Takashi Miike es una de las figuras más importantes del cine japonés (y mundial) de los últimos 20 años. Un director kamikaze de visión única y estrambótica que no es sino una coctelera enloquecida de todas las peculiaridades y excesos de Japón y de su cine y cuya energía parece no decaer por más que pase el tiempo. El director sigue erre que erre ofreciendo 2, 3 o 4 películas al año (además de sus trabajos para la televisión japonesa).
Miike en estos años ha pasado de tomar una vertiente extrema y radical ejemplificada en films como
Fudoh, the new generation (1996),
Ichi the killer (2001) o
Visitor Q (2001) a un acercamiento progresivo al
mainstream protagonizado por numerosos
live actions de cómics
manga si bien el director japonés, de vez en cuando, aun se reserva algún que otro film donde recupera la violencia y la excentricidad de sus inicios.
El estreno de
First Love (2019) supone toda una alegría por lo expuesto anteriormente ya que es un regreso en toda regla a ese cine de
yakuzas tan clásico y personal de
Miike de finales de los 90 amen de impregnar a todo el film de un salvaje sentido del humor y nihilismo argumental.
En el film seguimos a Leo, un joven boxeador que atraviesa una mala racha. Durante el transcurso de una noche en la ciudad de Tokyo se encuentra por accidente con Mónica, una prostituta adicta a la droga. Aunque Leo no lo sabe, la chica se encuentra inmersa en una compleja trama relacionada con el tráfico de droga que la convierte en el objetivo de varias personas.
First Love (2019) es una obra notable y que supura ese sabor del cine japonés de los 90 y primeros 2000; su temática yakuza, el estilo visual sucio, la violencia, el protagonismo de los bajos fondos... Patrones estilísticos que me han llenado de nostalgia y disfrute.
El film desde el principio pone las cartas encima de la mesa y no da lugar al aburrimiento por su tono ligero y entretenido. Miike se vale de la narración en paralelo de los personajes principales, cuales piezas de un tablero de ajedrez, hasta que acaba por juntarlos de manera desternillante en el meridiano del film en una hilarante persecución en furgoneta.
El personaje principal de Leo está interpretado por
Masataka Kubota (
13 asesinos, Tokyo Ghoul), un boxeador de aire derrotista y melancólico el cual el deporte es lo único que lo mantiene vivo hasta la llegada de la fatal noticia de que tiene un tumor cerebral. Azares de la vida, una noche el boxeador salva a “Monica” (
Sakurako Konishi) una atractiva joven que no tiene un cuadro vital mejor; vendida por su padre a la
yakuza, obligada a prostituirse y además adicta a la droga, lo que le provoca cuadros alucinatorios más que bizarros protagonizados por la figura de su padre en calzoncillos y dispuesta a abusar de ella. Mi favorito, como de costumbre, es
Shota Sometani (
Himizu, Wood Job!, Parásito parte 1 y 2) quien interpreta a un
yakuza de tercera que planea una manera de escaparse del clan (con la ayuda de un policía corrupto) antes de que de comienzo una guerra contra los chinos. Por supuesto todo lo que puede salir mal en dicho plan sale mal.
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Leo, un boxeador sin nada en la vida. |
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"La guerra está en el aire" |
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Leo rescata a Mónica pero se ven, sin quererlo, entre la yakuza y la mafia china. |
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¿Lograrán salir con vida de la guerra de bandas? |
Como he comentado anteriormente, el desarrollo se sigue sin problemas gracias a su ritmo y la violencia, aunque no tan radical, si que presenta buenos momentos para el respetable. El film además presenta notables momentos de acción como la impecable persecución en furgoneta con la
yakuza y la mafia china persiguiendo a nuestros protagonistas o el tramo final donde no sobrevive ni el apuntador. Al quizás, tratarse de una obra más personal por parte de
Miike alejada de sus trabajos más recientes (que abrazan lo
mainstream) se nota en
First Love un nivel presupuestario algo más ajustado que los citados trabajos pero dichas limitaciones están solventadas excelentemente y con imaginación. Un ejemplo destacable y llamativo al respecto es una escena de acción resuelta a base de
anime que te pilla de sorpresa y resulta efectiva. Destaca además el tratamiento paródico que le da a
Miike a la
yakuza japonesa como de un grupo criminal en vias de extinción y sin dirección alguna. La pareja protagonista (Leo y Mónica) es tratada con mimo en la historia y cómo, en su sinrazón de vivir y soledad, encuentran una chispa de esperanza en su futuro juntos. El boxeo es tratado metafóricamente como esa batalla a golpes contra la vida que tendrán que mantener para poder salir del pozo negrísimo en el que se encuentran. ¿Lo conseguirán?
First Love es una de las obras más redondas de la última etapa de Miike (junto a Blade of Inmortal que me pareció muy disfrutable). Una obra ligera y desprejuiciada, de buen acabado visual, de notable banda sonora (que pasa del rock sureño a la música tradicional japonesa). Con pequeños elementos bizarros o inquietantes (esas decapitaciones en la oscuridad o las inquietantes alucinaciones del padre de Mónica en medio de la calle o el metro). Un film más que entretenido que nos recupera ese cine de Takashi Miike repleto de yakuzas, personajes derrotados, violencia y humor incorrecto. Muy recomendable.
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