Para 2013, la mítica Tsuburaya Productions, tal y como la conocíamos, había cambiado completamente. En 2008, la familia Tsuburaya vendió el estudio a varias empresas. Primero fue TYO, quien adquirió el 80%, del cual parte de ese porcentaje, el 30%, fue vendido a Bandai en 2009. Finalmente TYO vendió el 50% que le quedaba a la empresa de Pachinko, FIELDS, en 2010. Quedando ésta y Bandai como propietarios de gran parte de Tsuburaya.
Durante este tiempo, Ultraman estuvo manteniendo el tipo como podía a través de películas, de las cuales las protagonizadas por Ultraman Zero (el hijo de Ultraseven) tuvieron un aceptable recibimiento. La nueva situación de la productora cambiaba las reglas del juego porque si bien hasta ahora la Tsuburaya, una vez encontrado el financiamiento para sus series luego ésta tenia total libertad para enfrentarse a sus productos, ahora no era así, teniendo que verse obligados a aceptar las peticiones de Bandai y FIELDS. La situación económica era bastante más estable, si, pero el margen de libertad creativa estaba algo más sesgado.
Para 2013 y tras unos años de tímida recuperación, Tsuburaya decidió tirar adelante de nuevo con su personaje estrella y realizar una nueva serie de la franquicia. Ultraman Ginga (2013) marcaría un nuevo inicio para nuestro héroe favorito, lo que se conocería como los New Generation Heroes, y que volvieron a conquistar el corazón de los niños de una nueva generación. Para Ginga, el presupuesto destinado fue nimio lo que llevó al equipo a minimizar las ambiciones de la serie por una historia más pequeña de lo acostumbrado, con pocos escenarios y actores.
Sorprende en Ultraman Ginga que ésta ofrece algo diferente a lo acostumbrado. Nada de escuadrones militares luchando contra monstruos o escenas de pánico y destrucción masiva. Aquí el argumento nos lleva a una historia íntima, de fábula, entre unos jovencitos con la cabeza llena de sueños luchando por hacerlos realidad dando sus primeros pasos hacia el futuro. En ese sentido, la falta de dinero, paradójicamente, juega a favor de la serie. Apenas hay escenarios, más que el instituto y el bosque donde tienen lugar las batallas entre monstruos. El número de personajes es muy limitado dando un gran peso al grupo de adolescentes protagonista. Todo esto, aún dando una sensación rara en pantalla por su austeridad, acaba jugando a favor, dando un tono de fábula a los episodios dotándolos de una atmósfera muy particular e irreal.
Los jovencitos protagonistas |
Desgraciadamente todo acaba en agua de borrajas debido a una planificación en general deficiente y una nula capacidad por contar de una manera acertada los arcos dramáticos entre personajes. Algo que la duración de 11 episodios no ayuda en nada. El caso es más sangrante cuando vemos que la serie dedica en dos ocasiones a hacerte resumillo de todo lo acontecido anteriormente, perdiendo valiosos minutos.
Los personajes principales son un grupo de adolescentes que si bien choca de primeras que estos "pipiolos" vayan a protagonizar una serie de Ultraman, acaban siendo lo suficientemente simpáticos. La pareja creada entre Hikaru y Misuzu se hace entrañable, al igual que la presencia de sus amigos Kenta (un joven con aspiraciones a fotógrafo) y Chigusa, la cual sueña con ser una Idol.
Ep. 3, The Twin-Headed Flame Beast |
Estos 6 primeros episodios tienen una estructura muy similar entre ellos como es que el gran mal, con la ayuda de esbirros haciendo tonterías de vergüenza ajena como Alien Valky, utilice las almas oscuras de gente indeseable (cuidado, guarros que tiran basura al rio o locos motoristas que acosan a jovencitas...) para transformarlos en monstruos terribles. Hikaru se transformará en otro monstruo dependiendo del muñeco que tenga a mano y cuando todo esté perdido Ginga hará acto de presencia.
