiosamente, es utilizado para que la serie vuelva a un tono similar al de los inicios de la misma con argumentos un poco más serios y hasta violentos.
1x34 "A Terrible-Monster Dances on a Rainbow over the Sea"

Pantalla partida en 1x48 "Revenge of Verokron"
Pese a lo esquemático y poco estimulante de esta segunda mitad de Ultraman Ace hay momentos a destacar como el 1x34 "A Terrible-Monster Dances on a Rainbow over the Sea", de acertado tono dramático, de realización trabajada y que gira en torno a un niño que ha perdido tanto a su madre como a su padre y se dedica a recolectar conchas en el mar con la esperanza de que vuelvan. El 1x42 "Mystery! Monster Woo Rises Again" sorprende por sus evocadores planos de monstruos apareciendo en paisajes nevados haciendo de éste un episodio de lo más atmosférico. El 1x48 "Revenge of Verokron" nos devuelve a los mejores momentos de Ace con Seiji temiendo la vuelta de Verokron (del episodio 1), ya que fue el monstruo que lo mató siendo humano y tras pasar por una dentista muy peculiar empieza a sufrir alucinaciones. Un episodio sorprendente y no apto para fóbicos de los dentistas. El 1x50 "Tokyo Great Panic! The Mad Traffic Signals" también tiene sus puntos de interés y un argumento bastante delirante con un monstruo alienígena que controla las señales de tráfico causando con sus rayos mortales masacres en masa entre la población. Algo bastante sorprendente si consideramos el tono infantil de gran parte de la serie. 

1x52 "You are the Ace of Tomorrow"
El episodio final, 1x52 "You are the Ace of Tomorrow", sin ser malo, supone una conclusión algo descafeinada presentando una excusa argumental un poco débil para que Ace abandone nuestro planeta. Si bien, consigue momentos conmovedores con el ultra héroe aleccionando a la chavalada e instándoles a no perder su inocencia y hacerse amigos de todo el mundo, da igual cual sea su procedencia.

Así, Ultraman Ace (1972) pese a una notable primera mitad que disfruta de un buen nivel general lleno de entretenimiento y episodios vistosos vira hacia una segunda mitad aburrida y esquemática donde se entrega a un infantilismo poco inspirado. Es una lástima porque la serie presenta un cúmulo de ideas muy atractivas pero que rápidamente son apartadas para ofrecer algo más llano y poco exigente. Hay buenos y notables momentos en Ultraman Ace. Hay energía, sorprendentes episodios de carácter terrorífico y batallas vibrantes, pero dichos aciertos son diluidos entre una gran cantidad de relleno. Aún así, los fans de la franquicia le pueden dar una oportunidad. Pese a toda la competencia televisiva a la que se enfrentó Ace, ésta acabó por no funcionar nada mal a nivel de audiencia, dejando preparada la llegada de la siguiente entrega: Ultraman Taro (1973).

martes, 26 de octubre de 2021

CRÓNICAS DE SITGES 2021 (3/5)

Mucha expectación corría en torno a The Sadness (2021), film taiwanés de infectados dirigido y escrito por el canadiense Rob Jabbaz. Los comentarios acerca de la película la indicaban como un ejercicio de pura fiesta extrema y salvaje, perfecta para los fans de las emociones fuertes y de las "Midnigh-Extreme" de Sitges.

Una pareja joven es llevada al límite de la cordura mientras trata de reunirse en medio del caos de un brote pandémico. Las calles se convierten en violencia y depravación, a medida que los infectados se ven empujados a realizar las cosas más crueles y horribles que te puedas imaginar. Asesinato, tortura, violación y mutilación son solo el comienzo. Ya pasó la era de la civilidad y el orden. Solo queda 'The Sadness'.

The Sadness no ha acabado por ser my cup of tea. Soy fan de cualquier salvajada enferma y grotesca. He visto mucho producto radical de este tipo, pero en cambio algo me ha impedido conectar o disfrutar con The Sadness. Su violencia tanto sanguinolenta como sexual me ha parecido más que festiva, de un cariz forzado y de brocha gorda. Repito. Que no soy una persona fácil de incomodar, para nada, pero The Sadness me ha parecido un trabajo muy pobre en lo formal y con una nula capacidad para mostrar un mínimo de ritmo o de trabajo de realización cinematográfica, algo especialmente torpe en todos los momentos dedicados a sus personajes donde no hay infectados de por medio. La película echa el freno de mano en este sentido en muchas ocasiones. 

