CRÍTICAS PELÍCULAS

martes, 5 de mayo de 2020

TIGER ON THE BEAT (1988)

El éxito de la pareja John Woo/Chow Yun-Fat tuvo su pistoletazo de salida en la clásica A better tomorrow (1986). Desde entonces pudimos ver al actor en medio de tiroteos pistola en mano en numerosos films catalogados como heroic bloodshed, o "matanzas heroicas" cómo se conoció al subgénero en Hong Kong. John Woo no escatimó en aprovechar el tirón entre el público de Chow Yun-Fat repitiendo en A better tomorrow 2 (1988), The Killer (1989) o Hard boiled (1992). Pese a lo imprescindible de los títulos mencionados es importante no quedarse estancado en la filmografía del maestro Woo y explorar otros heroic bloodshed que Yun-Fat protagonizó en esos años ya que nos podemos encontrar con sorpresas. Tiger on the beat (1988) es una de ellas.

Chow Yun-Fat interpreta para la ocasión a Francis Li, un policía gamberro, mujeriego y desenfadado (como no podía ser de otra manera). En un accidentado momento se encuentra con Michael, otro policía más responsable. Se vuelven compañeros y deben luchar contra una mafia tailandesa e inglesa para detener el tráfico ilegal de cocaína que quiere ingresar en Hong Kong. 

Tiger on the beat (1988) es un heroic bloodshed en toda regla dirigido por Liu Chia-Liang, director de sobrada trayectoria y eficiencia ya que nos trajo clásicos del calibre de Las 36 cámaras de shaolin (1978) o mi película favorita de Jackie Chan, La leyenda del luchador borracho (1994). Tiger on the beat (1988) es un vehículo de acción típico en la época pero realizado con buen pulso y magníficas secuencias de acción. Chow Yun-Fat interpreta a un personaje que ha repetido en numerosas ocasiones y que le va que ni pintado como es el de sargento de policía malhumorado, gamberro, mujeriego y que se cachondea de todo. Francis (Yun-Fat) se ve obligado por las circunstancias a tener un nuevo compañero que le ayudará en el entramado de tráfico de droga que se cierne sobre Hong Kong. Un anabolizado Conan Lee cumple a la hora de dar la réplica a Yun-Fat y resulta sobradamente efectivo a la hora de repartir hostias entre los mafiosos.

El film destaca por ser un producto muy entretenido y cuyo ritmo no admite demasiados bajones. No se evitan dosis de comedia tontorrona protagonizados en su mayoría por Yun-Fat y sus intentos por ligarse a la atractiva fémina del film. Si bien, admito que la comedia de Tiger on the beat no se me atragantó en demasía frente a otros films similares de la época. Donde el film destaca es por el nivel de sus escenas de acción resultando rápidas, sangrientas, furiosas y dolorosas para los stunts. Una escalada de acción y tensión que va aumentando poco a poco hasta estallar en el magnífico tercio final del film donde los protagonistas son asaltados por la tragedia y Chow Yun Fat/Francis decide aparcar los chistes y ponerse serio. Un clímax final de quedarse ojiplático con un festival de sobradas memorable siendo testigos desde los usos que Francis hace con una escopeta y una cuerda o una batalla de motosierras salvaje.
Francis no es el ejemplo de lo que debería ser un policía. Le van las mujeres y los chistes.

A Francis le asignan un nuevo compañero, Michael.

Su misión es intentar parar el tráfico de cocaína en Hong Kong.

Francis intenta acercarse a Marie Donna, la hermana de uno de los implicados en la mafia. Pero surge el amor (ah y es profesora de aerobic).

Finalmente, Francis se pone serio.

Hay hasta una monumental batalla de motosierras.

Tiger on the beat (1988) resulta un conjunto notable, enormemente disfrutable y que cumple su cometido a la perfección con un conjunto realizado con oficio y buen pulso. Un ejemplo genial de la época dorada del género. Los fans la disfrutarán.
Y curiosidades que me hicieron bastante gracia. En un momento del film una recepcionista le pregunta su nombre a Francis y éste contesta que se llama Mark, como el personaje que Yun-Fat interpreta en A better tomorrow de John Woo.

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