El enorme éxito de
The Return of Ultraman (1971) proporcionó estabilidad económica a la
Tsuburaya Productions y respeto delante de los grandes estudios. La productora realizó otras series
tokusatsu similares a
Ultraman como
Mirrorman (1971) o
Jumborg Ace (1973), las cuales acompañaron esta nueva ola de productos
Kaiju y que triunfaron, principalmente en las televisiones niponas, en estos primeros años 70. Otras series empezaron a hacerle la competencia a la
Tsuburaya, especialmente
Toei. Su
Kamen Rider (1971) se convirtió en todo un éxito y abrió la veda a una colección de series
tokusatsu sin fin con los
Super Sentai (1975) como punta de lanza. Dichas series de
Toei sumado al crecimiento del
anime y el
manga acapararon la atención de los jóvenes, cosa que hizo que
Ultraman desviara su mirada hacia los más pequeños, algo que se denotó en el cambió de timón narrativo y conceptual de
Ultraman Ace (1972).
Ace acabó por no funcionar nada mal a nivel de audiencia así que la
Tsuburaya siguió explotando el concepto entregándose a la total infantilización con
Ultraman Taro (1973).
Las coordenadas que tomaría la nueva
Ultra Serie sería focalizarla en una estética
kid-friendly, colorida, alegre y especialmente sustentada en el
folklore japonés como fuente de inspiración para las tramas de los episodios.
Ultraman Taro sigue a Kotaro Higashi, un joven enérgico y optimista aunque arriesgado ya que en su enfrentamiento contra un monstruo acaba muriendo para después ser revivido para ser el huésped humano de Ultraman Taro por obra y arte de la familia Ultra. Como curiosidad, Taro, en japonés significa el hermano más pequeño de la familia y así resulta ser en un nuevo Ultraman que tendrá que saber enfrentarse a las amenazas monstruosas a la vez que aprenderá y crecerá como un héroe digno para el planeta y su familia.
Ultraman Taro (1973) pese a su tono infantiloide ha resultado ser toda una pequeña sorpresa por su energía, alocadas situaciones, humor cartoon y la explotación de un concepto muy acertado como es el de construir un tono de fábula a las aventuras del héroe siendo una especie de "Las mil y una noches", pero en el mundo de Ultraman. Y la serie es mejor en cuánto más ahonda en dicho concepto.
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Mother of Ultra... |
Bajo los brazos de la madreUltraman Taro presenta varias novedades. Una de ellas es que, dispuestos a hacer crecer el panteón familiar, si en la anterior Ultraman Ace, se nos presentaba a Ultra Father, aquí la Ultra Mother ya no puede faltar. Dicho personaje tiene varias apariciones, algo fugaces, en los primeros compases de la serie y hace de acompañamiento al joven Taro en sus primeros pasos para la defensa del planeta.
Ya desde el inicio percibimos el tono despreocupadísimo de los episodios y de las situaciones surrealistas que viven los protagonistas. El equipo de héroes, ZAT, ya están directamente caricaturizados y su actitud irresponsable no parece corresponderse con su enorme responsabilidad de salvar vidas frente al aluvión de monstruos, pero dicha actitud casa muy bien con el tono de Ultraman Taro. En la dúpla de episodios 1x02 y 1x03, That moment, Mother of Ultra... / Mother of Ultra now and Forever, nos presenta a Kotaro en serios aprietos, atrapado junto a un perro en el estómago de un Kaiju que no puede dejar de reír. La Madre Ultra acudirá al rescate mientras a ZAT se le ocurre la idea de atacar al monstruo con...¡pimienta! Para así hacer que el monstruo estornude y propulse a Kotaro al exterior. Maravilloso.
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Kotaro, el héroe de la función |
En el doble 1x04 y 1x05,
Giant Sea Turtle Monsters Attack Tokyo! / Parent Star, Child Star, First Star vuelve a tratar el concepto de criaturas gigantes más benignas de lo que parece en base al drama de una pareja de tortugas y su cría cuya paz es perturbada por el egoísmo humano. La serie aún tiene tiempo para algunos momentos que se salen de la norma más infantil o blandita, presentando algo más terrorífico como el 1x11,
The Vampire Flower is a Girl’s Spirit, con una planta vampírica cuyo rugido es el llanto de los niños que fueron abandonados, subyaciendo en el episodio una crítica hacia el descuido y abandono infantil. De entre este primer tramo de la serie también cabe destacar el 1x15,
Young girl of the blue will-o’-the-wisp, divertido y conmovedor a partes iguales. Aquí, una niña sin madre, fallecida años atrás, es acosada por el poblado donde vive porque se dice que tiene la maldición del “zorro de las 9 colas". Una historia contada ya bastantes veces en el pasado pero que realizada con mimo puede llegar a notables revisiones como ésta.