El resumen sería que The Sadness es un Rape Zombie (2012) pero mal. Rape Zombie era un producto de Serie Z, si, pero plenamente autoconsciente de ello y aún así, a pesar de lo pedestre del conjunto no se escapaba de la típica diversión ingenua y entrañable que los japoneses imprimen en estos productos. Que aquí, uno de los infectados salidorros aproveche el hueco del ojo de una víctima aún viva para depositar su genitalia... pues oye, me habrá pillado la película cansado pero me pareció un gore en general algo forzado, usado para provocar fácilmente y ya está. Algo parecido pasa con sus pobres intentos de crear paralelismos con el COVID-19, quedando en ridículo su intento de cachondearse de las fuerzas políticas.

The Sadness, aún así, consigue algunos momentos de goce festivalero para el respetable, especialmente en su primer tercio. Ese primer ataque en las callejuelas o la bacanal en el metro son bastante dignas. Puestos a destacar, no me quiero olvidar de felicitar al encargado de casting por seleccionar a Ying Ru Chen como fémina protagonista.


El avance imparable de la tecnología en nuestras vidas son motivo de reflexión habitual tanto en documentales como en películas donde las inquietudes y consecuencias en torno a este avance son bien palpables. La relación que mantenemos con lo digital y de qué manera nos ha transformado y nos seguirá cambiando son temas bien interesantes y que pueden dar lugar a reflexiones apasionantes y a veces inquietantes.

Users (2021) es un documental que explora cómo la humanidad se expresa con la tecnología y cómo esto afecta a este mundo dominado por ella.

Users ha resultado ser un ladrillo de proporciones "Godzillianas". Un cúmulo de planos más o menos estáticos de carácter contemplativo y alegórico, muy bien rodados eso si, siendo éstos de una geometría visual perfecta. Bellas imágenes del mar, las olas o campos y que son acompañados por la voz en off de su directora, quien nos va dando la chapa con metáforas sobre lo que nos rodea, el cableado que reposa bajo el mar o cambios de paradigma. Mientras tanto, vamos siguiendo el crecimiento de un niño (el hijo de la propia directora) y como éste va relacionándose entre entornos digitales. 

El conjunto acaba resultando soporífero porque si bien intenta plantear diversas cuestiones que invitan a nuestra reflexión no acaba por definir ni construir absolutamente nada en su relato. La sinopsis de Users hacía preveer algo más interesante del peñazo que acaba siendo en realidad siendo un conjunto de postales bonitas que son dejadas a la suerte del espectador siendo éste el elegido para tratar, infructuosamente, de sacar sus conclusiones.


One cut of the Dead (2017) fue uno de los grandes éxitos del pasado Festival de Sitges de 2018. Una propuesta de ínfimo presupuesto pero que andaba sobrada de pasión, energía y originalidad. Algo parecido sucede con Beyond the Infinte two minutes (2021).

Regresando a su apartamento tras terminar la jornada, Kato, propietario del Café Phalam, se ve a sí mismo hablándose desde la pantalla de su ordenador: "Soy el yo del futuro. Dos minutos en el futuro". La pantalla de su casa y la del ordenador del café están conectadas de alguna manera. Kato vuelve a su establecimiento y, junto a clientes habituales, empieza a explorar este fenómeno.

El presente film es el ejemplo perfecto de cómo saber coger una idea resultona, en este caso, los bucles temporales en forma de una televisión que muestra 2 minutos en el futuro, y saber llevar dicha idea hasta sus últimas consecuencias gracias a un estupendo guión que utiliza todas las posibilidades que ofrece tal idea con un mínimo de coherencia científica. Se le suma que a esta premisa se la envuelve de un tono de comedia muy agradable con una serie de actores que resultan sobradamente correctos en su papel. A nivel de realización se opta por un plano secuencia falseado con una escenografía bastante teatral y centrada en un par de escenarios. Sorprendente resulta que se trata de un film rodado enteramente con teléfonos móbiles dando un resultado visual más que notable teniendo en cuenta el aparato utilizado en cuestión.

Aún contando con varios detallitos bastante "increíbles" como ese cableado interminable de las televisiones, se le acaba perdonando por ser un film definitivamente entrañable, repleto de un entusiasmo contagioso y de premisa original. Una de mis favoritas de esta edición del Festival.