En cada episodio vemos a monstruos clásicos desde Pandon, Ragon, Black King o Kemur. Es un tramo que se ve con una media sonrisa y con el interés justo. Se añade otro personaje, el tibio Tomoya, el cual desea vencer a Ginga, no se muy bien porqué, y para ello utiliza a un robotaco llamado Jean-Nine (en un inicio llamado Jean-Killer). Un robot que tuvo su primera aparición en el direct to video Ultraman Zero Gaiden: Killer the Beatstar (2011).
Ep. 6, The Battle for Dreams |
Tras esto, se estrenó en cines un especial de la serie en septiembre de 2013. Distribuida por la Shochiku, con una duración de 45 minutos, sería algo así como el capítulo 6.5 de la serie. Fue más tarde reconvertido en un montaje de 25 minutos para el mercado americano (aparece en la edición en Blu-Ray de Mill Creek Entertainment como el episodio 7, "Monster Connection"). Aquí los momentos espectaculares se van mezclando con otros de vergüenza ajena con un Alien Icarus haciendo el "monguer" (en la línea del insorportable Alien Valky de episodios anteriores) en el bosque.
El especial para cines. El episodio 6.5. |
Hasta el momento, los ratings de la serie habían sido pésimos, si bien, y gracias al aceptable éxito de este especial para cines, la audiencia mejoró sensiblemente en el segundo tramo de la serie (emitido entre noviembre y diciembre de 2013), variando del 0,8% de share de los inicios al 2,5% que consiguió el episodio final.
Hay que comentar el (verdadero) ep. 7, The Closed World, que aun siendo el consabido episodio de resumen, consiguen darle una vuelta bastante divertida y que culmina con un hilarante enfrentamiento en un ring de boxeo entre Ginga y otro monstruo, con todos los muñecos de la serie de público y con Taro de comentarista.
El último tramo de 4 episodios, aún aumentando sus dosis de acción y monstruos, se hace muy atropellado a niveles argumentales. Si no has visto el especial para cines, de golpe y porrazo nos encontramos a un Tomoya que ha pasado de odiar a Ginga a trabajar codo con codo con los protagonistas. Se nos introduce al padre de Misuzu, pero apenas se esboza el tipo de relación que tienen entre los dos y el porqué de esa tensión entre ellos. La supuesta sorpresa final sobre la identidad humana del gran mal oscuro también se antoja algo forzada.
Ep. 7, The Closed World |
El muñeco de Taro hará el papel de mentor. |
The Future of Yours, el episodio final, es una conclusión hasta notable dentro de lo que ha sido una serie modesta, concentrando buenos momentos como la aparición del gran mal, un bicharraco de gran diseño llamado Dark Lugiel, Ultraman Taro recuperando su cuerpo, y una batalla final con Ginga y Lugiel en la luna. Un final que te saca la sonrisa con nuestros adolescentes protagonistas mirando al cielo, preparados para el futuro y llevar a cabo sus sueños.
Ep 10, Darkness and Light. |
El temible Dark Lugiel |
Aún siendo descaradamente un anuncio de venta de muñecos (siguiendo el estilo de marqueting agresivo que estaban utilizando Kamen Rider y las Super Sentai Series), la serie tiene sus aciertos y gracias a su aceptación marcó una nueva era para Ultraman y que continua a día de hoy con una salud de hierro. Las apariciones de héroes clásicos como Tiga, Seven o el Ultraman original entre algunas batallas bastante vistosillas hacen de la serie algo mejor de lo que esperaba pero que estaba necesitada de más episodios y recursos para contar de una manera acertada todo lo que promete. En ese sentido, es triste conocer que el dato más interesante de Dark Lugiel, que es la mitad oscura de Ginga, está contado en el capítulo 79 de New Ultraman Retsuden (2013-2016) y no en Ginga...
Por otro lado, el opening musical de la serie es estupendo y tremendamente pegadizo. El tema es "Ultraman Ginga No Uta" interpretado por "Voyager".
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