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1x17, Two big monsters close in on Taro! |
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1x19, Mother of Ultra, Miracle of Love! |
Los hermanos al rescate y viejos conocidosUltraman Taro es la serie que más explota, hasta el momento, los cliffhungers en tramas que confluyen en dobles episodios o incluso triples. Ejemplo de ello es el triple 1x17, 18 y 19, Two big monsters close in on Taro!, Zoffy Died! Taro died too!, Mother of Ultra, Miracle of Love!, con una doble amenaza en forma de gusanos asesinos que se alojan en melones y su enemigo natural, un pajarraco gigantesco llamado Birdon y que no solo acabará derrotando a Taro sino también a su hermano Ultraman Zoffy. Un triple episodio notable pero que no evita cierta reiteración o alargarse en demasía en una historia que podría haberse quedado simplemente en dos episodios. Si bien, su clímax con la "Madre de Ultra" llevándose de vuelta a su planeta el cuerpo moribundo de Zoffy junto a Taro es conmovedor. En esta línea de episodios con invitados "Ultra-especiales", también es notable el doble 1x24 y 25, This is the Land of Ultra!, Burn! The 6 Ultra Brothers! con un monstruo del espacio a quien le acompaña un ejército de polillas que dejarán sin luz solar a todo el planeta. Visto el panorama, todos los hermanos-Ultra llevarán desde su hogar hasta la Tierra una campana mágica capaz de resolver el entuerto. Como gran novedad se enseña por primera vez el planeta M78 de los Ultraman así como parte de su historia como civilización.
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1x30, Revenge of the Monster Army! |
De este tramo de la serie destaca el 1x21,
The Sinking of Tokyo New Town, lleno de un humor cargado de mala leche y que alberga una crítica hacia la construcción humana y la invasión que éstos hacen de terrenos naturales. En el episodio, una criatura insectoide descansa bajo tierra con el problema que encima tiene a todo un barrio residencial. Por culpa de la intolerancia y furia de la ciudadanía el monstruo acabará destrozando algún que otro edificio.
Varios episodios de Ultraman Taro se dedican a recuperar a viejos monstruos aparecidos en anteriores series como Alien Mefilas de Ultraman (1966) en el 1x27, Here he is! Alien Mefilas!. Aunque el resultado de dichos episodios es bastante decepcionante a excepción del doble 1x29 y 30, Bemstar Revives! Taro’s in a Desperate Pinch!, Revenge of the Monster Army!, lleno de acción y que no solo cuenta con el regreso del temible Bemstar (de El regreso de Ultraman) sino de también de Verokron (de Ultraman Ace) en un clímax final delicioso en una refinería con Taro y ZAT enfrentándose a 3 criaturas. Sin duda, el mejor momento de Ultraman Taro nos lo encontramos en el doble 1x33 y 34, Five Seconds before the big explosión of the Land of Ultra!, The Last day of the 6 Ultra Brothers!, donde se reúnen todos los actores que han interpretado a Ultraman en series previas en una trama en la que se debaten entre hasta que punto beneficia a Taro la ayuda de sus hermanos en su crecimiento e independencia como héroe. La batalla final de los 6 Ultra-hermanos contra el poderoso Alien Temperor es canela en rama.
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1x34, The Last day of the 6 Ultra Brothers! |
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Haciendo mochi en 1x39, The Ultraman Father-and-son’s Grand Mochi making plan! |
Leyendas, tradiciones, canciones de guardería y monstruos alcohólicosComo apuntábamos al inicio, Ultraman Taro es mejor en cuánto más se deja llevar por el espíritu de la locura desprejuiciada y en su tono de fábula. Y esto es así, ya cercano al final de la serie, con episodios fuertemente basados en leyendas o folklore nipón como el 1x44, Oh! Taro’s going to be eaten! con una ogro que maldice a Kotaro haciéndolo diminuto e introduciéndolo en una habichuela para que sea devorado por un niño. Divertidísimo. Y que me decís del especial de año nuevo, 1x39, The Ultraman Father-and-son’s Grand Mochi making plan!, de lo más bizarro de la franquicia, con un monstruo con forma de barrilete que se descuelga de la Luna para hincharse a comer mochis. Un episodio loquísimo con montajes de fotos en blanco y negro con bebés e imágenes de la guerra y un momento final con Taro y Yuko (de Ultraman Ace) haciendo mochis a cámara lenta, con música tradicional japonesa, en el mismo cuerpo del kaiju bajo la atenta mirada de Ultra Father. Ver para creer.