Mamoru Hosoda es uno de los 3 directores de cine anime más destacados en la actualidad. Su innegable importancia ha sido recompensada este año otorgándole en el Festival un premio honorífico a su carrera coincidiendo con la llegada de su nuevo film: Belle (2021). Consciente de la importancia de Hosoda, si que he tenido problemas para conectar con algunas de sus obras. Disfruté muchísimo con La chica que saltaba a través del tiempo (2006) o con la reciente Mirai (2018), pero, muy a mi pesar, no me he unido al entusiasmo hacia Wolf children (2012) o Summer Wars (2009) donde su historia centrada en la realidad me pareció distraída pero no así toda la parte en el mundo virtual. Todo lo contrario que lo que me ha pasado con su nueva Belle.

Suzu es una joven de 17 años que, tras perder a su madre, se traslada a vivir con su padre a las afueras de la prefectura de Kochi. Con el corazón roto y distanciada del mundo, descubre "U", un espacio virtual en el que asume el rol de "Belle".

Belle me ha parecido una preciosidad. Un film que goza, por supuesto, de un nivel de animación abrumador, utilizando especialmente el 3D y técnicas más modernas en las escenas que ocurren en el mundo virtual de "U". Me ha parecido muy acertada su estudio de las problemáticas y angustias del adolescente de hoy día tanto a nivel social o emocional (la depresión por fallecimiento del progenitor, el maltrato infantil...) así como su relación con el nuevo mundo digital y la necesidad de construirse un otro yo alejado de su realidad con todas las posibilidades que ello ofrece. Toda esta amalgama de conceptos se mezcla con una especie de reinterpretación del clásico de La bella y la bestia.

Belle es un film conmovedor que mezcla la espectacularidad con los momentos más íntimos y emocionales, ofreciendo un soundtrack noño pero irresistible. Su personaje principal es interesante y su evolución acaba por ofrecer momentos de lo más lacrimógeno (en el buen sentido) en su clímax final. Una película excelente donde, esta vez, la correlación entre su trama anclada en el mundo real en paralelo al mundo virtual me ha parecido perfectamente bien hilada. Bravo, Hosoda.


Lejos quedan los años dorados del cine de Hong Kong, aquella etapa irrepetible que se vivió durante los años 70, 80 y 90, donde parecía que el país era el centro cinematográfico de Asia. Desgraciadamente, esos años han quedado atrás, perdiendo fuerza su industria de forma alarmante yendo muchos de sus técnicos y actores hacia China, la cual es, ahora, el verdadero centro de Asia (y puede que el mundo) con un nivel de producción abrumador.

Todo y aún así, en Hong Kong vamos encontrando cada año algunos trabajos muy interesantes que nos hacen recordar tiempos mejores. Ya tratamos en el blog la dolorosa pero notable Better Days (2019) y con Limbo (2021) no puedo más que reafirmarme en que ha sido una de las mayores sorpresas de esta edición del festival.

El policía novato Will Ren y su compañero, el veterano Cham Lau, persiguen a un brutal y obsesivo asesino de mujeres. Para atraerlo, recurren a la delincuente Wong To, que necesita expiar un accidente en el que resultó afectada la familia de Cham. Pero esta mujer resulta ser tan impredecible como ingobernable.

Limbo es una patada al estómago. Una experiencia brutal, dura, seca y con unos personajes que, a duras penas, sobreviven en las calles de una Hong Kong casi ciberpunk, con barrios de una pobreza moral chocante con basura, suciedad, vagabundos, proxenetas, droga y prostitución. Pocas veces he visto una Hong Kong plasmada de esta manera por lo que el blanco y negro de la película, lejos de ser una excentricidad, está más que justificado con el tono de la historia. Es un mundo gris y nihilista. Solo falta que aparezca un asesino en serie en la zona para acabar de trastocarlo todo. 

De entre una fantástica fotografía, un trabajo de cámara con nervio, con unas persecuciones y escenas de violencia física que quitan el aliento y la opresividad general si que noté algunos puntos más débiles por caer en estereotipos del género. La figura de los policías, el novato y el veterano quemado por demasiados años combatiendo la delincuencia afectado por sus propios dramas familiares, son elementos bastante sobados pero que aún así no me acabaron por molestar especialmente (pero lo menciono para tratar de sacarle pegas a esta magnífica película). El film viene dirigido por Soi Cheang, director de sobrada experiencia y con trabajos tan interesantes como Love Battlefield (2004) o SPL 2 (2015).

Limbo es uno de los films asiáticos a tener en cuenta este año donde el nivel general es sobradamente notable con una historia sucia, violenta e incómoda pero fascinante y donde además nos presenta a un personaje femenino excelente y duro de pelar como es el interpretado por Yase Liu. No se la pierdan.