Frente a la posibilidad de cierre debido al fracaso de algunas de sus grandes producciones, el estudio japonés Nikkatsu vio en el cine erótico una tabla de salvación. La jugada comercial les salió bien y su serie de Roman Porno (conjunción de romance y porno) fue todo un éxito. Hasta 1.200 títulos se produjeron entre 1971 y 1988, dominando el mercado durante los años 70 con unos productos baratos, que se rodaban muy rápido y que suponían un muestrario bien amplio de todas las fantasías y fetiches imaginables: secretarias, amas de casa insatisfechas, vouyerismo, colegialas... Estos títulos, además, estaban sorprendentemente bien rodados gracias a la gran experiencia de los técnicos de la Nikkatsu que se vieron de la noche a la mañana trabajando de serios films de samurais a este cine más despendolado. El mix divertido, explotativo a la vez de incorrecto hace de esta serie de Roman Porno unas producciones irresistibles y libres. Un aspecto llamativo y que ayudó al éxito de estas películas es que también despertaban pasiones entre la audiencia femenina. Algo, sin duda, a tener en cuenta y que acabaron por aupar dichas producciones. Si solo las hubieran ido a ver los 4 pajilleros de turno el género no habría tenido tal trascendencia en el país. Hoy quiero destacar la que es una de mis favoritas, sino mi predilecta de esta serie de producciones: I love it from behind! (1981).
En el film seguimos a Mimei, una chica con una curiosa afición: lleva desde su adolescencia coleccionando impresiones de penes que ella misma va realizando. Su objetivo es llegar a las 100 impresiones y tiene 99. La número 100 se convertirá en todo un desafío que no se esperaba.
I love it from behind! es una experiencia hilarante llena de un humor sexual exagerado y caricaturizado que destaca, además, por ser uno de esos Pinku donde su mirada está centrada en la figura de la mujer teniendo un innegable sabor feminista. La protagonista, Mimei, interpretada por una estupenda Junko Asahina, es un espíritu libre y que no duda en jugar a su antojo con su sexualidad engatusando a distraídos hombres para satisfacer su peculiar filia. Mimei compartirá piso con una pareja de chicas las cuales mantienen una relación lésbica y que se dedican a vengarse de un oficinista que tuvo malas actitudes con una de ellas en el pasado. La venganza no tiene desperdicio con las muchachas introduciendo un consolador al susodicho en lugares oscuros al grito de "¡Hazte gay!". Delirante. Una muestra del humor surrealista y en ocasiones incorrecto del que disfruta dicha producción y que se combina con escenas picantonas de un sexo de carácter softcore.
Mimei tiene una curiosa afición: Hace impresiones de penes. Lleva 99... |
Mimei vive con una pareja de chicas en busca de venganza. |
La impresión nº 100 será difícil de conseguir... |
I love it from behind! viene protagonizada por una de las reinas del género como es Junko Asahina y quien cuenta en su currículum con piezas como Female Gym Coach: Jump and Straddle (1981), Koichiro's Uno Wet and Riding (1982) o La bestia y la espada mágica (1983) donde compartía plano con nuestro Paul Naschy. El film lo dirige Koyu Ohara, director especializado en el Pinku Eiga y que cuenta con otras joyas como Sins of Sister Lucía (1978) o White Rose Campus: Then everybody gets raped (1982).
Frente a una vertiente más seria o claramente exploit de muchos Roman Porno agradezco encontrarme con la vertiente más cómica y despreocupada del género. I love it from behind! es un soplo de aire fresco por sus características propias, poco vistas, como es el de centrar su mirada en la mujer, albergando elementos feministas dentro de un conjunto de humor absurdo, exagerado y conscientemente ridículo. Un disfrute refrescante para ver una y otra vez y que a pesar de lo que pueda hacer pensar por su título, no hay sexo "from behind".
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