Si nos centramos en occidente, los años 80 alumbraron exitosas series de animación enfocadas en la acción y que dominaron el mercado durante la década como Robotech (1985), Transformers (1984-1987), G.I Joe: A Real American Hero (1985-1986), entre otras. Dichas series tenían la particularidad de que estaban expresamente realizadas o diseñadas para la venta de juguetes. Dichos productos no solamente albergaron un gran éxito en las parrillas televisivas sino que supieron capitalizar su éxito a través de su merchandising el cual hizo las delicias de los niños de la época con muñecos de las series adornando sus habitaciones. Hay que recordar que la industria del juguete se volvió enorme en los años 80 gracias a dichas series infantiles. La Tsuburaya Productions vio en dicho éxito una oportunidad para reverdecer viejos laureles para Ultraman y encontrar así, un camino para entrar en el mercado americano.
Los años 80 fueron una travesía por el desierto para la Tsuburaya y para 1986, la mítica productora llevaba una buena temporada sin la realización de nuevas series. Así que su idea fue la de presentarse frente al mercado americano y proponer una serie basada en su personaje estrella estando enfocada a la posterior venta de juguetes con el ojo puesto en el ejemplo de series coetáneas. Tras presentar el proyecto no fue otra que la mítica Hanna Barbera quien decidió apostar por la idea. La creadora de series clásicas como Scooby-Doo, ¿dónde estás? (1969-1971) o Los Picapiedra (1960-1966) no estaban pasando por su mejor momento a mitad de los años 80 y al igual que la Tsuburaya buscaban nuevos proyectos con la esperanza de reflotar. Nació así: Ultraman: The Adventure Begins, también conocida como Ultraman USA.
Ultraman: The Adventure Begins sigue a Scott, Chuck y Beth, tres pilotos acrobáticos y que tendrán una misteriosa experiencia con una extraña luz en medio de uno de sus vuelos y que provoca que sus aviones queden destruidos. Pese a ello, los tres pilotos resultan ilesos del accidente. Pronto descubrirán que a partir de ahora serán los huéspedes humanos de tres guerreros extraterrestres con el objetivo de luchar contra un grupo de malvados monstruos procedentes del planeta Sorkin. Scott, Chuck y Beth se unirán a la «Ultra Force», en una base avanzadisima tecnológicamente y alojada en el monte Rushmore. Da inicio la batalla.
Ultraman: The Adventure Begins es un film entretenido, el cual, lógicamente, no puede escaparse de su carácter episódico y que lastra algo la narración pero sí que ofrece buenos momentos especialmente en las batallas contra los monstruos. Unas bestias cuyo diseño no sigue la línea estrafalaria de muchas ultra series anteriores presentando aciertos en ese sentido como el monstruo-planta Green Shocks, cuyos tentáculos pondrán en un buen aprieto a Ultrawoman Beth o el mecha Garuballade. Los personajes principales, el trío de héroes formado por Scott, Chuck y Beth, no logran escapar de una cierta bidimensionalidad siendo estereotipos andantes sin mucha evolución pero logran hacerse simpáticos si evitamos algunos momentos sonrojantes como el ligoteo constante de Scott con la joven científica o la estoicidad de Chuck.
Ultraman: The Adventure Begins es un nada desdeñable intento por traer la ultrafranquicia a un público occidental en un conjunto de animación más que notable y donde brilla especialmente en las batallas colosales entre los héroes y los monstruos. Si bien, peca de un desinterés hacia los personajes humanos siendo bastante planos y desprovistos de conflictos internos de cualquier tipo o desarrollo. Aspectos perdonables si somos conscientes de la naturaleza del producto, siendo el posible inicio de una serie. Aún así, se trata de toda una curiosidad entretenida de ver y cuyo formato de animación resulta agradecido en una franquicia en donde no se ha explotado precisamente si exceptuamos ejemplos como la anterior The Ultraman.
Como apuntaba hace unos párrafos, el impacto de este recopilatorio de cuatro episodios no fue el esperado por lo que el proyecto soñado de realizar una serie de larga duración en Estados Unidos quedó en nada. La distribución de la película fue algo pobre y tardía ya que no se estrenó en Japón hasta el 29 de abril de 1989, teniendo un éxito moderado. No fue hasta 1993 cuando el filme tuvo una edición doméstica en su país de origen, Estados Unidos, con una edición en VHS. Ni siquiera contó con un estreno en cines americanos.