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El monstruo borracho de 1x48, Monster Doll Festival |
No me quiero olvidar del episodio navideño de turno, 1x38,
The Ultra Christmas Tree, bastante singular y con un acertado nivel de drama y hasta de crueldad, con una niña que malvive la navidad ya que sus padres murieron en la batalla que mantuvo Taro contra las tortugas del episodio 3. Una bola mágica que te hace ver tus deseos o lo que está pasando en otros lugares, un personaje infantil que no tiene ninguna ilusión por vivir y un Taro convirtiendo la
Tokyo Tower en un enorme árbol de navidad hace de éste bizarro episodio un interesante momento de
Ultraman Taro a tener en cuenta.
También hay una notable serie de varios episodios basados en canciones de guardería japonesas y que sirven de base para la trama. El 1x45, She wore red shoes…, por ejemplo, presenta a una amiga de la infancia de Kitajima, miembro de ZAT, y la cual fue secuestrada siendo niña por un hombre extraño (inquietante momento...) y que años después reaparecerá siendo modificada por una raza alienígena para que, llegado el momento, se convierta en un Kaiju y destroce la base de nuestros héroes. Un episodio bastante trágico y dramático, dentro de los márgenes de Ultraman Taro. Siguiendo esta línea el 1x48, Monster Doll Festival, es lo más hilarante, loco y radical de la serie con un monstruo gigante borracho y con gusto por el sake y el bailar canciones pop-rock niponas. A las coreografías infantiles y unos aliens que por sus pintas parecen salidos de una representación de "Els Pastorets", se le suma una batalla final con Taro lanzándole un cubo de agua fría al monstruo para que se le pase la borrachera.
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Una especie de Pinoccio con mala uva en 1x46, The White Rabbit is a Bad Guy! |
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1x53, Farewell, Taro and the Mother of Ultra! |
Estas salidas de madre son bastante habituales en
Ultraman Taro presenciando momentos alucinantes como Taro en un barreño gigante pisando a un monstruo vegetal y mezclándolo con sal (1x43,
Pickel the Monster in Salt!), un monstruo que sale a cantar una vez al año a las montañas una especie de ópera inenarrable y que en un momento dado se saca de su ombligo una varilla para dirigir a una orquesta (1x49,
Sing! Monster Big Match) o un delirante partido de balonmano entre una muchacha con mucha energía y un monstruo gigante amante de las pelotas (1x50,
The Monster Sign is V).
Ultraman Taro concluye de forma sorprendente, o por lo menos, con un desarrollo de los acontecimientos bastante diferente de lo visto anteriormente. En el 1x53, Farewell, Taro and the Mother of Ultra!, tenemos a Kotaro quien toma la decisión de dejar de ser un Ultraman y vivir como un ser humano normal. El clímax final en una fábrica con Kotaro derrotando él mismo a un monstruo sin necesidad de depender de Taro, más que con su valentía e inteligencia demuestra así a los demás personajes que solo nos bastamos con la fuerza de los seres humanos para vencer todas las adversidades y sin depender de ayuda de otros. Un final notable y que concluye una serie que ha sido toda una agradable sorpresa dentro de la franquicia.
En
Ultraman Taro (1973) no abundan los episodios brillantes o sobresalientes pero sabe mantener una línea de calidad entretenida y muy simpática a lo largo de sus 53 episodios sin demasiados bajones. Su tono ya decididamente cómico, sin tomarse en serio y sustentado en el espíritu de fábula le hacen ganarse muchos puntos si sabes entrar en su juego. Una serie entrañable, llena de energía y con uno de los mejores
openings de la etapa
Showa de la franquicia.
Taro conectó a la perfección con los más pequeños de la casa siendo todo un éxito de audiencia. Desgraciadamente, esta entrega de Ultraman hacia los más pequeños hizo que no hubiera vuelta atrás, ya que el intento por ofrecer un producto más adulto, como fue la siguiente Ultraman Leo (1974), fue todo un fracaso ya que espantó a la audiencia infantil mientras que los adultos ya estaban a otra cosa. Como curiosidad, Leo sufrió retrasos en su producción lo que provocó que Ultraman Taro le fueran añadidos 2 episodios de más, pasando de los 51 iniciales a los 53.